Las decenas de fosas clandestinas que diariamente se encuentran en todo
el estado de Veracruz es la confirmación de la existencia de dos crímenes de
lesa humanidad que laceran constantemente a las masas trabajadoras:
desaparición forzada y la ejecución extrajudicial, dúo represivo que lleva
implícito la tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes. Oficialmente se
reconocen 2 mil 500 a 3 mil víctimas, sin embargo, la magnitud del terrorismo
de Estado en esta entidad rebasa exponencialmente esta lista, situada en más de
15 mil detenidos desaparecidos por motivos políticos o sociales, sólo en la
administración duartista y la actual.
Los que acontece en esta región del país no es la excepción respecto a
lo que acontece en otras latitudes de la geografía mexicana, es el botón de
muestra de la realidad a la que nos han conducido los distintos gobiernos
estatal y federal. Lo particular del fenómeno se expresa en la masificación de
estos crímenes en los principales centros industriales, tales como el corredor
Coatzacoalcos-Minatitlán-Veracruz; Córdoba-Orizaba-Ciudad Mendoza y Poza
Rica-Tuxpan, en su conjunto son la manifestación de la necesidad oligarca de
apuntalar el proceso de despojo por medio de la violencia institucional.
La supuesta lucha contra el narcotráfico es la cortina de humo con la
que se pretende encubrir todos los crímenes cometidos contra el pueblo, resulta
una actitud muy lamentable, por decir lo menos, que el gobernador del estado
Miguel Ángel Yunes Linares se aventure a declarar que los crímenes obedecen a
una disputa de territorio entre grupos criminales antagónicos, donde el
criterio para afirmar la sentencia sea sólo la “forma” en cómo fueron
ejecutados.
El gobernador como figura institucional no puede afirmar de manera
premeditada tales conclusiones, como encargado de la justicia local debe
esperar a que todas las indagatorias sigan su curso, por lo tanto,
independientemente de cómo se presenten los hechos, debe procurar la presunción
de inocencia de todas las víctimas, máxime cuando la verdad poco a poco se
descubre y se conoce que muchos de quienes son encontrados en esta condición
inhumana, son personas del pueblo trabajador, con un oficio y vida productiva.
El estado de Veracruz se coloca a nivel nacional e internacional como la
fosa clandestina más grande jamás conocida en la historia reciente de los
crímenes de lesa humanidad, hecho que confirma que el terrorismo de Estado es
una política de gobierno que rebasa los límites sexenales. En cada cuerpo que
subyace de estos cementerios clandestinos se encuentra el fiel testimonio de la
ola de violencia institucional que lacera al pueblo mexicano, a los cuales los
identifica su condición de clase y su pertenencia a las masas trabajadoras.
La detención desaparición forzada de los dos luchadores sociales Gabriel
Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, reivindicados por el Partido
Democrático Popular Revolucionario-Ejército Popular Revolucionario, acontecida
el 25 de mayo del 2007 en la ciudad de Oaxaca, se contextualiza en la
declaración de “guerra” contra la delincuencia organizada por parte del
gobierno de Felipe Calderón, política gubernamental que a la fecha ha cobrado
miles de víctimas cuya magnitud es imposible ocultar.
La motivación de este crimen contra su persona tiene profundas
motivaciones políticas, por su militancia política en el PDPR-EPR, por el
reconocimiento de sus compañeros como revolucionarios y comunistas; crimen que
a casi 10 años de perpetrarse se mantiene en la impunidad y que expresa la
particularidad del fenómeno, el cometido de la desaparición forzada como
política de gobierno.
El Frente Nacional de Lucha por el Socialismo, familiares víctimas de
crímenes de Estado y de lesa humanidad, personalidades honestas y progresistas,
organizaciones hermanas y muchas voces más a lo largo y ancho del país, hemos
señalado que la práctica y ejecución del crimen de la detención desaparición
forzada, ejecución extrajudicial y el desplazamiento forzado que se cuenta en
cientos y miles las víctimas, es responsabilidad única y exclusivamente del
Estado mexicano.
La detención desaparición forzada por motivos políticos y sociales, son
perpetrados por el Estado mexicano a través de sus cuerpos policíaco-militar y
paramilitar, política transexenal que en la lista de víctimas suman más de 300
mil los casos a lo largo y ancho del país, y esta práctica forma parte de una
política de terrorismo de Estado con el cual intentan obligar, a sangre y
fuego, que el pueblo desista de su voluntad de lucha y defensa de sus intereses
de clase trabajadora.
