Volvió a la vida el
subcomandante Insurgente Galeano, antes Marcos, y tras su más reciente
comunicado de que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) viajará a
los cinco continentes para exponer su lucha, ahora propone un acercamiento al
municipio de Temoac, a la comunidad de Amilcingo. “¿Mira usted esa casa? Es la
casa de un hombre que en vida llevó el nombre de Samir Flores Soberanes. Frente
a esa puerta fue asesinado. ¿Su delito? Oponerse a un megaproyecto que
representa muerte para la vida de las comunidades a las que pertenece”. Galeano
abunda: Samir fue asesinado por defender la vida de generaciones que aún no son
ni pensadas. Porque para Samir, para sus compañeras y compañeros, para los
pueblos originarios agrupados en el Congreso Nacional Indígena (CNI) y para
nosotras, nosotros, nosotroas, zapatistas, la vida de la comunidad no es algo
que transcurra sólo en el presente. Es, sobre todo, lo que vendrá. La vida de
la comunidad es algo que se construye hoy, pero para el mañana. La vida en la
comunidad es algo que se hereda, pues. Recuerda que los zapatistas dijeron al
inicio del alzamiento: para vivir, morimos, porque si no heredamos vida, es
decir camino, ¿entonces para qué vivimos? Eso es precisamente lo que preocupaba
a Samir Flores, subraya. “Y eso es lo que puede sintetizar la lucha del Frente
de Pueblos en Defensa del Agua y de la Tierra de Morelos, Puebla y Tlaxcala, en
su resistencia y rebeldía contra la termoeléctrica y el llamado ‘Proyecto
Integral Morelos’. A sus demandas de detener y desaparecer un proyecto de
muerte, el mal gobierno responde argumentando que se perdería mucho dinero”.
En
Morelos “se sintetiza la confrontación actual en todo el mundo: dinero versus
vida”, expone. En ese enfrentamiento, en esa guerra, ninguna persona honesta
debería ser neutral: o con el dinero, o con la vida. Y sostiene: la lucha por
la vida no es una obsesión en los pueblos originarios sino “una vocación… y
colectiva”. En su amplio texto, el mando zapatista invita al lector a librarse,
así sea por un momento, de la tiranía de las redes sociales que imponen no sólo
qué se mira y de qué se habla, también cómo mirar y cómo hablar. Al alzar la
vista de lo inmediato a lo local a lo regional a lo nacional a lo mundial
encontrará, sí, un caos, un desbarajuste, un desorden.
Pero también se elige
qué mirar, apunta Galeano. Puede ser a Kurdistán, Palestina, los sin papeles en
Europa o Wallmapu en Chile. Vistos esa marcha, plantón, campamento de
migrantes, esa resistencia, puede ser que un sistema íntegro sea el
responsable. Un sistema que produce y reproduce el dolor, a quienes lo infligen
y a quienes lo padecen. Pero considera inútil pedir perdón a los causantes.
En
el quinto comunicado de seis (faltan cuatro, porque, dijo, va en sentido
inverso), el EZLN abona las razones de su anunciado recorrido internacional en
2021. Pregunta ¿quién se beneficia de la destrucción, del despoblamiento, de la
reconstrucción, de la repoblación? Y se encuentra con diversas corporaciones en
varios países, “que fabrican no sólo armas, también autos, cohetes
interestelares, hornos de microondas, servicios de paquetería, bancos, redes
sociales, ‘contenido mediático’, ropa, celulares y computadoras, calzado, alimentos
orgánicos y no, empresas navieras, ventas en línea, trenes, jefes de gobierno y
gabinetes, centros de investigación científica y no, cadenas de hoteles y
restaurantes, fast food, líneas aéreas, termoeléctricas y, claro, fundaciones
de ayuda ‘humanitaria’”. Menciona algunos escenarios actuales: la Isla de
Lesbos, el Peñón de Gibraltar, el Canal de la Mancha, Nápoles, el río Suchiate,
el río Bravo, donde hay quienes también luchan por la vida y la conciben
“ligada inseparablemente a su tierra, a su lengua, su cultura, su modo. A eso
que el CNI nos enseñó a llamar ‘territorio’, y que no es sólo un pedazo de
tierra”.
Texto íntegro en:
http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2020/10/09/quinta-parte-la-mirada-y-la-distancia-a-la-puerta/