23 de agosto de 2021

ROSARIO FUE ASESINADA HORAS DESPUÉS DE HACER LA ÚLTIMA BÚSQUEDA DE SU HIJO.

Al menos cinco familiares de desaparecidos perdieron la vida de forma violenta durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. 

PorAlberto Pradilla


@
albertopradilla

23 de agosto, 2021 

La víspera de su asesinato, María del Rosario Zavala Aguilar era muy optimista. 

Aquella noche llamó a Joanna, la mayor de sus seis hijos, y le dijo que estaba muy cerca de encontrar a su hermano. Fue la última vez que hablaron.  

Yatziri Misael Cardona Aguilar tenía 16 años cuando un grupo de hombres armados lo secuestraron en su casa en León, Guanajuato, la víspera de las navidades de 2019. Desde entonces su madre no hacía otra cosa que buscarlo: imprimió cartelones, presionó a la fiscalía, se unió a un colectivo de búsqueda y se recorrió todo el estado preguntando a ver si alguien había visto a ese joven imberbe de cabeza rapada y ojos desafiantes.  

Después de una intensa tarde de rastreo, Rosario creyó estar más cerca de su objetivo. Llevaba varias horas recorriendo la colonia Coecillo cuando un joven le dijo que sabía dónde estaba Yatziri. El chico aseguró que lo había visto en un punto de venta de drogas pero no ofreció más detalles porque temía sufrir represalias. A pesar de que las explicaciones fueron escasas las expectativas se multiplicaron. Una pequeña pista, sin posibilidad de ser corroborada, bastó para que la madre llamase emocionada a su hija, convencida de que el reencuentro estaba cerca.  

No sobrevivió al anuncio.  

Horas después de aquella última búsqueda, dos jóvenes asesinaron a María del Rosario Zavala Aguilar en la puerta de su casa. Tocaron el timbre antes del amanecer y esperaron a que ella abriese. La acribillaron con seis balazos. Fue el 14 de octubre de 2020 en la misma vivienda en la que diez meses atrás Yatziri fue secuestrado. Tenía 45 años, estaba casada y dejaba seis hijos. Uno de ellos sigue desaparecido.  

Meses antes de ser tiroteada la mujer aseguraba no tener miedo. No se sentía objetivo de nadie ni decía necesitar protección. Si alguien la hostigaba eran las autoridades, que frecuentemente allanaban su vivienda en busca de drogas. 

“En vez de investigarme a mí, ¿por qué no buscan a mi hijo?”, se quejaba.

La noche de su asesinato una patrulla de la Guardia Nacional se personó en la vivienda otra vez, diciendo que habían recibido una denuncia. Horas después no estaban allí cuando los sicarios mataron a la buscadora.  

El asesinato de María Rosario Zavala Aguilar fue la primera de una serie de muertes violentas sufridas por familiares de desaparecidos. Con ella son cinco los buscadores a los que arrebataron la vida durante el actual sexenio de Andrés Manuel López Obrador. El 19 de julio de 2019 fue asesinada Zenaida Pulido en Aquila, Michoacán. En 2020 fue Rosario. En 2021 se incrementó el número de víctimas: Javier Barajas, muerto a tiros en Salvatierra, Guanajuato, el 29 de mayoAranza Ramos, asesinada al interior de su casa en Guaymas, Sonora, el 17 de julio; y Nicanor Araiza, asesinado en Zacatecas el pasado 31 de julio 

La familia de Rosario no quiso hacer público el asesinato durante meses. Tenían miedo. Ahora siguen sin protección pero decidieron dar a conocerla por si alguien tiene alguna pista que les lleve a encontrar a Yatziri. A su madre ya no se la van a devolver, pero sueñan con que les entreguen a su hermano.  

El secuestro de Yatziri 

La vida de María Rosario Zavala Aguilar cambió para siempre el 23 de diciembre de 2019. La víspera, la familia había estado celebrando los 16 años de Yatziri. Su hermana Joanna le prometió que le compraría unas tenis y estaba previsto que aquel día fuesen a por ellas. Al día siguiente podría estrenarlas en la cena navideña.  

Nunca llegó a hacerlo.  

Pasadas las 2 de la tarde cinco hombres armados irrumpieron en la vivienda familiar encañonando a los que se encontraban en la planta baja. La casa tiene tres pisos y es una de las más altas de la colonia, situada en el extrarradio de León. Abajo hay una tienda de abarrotes desde la que se accede al salón principal, con un gran televisor, dos sofás y una pequeña cocina americana. Arriba, los dormitorios y una zona que se utiliza como almacén. Yatziri bajaba las escaleras cuando vio al primer tipo con pistola. 