El gobierno mexicano de manera servil, ejecuta la política de terrorismo
de Estado con mayor intensidad para garantizar los intereses de la oligarquía,
perpetra crímenes de lesa humanidad donde encuentra resistencia popular
organizada, y donde no, busca contener y paralizar el gran descontento
generalizado que pone en riesgo los intereses empresariales que para el pueblo
significa mayor miseria y explotación.
La práctica de la detención desaparición forzada es generalizada, contra
luchadores sociales, defensores de los derechos humanos, activistas, voces
críticas, periodistas honestos y todo opositor al régimen con quienes se dirige
con mayor perversidad por su motivación política al pretender aniquilar a quien
el gobierno mexicano considera como enemigo que puede poner en peligro los
intereses de la clase al que representa.
Es en ese contexto en el que se continua con la Jornada Nacional Las
víctimas del terrorismo de Estado son del pueblo no desistiremos ¡Hasta
encontrarlos! En la ciudad de Xalapa capital del estado de Veracruz, estado en
el que se refleja la sistematicidad de la violencia institucional y la política
del terrorismo de Estado, con desapariciones forzadas y cientos de ejecutados
extrajudicialmente. La prueba fehaciente de estos dos crímenes de lesa
humanidad son las fosas clandestinas encontradas por familiares en el
fraccionamiento Colinas de Santa Fe, lugar que refleja el horror y la muerte
que ha sembrado el gobierno mexicano contra los hijos del pueblo de México.
Las víctimas de este flagelo son hijos, padres, hermanos, hermanas,
tíos, tías, que son alcanzados por esta política criminal del gobierno
mexicano, por más que quieran indilgar responsabilidad a “grupos
delincuenciales”, sabemos que es una política de Estado que de manera
sistemática y generalizada se ejecuta contra el pueblo.
El Estado mexicano pretende inhibir nuestra voz de denuncia y protesta
con el cometido de más crímenes de lesa humanidad en nuestra contra, así lo
comprueba la desaparición forzada de nuestro compañero Fidencio Gómez Sántiz
que el pasado 5 de marzo cumplió un año en esta condición inhumana, así como la
ejecución extrajudicial de nuestro compañero Humberto Morales Sántiz de apenas
13 años de edad el pasado 28 de febrero; ambos cometidos en el estado de
Chiapas con la autoría material de grupos paramilitares en contubernio con las
autoridades estatales y federales.
Son innumerables los hechos represivos del que hemos sido objeto de
hacernos desistir de nuestra lucha, ejemplo de ello es el intento de ejecución
extrajudicial de 5 compañeros en la Ciudad de México el 7 de noviembre de 2015,
en el marco de la denuncia de los crímenes de lesa humanidad como política de
terrorismo de Estado y en la exigencia de presentación con vida de todos los
detenidos desaparecidos en general y en particular de los luchadores sociales
Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya.
Con más crímenes de lesa humanidad se pretende minar la solidaridad del
pueblo que reconoce en cada víctima a un hermano de clase; ante la represión
institucionalizada la organización popular con carácter combativo. La necesidad
es dar voz, nombre y rostro a cada víctima del terrorismo de Estado, a
organizarnos antes de ser víctimas y ser alcanzados por la violencia de Estado.
Invitamos a todas las familias víctimas del terrorismo de Estado,
organizaciones populares, personalidades progresistas, estudiantes y pueblo en
general a que asistan, participen, se sumen y nos acompañen a las actividades
de la Jornada Nacional. Las víctimas del terrorismo de Estado son del pueblo,
no desistiremos ¡Hasta Encontrarlos! En la ciudad de Xalapa de Enríquez,
Veracruz.
Atentamente
¡Presentación con vida de todos los
detenidos desaparecidos de ayer y hoy!
¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos!
¡Presentación con vida de Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya!
¡Presentación con vida de nuestro compañero Fidencio Gómez Sántiz!
¡Juicio y castigo a los responsables de la ejecución extrajudicial del
compañero Humberto Morales Sántiz!
Por la unidad obrero, campesino y popular
Frente Nacional de Lucha por el Socialismo