11 de julio de 2020

ENSAYO | Una reflexión sobre la visión de Victor Hugo en Los Miserables y la crisis financiera actual

Por Emili Ferrer Ingles

Ciudad de México, 11 de julio (SinEmbargo).- Victor Hugo en Los Miserables describe, desde la narración romántica realista, la dureza y la injusticia de la pobreza y la desigualdad. Explica también su visión del reto que significa combatirlas: “El primer problema es el de la producción de la riqueza, la cuestión del trabajo que trata del empleo de las fuerzas”.

El segundo problema es el de “la repartición de la riqueza, la cuestión del salario, que trata de la distribución de los goces”. Concluye Victor Hugo que “del buen empleo de las fuerzas resulta el poder público y de la buena distribución de los goces resulta la felicidad individual” y que “la primera igualdad es la equidad”. Visión y valores expresados a finales del siglo XIX, pero que conservan plenamente su vigencia.

 

Esta visión puede resultar útil para un breve tránsito por la evolución durante la última década de la producción y su distribución en excedentes empresariales y retribuciones salariales; la riqueza generadora de rentas y su distribución; la divergencia en las retribuciones y cómo el sistema fiscal, posible redistribuidor, está oxidado y contribuye a la concentración de la riqueza y de la renta. La resultante: el paro, el riesgo de exclusión social y las funestas consecuencias de los recortes en los pilares del estado del bienestar. Todo ello, afortunadamente reversible, si se prioriza la equidad como principio de una economía inclusiva.

La recesión económica derivada de la pandemia de la COVID-19 es la primera, en muchos años, causada por un factor externo a las decisiones sobre política económica. Sus efectos caerán sobre la parte de la población atrapada todavía en los devastadores efectos de la crisis de 2008 y de las radicales políticas de ajuste fiscal de 2010. De la crisis financiera solo salieron los que nunca entraron en ella. Un trabajador entrevistado por TVE durante la primera crisis del petróleo de 1977, a la pregunta de cómo le afectaba la crisis respondió: “en nada, a mí las crisis no me afectan”, y ante la insistencia del periodista aclaró: “es que desde que nací estoy en crisis, es mi medio natural”. Certera consideración en un mundo en el que prevalece la economía de la exclusión y la precariedad.

1.“La producción de la riqueza, la cuestión del trabajo que trata del empleo de las fuerzas”

Volviendo a Víctor Hugo y respecto al primer problema que señala, entre 2008 y 2018, según el INE y Eurostat, el PIB por persona ocupada, medido en euros de valor constante 2018, ha aumentado el 15,2 por ciento. Esta evolución contrasta con la del coste unitario laboral medio anual, el cual, durante este período se ha reducido el 6,7 por ciento, reflejo del impacto de la desregulación laboral y de la devaluación salarial.

El crecimiento medio del PIB por persona ocupada en la zona euro durante el mismo período es inferior al de España: de un 14,9 frente a un 15,2 por ciento. Sin embargo, se produce una gran diferencia en la evolución de índice ILC de Eurostat, que mide las retribuciones salariales y las cotizaciones sociales por hora trabajada. En España, durante estos diez años, el ILC ha crecido el 5,8 por ciento, frente al 20,1 por ciento experimentado en la zona euro. Esta divergencia entre producción y salarios es la que describe Robert Reich, Secretario de Trabajo de Bill Clinton (citado por Carles Manera, EFC, 27 de agosto de 2014): “la mayor parte de las ganancias de la productividad, van a manos de los propietarios del capital, mientras los trabajadores reciben sueldos cuyo valor real no hace más que descender”.

2.“El reparto de la riqueza y la cuestión del salario”

Según el informe Global Wealth Databook de Credit Suisse el 10 por ciento de la población más rica de España detentaba en 2019 el 55 por ciento de la riqueza, proporción superior al 52,9 de la media no ponderada de Bélgica, Francia, Italia y Portugal. Lo mismo ocurre con la riqueza del 1 por ciento más rico, cuya participación en la riqueza es del 23,8 por ciento superior al 20,3 por ciento de la media de los países antes citados. El sentido de esta diferencia se invierte en la riqueza de la población situada entre el decil 50 y el 90 por ciento más rico, con una participación del 37,7 por ciento en la riqueza total, inferior al 38,7 por ciento de media no ponderada del grupo de los países citados. Ello muestra una tendencia a concentrar la riqueza en los niveles más ricos de la población. Por otra parte, el 50 por ciento más pobre de la población accede a solo un 7,3 por ciento de la riqueza, proporción que también está por debajo del 8,3 por ciento de media de Bélgica, Francia, Italia y Portugal.

La distribución de la riqueza determina el acceso a las rentas y también a su nivel. Hay una correlación entre los sectores de población que concentran mayor riqueza y los que poseen mayores niveles de renta. Una forma de medir el reparto de la renta nacional es la distribución, antes de impuestos, entre las retribuciones salariales y los excedentes de las empresas. Durante el periodo de 2008 a 2018, la participación de las rentas salariales en la distribución de la renta nacional disminuyó del 49 por ciento al 45,3 por ciento. Reducción que implica una mayor participación de los excedentes empresariales en la renta nacional, que pasaron del 43,1 por ciento al 44,2 por ciento en dicho periodo.

Una de las formas de medir la desigualdad entre la renta de los sectores más ricos de la población y los más pobres es la tasa S80/S20 que mide la relación entre el 20 por ciento de la población con más renta y el 20 por ciento de la población más pobre. España en 2007, con una tasa del 5,5, se situaba en el sexto país de la Unión Europea con mayor diferencia entre los dos sectores de población y en 2017 esta tasa de desigualdad ascendió hasta el 6,6, la segunda más elevada de la Unión Europea, solo superada por Lituania.

