Francisco Domínguez Canseco/ El Ejercicio del Criterio
Con 331 votos a favor y 128 en contra, el PRI, PAN, PVEM Y NUEVA ALIANZA aprobaron en lo general el dictamen de la minuta que expide las leyes de la Industria Eléctrica y de Energía Geotérmica, incluidas diversas disposiciones a la Ley de Aguas Nacionales.
Con ello se permite la participación de empresas privadas en el jugoso negocio de la venta de energía eléctrica. En nuestro país, la generación y distribución de electricidad era actividades de utilidad pública, así lo estableció el decreto de diciembre de 1933.
Según la Comisión Federal de Electricidad, en 1937 México habitaban 18.3 millones de personas y únicamente siete millones contaban con electricidad.
Por el 14 de agosto, de ese año, se creo la Comisión Federal de Electricidad (CFE) cuyo objeto era “organizar y dirigir un sistema nacional de generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica, basado en principios técnicos y económicos, sin propósitos de lucro y con la finalidad de obtener con un costo mínimo, el mayor rendimiento posible en beneficio de los intereses generales.” (Diario Oficial de la Federación del 24 de agosto de 1937) Con las reformas de Peña Nieto y sus partidos políticos los principios, del mencionado decreto, fueron mandados al basurero de la historia del neoliberalismo salvaje a la mexicana, que con tanto afán y entrega sin límite impulsa el PRI-PAN y los partidos satélites PVEM Y NUEVA ALIANZA.
Según la CFE en el año 2000 se tenía ya una capacidad instalada de generación de 35,885 MW, con una cobertura del servicio eléctrico nacional del 94.70% y una red de transmisión y distribución de 614,653 kms., con 18,6 millones de usuarios e incorporando casi un millón cada año.
¿Qué fue lo hicieron con esta reforma? Entregar al capital privado una industria construida con recursos públicos, lo mismo que hizo Salinas y sus secuaces con TELMEX. Recuerdan ustedes aquellas afirmaciones del PRI y PAN: “con la privatización de TELMEX se va abaratar el costo del servicio telefónico y va mejorar el servicio” o la otra, “México será moderno y su servicio de telefonía estará a la altura de los países desarrollados”, pues bien, gracias a la privatización de TELMEX hoy tenemos un compatriota que es uno de los hombres más ricos del mundo.
La reforma en cuestión, de acuerdo con la información disponible en los medios de comunicación, permitirá:
1.-Asegura la participación de particulares en la generación de energía y establece que las transmisiones de ésta quedarán reservada al Estado.
2.-Asegura la participación privada en el aprovechamiento y explotación de los yacimientos geotérmicos con el objeto de generar energía eléctrica.
3.-Fortalece la intervención de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que tendrá facultades para controlar los precios e introducción de incentivos para una mayor eficiencia de la industria.
- Las empresa privadas podrán promover inversiones, se fomentara la competencia entre ellas; busca que la competencia ofrezca a los usuarios opciones más accesibles, también pretende alentar el desarrollo de la industria.
- En pocas palabras el consumo de la energía eléctrica entra al mercado, se ofertara a quien lo pueda pagar, y pagar bien; es decir será regulada por la ley de la oferta y la demanda; ya ese principio “a mayor competencia, mejor servicio y precios para los consumidores” en México no aplica, un buen ejemplo de esta afirmación es el servicio de telefonía que ofrece TELMEX y las compañías competidoras del sector. Los congresistas, que aprobaron la reforma, anuncian que la energía eléctrica se va abaratar, que los sectores pobres de México estarán protegidos, que la competencia mejorara el servicio y que tendremos un mayor desarrollo nacional.
No informa que pasara con el campo, la ganadería, las lecherías, arroceras, cañera y otras pequeñas industrias nacionales que dependen de la energía eléctrica para procesar sus productos y que requieren apoyo del estado para poder competir. En Nicaragua la energía eléctrica es una actividad privada, las empresa productoras de energía eléctrica la venden y en el caso de las cooperativas arroceras, de ese país centroamericano, se enfrenta al problema pagar la energía cara y competir con los grandes introductores de arroz extranjero más barato que el gobierno llamado sandinista fomenta; es decir la industria eléctrica nicaragüense contribuye a empobrecer más al campesinado de ese país. ¿Ese es el futuro de los productores mexicanos y la pequeña industria? ¿Cómo van a enfrentar los sectores más pobres del país este nuevo golpe a la economía familiar?
Por lo pronto el PRI insiste, como en el pasado con TELMEX, “la reforma tendrá como principal beneficio la reducción del costo de la luz para los mexicanos…” La puñalada por la espalda nos ha dado los congresistas de los partidos PRI, PAN, PVEM Y NUEVA ALIANZA, no olvidemos. Usted que opina amable lectora o lector.
No hay comentarios:
Publicar un comentario