A un año de la publicación de Nuestra tragedia persistente. La democracia autoritaria en México, el historiador Lorenzo Meyer habló con los internautas a través de Aristegui Noticias. Durante una hora, el académico de El Colegio de México analizó el sistema político mexicano y el estado de nuestra democracia.
“Me encuentro con que en el México de hoy, vivimos una mezcla de democracia yautoritarismo”, dijo el académico. Abundó que hoy existe una corriente dominante que es la alianza entre PRI-PAN y reconoció que no sabría decir cual de ambos rasgos termine por imponerse.
Explicó que es extraño el regreso del PRI, por ha traído consigo un sesgo autoritario que da continuidad a los regímenes de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, en este sentido aseguró que no ve cambios favorables en el país dado que el poder se ha vuelto a concentrar en una persona y que la desigualdad aumenta.
Asimismo hizo un llamado para que la sociedad civil deje de ser pasiva, pues solo de esta manera revertir el autoritarismo. “Solamente una sociedad activa puede neutralizar a las fuerzas que van contra la democracia”, enfatizó.
Cuestionado sobre el recién creado partido Movimiento de Regeneración Nacional, comentó que representa un esfuerzo de parte de la izquierda que no se conforma con ser parte del Pacto por México.
Meyer, también se refirió a la relación México-Estados Unidos, señaló que mientras que la Unión Americana es el país más nacionalista, México está dejando de serlo y puso como ejemplo a la reforma energética. “Hoy estamos en una época de bajas para nosotros debido a la apertura del petróleo”, apuntó y si bien admitió que es imposible ser totalmente independientes de nuestros vecinos, la defensa de la identidad es un acto de resistencia para evitar ser una colonia norteamericana.
El historiador recordó a Daniel Cosío Villegas y manifestó su coincidencia, en tanto que ve a la corrupción como el principal escollo del sistema político nacional.
A pregunta expresa sobre los mecanismos de autogestión comunitaria, Meyer los calificó de valientes pero dijo que necesitan replicarse en una organización nacional.
Convencido, sostuvo que México padece una crisis de representatividad, toda vez que actualmente los partidos son un obstáculo para democracia y las definió como “organizaciones que viven del dinero público y obedecen a sus intereses oligárquicos”.
“Tenemos una crisis de representatividad. Los partidos son fácilmente comprables y como viven del erario pareciera que encontraron más que una vocación política una vocación de negocio”.
Finalmente concluyó que es preciso encontrar los huecos partidarios para cambiar las cosas, porque “no podemos seguir así, de ir por el mismo camino se vendrá abajo”, concluyó.
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