En segundo lugar, la distribución de la renta total entre sectores de la población – ordenada de los más ricos a los más pobres- muestra como entre 2008 y 2018 la renta se ha concentrado hacia los sectores más ricos de la población. Según los datos de World Inequality Database sobre España, el 10 por ciento más rico pasó, entre 2007 y 2017, de percibía el 34,1 por ciento de la renta al 35 por ciento, proporción que es superior al 33 por ciento de media de la zona euro para este sector de población. En igual periodo, la proporción de la renta de la población entre el 50 y el 90 por ciento más rico disminuía del 45 al 44,2 por ciento, situándose por debajo del 45,8 por ciento de la zona euro, mientras que permanece estacionaria la participación del 50 por ciento de la población más pobre, en torno al 20 por ciento del total la renta. La conclusión del humorista Jaume Perich en 1970, sigue hoy totalmente vigente: “nunca tantos hicieron tanto para tan pocos”.

Finalmente, una tercera observación tiene que ver con las desigualdades internas en la distribución de las rentas destinadas a retribuciones salariales lo que se conoce como brecha de salarios. La retribución media de los directivos de las empresas del IBEX35 en 2008 era, según los datos de la CNMV, equivalente a 204 veces el SMI y en 2018 se había situado en 258 veces, después de pasar por un máximo de 434 veces en 2014. El directivo mejor pagado en 2019 percibió el equivalente a 1.326 veces el SMI. Entre 2008 y 2018 el SMI en euros de valor constante se incrementó el 8,8 por ciento y, sin embargo, la retribución media de los directivos aumentó 6 veces más, hasta el 53,8 por ciento.

3.“La primera igualdad es la equidad”

El sistema fiscal es una herramienta para corregir la desigualdad, es en este sentido un instrumento para la práctica de la equidad. El nivel de imposición y el grado de progresividad hacen aumentar o disminuir las divergencias en la distribución de la renta. En muchos casos en España el sistema impositivo actúa como un amplificador de la inequidad de la distribución de las rentas antes de los impuestos. Ello es debido, básicamente, a la continuada reducción de la presión fiscal, a la relación regresiva entre impuestos directos e indirectos, a la insuficiente progresividad y a su bajo nivel en relación con la media de la zona euro. En algunos de los gráficos adjuntos, además de la variable económica observada, se reproduce como fondo la evolución de la producción y el coste laboral medio con objeto de ofrecer una referencia del contexto.

Respecto al sistema impositivo, y si medimos la presión fiscal como el porcentaje de los ingresos fiscales sobre el PIB, observamos que desde 2007 a 2017, este se reduce del 37,1 por ciento al 35,2 por ciento. Esta progresiva reducción de los ingresos produce, como no puede ser de otra manera, una anemia fiscal que causa más déficit púbico y más deuda pública, resultado contrario al que nos prometen, desde las tesis neoliberales y de las posiciones políticas conservadoras. Dinámica que agrava la crisis al introducir restricciones al gasto público en tanto que es uno de los actores básicos de la actividad económica y de la demanda efectiva de la economía. Políticas que se han impulsado en un período donde más necesaria era la financiación de aumento del gasto público derivado de la cobertura frente a la precariedad en las condiciones de vida y de trabajo de los ciudadanos.

En relación con la media de la zona euro, la brecha de la presión fiscal en España, pasó de 2,9 puntos por debajo de la media en 2007 a situarse 6,2 puntos por debajo en 2017. Esta diferencia en términos de menor ingreso público fiscal equivalía para 2017 a 70.000 millones de euros. A modo de referencia de este menor ingreso, cabe señalar que el gasto sanitario público total ascendió en 2017 a 68.343 millones de euros o que el gasto en educación pública en todos sus niveles ascendió a 49.384 millones de euros o que la nómina de las pensiones contributivas para 2019 fue de 97.458 millones euros.

Por otra parte, la reducción de la presión fiscal ha ido acompañada de una creciente regresividad de su estructura. Aumenta la proporción de impuestos indirectos (los más regresivos: al comprar un yogur paga el mismo impuesto el que percibe el SMI, que el directivo del IBEX35 cuya remuneración equivale a 1.326 veces el SMI). En consecuencia, se reduce la proporción de impuestos directos. De tal modo que entre 2007 y 2017 la recaudación por impuestos indirectos disminuyó el 17,1 por ciento, mientras que la recaudación por impuestos directos que son más progresivos, disminuyó el 34 por ciento, el doble que los indirectos, con una disminución en la recaudación, en términos de euros de valor constante 2018, desde 95.990 millones de euros en 2007 a 63.44 millones de euros en 2018.

Por último, se produce una evolución regresiva entre los impuestos directos. La recaudación por impuestos que gravan el trabajo y la actividad económica no societaria (es decir el IRPF excepto las rentas de carácter mobiliario e inmobiliario) se mantiene estable: el 6,5 y el 6,7 por ciento del PIB en 2007 y 2017 respectivamente, con una recaudación de 80.191 millones euros y 78.801 millones respectivamente. Sin embargo, no ocurre lo mismo con la recaudación del impuesto de sociedades que durante el mismo período disminuye del 4,4 por ciento del PIB a solo el 2,1 por ciento, pasando la recaudación de 54.253 millones de euros el 2007 a 24.801 millones de euros en 2017.