“¡Denos el dinero hijos de su puta madre!”, gritó. Los hombres comenzaron a llevarse ropa que la familia vende en el tianguis, los celulares, la laptop de una de las hijas. En mitad de la confusión, uno de los asaltantes agarró a Yésica, hermana de Yatziri y embarazada, y amenazó con llevársela. En ese momento la habitación era un caos: gritos, amenazas, un tipo que perseguía a una de las chicas, niños aterrorizados. Y Yatziri, a mitad de ese horror, logró canjearse por su hermana. Así que se lo llevaron. “Es para que dejen de pegarle”, dijo a su tía antes de desaparecer del lugar. Su padre, desde el tercer piso, aventó varios ladrillos a la camioneta mientras que Rosario les gritaba desde abajo que le devolvieran a su hijo. Los hombres rafaguearon la fachada y marcharon a toda velocidad.  

Todo esto ocurrió a plena luz del día, en una colonia popular de León, una ciudad de casi millón 800 mil habitantes.  

A partir de ese momento comienza un calvario para Rosario Zavala. 

“Entraron unas personas armadas y de aquí se lo llevaron. Él no salió por propia voluntad, de aquí lo sacaron”, contó ella misma en una entrevista mantenida en agosto de 2020, tres meses antes de que la asesinaran.  

Altar a María del Rosario Zavala Aguilar y a su hijo, Yatziri Misael Cardona Zavala, en la vivienda en donde residian en León, Guanajuato el 17 de junio del 2021. Foto: Fred Ramos.


Rosario era una mujer fuerte y decían de ella que tenía un carácter difícil porque no se callaba ante nada. Tenía la cara ovalada y ojeras muy marcadas. En el brazo izquierdo llevaba tatuada una imagen de la Santa Muerte, de la que era devota. En el segundo piso de la vivienda hay instalado un altar con decenas de imágenes de figura popular de culto. Cada mes llegaban los fieles para encender una veladora o pedirle algún imposible. Por eso era conocida en toda la colonia. 
 

En febrero de 2012 Rosario tuvo un traspiés. Fue detenida con mariguana y cocaína para la venta y encarcelada durante un año. Aquel arresto le perseguirá toda la vida. 

“Yo andé por malos pasos, ya se lo dije al de la investigación. Pero salí por buen camino y me puse a trabajar. Un error lo comete cualquiera y me está afectando con mi hijo”, dijo, en entrevista, en agosto de 2020. 

El estigma también le alcanzará en la búsqueda de su hijo. Parecía que los policías estuviesen más interesados en investigarla a ella que en dar con el paradero de Yatziri. Periódicamente, patrullas estatales o de la Guardia Nacional irrumpían en el domicilio para hacer un cateo. Lo mismo hacía la Fiscalía General de Justicia de Guanajuato a través de agentes del Ministerio Público y de Agentes de Investigación Criminal que la estigmatizaban por su pasado. 

La Plataforma por la Paz y la Justicia acompañó a Rosario a interponer una queja ante el Organismo local de derechos humanos que lo canalizó a la CNDH. Actualmente se desconoce el avance sobre este abuso de autoridad y allanamiento de la Guardia Nacional. 

Joanna Cardona Zavala, 32, despacha a un cliente, en el negocio familiar, en su casa en casa en León, Guanajuato el 19 de junio del 2021. Foto: Fred Ramos

Joanna Cardona Zavala, 32, despacha a un cliente, en el negocio familiar, en su casa en casa en León, Guanajuato el 19 de junio del 2021. Foto: Fred Ramos

Su pasado era también una de las razones con las que los investigadores explican el secuestro de su hijo. La teoría era que se lo habían llevado para dar una lección a su madre. Que años después de que fuese encarcelada, alguien buscó de nuevo a Rosario Zavala para ofrecerle entrar de nuevo al negocio de la venta de droga. Ella lo rechazó y capturaron a su hijo como castigo.

Alguien declaró en Fiscalía que ella era “la Tía”, y que se habían llevado a su hijo por su negativa a vender droga.  

Su hija Joanna explica la razón del mote: “la llamaban la Tía, pero no por el hecho de vender droga, sino porque creía mucho en la Santa”.  

