Mussio Cárdenas
Arellano/ Informe Rojo
Javier Duarte de Ochoa no puede garantizar la seguridad de los veracruzanos |
Apabullado por las
versiones del crimen de la niña Karime Alejandra Cruz Reyes y la hipótesis del
secuestro familiar, Javier Duarte da palos de ciego, ni niega ni confirma,
simula que investiga y alarga un desenlace —funesto o exitoso— que ha de
exhibir qué tan maltrecha está la justicia en Veracruz.
Días aciagos los del
gobernador de Veracruz. Lo rebasó la opinión pública. Lo despedazó el vacío de
información. Lo atrapó la embestida de la sociedad, airadas las
reacciones, exaltados los ánimos, múltiples las condenas, pues nada hizo su
Procuraduría en más de 40 días hasta que la sociedad se movilizó.
Beligerantes, en las
calles los familiares de la Karime Cruz Reyes y su tía Mónica Teodora Reyes Baruch,
los amigos, los que no lo son pero que son solidarios, han condenado la
inacción del procurador Luis Ángel Bravo Contreras, del Ministerio
Público, de la policía investigadora. Han cuestionado al régimen duartista, la
falta de justicia, los resultados nulos, la respuesta oficial que no llega.
Duarte tuvo su Waterloo
en las redes sociales. Ahí se expresó un sentimiento de repudio a su forma de
procurar justicia. Se elevó la exigencia social del acceso a la información y
los resultados en las pesquisas que esclarezcan la suerte de Karime Alejandra,
la pequeña de 5 años que ha tocado las fibras sensibles de la sociedad.
Vulnerado, el gobierno
de Javier Duarte se volvió a sacudir el miércoles 27 de agosto cuando una de
sus estrellas, el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita,
arribó a Coatzacoalcos a presidir una mesa en materia de seguridad con
empresarios y autoridades de la región. En el hotel Terranova comulgaban la
reunión y rumor. Al micrófono se hablaba de logros y acciones, y a media voz,
la versión de un final dramático de la niña.
Bermúdez y el fiscal
especial, Jorge Obrador Capellini, cruzaron palabras. Cuentan las
reseñas periodísticas que salieron del lugar. Luego regresaron.
Bermúdez llegó a expresar que en el secuestro de Karime Alejandra estaba la
mano familiar.
Obrador Capellini soltó
en corto a periodistas sin libertad, que el desenlace no era favorable. Una
versión asegura que habló de una casa de seguridad en Villa Allende. El show lo
haría el procurador Bravo Contreras.
Dos días antes, el
lunes 25, un asesor de la Secretaría de Seguridad Pública dijo a este reportero
que la pista más firme apuntaba al “novio” de la tía de Karime; que el tipo, a
través de Mónica Reyes Baruch, había sabido detalles y movimientos de los
padres de la niña, su potencial económico, su trabajo en Petróleos Mexicanos,
sus relaciones sociales.
Aludió también a los
problemas económicos de Mónica Reyes, sus apreturas, sus deudas, incluso la
adquisición de un automóvil, tiempo atrás, que se negaba a pagar.
Horas después de la
reunión del Terranova, la noche del miércoles 27, el portal Imagen del
Golfo, filial de Diario del Istmo, negocio de José Pablo Robles y familia,
el Clan de la Succión, subió una nota que advertía el triste final de Karime
Alejandra y su tía: “Habrían encontrado muertas a Karime y su tía en
Coatzacoalcos”, cabeceaba la información.
Y en algunos de sus
párrafos señalaba:
De manera extraoficial
ha trascendido que la menor Karime Cruz y su tía Mónica Reyes Baruch
habrían sido encontradas asesinadas en una casa de seguridad de este puerto;
las fuerzas policiales mantienen cateos en otras locaciones buscando a
los autores de este crimen que impactó y desató protestas y marchas en la
ciudad de Coatzacoalcos.
En otra parte decía:
La Procuraduría de
Justicia en el Estado anda tras la pista de dos sujetos uno apodado “El
panadero” y el otro un taxista que mantenía relaciones con la tía desaparecida
y son los que participaron en el plagio de la menor para pedirle un rescate
a los padres de Karime, pero al parecer el asunto se les salió de las manos y
al verse descubiertos habrían actuado de otra manera.