Esta disminución podría parecer inexplicable, a no ser por las múltiples oportunidades de elusión fiscal que ofrece el impuesto de sociedades. Como ejemplo de ello, Andreu Missé (Alternativas Económicas, 2013) describe las consecuencias fiscales de la aplicación de los llamados Activos por Impuestos Diferidos, un mecanismo mediante el cual cuando las entidades financieras tienen pérdidas, generan estos activos que servirán para compensar impuestos cuando tengan beneficios, es decir una forma de impuestos negativos. De ahí que adquirir bancos con pérdidas acumuladas favoreció importantes elusiones de impuestos.

Con la finalidad de contextualizar las vías de agua del sistema fiscal recurriré a Paul A Samuelson (1948) y Thomas Piketty (2019) En US entre 1932 y 1980 el tipo nominal máximo para la imposición de la renta (no las cuotas liquidadas ingresadas) era del 81 por ciento, llegando en 1961 a un máximo del 87 % para rentas superiores a 2 millones de dólares. El impuesto de sociedades para las pimes era del 30 % con un máximo del 52 % para beneficios superiores a 20.000 dólares. En el Reino Unido el tipo máximo de renta alcanzó el 89 % y el de sucesiones el 72%, siendo el tipo máximo de la renta en Francia el 72 %. Este fue el escenario fiscal en los años conocidos como los treinta gloriosos, años con crecimiento económico y bajas tasas de paro, hasta que la revolución neoliberal, con una reducción drástica de los tipos impositivos, crearía las condiciones para un mundo espectacularmente rico, pero penosamente empobrecido (Amartya Sen, 2007). Los tipos nominales máximos vigentes en España son del 43,9 por ciento en renta y 25 por ciento en sociedades, y en Francia el 55,6 en renta y el 25 por ciento respectivamente. De lo que podemos deducir que todavía tenemos camino por recorrer.

Hasta aquí, algunas de las causas que han provocado la crisis social, la devaluación salarial, la precariedad, la pobreza y los altos niveles de riesgo de exclusión. La primera consecuencia, la tasa de paro en 2019 era del 13,9 por ciento, superior todavía al 11,3 por ciento de 2008. La desregulación laboral ha hecho posible en España la contratación temporal más alta y el despido más fácil de la Unión Europea. Los asalariados con un contrato inferior a un mes de duración han aumentado el 8,5 por ciento y los contratos a tiempo parcial el 19,7 por ciento, afectando al 14,7 por ciento de los asalariados. Por no hablar de los falsos autónomos y otros sectores de entorno laboral precario. Paradójicamente los más afectados por estas políticas y por los recortes en la sanidad pública, se convirtieron en agentes esenciales para la supervivencia de todos los ciudadanos de este país en la emergencia causada por la pandemia: profesionales sanitarios, personal de limpieza, personal de mantenimiento, de transportes, de la recogida de residuos urbanos, los cuidadores de personas mayores, entre muchos otros.

La segunda consecuencia es el aumento del riesgo de pobreza. La tasa AROPE (People at risk of poverty or social exclusión) es un indicador que mide la combinación de tres índices: a) la tasa de riesgo de pobreza, medida como aquellos ingresos situados por debajo de la mediana de ingresos; b) la tasa de privación material severa (PMI) que mide los hogares entre cuyas carencias figura la posibilidad de ir de vacaciones, la frecuencia con la que comen carne y la temperatura adecuada de la vivienda; c) tasa de hogares con baja intensidad en trabajo (BITH) que mide la población de entre 0 y 59 años que vive en hogares cuyos adultos (18-59) trabajan menos del 20% de su potencial de trabajo. La tasa AROPE nos proporciona una visión consolidada de los efectos de la evolución de la distribución de la renta y la riqueza antes comentadas. En 2007 la tasa AROPE en España era de un 23,3 por ciento de la población, en el noveno lugar en la ordenación de los países de Unión Europea de mayor a menor riesgo de pobreza. En 2017 esta tasa había aumentado hasta el 26,6 por ciento de la población, ascendiendo España hasta el quinto lugar, sólo por detrás de Rumania, Bulgaria, Lituania y Estonia.

En tercer lugar, las políticas de ajuste fiscal han conducido a drásticos recortes en los pilares del Estado del Bienestar, trasladando al ámbito privado el aseguramiento de riesgos que deben tener cobertura colectiva, agravando de esta forma la propensión a la pobreza y la exclusión social. Tiene especial significación la evolución del gasto en sanidad pública. En 2010 se iniciaron las políticas de recortes en Catalunya y se consolidaron con las reformas del gobierno del PP en 2012. Según la estadística de gasto sanitario público consolidado (EGSPC) del Ministerio de Sanidad, en euros de valor constante de 2018, aplicando el Índice de Precios 06 de Sanidad del INE, el gastro público consolidado en sanidad pública en 2018 es el 10,1 por ciento inferior al de 2010.

El gasto sanitario público en 2010, según los datos de Eurostat, ha descendido del 6,6 por ciento del PIB al 6 por ciento en 2018, año en el que la media ponderada de la misma relación de Bélgica, Francia e Italia era del 7,6 por ciento. El gasto sanitario público por habitante en 2018 fue de 1.451 euros, frente a 2.500 euros de media ponderada de Bélgica, Francia e Italia, es decir un 58 por ciento de la media de dichos países. Esta proporción no es coherente con la capacidad económica relativa de España medida como PIB por habitante, que se sitúa en el 78 por ciento de la media de estos países.

4. “Del buen empleo de las fuerzas resulta el poder público y de la buena distribución de los goces resulta la felicidad individual”

La desigualdad y la pobreza no traen causa de fenómenos naturales inevitables, no proceden de tormentas, terremotos o volcanes, sino que son el resultado de las políticas y regulaciones establecidas en cada momento concreto, en consecuencia, son revisables y orientables a objetivos de equidad y a la reducción de la desigualdad.

