Por Paris Martínez/
PLUMAS LIBRES
México, D. F. ( Tomado de Animal Político). En lo que va del año se han registrado 24 casos de privación de la libertad, sin embargo, las cuentas del gobierno excluyen a las 23 mujeres que, en los últimos tres meses, han sido desaparecidas en Veracruz.
El 11 de marzo pasado, el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, aseguró que el secuestro en su entidad es un delito erradicado, afirmación de la que tuvo que retractarse dos semanas después, para reconocer que, tal como señalan las estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en lo que va del año se han registrado 24 casos de privación de la libertad en su entidad… sin embargo, denunciaron familiares de víctimas, incluso esta cifra oficial está maquillada, ya que en las cuentas del gobierno no van incluidas las 23 mujeres que, en los últimos tres meses, han sido desaparecidas en Veracruz, y que no son reconocidas como víctimas de secuestro por el único hecho de que sus captores no han pedido ningún rescate.
“Y no han pedido rescate por nuestras hijas, porque a los grupos criminales no les interesa lo que una les pueda pagar –afirma la señora Mayra de la Vega, madre de Mayra Eliza Remess, una joven de 24 años, raptada en Orizaba desde julio de 2013–, lo que les interesa es explotarlas, lo que les interesa son todos los recursos económicos que le pueden sacar a las víctimas, por eso me atrevo a decir que detrás de las desapariciones de jovencitas en Veracruz hay una amplia red de trata de blancas, porque es muy claro que el importante número de jovencitas desaparecidas comparten un mismo perfil: son niñas de una cierta edad, agraciadas, con ciertos atributos físicos”, además de que, en ciertos casos, parecen haber sido raptadas en acciones coordinadas.
En total, desde que Javier Duarte asumió la gubernatura –en diciembre de 2010–, la Procuraduría de Justicia de Veracruz ha tomado registro de al menos 104 casos de mujeres desaparecidas en la entidad y que se mantienen irresueltos hasta la fecha. De ellos, 35% corresponden a niñas de 11 a 15 años; 15.5% a adolescentes de 16 y 17 años; 27% son jóvenes de 18 a 24 años; y 7% son mujeres de 25 a 29 años.
Así, de las 104 mujeres víctimas de desaparición durante la administración de Javier Duarte en Veracruz, 85% son niñas, adolescentes y jóvenes. Y según estos mismos registros oficiales, en la gran mayoría de los casos se trata de niñas y mujeres delgadas, de tez blanca o morena clara y cabello largo…
Orizaba
El 15 de julio de 2013, alrededor de las 19:50 horas, Mayra Eliza se dirigió al gimnasio y, siguiendo la rutina establecida, antes de salir de su casa, en Orizaba, Veracruz, dio aviso a su mamá. La joven abordó la camioneta familiar y tomó rumbo al establecimiento deportivo, pero nunca llegó. Desde entonces, se ignora su destino.
El mismo día de su desaparición, la camioneta que conducía Mayra Eliza fue arrojada a un barranco, a un costado de la carretera Orizaba-Puebla, de forma deliberada, tal como se registró en el parte oficial rendido por los agentes de la Policía Federal que encontraron el vehículo.
La desaparición de Mayra Eliza fue reportada a las autoridades de manera casi inmediata, ya que su madre pudo detectar su ausencia debido a que mantenían una estrecha comunicación. Por ello, un día después del rapto, éste fue registrado en la Plataforma México –el sistema de “inteligencia operativa” que enlaza digitalmente a todas las corporaciones de seguridad pública del país–, lo cual no obstó para que las autoridades enviaran el vehículo a un corralón, donde toda huella de los secuestradores quedó contaminada.
“Acuso a la Policía Federal –protesta la señora Mayra de la Vega–, porque se quedaron callados, y la camioneta estuvo 15 días en el corralón. Nosotros pensamos que, dando con el carro, podíamos dar con la niña (…) y ahora me salen con que las huellas (encontradas en el vehículo) están contaminadas (…) Los tiempos que manejan los agentes del Ministerio Público claramente parecieran definidos para encubrir al delincuente”.