Fosas que el Estado negaba

Guanajuato es el estado más violento de México. En 2020 fueron asesinadas más de 5 mil personas de las 34 mil que perdieron la vida de forma violenta en todo el país. Esto supone una tasa de 73 homicidios por cada 100 mil personas, por encima de países como Honduras o El Salvador, que durante años fueron considerados algunos de los territorios más peligrosos del mundo. 

Esta violencia desmesurada se explica por la pugna entre el Cártel Santa Rosa de Lima, un grupo local dedicado originalmente al robo de combustible, y el Cártel Jalisco Nueva Generación, la estructura con mayor crecimiento durante los últimos años. La detención de José Antonio Yepes Ortiz, ‘El Marro’, líder de Santa Rosa, en agosto de 2020, no frenó los asesinatos. Hay expertos como el analista David Saucedo que aseguran que esto se explica por la llegada del Cártel de Sinaloa para disputar el territorio.

Además de los asesinatos Guanajuato sufre el drama de las desapariciones. La Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) dice que más de 2 mil 500 guanajuatenses están sin localizar. En México son más de 90 mil. Sin embargo, en Guanajuato es un problema que las autoridades reconocen desde hace poco.

A finales de 2019, cuando Rosario ingresó a un colectivo de búsqueda, el fiscal del estado Carlos Zamarripa negaba que en su territorio hubiese desaparecidos o se hallasen fosas clandestinas. Esta versión oficial no se sostenía sobre el terreno, donde los grupos de familiares crecieron de forma desmesurada. En 2018 únicamente existían dos. Tres años después ya eran 12, desplegados en las principales ciudades de Guanajuato como León, Irapuato o Salvatierra. Desde finales de 2020 se multiplicaron los hallazgos de fosas. En noviembre, 76 cuerpos en un predio de SalvatierraEn diciembre, más de 100 bolsas con restos en una casa en las afueras de Acámbaro. Si no fuese por las buscadoras estos lugares no hubiesen visto nunca la luz. Si Rosario no hubiese sido asesinada, estaría con sus compañeras escarbando en la tierra para encontrar a sus seres queridos. 

Durante los diez meses que transcurrieron entre el secuestro de Yatziri y el asesinato, Rosario no dejó de buscar. Saber qué había ocurrido con su hijo se convirtió en su gran obsesión. 

La última pista ofrecida por los investigadores es que el joven fue asesinado. “Nos dijeron que lo habían disuelto en ácido”, recordaba.

En Guanajuato son habituales las historias sobre secuestros perpetrados por el crimen organizado como forma de reclutamiento forzoso. Se llevan a adolescentes a los que obligan a vender droga o convertirse en sicarios. Si dejan de ser útiles, simplemente se deshacen de ellos. 

Eso es lo que la Fiscalía cree que hicieron con Yatziri.

La única prueba es una camiseta con manchas de cloro que se encontró en un centro de exterminio y que su familia cree que pertenecía a Yatziri. También se encontraron doce fragmentos de dentadura. Allí estaban secuestrados varios jóvenes que lograron salvar la vida gracias a la llegada de la policía. Uno de ellos dijo a la familia que lo tenían desnudo y preparado para disolver en ácido cuando los sicarios se emborracharon y olvidaron que iban a matarlo. Poco después fueron rescatados. Según la Fiscalía, Yatziri pudo pasar por aquel siniestro lugar pero en su carpeta de investigación no aparecen estas detenciones. Casi dos años después del secuestro no se han cotejado los restos de ADN de la playera o de los dientes con los de sus hermanos.

Animal Político consultó con la Fiscalía General de Guanajuato (FGE) y con la Comisión Estatal de Búsqueda, pero al cierre de la edición no había recibido respuesta. 

Para Raymundo Sandoval de la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato, quien acompañó a Rosario en la búsqueda de Yatziri, este caso ejemplifica la triple victimización que sufren las familias: la desaparición, la estigmatización y el asesinato. Además, denuncia la impunidad y recuerda que existen sospechas sobre la colusión de la fiscalía con grupos criminales. 

También interpusieron una queja por la lentitud de las pesquisas y se reunieron con la secretaría de Gobernación, sin resultados. “Hay una especie de encubrimiento político a la fiscalía”, dijo Sandoval. 

Rosario siempre estuvo inconforme con los avances en la investigación. Por eso acudía a fiscalía continuamente para exigir resultados. Ella no estaba buscando culpables, solo quería saber qué ocurrió con su hijo. Esta es una declaración de principios habitual en quienes tienen familiares desaparecidos, casi una oferta a los criminales: ayuden a encontrar que nosotros olvidaremos quién fue el responsable. 