Describir el tránsito desde la crisis financiera y el covid-19 precisa contemplar más factores que los expuestos en este breve comentario, pero los señalados son suficientes para identificar que la concentración de la riqueza y de las rentas, simultánea al aumento de la desigualdad y de la precariedad económica y social son su característica básica. El reto de la reconstrucción inclusiva, en el marco del programa del gobierno progresista, y el reto de poner las bases para un nuevo contrato social nos devuelve a Víctor Hugo: “la primera igualdad es la equidad”.

La reconstrucción socialmente equitativa solo será posible si somos capaces de entender que la COVID-19 ha mostrado nuestra vulnerabilidad, que no hay manual de instrucciones para salir de estas situaciones, y como dice Adelaida Sarukhan del Institut de Salut Global de Barcelona, la pregunta que debemos hacernos no es “si” volverá a ocurrir, sino “cuando”. Frente a lo que debemos interrogarnos sobre la imprescindible defensa y valoración de lo público. Debemos entender que todos dependemos de todos y conjurar los peligros de la privatización del riesgo. Pasar en la economía y fuera de ella, del excluyente “nosotros y ellos” al “nosotros” incluyente. Un reto que Innerarity expresa como: sentirnos concertados por lo colectivo, para poner en valor lo común.

La equidad en la reconstrucción implica recuperar derechos laborales y evitar nuevas desregulaciones y devaluaciones salariales explícitas o encubiertas, atendiendo a las reivindicaciones de la ETUC y a las propuestas de la OIL , las prioridades se sitúan en equilibrar las relaciones laborales, proteger y activar el empleo, especialmente el empleo juvenil.

La equidad requiere también una nueva visión de la empresa que debería concernir a todos sus agentes en la responsabilidad social del desempeño de su actividad y configurar formas de participación de los representantes de los trabajadores en las decisiones. La empresa como ámbito relevante en la cohesión social y en la erradicación de la precariedad laboral y social.

La pandemia ha cambiado las perspectivas. En pocas semanas sectores conservadores que sostenían que “no hay nada que regular”, “no hay nada que concertar”, la sociedad es un invento, el mercado se regula por sí solo, y bienvenidas sean las reformas por decreto de Rajoy laminadoras de la capacidad de negociación colectiva, han transmutado su perspectiva en tiempo record.

Las mismas voces reclaman ahora mayor intervención gubernamental, considerar insuficientes las actuales ayudas públicas, de volumen antes impensable, o denuncian como intolerable cualquier atisbo de acción gubernamental que se considere al margen de la concertación social destruida y aplaudida en 2012. Solo falta que abandonen el mundo de la magia de salón y entiendan que esto requiere financiación, y que en ningún caso es compatible con reducciones fiscales.

Gerry Rice, portavoz del Fondo Monetario Internacional poco proclive a la intervención pública y a la fiscalidad como instrumento, declaró el pasado 19 de junio: “Es necesario un mayor reparto de la carga. Que los principios del ajuste fiscal deberían tratar de atajar la desigualdad, y que los contribuyentes, empresas y particulares, que se han beneficiado de las tendencias globales del pasado o que se han visto menos afectados por los recientes acontecimientos adversos deberían contribuir más a superar la crisis y a hacer frente a las necesidades futuras de la sociedad. Esto es cierto, no solo para España sino para más o menos todos los países». En 2012 para rescatar las corporaciones financieras se activó un crédito público, finalmente transformado en una subvención de 49.000 millones de euros que pagaremos todos los ciudadanos, de importe equivalente al gasto público total en educación de un año. Se recataron con el riesgo moral de que eran demasiado grandes para caer. Ahora sería injusto no rescatar a aquellos que son demasiado pequeños para caer.

Los efectos de la pandemia obligan a reformas en la sanidad pública. Proteger la sanidad pública para salvaguardar la vida y para garantizar los medios de vida. Es preciso reforzar los organismos internacionales de coordinación de la gestión sanitaria, potenciar la atención primaria y la telemedicina, desarrollar infraestructuras de salud y de producción de material sanitario estratégico, establecer una gestión logística estratégica de estos materiales, dotar de recursos para la investigación y revertir los recortes sanitarios tanto en su aspecto material como en los recursos personales y sus condiciones de trabajo.

Con este equipaje nos enfrentamos a las consecuencias de la recesión causada por la pandemia de la COVID-19 y con estos mimbres se debe programar una reconstrucción económicamente sostenible y respetuosa con el medio ambiente, socialmente equitativa (redistribución, reducción de las desigualdades e Ingreso Mínimo Vital) democráticamente justa (que permita recuperar derechos).

https://www.sinembargo.mx/11-07-2020/3821387

CASTAÑEDA

ADIVINA: NO NACIÓ EN PUTLA NI EN CUBA; HEREDÓ LA CANCILLERÍA DE SU PADRE Y LA LENGUA LARGA DE FOX

 Pedro Echeverría V.

1. Jorge Castañeda Gutman es un “intelectual de alto nivel” que -por herencia de su padre Jorge Castañeda Álvarez, secretario de relaciones exteriores en tiempos del presidente López Portillo (1976-82) imparte sus clases y conferencias en los EEUU. Fue además, por la misma herencia del padre, secretario de relaciones exteriores del presidente Vicente Fox. Con ese nivel de formación, pensamiento y con sus “altas” relaciones en México, ¿cómo podrá entender la cultura del pueblo de Putla, Oaxaca o la cultura de los médicos cubanos dispuestos a ayudar a los habitantes en cualquier pueblo de México?.

