Por: David Martínez Huerta
Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).– Comisiones de la Cámara de Diputados aprobaron que el gobierno federal absorba como deuda pública parte del pasivo laboral de Petróleos Mexicanos (Pemex), que asciende a un billón 153 mil millones 301 mil pesos, con información al primer semestre de 2014. Lo mismo pasará con los pasivos laborales de Comisión Federal de Electricidad (CFE) calculados en 500 mil millones de pesos. Con la aprobación del primer dictamen en materia financiera de la Reforma Energética propuesta por el Presidente Enrique Peña Nieto, los legisladores argumentaron que esto permitirá a las nuevas empresas productivas del Estado estar en condiciones para competir con las empresas trasnacionales que explotarán hidrocarburos en México.
La oposición calificó la medida que entrará en vigor el primero de enero de 2015 como “Pemexproa” en alusión el rescate bancario por el cual el gobierno federal asumió con deuda pública la cartera vencida de bancos privados conocido como “Fobaproa”. Sin embargo, el pasivo laboral de Pemex es superior casi dos veces a la deuda original del “Fobaproa”, la cual significó 552 mil millones de pesos, en 1998.
De acuerdo con algunos diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y de Movimiento Ciudadano (MC), la parte que pagarán los mexicanos es de 700 mil millones de pesos. Asimismo, el pasivo laboral de Petróleos Mexicanos es superior al monto de 687 mil millones de pesos que el Congreso autorizó al gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto como tope de endeudamiento para este año.
Ambos compromisos laborales asumidos por las antiguas empresas paraestatales alcanzan el 1.6 billones de pesos, lo cual representa casi una cuarta parte del total de la deuda pública reconocida por México, reportada en 6 billones de pesos por la Secretaría de Hacienda, en agosto de 2013. “Sus pasivos son superiores a 12 puntos del PIB; arriba de dos billones 100 millones de pesos, superior al Fobaproa y superior al monto de la deuda pública reconocida por nuestro país”, reconoció el Diputado Tomás Torres Mercado, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
La oposición recordó que este nuevo rescate gubernamental costará mil veces más que lo le costó a los mexicanos la Estela de Luz, el monumento bicentenario del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa que tuvo un costo final de mil 304 millones de pesos. “Vamos a llamarle por su nombre, o sea, la Estela de Luz es una cosa menor. Es un nuevo ‘Fobaproa’, le van a cargar a las mexicanas, a los mexicanos, la deuda de que se robaron los ex directores de Pemex, los líderes sindicales charros de Pemex, la opacidad y la transparencia”, sostuvo el perredista Mario Alejandro Cuevas Mena. No obstante, PRI, PAN, PVEM y Nueva Alianza aprobaron en comisiones de la Cámara de Diputados que parte de ese pasivo laboral por 1.6 billones de pesos deberán ser pagados, en parte, con los impuestos de los mexicanos.
PRI RECHAZA QUE SEA RESCATE
La propuesta consensuada entre priistas y panistas, y más tarde aprobada junto con sus aliados políticos, plantea que el gobierno federal absorba una proporción del pasivo laboral de las antiguas paraestatales. Diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal) rechazaron que se trate de un rescate bancario. “Hay que decirlo con todas sus palabras; esto no es un rescate a Pemex y CFE, no es un borrón y cuenta nueva como se ha comentado por ahí.
Se establece claramente que para el gobierno federal asuma una proporción del pasivo, las empresas y sus trabajadores deberán alcanzar de manera voluntaria un acuerdo para modificar su régimen pensionario, que genere ahorros”, afirmó la Diputada Irazema González Martínez, una de las más férreas defensoras del proyecto.
En el mismo sentido habló el presidente de la Comisión de Energía, el priista Marco Antonio Bernal Gutiérrez, quien rechazó que haya nuevos impuestos para sanear las finanzas de las nuevas empresas productivas. “No pagaremos ningún impuesto, ni va a ver más impuestos, ni los mexicanos vamos a pagar nada. No es ese rollo de que es Pemexproa. No, no tiene nada que ver”, sostuvo.
Dijo que si existen responsables del crecimiento de la deuda, no son los trabajadores petroleros, sino el propio Presidente de la República y la Cámara de Diputados. “A ver, la empresa, es empresa del Estado mexicano, si esa empresa tiene un pasivo fue generado por autorizaciones del Ejecutivo federal o por autorizaciones del Congreso de la Unión, que es el que define en qué puede gastar Pemex, cómo puede invertir. Es el que le fija los montos”, expresó visiblemente molesto.
