Por Maryjose Gamboa
P.D. ¡Feliz cumpleaños papá! Aguanta, ya falta menos.
P.D. ¡Feliz cumpleaños papá! Aguanta, ya falta menos.
Dia 9: ¿En que va el proceso “legal”?, mi abogado Jorge Winckler se los detallará.
Yo lo único que puedo narrarles desde este infierno es que cada dia las llamas de Duarte y Luis Angel Bravo tratan de alcanzarme y consumirme. Hoy me dijeron que me quedo en prisiòn.
Duarte me conoce bien y sabe que no soy una asesina, que soy una periodista a la que no ha podido ni podrá doblar, ni aún manteniendome en éste infierno o en otro peor.
Luis Angel Bravo el “Procurador” y el Subprocurador Leopoldo Muñiz dicen que no me conocen, ya les refrescaré a ambos la memoria para que recuerden como nos conocimos. Todo en su momento.
En medio de todo esto sigo fuerte, con la misma convicción de lucha y justicia; LE INFORMO A TODOS QUE NO TENGO PLANEADO “SUICIDARME”, por si despuès salieran con eso; si algo me pasa aqui adentro es por designio no divino sino oficial. Será culpa de Javier Duarte.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos por ordenes de su Presidente Luis Fernando Perera Escamilla ya enseñó el cobre y se retiró del caso. Son también empleados de Duarte, no hacen nada que le pueda incomodar.
A pesar de las llamadas de mi familia no aparece nadie de esa Comisiòn ni siquiera para ocuparse de que se atienda mi salud, porque tengo daño en las cervicales.
Ni el amparo que me concedieron para que me lleven a un hospital les importa. Aqui se aplica la Ley Duarte, no el Derecho Mexicano.
Toda la saña de Javier Duarte y Luis Angel Bravo ha recaìdo sobre mi; me sacaron del hospital a pesar de reconocer los propios mèdicos el daño físico que me afecta. Me sacaron del hospital casi a rastras, en una patrulla, con la complicidad del Doctor Picaso y el Doctor Eber Alfaro, casado con la hermana de Erick Lagos, Secretario de Gobierno.
Al llegar a la carcel de regreso, me aislaron y me incomunicaron para que no pueda hablar con las demas reclusas, no porque ella o yo seamos peligrosas, sino por temor a que narre las atrocidades a las que han sido sometidas. Al Gobierno del Estado no le conviene que se sepa la verdad. Aqui hay varias inocentes. Tengo la historia de una, a la que acusan del secuestro de un niño en Costa de Oro. La escribiré.
La escribiré cuando pueda, porque esta columna no pudieron confiscarmela como la de ayer, que me fue arrebatada como si una hoja de papel con letras fuera una bomba, pero cada dia escribo escondida donde puedo, como si estuviera cometiendo un delito. Y cuando termino, me arrebatan mi nota: “el señor Gobernador prohibió que usted escribiera” es la explicación.
Hoy pudimos sacar esta nota. Gracias a quienes se arriesgaron y me ayudaron.
El Director de Reclusorios Remigio Uscanga por ordenes de Arturo Bermudez Secretario de Seguridad Pùblica, ha dado instrucciones de que se me trate del peor modo posible, sin ninguna consideraciòn, ni siquiera por el trabajo que me cuesta moverme debido al daño en las cervicales.
Duermo en el piso, me baño a jicarazos en una letrina porque no hay regaderas ni atarjeas.
Duarte y Bermudez mandaron a un individuo a que cheque todo el tiempo que se me tenga bajo vigilancia y que no me permitan escribir ni hablar mas de quince minutos con mi abogado o con mi familia. Se llama Nicolas Novelo y su único encargo aqui en el penal de Playa Linda es mantenerme sometida.
Solo le pido a mi familia que sea fuerte, tengo las visitas restringidas, quisiera verlos y abrazarlos a todos pero no es posible.
Soy tratada como la peor delincuente, por haber atropellado a un muchacho que atravesó -no sabemos como ni en que estado- tres carriles de circulacion en medio de la noche. Nunca tuve la intención, nunca quise hacerlo. Ese es mi “delito”, un accidente que pudo haberle sucedido al conductor del vehìculo que transitaba a la misma hora en el otro carril. El ya estaría libre, yo no, porque soy periodista crítica del régimen de Duarte.
Gracias a mis amigas y amigos, ciudadanos en general que están pendientes.
Creanme que ni la anestesia emocional autoimpuesta me permite soportar tanta ilegalidad y maldad. Todas las pruebas indican que manejaba sobria y que no conducía de manera temeraria. A Duarte no le importó. El juez ni mencionarlo, es un instrumento mas del poderoso, de quien realmente me mantiene en prision.
AGUANTO Y AGUANTARE. SOLO PIDO A LA COMISION NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS Y A LA COMISION INTERNACIONAL DE DERECHOS HUMANOS QUE TOMEN NOTA DE MI CASO, QUE LUCHEN PARA QUE SE RESPETEN MIS DERECHOS Y QUE INTERVENGAN PARA QUE PUEDA SEGUIR ESCRIBIENDO MI COLUMNA EN NOTIVER.
NO ME RAJO, SI HAY QUE PASAR POR ESTO PARA DECIR LA VERDAD EN VERACRUZ, PUES NI MODO, PERO DESDE AQUI Y A PESAR DEL AISLAMIENTO YO VERE LA FORMA DE SEGUIR DICIENDO MI VERDAD, QUE ES LA VERDAD DE MUCHOS VERACRUZANOS.