2. Imagínese: el panista de ultraderecha Castañeda es hijo de embajador, él mismo exembajador y conferencista junto a Vargas Llosa, Enrique Krauze, Aznar, al ex rey español, Aguilar Camín, Dresser, Zuckerman, lo más granado y despreciable del anticomunismo. ¿Cómo podrán comprender la cultura de los pueblos de Oaxaca, de México, a los médicos cubanos y su cultura de servicio? Los tontos solemos ser nosotros que no comprendemos que ellos pertenecen a la clase capitalista, explotadora y opresora; que su desprecio contra los pueblos del mundo es por carácter de clase social. Por ello Castañeda habló del “pueblo horroroso de Putla”.

3. Al enterarse el presidente López Obrador le pidió al ex canciller grosero y “lengua larga”, que le pida perdón al pueblo de Putla y de México porque el pueblo de Oaxaca así lo exige o, ¿quiere acaso que en masa acudan los pobladores a quemarle su casa o hacerle un daño, por tan ofensiva osadía? Así es la violencia del racismo que durante siglos ha subido de tono en los EEUU y que los valientes negros han sabido castigar masivamente en las calles. Estas cosas de Castañeda me recuerdan marzo de 2002 cuando Castañeda y el presidente Fox fueron ridiculizados por el presidente de Cuba Fidel Castro cuando, como perros de Bush, le pidieron a Fidel que se retira de México.

4. Castañeda –como miles de “hijos de papi”- al ser hijo de un altísimo funcionario del gobierno de López Portillo, siempre estuvo impedido para actuar con honestidad y honradez. ¿Cómo un niño, un personaje, que crece dentro de la gigantesca mugre puede salvarse del olor maldito que ha penetrado hasta sus huesos? Las costumbres y las formas de pensar capitalistas no se pueden lavar; si se hace con paciencia mucho se puede superar pero las manchas quedan. Por allí, en la revista Proceso de hace unos 20 años, hay dos o tres artículos sobre el petróleo cruzados entre Castañeda y Heberto Castillo que sería interesante revisar.

5. Como dirían por ahí: a todos los falsos intelectuales, conferencistas y periodistas, se les acabaron los sobornos, “los regalos”, el chayote, es decir los millones de pesos que recibían como pago por hablar bien de los políticos y empresarios o por guardar silencio acerca de los desfalcos y robos. Son muchos, muchísimos, los que deberían estar en prisión que el presidente López Obrador ha perdonado en la práctica por miedo a ser derrocado. Por ello, mi artículo de ayer sobre el golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile 1973, hablaba de la misma estrategia que se está usando en México a partir del gigantesco ruido de las manifestaciones de coches y bloqueos. (30/VI/20). 

https://pedroecheverriav.wordpress.com

OYE, TRUMP

OYE, TRUMP

Imelda García

Como presidente, Andrés Manuel López Obrador ha adoptado una postura muy distinta a la que tuvo durante la campaña electoral del año pasado frente a Donald Trump, hecho que ha molestado mucho a los mexicanos, especialmente a los migrantes que le dieron su apoyo y que ahora se sienten completamente olvidados.

La postura del presidente Andrés Manuel López Obrador frente al presidente estadounidense ha despertado polémica en diversos sectores por su decisión de no responder a sus amenazas y ultimatums.

Líderes migrantes reprueban la actitud del primer mandatario, pues consideran que la respuesta del jefe del Ejecutivo debería ser contundente ante las amenazas y acciones de Donald Trump.

Atrás quedó aquel López Obrador que, en sus discursos de campaña, afirmaba que Trump iba a tener que “aprender a respetar” a México y los mexicanos. Ahora, todo se basa en un discurso de “amor y paz”, lo que ha incendiado las redes.

Sin embargo, los migrantes ven no solo una falla del presidente López Obrador, sino la intención de impulsar los proyectos de su gobierno a costa de los migrantes.

Las relaciones entre ambos países pasa por momentos de tensión. Mientras miles de migrantes centroamericanos cruzan México y esperan en la frontera ser admitidos por Estados Unidos, el país del norte reclama la tolerancia mexicana hacia estos migrantes.

A pesar de las amenazas de Trump, el gobierno mexicano ha decidido colaborar con Estados Unidos

Sin embargo, a pesar de los dichos de Trump, el gobierno mexicano ha decidido colaborar con Estados Unidos al permitir que quienes solicitan asilo esperen la resolución de su caso en México, decisión que ha puesto en jaque a las comunidades fronterizas.

 

Todo esto sucede mientras en Estados Unidos comienza ya el proceso electoral del 2020, en el que Donald Trump busca su reelección, lo que traerá aun más ataques contra los migrantes, contra México y contra los mexicanos que viven en la Unión Americana.

Reporte Índigo conversó con tres líderes migrantes que operan en México y en Estados Unidos; sus opiniones están divididas en cuanto a las acciones de López Obrador ya como presidente.

CAMBIO RADICAL

Las llamas envolvieron las representaciones de Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador; este sábado, migrantes centroamericanos quemaron figuras de cartón de ambos presidentes afuera de la estación migratoria Siglo XXI, en Tapachula, Chiapas.

En ese lugar, donde se encuentran detenidas cientos de personas provenientes de Centroamérica, los migrantes también lanzaron huevos a la fachada. Todo esto, en protesta por la política migratoria de México y de Estados Unidos.

“Estamos haciendo esta protesta contra la cuarta transformación de este presidente (López Obrador) y sus subordinados, que están a los servicios de Donald Trump”, dijo a medios de comunicación Ramón Verdugo, director del albergue para migrantes Todo por Ellos

La sorpresa de los migrantes es porque la postura del hoy presidente López Obrador no siempre fue la misma.

