David Varona Fuentes/La Gazeta
No alcanzó su sueño beisbolero. Sin embargo, pareciera que en materia de negocios sí está jugando en grandes ligas.
Convertirse en banquero no es cualquier pendejada; se requiere tener ríos de dinero.
Conociendo tan bien los alcances psicológicos y los costales de mañas que caracterizan la personalidad obsesiva de Fidel, pudiera resultar creíble la información que asegura que incursiona ahora en el mundo financiero de alta escala.
Tratándose de dinero ajeno o de bienes materiales que pueda adjudicarse, a la buena o a la mala, el ex mandatario estatal siempre quiere más y mucho más. Su egocentrismo es el poder, la ambición; nunca ha tenido llenadera.
Cuenta Alfredo Osorio Medina, que siendo alcalde de Tierra Blanca le entró la curiosidad por comprase un “ranchito de 100 hectáreas”. Para que no fueran con el chisme al gobernador Fidel optó por informarle personalmente sus planes. Palabras más, palabras menos, Fidel le contestó:
-“Está bien Venao, puedes comprártelo, pero compra otro igual para mí, ya te pasaré a nombre de quien quedará escriturado”.
Y así como Osorio, cientos de alcaldes tentados por la ambición, tuvieron que compartir con Fidel parte del botín saqueado.
Sus seis años al frente del gobierno de Veracruz, además de llevar al estado a la quiebra, al caos, al horror financiero, Fidel los aprovechó para convertirse, con el pinche poder en las manos, en uno de los políticos más ricos y prósperos de la entidad.
A través de prestanombres, uno de éstos el mexiquense Jorge Alejandro Carvallo Delfín, actual secretario particular del gobernador Javier Duarte, Fidel es dueño de casi medio Veracruz.
La inmensa riqueza económica y patrimonial de Herrera, acumulada en su sexenio de gobierno, ilícita por donde quiera buscársele, es ya incalculable.
De 2005 a 2010 se convirtió en propietario de Hoteles, departamentos, terrenos urbanos, ranchos ganaderos con sementales suizo americanos, ranchos equinos con caballos pura sangre cuarto de millas, similares a la yegua “Sueño” la misma que deleitaba montar en las cabalgatas que su compadre Pancho Colorado le organizaba en las huasteca veracruzana.
Cabe destacar que el negocio de los caballos, lo aprendió precisamente de Pancho Colorado, el contratista encarcelado y sentenciado en estados Unidos por delitos de lavado de dinero procedente del Cartel de Los Zetas, organización criminal que, según el testigo protegido José Carlos Hinojosa, en 2004 mandó a Herrera 12 millones de dólares para financiar su campaña a la gubernatura.
Fidel tiene lo que siempre soñó: dinero, mucho maldito dinero, que le permite sentirse el “gran señor” para codearse con la crema y nata de la “sociedad” veracruzana.
Se jacta y enorgullece competir hoy en posesión de dinero y bienes, con el magnate jarocho Valentín Ruiz Ortiz, (el multimillonario empresario, cínico y desvergonzado, que sin tener necesidad, se encontraban anotados, él, su esposa y sus hijos, en las listas de beneficiarios del PROCAMPO. Y no extrañe que también se encuentren presentes en programas federales como 70 y más.)
Pero reitero, no es todo:
Ha trascendido que Fidel es el principal accionista del Banco Bicentenario, sucursal puerto de Veracruz.
La institución bancaria, recientemente abierta al público, se localiza en la avenida 5 de Mayo esquina Manuel Gutiérrez Zamora, en pleno centro histórico de la ciudad.
Las instalaciones que albergan al banco, (planta baja) presumen es propiedad de Benito Requejo, un comerciante de poca monta, ex presidente de la CANACO-Veracruz y actualmente representante de un membrete llamado Centro Empresarial Veracruzano, creado en tiempos del Fidelismo y considerado un Club Privado para los hombres del dinero, especialmente aquellos que amasaron fortuna en el gobierno de la Fidelidad.
Sobre el edificio sede del Banco Bicentenario, (protegido por el INAH) corre la versión que el gobierno de Herrera Beltrán lo expropió y adjudicó a Benito Requejo. Por demás coincidente, la cúpula empresarial que preside tendrá sus oficinas centrales en la parte alta del inmueble histórico que consta de 800 metros cuadrados, cuya remodelación está por concluirse.
Coincidencia o no, banco y Centro Empresarial, juntos.
Todo con olor a Fidel Herrera Beltrán.
¿O usted qué opina?
Cuenca del Papaloapan 02 de noviembre de 2013.- Sorprendente, qué secreto tan bien guardado.Se pensaba que de
Fidel, todo se había dicho. Pero no es así, el ex gobernador de Veracruz
seguirá dando de qué hablar, hoy mañana y siempre. De niño cuando vendía
longaniza y cocadas en los campos de béisbol de su pueblo, solía decir a los
chiquillos de su edad, que su máxima aspiración en la vida era ser pelotero de
grandes ligas.