La dilación con la que actúan las autoridades estatales, añadió la mamá de Mayra Eliza, “permite al delincuente poderse desplazar a otros estados e, incluso, fuera del país. Pero lo más importante es que les permite sacar a las niñas del país o desplazarlas a lugares remotos, donde se nos dificulta encontrarlas”.
–¿Qué le hace pensar que su hija es víctima de trata con fines de explotación sexual? –se pregunta a la madre de familia.
–Ella es una muchacha normal, que se dedicaba a estudiar y que después puso un negocio, iba al gimnasio, es una persona completamente normal. Ella es hija única, somos una familia normal, que vive de un trabajo normal, igual que todos, jamás ha estado vinculada a negocios ilícitos, es la reina de la casa. En un principio, cuando tú pones la denuncia, las autoridades siempre te argumentan que se fue por problemas familiares o que se fue con el novio, pero yo tenía una buena relación con ella: mi hija no me hubiera hecho esto… De mi niña no tenemos ningún rastro, salvo que ella recibía amenazas de un individuo que se jactaba de pertenecer al grupo delictivo de Los Zetas.
Esta persona, señalada por la madre de Mayra Eliza como acosador de la joven y probable responsable de su rapto, no fue investigada por las autoridades de Veracruz, “argumentando que solamente era mi dicho y que no tenía ninguna prueba”.
–¿Ha recibido amenazas, o se considera en riesgo por la lucha por la presentación con vida de su hija?
–Hay gente que no le da seguimiento (a sus denuncias) por miedo, y es respetable –afirma la señora Mayra–, hay gente que tiene otros hijos y que tiene miedo, pero yo no tengo nada qué perder, Mayra Eliza es mi única hija y, lo he dicho, después de esto, ¿qué puedo perder? Nada, porque ya con ella lo perdí todo…
En grupo…
Tal como revelan los reportes divulgados por la Procuraduría General de Justicia de Veracruz, las desapariciones de mujeres en el estado han mostrado un incremento sostenido durante los tres años y cuatro meses que lleva el gobernador Javier Duarte en el cargo.
De diciembre de 2010 a diciembre de 2011, por ejemplo, en Veracruz se acumularon 14 casos de mujeres desaparecidas, que aumentaron a 31 para 2012, y que nuevamente registraron un incremento en 2013, al acumularse otras 36 desapariciones. Además, en los tres primeros meses de 2014, en esta entidad federativa se registraron 23 desapariciones más de mujeres.
Durante este año, destaca el mes de febrero no sólo por ser el que más casos de mujeres desaparecidas registró en Veracruz, con 14 expedientes, sino también porque la gran mayoría de ellas desapareció en una semana.
Según los registros de la Procuraduría estatal, durante la última semana de febrero de 2014, en Veracruz desaparecieron seis niñas de entre 11 y 17 años, así como tres jóvenes de 18, 24 y 25 años, cuyo rastro se perdió entre el día 21 y el día 28.
Este no es, sin embargo, el único caso en el que durante un periodo corto de tiempo desaparece un número elevado de mujeres en Veracruz, estado donde se encuentran los principales puerto marítimos del país en la costa del Golfo de México.
Ya antes, el 2 de agosto de 2013, se tomó registro de otra desaparición grupal, en este caso de cinco mujeres, cuatro de las cuales desaparecieron en el municipio de Atoyac, Veracruz.
Y un mes antes, en julio de 2013, otras cinco mujeres desaparecieron en un lapso de cinco días. De ellas, tres tenían entre 11 y 15 años, una más 24 y otra 45.
Asimismo, entre el 14 y el 23 de abril de 2012 desaparecieron ocho mujeres, cinco de ellas de entre 15 y 17 años. De ese grupo de víctimas, cinco desaparecieron en el municipio de Xalapa y tres en Cosoleacaque.
Los reportes oficiales revelan, también, que en Xalapa ya habían desaparecido tres jóvenes en un solo día, el 30 de noviembre de 2011, cuando la pista de una muchacha de 22 años, otra de 24 y una más de 27, se perdió en este municipio.
Cabe destacar que de las 104 casos mujeres desaparecidas en los últimos tres años, 29 de ellos se registraron en la ciudad de Xalapa, y otros 17 en el puerto de Veracruz.
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