1. Cuento con 45 años de articulista y le agradeceré sus
respuestas. Los mexicanos sabemos de sus enormes esfuerzos por transformar el
país en beneficio de los pobres, que son el 70 por ciento de una población de
132 millones. Parto de la idea de que su gobierno es de centro-izquierda que
busca justicia para todos. En sus discursos se ha definido contra el
neoliberalismo, la corrupción, haciendo una crítica fuerte contra los
expresidentes anteriores que se hicieron multimillonarios y ayudaron a amigos y
familiares a realizar enormes negocios. Partiendo de ello he elaborado algunas
preguntas.
2. ¿Es usted anticapitalista, partidario de la igualdad
económica y social? Bueno, ideológicamente podría decirte que sí; pero en el
gobierno no obedecemos la ideología, sino la realidad y ésta nos dice que
tenemos que poner los pies en la tierra porque proclamar la igualdad es nada
sino se toman en cuenta las condiciones materiales y la fuerza de grandes
empresarios y políticos de derecha; además, en el contexto internacional habría
una oposición brutal. Por ideología quisiéramos la igualdad, pero es casi
imposible en los próximos años.
3. ¿Entonces qué hacer si lo esencial, el cambio de fondo,
no se puede? Bueno, escucha: Se tienen que hacer primero pequeñas reformas que
permitan fortalecernos como corriente de pensamiento, por lo menos de
centro-izquierda que entienda por qué el neoliberalismo es muy malo y debe ser
combatido. Tienen que ser reformas económicas y políticas que no lleven a la
sublevación de los enemigos del gobierno y sus aliados. Obvio la construcción
del ferrocarril, de la refinería Dos Bocas o del Aeropuerto, no es cualquier
reforma.
4. ¿Pero, estás conscientes de que esas obras sólo hacen
más grande el capitalismo y en nada cambian la terrible e injusta desigualdad?
Bueno, la realidad es que en esas tres obras se ha garantizado trabajo a miles
de mexicanos y sus familias. Luego, viendo la economía global, mucho obtiene el
país en los tres campos. Ahora, si tú como articulista piensas que en tres años
va a transformarse el país, pues no tienen idea del monstruo que tenemos que
cambiar con el apoyo de legisladores, de funcionarios honestos, de triunfos
electorales.
5. Por otro lado te diré que se acusa de que tu gobierno y
mucho más tu partido Morena, está penetradísimo por el oportunismo de ex
miembros del PRI, del PAN y de otros partidos muy arribistas que están
bloqueando medidas de gobierno. ¿Qué piensas? Bueno: hemos recibido muchas
denuncias pero esto va a ser un proceso lento porque muchos de ellos están
aplicando sus experiencias, mismas que carecemos. Con relación a Morena te
repito: me sigue preocupando pero no debo intervenir –aunque me acusen de
apoyar a Delgado- para no repetir viejas experiencias del PRI, PAN, PRD.
6. Parece que en la izquierda siguen arreciando críticas
contra ti, porque piensan que lo que haces es “más de lo mismo” que ha hecho el
PRI, el PAN; señalan que tienes miedo –a pesar de que has denunciado de robos,
engaños, asesinatos, a todos las expresidentes y a muchos de sus colaboradores-
a exigirles que devuelvan los miles de millones robados o a encarcelarlos. Que
incluso el comportamiento del fiscal general pusilánime y demás funcionarios
con respecto a la delincuencia, es dictado por ti. ¿Es miedo, incapacidad,
religión, indignidad?
7. Tu política hacia los EEUU se ha calificado de
entreguista. ¿Así seguirá? Primero, no es entreguista. ¿Puede enfrentarse
México al gobierno de EEUU con la terrible dependencia económica, política, de
migrantes, de mercado, que tenemos desde el fin de la segunda guerra mundial y
la creación de la ONU? ¿Qué gana el país con enfrentamientos contra ese gigante
de la economía y las armas? Además me preocupa comprar un pleito que lleve a
que los EEUU comiencen a intervenir como lo hacen en Venezuela, Irán, Bolivia y
otros países.
8. Conclusión: No busqué discutir con el presidente “bien
intencionado” porque no era el objetivo de mi visita. Pero pude entender que
estaba dispuesto a realizar muchas pequeñas reformas que garanticen un
permanente apoyo de los electores. Como él mismo ha repetido: “cambiar algunas
cosas para que nada fundamental cambie”. Al salir me pregunté: ¿Cuántos
decenios más tendrá que esperar la población, o cuántas batallas y revoluciones
tendrá que librar, para asegurar su trabajo, su alimentación y su dignidad,
junto a su familia? (23/X/20)