Desde que Trump comenzó con su discurso anti inmigrante y una vez que ganó las elecciones de su país, en noviembre del 2016, López Obrador tuvo una firme postura contra él y contra el entonces presidente Enrique Peña Nieto, quien en varios mensajes públicos dejó en claro que México no pagaría por el muro fronterizo.

Como aspirante presidencial —y aun presidente de su partido, Morena—, López Obrador emprendió una cruzada contra los dichos de Donald Trump.

En febrero y marzo del 2017, apenas unos días después de que Trump tomara posesión como mandatario de su país, López Obrador comenzó una gira por varias ciudades de Estados Unidos para reunirse con comunidades migrantes. Visitó Los Ángeles, Chicago, El Paso, Phoenix, Nueva York, Washington, San Francisco y Laredo.

Y no solo eso. El entonces presidente de Morena entregó una carta de protesta a la Organización de las Naciones Unidas y presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por los ataques de Donald Trump hacia los migrantes y su intención de construir un muro en la frontera.

Mientras durante su campaña política Andrés Manuel López Obrador ofreció apoyo a los migrantes en Estados Unidos, éstos consideran que ya como presidente no ha dado un mensaje claro de respaldo para ellos

“Esta denuncia debía presentarla el gobierno mexicano desde el primer momento en que se tomaron estas medidas arbitrarias que violan la Carta de Derechos Humanos que suscribieron y ofrecieron cumplir todos los gobiernos, incluido el de Estados Unidos.

 

“Sin embargo, el régimen que encabeza Enrique Peña Nieto, carente de toda autoridad moral y política, o bien, debido al chantaje que habrían podido ejercer sobre él diversas dependencias de Washington, ha permitido la insolencia y el ultraje del mandatario de Estados Unidos en contra de nuestros connacionales”, expuso López Obrador sobre la denuncia ante la CIDH.

Tras esa gira por Estados Unidos, López Obrador publicó el libro “Oye, Trump” (Planeta, 2017), en el que recopiló sus discursos pronunciados ante los migrantes y reflexionó sobre la postura de Trump y la reacción del entonces presidente mexicano, Enrique Peña Nieto.

“Es una canallada que Trump y sus asesores se expresen de los mexicanos como Hitler y los nazis se referían a los judíos, justo antes de emprender la infame persecución y el abominable exterminio.

“También estamos convencidos de que se trata de una estrategia demagógica y electorera, que si bien le sirvió a Trump y a los suyos para hacerse con la presidencia, no les permitirá ni afianzarse en el gobierno mi mucho menos lograr la reelección”, dijo López Obrador ante migrantes, en Nueva York

Un año después, ya como candidato presidencial, López Obrador aseguraba en sus mítines que Trump tendría que medir sus palabras.

“Que se serene (Donald Trump), se tranquilice, que deje de estar hablando mal de los mexicanos. Y ahora está habla y habla y habla mal de los mexicanos. Pero ya vamos a llegar nosotros, y cada vez que lance un tuit, va a haber otro de regreso. Nos va a tener que aprender a respetar”, dijo López Obrador en un mitin de campaña, en mayo del 2018.

La historia cambió una vez que López Obrador ganó las elecciones. En ningún momento, durante el periodo de transición, respondió a un solo ataque de Donald Trump.

Ya como presidente constitucional, se ha limitado a decir que no caerá en las provocaciones de Trump.

“No queremos de ninguna manera confrontarnos con el gobierno de Estados Unidos. Vamos a mantener una relación muy respetuosa con el gobierno de Estados Unidos y con el presidente Donald Trump”, dijo el presidente mexicano hace unos días en su conferencia matutina.

Incluso, el tabasqueño se reunió con Jared Kushner, el yerno y jefe de asesores de Donald Trump, en la casa de un ejecutivo de la empresa Televisa, lo que fue criticado por sus detractores.

Mientras en la campaña política López Obrador ofreció apoyo a las comunidades migrantes en Estados Unidos, los migrantes consideran que ya como presidente no ha habido un mensaje claro de apoyo para ellos, a pesar de ser pieza fundamental en el desarrollo de México.

‘PENSAMOS QUE ERAMOS PRIORIDAD’

El 1 de julio pasado, cientos de migrantes deportados de Estados Unidos votaron por primera vez en las elecciones mexicanas para escoger al nuevo presidente; muchos de ellos le dieron su confianza a Andrés Manuel López Obrador. Pero ahora, una vez que ya tomó el poder, siguen a la espera de que los apoye.

 

Uno de esos migrantes de retorno es Israel Concha, quien fundó y dirige la organización New Comienzos, que opera en la Ciudad de México para apoyar a los migrantes deportados o a quienes deciden volver de los Estados Unidos.

Al día de hoy representantes de migrante aseguran que el apoyo para su comunidad ha sido nulo a pesar de que las remesas son la primera fuente de entrada de dinero al país

“La mayoría de nosotros votamos por AMLO. Al regresar a México sabíamos que las cosas no eran perfectas, pero queríamos ser parte de la solución. Le creímos a AMLO todas las promesas de campaña. Y hoy, a más de 100 días de iniciado el gobierno de AMLO, te puedo decir que no ha habido apoyo del gobierno.

Activistas dicen que con el gobierno de López Obrador ha pasado lo mismo que con el de Enrique Peña Nieto: muchas promesas y pocos hechos

“Nosotros pensamos que éramos prioridad para él, pero no lo estamos viendo. Seguimos con la frente en alto, sabemos que es mucho trabajo, pero (…) también seguimos esperando a que nuestro gobierno realmente abogue por nosotros”, expuso.

