1. Desde la gran huelga estudiantil de la UNAM de 1999 y la
brutal represión del gobierno de Ernesto Zedillo; desde la integración del 132
estudiantil de 2012 que se vino abajo, y las batallas de los estudiantes del
POLI este mismo año, los estudiantes han dejado de moverse en los centros de
estudio. No hay aún una explicación clara de lo que sucede; decir que estamos
en una baja coyuntura de lucha no es suficiente. La obligación de los que
piensan en los movimientos sociales es descubrir las causas de lo que sucede. Y
no sólo es el movimiento estudiantil en México, sino también es la inmovilidad
de otros sectores sociales en muchos países que no han podido impedir que las
grandes burguesías y el imperialismo estén recuperando rápidamente su sistema
de dominación aplastando al pueblo.
2. Hoy los estudiantes del POLI son los que van a la cabeza como
sector; la UAM y la UACM aún no han dado muestras de ser batalladoras a pesar
de que hay infinidad de problemas en el país sin resolverse; pero lo que me
parece más grave es que hayan pasado más de 16 años y la UNAM siga agachada
como otros sectores. Me golpea mucho que gobierno de Fox y sus mamarrachadas,
que el gobierno de Calderón y los más de 100 mil muertos y los tres años de
Peña Nieto y su tremenda crisis, no hayan provocado ningún movimiento serio
entre los estudiantes como paso para sacudir y despertar al pueblo. ¿Pero qué
carajos estará sucediendo entre los estudiantes que bloquea y nubla su
conciencia? Puede explicarse en el 90 por ciento de universidades reaccionarias
y de derecha por tradición, pero en la UNAM ya es preocupante.
3. Los maestros de la CNTE llevan casi cuatro años completos sin
descansar en sus protestas, manifestaciones, marchas, bloqueos, campamentos
–particularmente en la ciudad de México- y los estudiantes “han brillado”, pero
por su ausencia. En esos años los profesores han estado mil 200 días en
plantones en la plaza Tolsá, en el Zócalo, en el Monumento de la Revolución;
han realizado mil manifestaciones e igual número de mítines; incluso esfuerzos
por la toma del aeropuerto del DF y los estudiantes como si no existieran. ¿Qué
carajos ha pasado –sobre todo en el Colegio de Ciencia y Humanidades (CCH)- que
antes era el más consciente y más batallador? Me daría mucho coraje que la
chispa encendida de los estudiantes ahora las autoridades burguesas hayan
encontrado la fórmula para apagarla.
4. ¿Cómo pues apoyar a los maestros? El único requisito es tener
conciencia, estar convencido que tenemos que agruparnos y luchar fuerte contra
la clase dominante (gobierno, empresarios, medios de información, partidos
políticos al servicio del poder y el dinero, etcétera) ¿Qué por qué luchan los
maestros de todo el país? Los estudiantes lo saben: los poderosos (millonarios
e hijos de papi) siempre han calificado a los maestros como profesionistas de
segunda clase y así los tratan: quieren que sean obedientes, subordinados, que
no piensen, no hagan críticas, no se rebelen. Esos poderosos han sido siempre
racistas contra los maestros porque muchos de éstos son hijos de indígenas,
campesinos, obreros, empleados, burócratas que buscaron carreras cortas por la
pobreza de su familia.
4. Pero eso de las “carreras cortas” –por no pasar la
preparatoria- se acabó hace varias décadas y hoy tienen que estudiar preparatoria
para ingresar a una escuela Normal. Así que el número de años escolares de un
profesor normalista es el mismo que de cualquier licenciatura universitaria o
politécnica. Pero el desprecio racista hacia los maestros no radica
esencialmente en el número de años para ser profesor normalista, sino en su
origen social. En EEUU por ejemplo –se sabe- hay discriminación contra la raza
negra, también contra los pobres; en México hay discriminación racial contra
los indígenas, los miserables y pobres. ¿De dónde viene esa discriminación? Del
sistema capitalista en que la raza blanca es el modelo que nos mostraron hace
500 años los europeos y luego los yanquis.
5. Por las propias condiciones del país y su ciclo de
revoluciones, en los años veinte y treinta del siglo pasado –cuando se habría
la escuela rural mexicana- el 90 por ciento de los maestros era de origen
campesino y le bastaban cuatro años de estudio (la primaria) para ser maestros;
siempre lo hicieron muy bien en medio del hambre, la miseria, las persecuciones
religiosas de curas y de comerciantes; veinte o treinta años después a los
maestros se les pedía titulo de 12 años de estudio y fue hasta los años 70
cuando comenzó a exigírseles 18 años para ser licenciados en Educación. Pero
hay que subrayar que los más rechazados por las clases dominantes fueron los
maestros egresados de las Normales rurales porque por su origen de clase
explotada, fueron siempre los más críticos y rebeldes.
6. Además, como la raza indígena ha sido pobre económicamente y
en el sistema capitalista sólo se aprecia el dinero, los que lo poseen a
grandes riquezas son vistos y apreciados como dios. Los ingresos salariales de
los maestros históricamente han sido bajos aunque superiores a los salarios de
hambre, muy miserables de los indígenas, campesinos, de los empleados de
salario mínimo. El salario mínimo por ocho horas de trabajo hoy es de 73 pesos
mexicanos o 2, 200 pesos al mes; si el dólar se vende a 18.50 pesos) equivale a
unos cuatro dólares diarios. Si bien hay algunos trabajadores que ganan 2 o 3
salarios mínimos, hay muchos más que cobran menos del mínimo. Hace unos días se
publicó que el salario mínimo en México es el más bajo de la OCDE y muchos
países más.
7. Esta situación de desastre que vive el país la conocen muchos
estudiantes inteligentes y lectores. Saben que los profesores, así como los
zapatistas, los electricistas y muchos más trabajadores del campo y la ciudad
están protestando en muchos lugares, pero no se organizan para luchar. ¿No es
grave acaso que los estudiantes del POLI hoy estén solos cuando el gobierno de
Peña y Nuño los están golpeando para que se sometan? Tengo esperanzas de que el
Paro magisterial que estallará el 15 de mayo se vea fortalecido por los
estudiantes de la UNAM, el POLI y demás, así como de otros sectores sociales.
Sólo así se comenzará a construir la unidad de los trabajadores tan necesaria
para enfrentar a los opresores. (10/V/16)