¡Animo, yo estoy animada! ¡Confío en la justicia federal!
Yo lo único que puedo narrarles desde este infierno es que cada dia las llamas de Duarte y Luis Angel Bravo tratan de alcanzarme y consumirme. Hoy me dijeron que me quedo en prisiòn.
Duarte me conoce bien y sabe que no soy una asesina, que soy una periodista a la que no ha podido ni podrá doblar, ni aún manteniendome en éste infierno o en otro peor.
Luis Angel Bravo el “Procurador” y el Subprocurador Leopoldo Muñiz dicen que no me conocen, ya les refrescaré a ambos la memoria para que recuerden como nos conocimos. Todo en su momento.
En medio de todo esto sigo fuerte, con la misma convicción de lucha y justicia; LE INFORMO A TODOS QUE NO TENGO PLANEADO “SUICIDARME”, por si despuès salieran con eso; si algo me pasa aqui adentro es por designio no divino sino oficial. Será culpa de Javier Duarte.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos por ordenes de su Presidente Luis Fernando Perera Escamilla ya enseñó el cobre y se retiró del caso. Son también empleados de Duarte, no hacen nada que le pueda incomodar.
A pesar de las llamadas de mi familia no aparece nadie de esa Comisiòn ni siquiera para ocuparse de que se atienda mi salud, porque tengo daño en las cervicales.
Ni el amparo que me concedieron para que me lleven a un hospital les importa. Aqui se aplica la Ley Duarte, no el Derecho Mexicano.
Toda la saña de Javier Duarte y Luis Angel Bravo ha recaìdo sobre mi; me sacaron del hospital a pesar de reconocer los propios mèdicos el daño físico que me afecta. Me sacaron del hospital casi a rastras, en una patrulla, con la complicidad del Doctor Picaso y el Doctor Eber Alfaro, casado con la hermana de Erick Lagos, Secretario de Gobierno.
Al llegar a la carcel de regreso, me aislaron y me incomunicaron para que no pueda hablar con las demas reclusas, no porque ella o yo seamos peligrosas, sino por temor a que narre las atrocidades a las que han sido sometidas. Al Gobierno del Estado no le conviene que se sepa la verdad. Aqui hay varias inocentes. Tengo la historia de una, a la que acusan del secuestro de un niño en Costa de Oro. La escribiré.
La escribiré cuando pueda, porque esta columna no pudieron confiscarmela como la de ayer, que me fue arrebatada como si una hoja de papel con letras fuera una bomba, pero cada dia escribo escondida donde puedo, como si estuviera cometiendo un delito. Y cuando termino, me arrebatan mi nota: “el señor Gobernador prohibió que usted escribiera” es la explicación.
Hoy pudimos sacar esta nota. Gracias a quienes se arriesgaron y me ayudaron.
El Director de Reclusorios Remigio Uscanga por ordenes de Arturo Bermudez Secretario de Seguridad Pùblica, ha dado instrucciones de que se me trate del peor modo posible, sin ninguna consideraciòn, ni siquiera por el trabajo que me cuesta moverme debido al daño en las cervicales.
Duermo en el piso, me baño a jicarazos en una letrina porque no hay regaderas ni atarjeas.
Duarte y Bermudez mandaron a un individuo a que cheque todo el tiempo que se me tenga bajo vigilancia y que no me permitan escribir ni hablar mas de quince minutos con mi abogado o con mi familia. Se llama Nicolas Novelo y su único encargo aqui en el penal de Playa Linda es mantenerme sometida.
Solo le pido a mi familia que sea fuerte, tengo las visitas restringidas, quisiera verlos y abrazarlos a todos pero no es posible.
Soy tratada como la peor delincuente, por haber atropellado a un muchacho que atravesó -no sabemos como ni en que estado- tres carriles de circulacion en medio de la noche. Nunca tuve la intención, nunca quise hacerlo. Ese es mi “delito”, un accidente que pudo haberle sucedido al conductor del vehìculo que transitaba a la misma hora en el otro carril. El ya estaría libre, yo no, porque soy periodista crítica del régimen de Duarte.
Gracias a mis amigas y amigos, ciudadanos en general que están pendientes.
Creanme que ni la anestesia emocional autoimpuesta me permite soportar tanta ilegalidad y maldad. Todas las pruebas indican que manejaba sobria y que no conducía de manera temeraria. A Duarte no le importó. El juez ni mencionarlo, es un instrumento mas del poderoso, de quien realmente me mantiene en prision.
AGUANTO Y AGUANTARE. SOLO PIDO A LA COMISION NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS Y A LA COMISION INTERNACIONAL DE DERECHOS HUMANOS QUE TOMEN NOTA DE MI CASO, QUE LUCHEN PARA QUE SE RESPETEN MIS DERECHOS Y QUE INTERVENGAN PARA QUE PUEDA SEGUIR ESCRIBIENDO MI COLUMNA EN NOTIVER.
NO ME RAJO, SI HAY QUE PASAR POR ESTO PARA DECIR LA VERDAD EN VERACRUZ, PUES NI MODO, PERO DESDE AQUI Y A PESAR DEL AISLAMIENTO YO VERE LA FORMA DE SEGUIR DICIENDO MI VERDAD, QUE ES LA VERDAD DE MUCHOS VERACRUZANOS.
¡Animo, yo estoy animada! ¡Confío en la justicia federal!
FUENTE : NOTIVER