Concha apuntó que el apoyo para la comunidad migrante ha sido nulo, a pesar de que las remesas son la primera fuente de entrada de dinero al país.

El temor y la sensación de abandono, sostiene el activista, permean no solo en México con las personas deportadas, sino en Estados Unidos, donde ser mexicano —indocumentado o no— se ha convertido en sinónimo de rechazo.

“¿Cómo puede ser posible que ni siquiera el 1 por ciento de esas remesas se destine a apoyar esta causa? Sobre todo a las personas que están siendo repatriadas, que llegan a México sin nada y muchas veces sin nadie.

 

“Al momento que AMLO no le contesta a Trump, no estamos pidiendo que se pelee, pero que ponga muy en claro que no van a pasar por sobre los derechos de los mexicanos, tanto en México como en Estados Unidos. Necesitamos ver más de nuestro presidente. Alguien que se ponga al tú por tú con Trump, sin necesidad de faltar al respeto, pero que diga ‘somos mexicanos, este gobierno está para apoyar a nuestros connacionales’”

 

- Israel Concha

 

Fundador y director de la organización New Comienzos

Concha, impulsor de la zona conocida como “Little L.A.” —un área en la capital mexicana donde se ha concentrado una parte de la comunidad repatriada—, refirió que con el gobierno de López Obrador ha pasado lo mismo que con el de Enrique Peña Nieto: muchas promesas y pocos hechos.

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“Tenemos tanto miedo que vuelva a ser lo mismo que la administración pasada. Te puedo mostrar cientos de fotos, cientos de tarjetas de presentación y fotos con titulares de dependencias del Gobierno federal, que nada más fue la foto y hablar de que estaban haciendo algo cuando en realidad nos apoyaron cero.

“Ahora, esta administración, ¿qué crees? Es lo mismo. Ya tenemos cientos de tarjetas, cientos de fotos; pero realmente necesitamos ver este apoyo a nuestra comunidad y hasta el momento no lo estamos viendo”, lamenta.

Israel Concha asegura que no por eso dejarán de tocar puertas y buscar acercamientos con autoridades y sectores sociales no solo para atraer apoyos para quienes ya han sido repatriados, sino en preparación para el peor escenario: que haya deportaciones masivas y la crisis sea aún mayor.

Los migrantes mexicanos que le entregaron su confianza a López Obrador y votaron por él desde el extranjero tenían la certeza de que en el tabasqueño encontrarían un aliado, sin embargo, una vez emitido su sufragio, aseguran que quedaron en el olvido

 

‘ESTÁ A LAS ÓRDENES DE TRUMP’

Para Irineo Mújica, líder de la organización Pueblos sin Fronteras, lo que pasa entre México y Estados Unidos es claro: hay ya un pacto entre ambos gobiernos para utilizar a los migrantes.

En entrevista, el activista sostiene que el presidente López Obrador tiene “intereses muy fuertes” con Estados Unidos, como la concreción de sus proyectos en el sur del país (el Tren Maya o el Tren Transístmico) o la aprobación del tratado comercial trilateral, por lo que se está usando a los migrantes como pieza de negociación.

Para los mexicanos que residen en Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador ha demostrados con su postura ante Donald Trump estar dispuesto a cumplir con los que el gobierno norteamericano le solicite

“López Obrador dice que no se va a pelear, pero le está jugando el juego a Trump. Ya hay pactos. Si no hubiera pactos, López Obrador haría algo. El Tren Maya es un pacto; el nuevo Tratado de Libre Comercio es otro pacto. Tiene ambiciones muy fuertes en cuanto a sus proyectos y alguien los tiene que pagar. Y si la moneda de cambio son los migrantes, los va a usar.

“El que calla, otorga. Toda la violación de derechos humanos, toda la criminalización, están haciendo lo mismo con los migrantes que están pasando por México (…) es un doble discurso, porque habla de ‘políticas más humanas’ y de humano no tiene nada”, acusó Mújica.

El activista afirmó que Donald Trump está utilizando a los migrantes con fines electorales, pero lo mismo hace el gobierno mexicano con las personas centroamericanas, aunque con otros fines.

“No se vale que ahora este gobierno de izquierda se preste a las políticas sucias del presidente de Estados Unidos (…) (López Obrador) está traicionando sus valores de ser una izquierda auténtica, es una izquierda disfrazada”, comentó.

Un ejemplo de ello son las acciones que el gobierno mexicano continúa llevando a cabo, como entregar información y datos biométricos de los migrantes centroamericanos a Estados Unidos, información que dio a conocer Reporte Índigo la semana pasada.

 

“Definitivamente (López Obrador) nos ha fallado. Está a las órdenes de Donald Trump. Lo vemos. ¿A qué le ha dicho que no?”

 

- Irineo Mújica

 

Líder de la organización Pueblos sin Fronteras

“Esperaría que fuera un presidente que se ponga los pantalones y que diga que en México tenemos nuestras propias políticas, que tenemos un gobierno autónomo y no somos el patio trasero de los Estados Unidos. Podrían enseñarle dos o tres palabras para defender a nuestro país y que respete a nuestro pueblo y que no nos utilice como balón de pelota, y cada vez que se le da la gana, patearnos”, sentenció Mújica.

La estrategia de Trump, indicó el líder migrante, es quitar el apoyo a los países centroamericanos para que se empeoren las condiciones de esas naciones y las personas tengan que salir a buscar otras condiciones de vida, lo que él utilizará como un argumento para señalarlos como enemigos y fortalecer su postura política.