También en defensa de la propuesta, el Diputado priista Alberto Curi Naime aseguró que la medida no se trata de un rescate petrolero, sino de garantizar la seguridad laboral y la defensa de los derechos de los trabajadores petroleros. “Tenemos que garantizar, por un lado, la estabilidad y la seguridad laboral de los trabajadores al servicio de Pemex; tenemos que generar además un escenario que le permita a esta empresa, repito, ser competitiva y de esta manera actuar en consecuencia”, afirmó.
OPOSICIÓN BUSCA CULPABLES
El Partido del Trabajo destacó que el pasivo laboral de Pemex tuvo un aumento de más de cinco mil por ciento en los últimos 12 años. El cual pasó de 35 millones de pesos en el 2002, a casi 500 mil millones de pesos para el 2008, y a 862 mil millones de pesos en el 2012. “¿Qué fue lo que ocasionó este brutal incremento?, ¿por qué hasta hoy se quiere atender?, casualmente se atiende una vez que se ha aprobado abrir el sector energético para que participen las grandes empresas privadas”, cuestionó el diputado petista José Alberto Benavides.
Por su parte, la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Aleida Alavez Ruiz, exigió al gobierno de Peña Nieto que dé a conocer los nombres de los responsables del pasivo laboral de Pemex y se les aplique todo el peso de la ley. “Es verdaderamente vergonzoso cómo estamos presenciando actos tan sínicos en donde aquí nos vienen a decir que hay que investigar, que acaso aquí no hay actores que saben qué pasó con esos recursos; eso yo creo que tiene que asentarse correctamente para que se deslinden, porque nosotros sí lo exigimos las responsabilidades de estos pasivos”, dijo la legisladora del PRD.
El también perredista, Luis Espinosa Cházaro, sostuvo que si realmente existiera confianza del Gobierno federal en que Pemex será exitosa como empresa productiva del Estado, no habría necesidad de trasladar este pasivo a deuda pública. “¿Pues no que con su propuesta le iba a ir mejor a la gente? Y ahora resulta que la gente le tiene que poner, por qué no ponen millones de spots que digan cuánto va a pagar cada mexicanos y por cuántos años, por el hoyo financiero porque necesitan poner a Pemex competitiva, para mandarla a competir con los privados”, arremetió el perredista.
SINDICATO NO QUIERE MODIFICAR CONTRATO
El Sindicato petrolero fue tema principal en el debate. Foto: Cuartoscuro Durante el debate, el Diputado priista Luis Ricardo Aldana Prieto, tesorero del sindicato petrolero, y uno de los implicados en el “Pemexgate” junto con el Senador priista Carlos Romero Deschamps, líder del mismo gremio, aseveró que el pasivo laboral debe ser pagado por todos los mexicanos, como se ha estado pagando. Aseveró que se trata de una deuda contraída cuando Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad eran empresas paraestatales. “Ese pasivo no va a desaparecer, ni aunque lo pongamos en otro cajón, ese pasivo va a seguir existiendo. Y lo vamos a tener que pagar, como lo estamos pagando”, explicó el tesorero del Sindicato de Trabajadores petroleros de la República Mexicana (STPRM). Rechazó que existan culpables. “¿Quién puede culpable? A la mejor no se encontrarían los culpables.
Yo creo que fuimos todos, inclusive hasta los que hemos sido legisladores antes, que no encontramos los mecanismos para darle a Pemex y a CFE cantidades para ir fondenando ese gran pasivo”, Y advirtió que a nombre de los trabajadores petroleros se reservará la redacción del artículo tercero transitorio, a fin de que no se mueva ni una coma al contrato colectivo de trabajo. “De ahí que nos reservaremos el artículo tercero y propondremos una nueva redacción para que le demos viabilidad a esta propuesta que tiene que darse para bien de nuestras empresas de México”, dijo el legislador priista. Sostuvo que la responsabilidad del Congreso es hacer que Pemex y CFE sean empresas realmente productivas y que compitan en términos reales con las trasnacionales, como grandes empresas mexicanas. Dijo además que aprobar el tercer transitorio violaría la Constitución y la Ley de Trabajo, pues “no se puede cambiar un contrato colectivo a través de una ley”, mencionó.
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