Elvira
Carillo Puerto. México (1878-1968). Fue una feminista socialista y sufragista
que militó en el Partido Socialista del Sureste, que abarcaba los estados de
Tabasco, Campeche y Yucatán. Como luchadora social, los católicos y políticos
del momento le decían la Monja Roja del Mayab. fue una líder feminista en toda la extensión de la palabra. Su lucha y su
activismo social le valieron el mote de ‘La monja roja del Mayab’, ya que
consagró su vida a lograr el sufragio femenino, la emancipación de la mujer y
sus derechos en México. Destacó, por encima de sus cualidades como maestra y
poeta, por su discurso en favor del control de la natalidad, la libertad
sexual, el divorcio y contra lo que consideraba la opresión religiosa de la
época.
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Al ser hermana del
entonces gobernador de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto, logró llegar como
diputada para el Congreso de estatal en 1918, convirtiéndose en una de las tres
primeras mujeres elegidas para formar parte de un cuerpo legislativo en México.
Toda su carrera política la dedicó al sufragismo, hasta que en 1953, se obtuvo
por decreto presidencial. Elvira Carrillo Puerto nació en la Ciudad de Motul, Yucatan. Junto a su Hermano
Felipe envió un cargamento de Trigo a la naciente República soviética y
socialista para salvar a 100 mil niños rusos del hambre.
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Desde
muy joven Elvia Carrillo Puerto anheló
ser independiente, ilustrarse y llevar una vida distinta de la de las mujeres
de la época, y lo consiguió porque fue pionera en casi todo y hasta considerada
la chispa de la revolución posterior. Nació en Motul, Yucatán, el 6 de
diciembre de 1878. En una familia numerosa Elvia siempre estuvo muy cerca de su
hermano Felipe mientras él vivió, aunque destacó por sí misma en la lucha
social. Felipe sintió como propios los problemas de los indígenas y se metió en
política, llegando a gobernador de su estado y realizando una vasta obra en poco
tiempo.
Apenas con 6 años, cuando
comenzaba a ir al colegio con sus hermanos, y al que iban también los hijos de
los obreros del lugar que hablaban hablan la lengua maya entre sí, Elvia se
percató de la desigualdad entre las clases sociales, lo que sin duda despertó
su conciencia crítica.
Elvia Carrillo Puerto fue
alumna de la poetisa Rita Cetina Gutiérrez, que había fundado la primera
escuela secundaria para mujeres del estado de Yucatán y,
posteriormente, la primera organización feminista: la Siempreviva. En ella
aprendió nociones de igualdad de género y gracias a su influencia estudió
textos escritos por grandes teóricas de los derechos de la mujer como Mary
Wollstonecraft, Flora Tristán y Victoria Woodhull.
Desde niña Elvia destacó por su
inteligencia, su astucia y también su singular belleza. Siempre sensible ante
las problemáticas sociales, se fue convirtiendo en revolucionaria por
convencimiento a pesar de pertenecer a una familia de las consideradas pudientes
en aquella época.
Un sacerdote anarquista español
llamado Serafín García también ejerció una influencia importante, tanto en ella
como en su hermano Felipe, a través de la lectura y la conversación, al
advertir en ellos inteligencia y sensibilidad para defender a los
desprotegidos. Tal era el bagaje cultural de Elvia
Carrillo Puerto que en la adolescencia, en lugar de
conversaciones con los compañeros de su edad, prefería los libros y la música.
Tan adelantada fue Elvia
Carrillo a su tiempo que vio el matrimonio como una salida, una vía hacia su
independencia y se casó con un maestro de Motul natal a los 13 años de edad.
Tuvo un hijo, pero enviudó diez años después. Solo gracias a la mediación de su
antigua maestra de escuela la aún demasiado joven Elvia para enfrentarse a un
mundo machista consiguió el permiso para impartir clases de mecanografía,
trabajo con el que logró, además de la remuneración económica, cierta sensación
de independencia también desconocida para la mayoría de mujeres hasta entonces.
Su
hermano Felipe Carrillo Puerto siguió influyendo en ella al conseguirle una
traducción en maya de la Constitución mexicana de 1857 que
Elvia se encargó de leer a sus alumnas para que fueran adquiriendo conciencia
de sus derechos. Su colaboración a partir de ahí fue estrecha, ya que en 1907
Felipe empieza a publicar el periódico ‘El heraldo de Motul’ y ella le ayuda en
la redacción y corrección de artículos.