Minutos después, la
información desapareció del portal. La liga electrónica conduce a un archivo
“no encontrado”.
Esa noche, la diputada
Mónica Robles Barajas de Hillman, cuestionó al reportero Gerardo Enríquez. Le
dijo que si se mandaba solo y que ese tipo de informaciones le complicaban el
escenario al gobernador Javier Duarte. Mónica Robles había amordazado a su
periódico.
Al día siguiente, el
jueves 28, el semanario La Red publicó la información en que categóricamente
decía cómo habían ultimado a la niña Karime Alejandra y a su tía
Mónica Teodora. Advertía que la autora intelectual del secuestro había sido la
tía y que el cómplice era el “novio”, Miguel Alberto Lemarroy Gutiérrez, alias
“El Charro”, y que éste buscó como socio a Jorge Salinas, alias “El Panadero”.
Según La Red, al no
conseguir el dinero del rescate, Mónica Teodora “se echó para atrás”. El
“novio” lo interpretó como una traición y fue ultimada.
Lemarroy Gutiérrez, de
acuerdo con La Red, fue aprehendido por la policía el viernes 22, día de la
marcha en la que se urgía al gobierno de Veracruz a dar con el paradero de la
niña. Fue sometido a un interrogatorio. Lo golpearon hasta el límite.
Habló. Soltó cuanto sabía. Y como siempre ocurre, se les quedó en las
manos. Su cuerpo, dice el semanario, fue arrojado en Minatitlán, donde se le
halló el lunes 25 de agosto. Al no ser identificado ni reclamado, se le
programó para ser depositado en la fosa común.
En las versiones de
Imagen del Golfo y La Red hay un común denominador: “El Panadero”. Según el
semanario, Jorge Salinas es el único que vive, pero huyó. La familia, según ha
trascendido, ya solicitó un amparo para saber si alguna autoridad lo tiene.
Desatado el escándalo,
polarizados los ánimos en las redes, unos dando por cierta la versión del doble
crimen, otros no, Javier Duarte mantuvo el caso aislado, sin que la
Procuraduría admitiera el desenlace. Había en el gobernador de
Veracruz una preocupación mayor: la reunión de senadores del PRI y Partido
Verde, así como secretarios del gobierno federal, en Boca del Río, el jueves 28
y viernes 29.
Nada podía empañar su
escenario. Duarte privilegió el cónclave político y mantuvo en un impasse el
caso Karime Alejandra.
Lo sacudió también
Punto de Partida, el programa de Denise Maerker, de Televisa, que abordó el
secuestro de la pequeña de 5 años. En su emisión del jueves 28,
planteó un panorama gris, la denuncia de los padres de la niña, Alejandro Cruz
y Nora Reyes, quienes reclamaban que la Procuraduría no les hubiera hecho caso
cuando acudían pidiendo auxilio.
Ni así se conmovió el
gobernador de Veracruz. El vacío informativo siguió siendo norma. La falta de
resultados también.
“Están jugando con la
esperanza de los padres”, dijo a este reportero un ex agente del Ministerio
Público.
Es paradójica, hoy, la
actitud de los padres de Karime. Antes, indignados por el silencio de la
Procuraduría, acudieron a la protesta en las calles, forzaron al gobernador
y al procurador a implementar acciones, rompieron el cerco de silencio oficial. Y
cuando fluyeron las versiones adversas, la presunta implicación de Mónica Reyes
en el secuestro, la hipótesis del plagio familiar, cerraron la puerta a los
medios. Condenaban el silencio y hoy son parte de él.
Hizo estragos la
versión de que Mónica Reyes y Miguel Alberto Lemarroy, el supuesto
secuestrador, eran novios. Dice la familia de Karime que no, que eran amigos.
La aceptación implica que había un vínculo y así pudo saber el plagiario
todo de la niña y sus padres, incluso sin que la tía tuviera participación en
el delito.
Complicado, Javier
Duarte le apostó al vacío de información. Supone que sólo la información
oficial es válida. Por eso calla mientras el pueblo habla.