No alcanzó su sueño beisbolero. Sin embargo, pareciera que en materia de negocios sí está jugando en grandes ligas.
Convertirse en banquero no es cualquier pendejada; se requiere tener ríos de dinero.
Conociendo tan bien los alcances psicológicos y los costales de mañas que caracterizan la personalidad obsesiva de Fidel, pudiera resultar creíble la información que asegura que incursiona ahora en el mundo financiero de alta escala.
Todo es posible.
Tratándose de dinero ajeno o de bienes materiales que pueda adjudicarse, a la buena o a la mala, el ex mandatario estatal siempre quiere más y mucho más. Su egocentrismo es el poder, la ambición; nunca ha tenido llenadera.
Cuenta Alfredo Osorio Medina, que siendo alcalde de Tierra Blanca le entró la curiosidad por comprase un “ranchito de 100 hectáreas”. Para que no fueran con el chisme al gobernador Fidel optó por informarle personalmente sus planes. Palabras más, palabras menos, Fidel le contestó:
-“Está bien Venao, puedes comprártelo, pero compra otro igual para mí, ya te pasaré a nombre de quien quedará escriturado”.
Y así como Osorio, cientos de alcaldes tentados por la ambición, tuvieron que compartir con Fidel parte del botín saqueado.
Sus seis años al frente del gobierno de Veracruz, además de llevar al estado a la quiebra, al caos, al horror financiero, Fidel los aprovechó para convertirse, con el pinche poder en las manos, en uno de los políticos más ricos y prósperos de la entidad.
A través de prestanombres, uno de éstos el mexiquense Jorge Alejandro Carvallo Delfín, actual secretario particular del gobernador Javier Duarte, Fidel es dueño de casi medio Veracruz.
La inmensa riqueza económica y patrimonial de Herrera, acumulada en su sexenio de gobierno, ilícita por donde quiera buscársele, es ya incalculable.
De 2005 a 2010 se convirtió en propietario de Hoteles, departamentos, terrenos urbanos, ranchos ganaderos con sementales suizo americanos, ranchos equinos con caballos pura sangre cuarto de millas, similares a la yegua “Sueño” la misma que deleitaba montar en las cabalgatas que su compadre Pancho Colorado le organizaba en las huasteca veracruzana.
Cabe destacar que el negocio de los caballos, lo aprendió precisamente de Pancho Colorado, el contratista encarcelado y sentenciado en estados Unidos por delitos de lavado de dinero procedente del Cartel de Los Zetas, organización criminal que, según el testigo protegido José Carlos Hinojosa, en 2004 mandó a Herrera 12 millones de dólares para financiar su campaña a la gubernatura.
Fidel tiene lo que siempre soñó: dinero, mucho maldito dinero, que le permite sentirse el “gran señor” para codearse con la crema y nata de la “sociedad” veracruzana.
Se jacta y enorgullece competir hoy en posesión de dinero y bienes, con el magnate jarocho Valentín Ruiz Ortiz, (el multimillonario empresario, cínico y desvergonzado, que sin tener necesidad, se encontraban anotados, él, su esposa y sus hijos, en las listas de beneficiarios del PROCAMPO. Y no extrañe que también se encuentren presentes en programas federales como 70 y más.)
Pero reitero, no es todo:
Ha trascendido que Fidel es el principal accionista del Banco Bicentenario, sucursal puerto de Veracruz.
La institución bancaria, recientemente abierta al público, se localiza en la avenida 5 de Mayo esquina Manuel Gutiérrez Zamora, en pleno centro histórico de la ciudad.
Las instalaciones que albergan al banco, (planta baja) presumen es propiedad de Benito Requejo, un comerciante de poca monta, ex presidente de la CANACO-Veracruz y actualmente representante de un membrete llamado Centro Empresarial Veracruzano, creado en tiempos del Fidelismo y considerado un Club Privado para los hombres del dinero, especialmente aquellos que amasaron fortuna en el gobierno de la Fidelidad.
Sobre el edificio sede del Banco Bicentenario, (protegido por el INAH) corre la versión que el gobierno de Herrera Beltrán lo expropió y adjudicó a Benito Requejo. Por demás coincidente, la cúpula empresarial que preside tendrá sus oficinas centrales en la parte alta del inmueble histórico que consta de 800 metros cuadrados, cuya remodelación está por concluirse.
Coincidencia o no, banco y Centro Empresarial, juntos.
Todo con olor a Fidel Herrera Beltrán.
¿O usted qué opina?
PD. Por otro lado, es la
locura en el gobierno del doctor Javier Duarte, el clamor es general en todas
las dependencias de la administración estatal…no hay dinero y no hay un pinche
peso partido en Finanzas, es largo el peregrinar en las oficinas del joven
secretario Fernando Charleston, quien a estas alturas no siente lo duro sino lo
tupido…es triste, pero debe reconocerse Fidel banquero y Javier endeudado hasta
las cachas… ¿cómo la ve?
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