En 1910, con solo 29 años, Elvia Carrillo Puerto participa
en la llamada rebelión de Valladolid originada por el Plan de Dzelkoop, que
llamó al pueblo yucateco a levantarse en armas contra la tiranía de Olegario
Molina y el gobernador de Yucatán, Enrique Muñoz Arístegui. Aquel movimiento
fue bautizado después como “la primera chispa de la Revolución Mexicana”.
A mediados de 1912 Elvia
Carrillo organiza la primera Liga Feminista Campesina en la que se discute la
propiedad de la tierra, se plantea que las jornadas de trabajo deben ser de 8
horas, que hay que liberar a los indígenas de trabajos esclavos, educar a las
mujeres para tener los hijos que decidan... La joven activista también propone
en ese foro crear escuelas rurales en todo el territorio de esa entidad
federativa.
Durante el gobierno del general
Salvador Alvarado en Yucatán, de 1915 a 1918, siguió organizando grupos
feministas y participó activamente en la organización y fundación del Partido
Socialista Obrero de Yucatán, que más tarde sería el Partido Socialista del
Sureste. En 1918 se celebra en Motul el Primer Congreso Obrero de Yucatán
organizado por el Partido Socialista del Sureste, en el que Elvia Carrillo
Puerto incorporó el punto de “Aceptación de la mujer obrera en las Ligas de
Resistencia”. Este fue el leit motiv de su vida, luchar por la liberación de la
mujer a través de su actividad social y política en las 51 Ligas de Resistencia
que logró organizar.
Como uña y carne con su hermano
Felipe, lo apoyó en el puesto de gobernador del estado de Yucatán en todas las
tareas que hacían referencia a la mujer, la niñez, la familia y la educación.
Tras el asesinato de su hermano por los militares, en enero de 1924, Elvia
continuó siendo diputada durante un tiempo, hasta que las amenazas de muerte de
sus adversarios en Yucatán la hicieron dejar el cargo y marcharse a la Ciudad de México, en donde fue protegida por el
presidente Álvaro Obregón, primero, y después por su sucesor, Plutarco Elías
Calles, y donde continuó con su particular lucha en favor de las mujeres.
Entre 1930 y 1934 se realizaron
tres congresos de mujeres obreras y campesinas en la capital mexicana y ella
fue la principal responsable de reunir a las delegadas. En el Congreso de 1931
es donde surge la idea de crear una organización exclusiva para exigir el
sufragio femenino.
Ni siquiera durante la
presidencia en México del general Lázaro Cárdenas Del Río (1934-1940),
caracterizada por avances políticos y sociales importantes, los esfuerzos de Elvia Carrillo Puerto por
lograr el sufragio para las mujeres se vieron recompensado y redujo su
activismo social a partir de ese momento.
Sin embargo, en 1947, ya bajo
la presidencia de Miguel Alemán Valdés, se dio un paso adelante y se aprobó el
derecho de voto de la mujer en las elecciones municipales en México. Años más
tarde, en 1952, la Cámara de Diputados reconoció a Elvia Carrillo Puerto como
Veterana de la Revolución Mexicana y
le concedió la Medalla de Honor al Mérito Revolucionario.
Elvia Carrillo Puerto recuperó
su lucha y, finalmente, se vio recompensada durante mandato presidencial de
Adolfo Ruiz Cortines, cuando en 1953 fue modificado el artículo 34 de la
Constitución para otorgar la igualdad de derechos políticos a las mujeres
mexicanas, incluyéndose por tanto su derecho al sufragio.
Hoy Google recuerda a la
activista social e impulsora de los derechos de la mujer en México dedicándole
su doodle en el día en que se cumple el 139 aniversario de su nacimiento. La
ilustradora de la Ciudad de México Hilda
Palafox es la creadora de la ilustración que honra su activismo y en el que la
representa tirando de la mano de otras mujeres, pancarta en mano y subiendo la
escalera de la igualdad.
Elvia Carrillo Puerto murió
en la Ciudad de México el 15 de abril de 1968 con 89 años de edad y sus restos
se encuentran en el cementerio general de Mérida.
Recordada por su lucha
encendida en favor de los derechos de las mujeres, principalmente las
indígenas, campesinas mayas y las obreras mexicanas, en octubre del 2013 la
Cámara de senadores de México anunció la concesión de un reconocimiento a la
memoria de Elvia Carrillo Puerto por
su labor de “defensa, protección, ejercicio e investigación de los derechos
humanos de las mujeres y de la igualdad de género en México”.