‘PRIVILEGIAR UNA SALIDA DIPLOMÁTICA’

México debe evitar confrontarse abiertamente con Estados Unidos para evitar ser objeto hasta de una invasión armada.

Así lo ve Ignacio García, fundador del Centro Latino Comunitario —una organización de migrantes que opera en Dallas, Texas—, quien considera correcta la postura del presidente López Obrador de evitar la confrontación con Donald Trump.

“México debe tratar de encontrar una salida diplomática, tratar de mantener el apoyo de todo el sector empresarial, porque si no lo hace así no va a poder desarrollar un gobierno como el que quiere, de cambio. No puede confrontarse con Estados Unidos. Tiene que buscar la solución.

“Está en lo correcto el presidente, estoy de acuerdo con lo que está haciendo. Vamos a tener que aguantar estas situaciones; pero va bien, está trabajando”, consideró García.

Una de las razones por las que el país no debe caer en las provocaciones de Donald Trump es la posibilidad de que Estados Unidos ordene un operativo armado contra México, como ha ocurrido en otros países

“El gobierno mexicano va a tener que mantener una postura dura para que no sea manejable. Ya tiene López Obrador algunas presiones, de forma que no puede ser más duro de lo que debe. El mismo equipo de López Obrador le debe comentar lo que se puede y lo que no se puede hacer.

 

“No queremos otro caso como Venezuela o Siria, donde las intervenciones de Estados Unidos son para eliminar completamente a los presidentes. Es lo que no quiere (López Obrador) y va a tratar de buscar lo más posible una salida diplomática”, dijo García.

El activista aplaudió la intención del Gobierno federal de trabajar con las comunidades migrantes en Estados Unidos a pesar de que no haya recursos económicos, sobre todo en las posibilidad de ofrecer opciones para los mexicanos que decidan repatriarse.

https://www.reporteindigo.com/reporte/oye-trump-cambio-discurso-amlo-ataques-trump-migrantes-mexicanos/


10 de julio de 2020

ME MOLESTA QUE DIGA QUE TRUMP NOS TRATA CON RESPETO: ROZENTAL

El embajador Andrés Rozental asegura que se trata de una mentira porque durante cinco años el estadounidense ha denostado a los mexicanos. 

Fausto Pretelin Muñoz de Cote 

09 de julio de 2020

Me molesta que diga que Trump nos trata con respeto: Rozental

“El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo en una entrevista que él nunca recibió formalmente una invitación de parte del gobierno de Estados Unidos. Fue el presidente (Andrés Manuel) López Obrador el que constantemente insistió que Trudeau fuera, lo cual me hace pensar que la iniciativa vino de Palacio Nacional”, comentó el embajador Andrés Rozental a El Economista. 

Sobre el discurso del presidente mexicano durante su visita a la Casa Blanca, comentó: “Me molesta como mexicano que AMLO siga diciendo que Trump nos trata con respeto y con dignidad, porque eso simplemente es una mentira. No nos ha tratado con respeto, no nos ha tratado con dignidad. A López Obrador lo ha tratado bien, pero a México y a los mexicanos, no”. 

Andrés Rozental fue embajador de México en Reino Unido entre 1995 y 1997. Durante la charla fue enfático al señalar que “Trump no ha sido respetuoso, no ha sido gentil con nosotros”. 

Respecto del discurso del presidente estadounidense, Rozental considera que “fue balanceado, nunca dijo una sola palabra en contra ni de México ni de los mexicanos, al contrario, habló bien de los mexicoamericanos, pero el tipo se ha dedicado los últimos cinco años a denostarnos, a acusarnos de ser violadores, criminales, gente mala. Eso a mí me molesta porque el presidente (AMLO) sale diciendo eso al tipo que en la historia reciente de los Estados Unidos nunca ha habido un presidente tan insultante hacia nosotros”. 

Sobre las múltiples externalidades positivas y negativas que pueda detonar la reunión entre los dos presidentes, el que también fuera subsecretario de Relaciones Exteriores entre 1988 y 1994, comenta: “Yo no me preocupo mucho por lo que se dice aquí, me preocupo mucho por lo que pase allá. Y qué es lo que eventualmente Trump quiera hacer durante su campaña de aquí a noviembre en cuanto a México se refiere. Ya sea del tema del muro, que ya puso sus imágenes en Twitter; en el tema de DACA; en algunas partes pendientes del tema comercial donde del lado americano están insistiendo en trabas a las exportaciones mexicanas; y también al tema de violencia, droga y seguridad fronteriza. ¿Qué es lo que haga Trump en todo eso?, pues no lo sé, pero si uno se basa en lo que ha hecho desde que inició su campaña presidencial hace cinco años, México y los mexicanos figuraron en su campaña política”. 

Sobre los motivos del encuentro, Andrés Rozental indica que “los dos (presidentes) vieron la visita desde sus perspectivas políticas internas. AMLO lo vio como una manera de distraer, porque le encanta distraer de todas las malas noticias que nos dan todos los días en México. También como una forma de demostrar a su base política de que tiene los intereses de México y de los mexicanos en Estados Unidos como prioridad. Y a Trump le encantó la idea de demostrar a su electorado, sobre todo a los hispanos, que se lleva bien con México y con su presidente”. 

Finalmente, el embajador analiza el impacto de la visita sobre los demócratas: “Toman nota, pero tampoco creo que va a afectar terriblemente la relación bilateral si (Joe) Biden gana la presidencia (de EU). Tampoco creo que va a afectar terriblemante la relación bilateral en caso de que Biden gane la presidencia. Eso sí, los demócratas ven el encuentro como un espaldarazo a Trump”. 

fausto.pretelin@eleconomista.mx

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