Es el error típico en
políticos sin talento. Que la información no sea oficial, no significa que la
información no sea confiable. La información oficial no significa
necesariamente verdad. Y en manos de Javier Duarte, la información oficial
generalmente tiene rasgos de mentira.
Su Waterloo han sido
las redes sociales. El caso Karime Alejandra lo rebasó. Los usuarios
empujaron y generaron corrientes de opinión crítica hacia un gobierno que calla
y no actúa.
Su dilema es mayor:
¿cómo explicar que El Charro, el secuestrador, el “novio” de la tía, fue
detenido, torturado, habló y lo mataron? Sin él, no hay caso.
Justicia al estilo
Duarte.
Archivo muerto
Falaz, el abogado
Samuel Muñoz de la Rosa le cuenta medias verdades al periodista Jorge Cáceres,
en torno al caso de los terrenos en disputa, fraccionados ilegalmente en parte
de las 24 hectáreas junto al Palacio de Justicia Federal. No dice el abogadazo
que María Dolores Bringas Burelo se desistió del juicio con el que pedía la
nulidad de la escritura con que se realizó la operación de compra-venta entre
Raúl Bringas Burelo y Alejandro Wong Ramos; el 1 de julio de 2014, Dolores ratificó
su desistimiento ante el Juzgado Segundo de Primera Instancia y con ello se
desinflaron las acciones legales emprendidas por Manuel Bringas, cuyo alegato
se apoyaba en el juicio emprendido por su hermana; mientras, Manuel Bringas ha
seguido incurriendo en fraccionamiento indebido y venta ilegal de tierras a sus
ilusos compradores. No dice el abogadazo Samuel Muñoz que el 10 de noviembre de
2011, el constructor Oscar de la Cruz le pagó a Manuel Bringas 200 mil pesos y
con ello éste cedió sus derechos sobre el 25 por ciento de 24.42 hectáreas
pertenecientes a Punta Diamante, o sea 6.10 hectáreas, según consta en la
escritura 2403 pasada por la fe del notario público número 20, Luis Manuel
Brito Gómez, como éste mismo reconoce ante el Juzgado Segundo de Primera
Instancia, el 24 de abril de 2014. Y oculta Samuel Muñoz que desde ese año
2011, la Sucesión Bringas Burelo SE EXTINGUIÓ cuando se realizó una
rectificación de medidas y los cuatro hermanos, incluido Manuel, aceptaron que
no había más tierra que vender. De la operación se encargó la abogada Maribel
Rodríguez Zarco, según poder que le otorgaron ante el notario 17 de Veracruz,
Joaquín Tiburcio Galicia. Manuel Bringas, que recibió 10 millones de pesos
cuando le vendió a la inmobiliaria Arkitektur lo último que quedaba de la
Sucesión Bringas, volvió a vender terrenos en 2013 y ese mismo año entabló la
demanda por un bien que dos años antes había dejado de ser suyo. Si a eso no se
le llama fraude, ¿entonces cómo se le tipifica? En 2011 Manuel Bringas y sus
hermanos extinguieron la Sucesión Bringas y tres años después Manuel Bringas se
sigue ostentando como dueño y vende tierras que le son ajenas. Allá los
incautos que le siguen comprando. Tres puntos clave que Samuel Muñoz, el
abogadazo, le ocultó al periodistaJorge Cáceres. Tres puntos que son apenas
la punta del iceberg de las trastadas de Manuel Bringas, un embaucador
profesional, como lo demostrarán los documentos que serán exhibidos en los días
por venir… Doce de 13 regidores piden, exigen, la renuncia del
tesorero municipal de Coatzacoalcos, Ángel Alfonso Morales Bustamante. Lo
suscriben en un documento en el que plasman su inconformidad por la parálisis
económica a que ha llevado Morales Bustamante al ayuntamiento. En corto,
expresan que hay escasez de recursos públicos y lo poco que hay se destina a
“pagos” a proveedores y contratistas ligados al marcelismo. Es decir, negocio
de unos cuantos; marcelista el que paga y marcelista el que cobra. En penurias
el ayuntamiento, los servicios municipales a medias, y Foncho Morales de viaje,
vacaciones en crucero, pues la crisis es para los jodidos y para los enemigos.
O sea, de 15 ediles, doce ya no lo aguantan…
twitter:
@mussiocardenas