La fractura hidráulica utiliza sustancias cancerígenas y contaminantes del agua, tierra y aire, comprueba estudio del Congreso de EU
Un estudio del Congreso de Estados Unidos comprobó que son altamente tóxicas y cancerígenas las sustancias inyectadas a la tierra por la industria del fracking o fractura hidráulica para extraer petróleo y gas shale en ese país.
Un reporte del Comité de Energía y Comercio del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos (“Chemicals used in Hydraulic Fracturing”, 2011) incluye “la evaluación nacional más completa hasta la fecha de los tipos y cantidades de productos químicos utilizados en el proceso del fracking.
El documento reconoce que “entre 2005 y 2009, las 14 principales empresas de fracking de EU usaron más de 2 mil 500 productos que contenían 750 compuestos, de los cuales 652 contenían químicos conocidos como carcinógenos humanos regulados por la Ley de Agua Potable, o enlistados como peligrosos contaminantes del aire”.
Según el informe, en esos cuatro años, “las empresas utilizaron 780 millones de litros de líquidos para el fracturamiento hidráulico”, pero aclara que “este volumen no incluye el agua” utilizada y que las empresas añaden a los fluidos químicos antes de la inyección al pozo. Los productos están compuestos de una amplia gama de productos químicos, “algunos son riesgo grave para la salud humana o el medio ambiente”, revela.
Los especialistas advierten que aunque “el fracking abrió el acceso a las vastas reservas nacionales de gas natural que podría proporcionar un importante paso hacia un futuro de energía limpia. Sin embargo, las preguntas sobre la seguridad de la fracturación hidráulica se ven agravados por el “secretismo” que rodea a los productos químicos utilizados”.
Sustancias químicas tóxicas
El reporte detalla cantidades y tipos de químicos utilizados por las empresas que realizan fracking en EU, incluso especifican las cantidades vertidas en cada estado de la Unión.
El químico más utilizado en la fracturación hidráulica entre 2005 y 2009 fue el metanol, un contaminante peligroso para el aire regulado bajo la Ley de Agua Potable Segura. Algunos de los otros químicos utilizados con mayor frecuencia como el alcohol isopropílico, el glicol de etileno, la sílice cristalina (dióxido de silicio ). Otra sustancia muy usada es el 2-butoxietanol (2 -BE) que de acuerdo con científicos de la EPA , 2 – BE se absorbe fácilmente por las personas y puede causar hemólisis (destrucción de los glóbulos rojos ) y los daños al bazo, hígado y a la médula. “Las empresas de fracturamiento hidráulico inyectaron 21.9 millones de galones de productos que contienen 2-BE entre 2005 y 2009”, la mitad de ellos en Texas. La EPA ha descubierto la presencia de ese producto químico en los pozos de agua potable a prueba en Pavillion, Wyoming.
Pero existen 29 productos probadamente cancerígenos que usan las empresas de petróleo y gas en la fractura hidráulica, estas sustancias formaban parte de 652 productos que se inyectaron a los pozos.
Entre los “carcinógenos” detectados por los especialistas están el 13 naftaleno, benceno y acrilamida. “Las empresas petroleras inyectaron 10.2 millones de galones de productos para la fracturación que contienen al menos un carcinógeno”. El mayor volumen de estos tóxicos han sido vertidos en Texas, Colorado y Oklahoma.
Fallo de Tribunal confirma que fracking causa enfermedades como el cáncer
El fracking sí causa contaminación ambiental y enfermedades a la población, confirmó un tribunal de EU que condenó a la empresa Aruba Petroleum Inc. a indemnizar con 3 millones de dólares a la familia Parr que padece enfermedades relacionadas con las operaciones de fracking de los pozos de Aruba en Decatur, Texas.
En noviembre de 2008 Lisa Parr empezó a padecer migrañas y vómitos, pero no se imaginaba que la veintena de pozos para la extracción de gas que rodean su casa, en Decatur, Texas, tenían algo que ver con sus problemas de salud. Sarpullidos, hemorragias y fiebres se sumaron a la larga lista de síntomas que durante los siguientes dos años la forzaron a ingresar varias veces en el hospital. Su marido, Robert, y su hija, Emma, también enfermaron. En 2011, la familia Parr demandó a la petrolera Aruba Petroleum. El pasado 22 de abril de 2014, justo el Día de la Tierra, un tribunal condenó a la empresa a indemnizar a la familia porque considera que sus padecimientos están vinculados a las operaciones de los pozos de Aruba.
“Mi sistema nervioso central estaba muy afectado. No podía escuchar, estaba teniendo problemas de visión. Mi cuerpo temblaba por dentro. Vomitaba espuma blanca en las mañanas”, así describió Lisa Parr su estado de salud en 2009 en una entrevista concedida a la cadena internacional de noticias CNN.
Aunque las causas de los padecimientos eran inicialmente desconocidas, exámenes médicos e investigaciones permitieron determinar que el deterioro de salud de la mencionada familia estaba relacionado con los efectos secundarios del fracking. Los resultados de los exámenes médicos practicados a la familia arrojaron la presencia de al menos 20 químicos asociados al fracking en la sangre de los tres integrantes, según el diario El País.
Tras recibir las evaluaciones médicas y contactar a la Comisión de Calidad Ambiental de Texas, la familia Parr demandó en 2011 a nueve compañías involucradas en la perforación para la exploración y explotación de hidrocarburos.
Finalmente, Aruba Petroleum Inc. fue señalada de afectar negativamente la salud y la propiedad de la familia, tras el estudio de la evidencia presentada. Durante el juicio se determinó que la empresa había incurrido en falta de control de emisiones ocasionando así los daños.
Estudio demuestra la toxicidad del fracking
Precisamente, un estudio publicado en 2012 en la revista Science of the Total Environment encontró altas emisiones de contaminantes como el benceno. Otro estudio publicado en diciembre de 2013 en la revistaEndocrinology, señala que entre el cóctel de sustancias que se emplean hay 12 consideradas disruptores endocrinos, es decir, alteradores del equilibrio hormonal que se relacionan con infertilidad y cáncer, entre otros problemas de salud. Los investigadores de la Universidad de Missouri (EU) tomaron muestras de agua en una zona con gran densidad de pozos y las compararon con las de áreas menos explotadas. Descubrieron que la actividad estrogénica, antiestrogénica, androgénica… era muy superior en la zona con muchos pozos de fracking.
El examen de toxicología al que se sometió la familia Parr encontró más de una veintena de químicos en su sangre. En el caso de sus vecinos, un especialista en contaminación ambiental detectó presencia de hidrocarburos como benceno, tolueno, etilbenceno y xileno.
Hasta ahora, la mayoría de las demandas contra petroleras que practican fracking se han centrado en los daños materiales por deterioro del medio ambiente y no en los perjuicios a la salud.
Según datos citados por The Wall Street Journal, más de 15 millones deestadounidenses viven a una distancia inferior a un kilómetro y medio de un pozo de extracción. La resolución de la demanda de los Parr puede abrir paso a nuevas reclamaciones similares y convertirse además en un argumento a favor de los quienes rechazan el uso del fracking.
Varias autoridades han solicitado a la Administración Obama que elabore nuevas regulaciones que ajusten las actividades de estas empresas a estándares de calidad que tengan en cuenta los efectos detectados hasta ahora.
LA JORNADA