ZETAS, Dueños del Estado de Veracruz.
Dos. En el operativo ‘’Blindaje Norte’’ la policía ministerial detuvo a 34 personas: cinco por secuestro. Cinco más por abigeato. El resto, violación, homicidio, pederastia, lesiones dolosas y robo.
Y, bueno, si se aplica la lupa a los datos anteriores, concentrándose en las zonas de Córdoba y Coatzacoalcos, en solo 15 días fueron detenidos ‘’más de mil’’ malosos.
Así, una sola realidad se impone: ¿tantas malandros hay en Veracruz?
¿En qué momento, pues, se jodió Veracruz y fue quedando bajo el dominio de la delincuencia?
Si unos 500 malosos, digamos, en Córdoba, y otros 500 en Coatzacoalcos, fueron detenidos, ¿cómo es que se llegó a tales niveles de podredumbre policiaca y social?
¿Qué autoridad es la responsable de que el llamado Estado de Derecho fuera convertido en un Estado fallido?
¿Qué factores contribuyeron para que la delincuencia se sintiera atraída a tales demarcaciones de Veracruz y proliferaran en tierra fértil?
Por un lado, el director de Comunicación Social festina el dato.
En contraparte, la duda y la sospecha y la suspicacia queda clavada.
¿Tan jodido está Veracruz para que los delincuentes, incluso, quizá, acaso, de otras entidades federativas aterricen en la tierra jarocha, conscientes y seguros de que hay terreno fértil para delinquir?
En todos los casos el boletín oficial ha consignado que los muertos son Zetas.
Zetas en Orizaba. Zetas en Tecolutla. Zetas en Xalapa. Zetas en Perote. Zetas en Coatzacoalcos.
Es decir, Zetas por todos lados.
Una entidad geográfica, pues, dominada por los Zetas.
¿Así está Veracruz hoy y por eso mismo en 15 días han detenidos a mil delincuentes?
Pues, entonces, ¿cuántos malosos hay de norte a sur de Veracruz, una entidad federativa más grande que algunos países de América Central?
El vocero cacarea el dato satisfecho y la prensa sumisa y mansa lo publica a 8 columnas.
Pero, caray, el boletín significaría que la superficie de Veracruz está sembrada de malandros.
Y estamos en un grave aprieto.
Por un lado, el boletín registra más y más muertos en tiroteos. Y, por el otro, por aquí los malandros quedan sin vida en el fuego cruzado, y al mismo tiempo, se multiplican como hongos, conejos y la humedad.
El colmo, dice una madre de familia: los malandros han llegado a secuestrar niños y mujeres en Veracruz. Incluso, personas de la tercera edad.
Y plagiar a niños manifiesta la desintegración social completa y absoluta, a partir del Estado Fallido.
Así han transcurrido 40 meses en Veracruz con Javier Duarte.
Por eso habría de preguntarse el tiempo en que, digamos, Fernando López Arias y/o Fernando Gutiérrez Barrios hubieran solucionado el gran pendiente social, políticos que con su simple presencia y mirada electrizaban y se imponían.
Quizá, se confió. Pero en sus dos años por Veracruz se impuso. Y en 40 días acabó con el caos y el desorden social heredado por su antecesor, Agustín Acosta Lagunes.
Cada vez que en Veracruz hay un secuestrado, un desaparecido, un crimen, una fosa clandestina, significa que el gobierno está fallando en su responsabilidad número uno, como es garantizar la seguridad en la vida.
Y más si el vocero anuncia que en 15 días detuvieron a mil delincuentes. ¿Pues cuántos son y en manos de quiénes estamos y nos han dejado?
El viernes 4 de julio, 2014, el vocero del gobierno
de Veracruz aportó el siguiente dato:
Uno. A partir del operativo llamado ahora
"Blindaje" (antes se denominaba Veracruz seguro), en la región de
Córdoba y Coatzacoalcos detuvieron a ‘’más de mil presuntos delincuentes’’.
Luis Velázquez.
Dos. En el operativo ‘’Blindaje Norte’’ la policía ministerial detuvo a 34 personas: cinco por secuestro. Cinco más por abigeato. El resto, violación, homicidio, pederastia, lesiones dolosas y robo.
Y, bueno, si se aplica la lupa a los datos anteriores, concentrándose en las zonas de Córdoba y Coatzacoalcos, en solo 15 días fueron detenidos ‘’más de mil’’ malosos.
Así, una sola realidad se impone: ¿tantas malandros hay en Veracruz?
¿En qué momento, pues, se jodió Veracruz y fue quedando bajo el dominio de la delincuencia?
Si unos 500 malosos, digamos, en Córdoba, y otros 500 en Coatzacoalcos, fueron detenidos, ¿cómo es que se llegó a tales niveles de podredumbre policiaca y social?
¿Qué autoridad es la responsable de que el llamado Estado de Derecho fuera convertido en un Estado fallido?
¿Qué factores contribuyeron para que la delincuencia se sintiera atraída a tales demarcaciones de Veracruz y proliferaran en tierra fértil?
Por un lado, el director de Comunicación Social festina el dato.
En contraparte, la duda y la sospecha y la suspicacia queda clavada.
¿Tan jodido está Veracruz para que los delincuentes, incluso, quizá, acaso, de otras entidades federativas aterricen en la tierra jarocha, conscientes y seguros de que hay terreno fértil para delinquir?
II
Bastaría, por ejemplo, revisar la hemeroteca. En las últimas semanas ha aumentado el número de fuegos cruzados, donde malos y policías se enfrentan en un duelo y hay muertos.
Bastaría, por ejemplo, revisar la hemeroteca. En las últimas semanas ha aumentado el número de fuegos cruzados, donde malos y policías se enfrentan en un duelo y hay muertos.
En todos los casos el boletín oficial ha consignado que los muertos son Zetas.
Zetas en Orizaba. Zetas en Tecolutla. Zetas en Xalapa. Zetas en Perote. Zetas en Coatzacoalcos.
Es decir, Zetas por todos lados.
Una entidad geográfica, pues, dominada por los Zetas.
¿Así está Veracruz hoy y por eso mismo en 15 días han detenidos a mil delincuentes?
Pues, entonces, ¿cuántos malosos hay de norte a sur de Veracruz, una entidad federativa más grande que algunos países de América Central?
El vocero cacarea el dato satisfecho y la prensa sumisa y mansa lo publica a 8 columnas.
Pero, caray, el boletín significaría que la superficie de Veracruz está sembrada de malandros.
Y estamos en un grave aprieto.
III
Insólito: van tres años y siete meses de un combate (guerra se le llamaba en el Felipismo) a los carteles y en Veracruz pareciera que ni siquiera ha iniciado.
Insólito: van tres años y siete meses de un combate (guerra se le llamaba en el Felipismo) a los carteles y en Veracruz pareciera que ni siquiera ha iniciado.
Por un lado, el boletín registra más y más muertos en tiroteos. Y, por el otro, por aquí los malandros quedan sin vida en el fuego cruzado, y al mismo tiempo, se multiplican como hongos, conejos y la humedad.
El colmo, dice una madre de familia: los malandros han llegado a secuestrar niños y mujeres en Veracruz. Incluso, personas de la tercera edad.
Y plagiar a niños manifiesta la desintegración social completa y absoluta, a partir del Estado Fallido.
Así han transcurrido 40 meses en Veracruz con Javier Duarte.
Por eso habría de preguntarse el tiempo en que, digamos, Fernando López Arias y/o Fernando Gutiérrez Barrios hubieran solucionado el gran pendiente social, políticos que con su simple presencia y mirada electrizaban y se imponían.
IV
Claro, dirán los quisquillosos, Gutiérrez Barrios, por ejemplo, fue secuestrado según la exclusiva de Carlos Marín en el semanario Proceso, y por tanto, habla de su vulnerabilidad.
Claro, dirán los quisquillosos, Gutiérrez Barrios, por ejemplo, fue secuestrado según la exclusiva de Carlos Marín en el semanario Proceso, y por tanto, habla de su vulnerabilidad.
Quizá, se confió. Pero en sus dos años por Veracruz se impuso. Y en 40 días acabó con el caos y el desorden social heredado por su antecesor, Agustín Acosta Lagunes.
Cada vez que en Veracruz hay un secuestrado, un desaparecido, un crimen, una fosa clandestina, significa que el gobierno está fallando en su responsabilidad número uno, como es garantizar la seguridad en la vida.
Y más si el vocero anuncia que en 15 días detuvieron a mil delincuentes. ¿Pues cuántos son y en manos de quiénes estamos y nos han dejado?
El Piñero de la cuenca.
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