“A mi me entregan a mi hijo y retiro todo, pero que me digan dónde está”, afirmaba Rosario. 

En Fiscalía no encontró aliados. Durante los diez meses en los que buscó sin descanso siempre sintió el desdén de los investigadores. 

“Le dijeron cosas feas, sí nos trataron mal”, explica Raymundo Pérez, de 29 años, esposo de Joanna y yerno de Rosario. Él se hizo cargo de acudir a las diligencias porque en FGE se quejaron de la actitud de la madre. Pero el problema no era de modales sino de resultados. “Yo quería que se agilizaran las pruebas. Ellos se molestaban y querían que se les hiciera el trabajo a los investigadores. Nosotros no nos sentíamos conformes. ¿Cómo se sentirían si fuera un familiar suyo?”, se pregunta. 

Raymundo Pérez, 29, mira las camaras de la video vigilancia instaladas afuera de su casa al lado de su hija, quien mira la televisión, en su vivienda en León, Guanajuato, el 19 de junio del 2021. Foto: Fred Ramos

La búsqueda es un proceso solitario y angustioso que las familias llevan a cabo con el único apoyo de otras víctimas. La intervención de las autoridades es limitada y el volumen de desaparecidos sobrepasa con mucho las capacidades de fiscalías y comisiones. Así que son las madres, los hermanos, las hijas, quienes se convierten en investigadores. Son ellas las que llegan las primeras a una fosa clandestina, las que se meten en las colonias más peligrosas tratando de dar una pista y las que se juegan la vida por encontrar a su ser querido.

Hay veces en las que estas pesquisas les llevan a la muerte. 

El asesinato de la buscadora 

La víspera de su asesinato, María del Rosario Zavala Aguilar era muy optimista.

Habían transcurrido diez meses del secuestro de su hijo pero ella no perdió la esperanza. Aquella tarde la pasó mostrando la foto de Yatziri a los jóvenes que encontraba en la colonia Coecillo, una zona del centro de León donde se ubica la central camionera y en la que existen diversos puntos de venta de droga. 

Horas después, dos pistoleros acabaron con su vida en su domicilio.

Pasaban algunos minutos de las 6 de la mañana cuando dos pistoleros tocaron el timbre. Quién sabe si fue por casualidad pero ella abrió la puerta. Recibió seis disparos y quedó tendida en el piso, entre las bolsas de papas y las cajas con botellas de agua, mientras los sicarios escaparon corriendo. Uno de sus hijos y su esposo llegaron tras escuchar las detonaciones. Ella todavía estaba viva, así que la metieron en un coche e intentaron llevarla al hospital. ¿Qué otra cosa podían hacer? 

Junto al lugar del ataque los homicidas dejaron una cartulina. Ahí quedó escrita la sentencia de muerte: acusaban a Rosario de “hablar demasiado”. 

Es posible que nunca sepamos a qué se refieren esas palabras. Tampoco importa demasiado. 

Aquel fue un golpe terrible para la familia. 

“Ella no tenía pelos en la lengua. Pero si a sus hijos les falta algo se quitaba las cosas de la boca, como cualquier madre”, dice Joanna, de 32 años, su hija mayor. Tras el asesinato ella se mudó al domicilio familiar con su esposo. Ahí, rodeada de recuerdos, trata de sacar adelante a los suyos. 

“Mi madre era una mujer muy valiente, que no se agachó a pesar de lo que le ocurrió a su hijo. Siguió adelante hasta que le quitaron su vida”, dice. 

Casi todos los domingos Joanna acude al panteón para recordar a Rosario.

Joanna Cardona Zavala, 32, platica con su pareja en su vivienda en León, Guanajuato, el 19 de junio del 2021. Foto: Fred Ramos

Asegura que no ha movido la investigación. Que tiene miedo de que su familia sufra las consecuencias y que, en el fondo, su madre ya está muerta y nadie se la va a devolver. En México hay una impunidad de más del 90% según informes de México Evalúa. Si las familias no realizan pesquisas por su cuenta es posible que nunca se sepa quién apretó el gatillo. Así que la familia ha optado por la seguridad. También solicitaron medidas de protección a las autoridades estatales, pero apenas envían un coche de policía que da unos rondines antes de volver a marcharse. 

Lo que no quieren olvidar es la búsqueda de Yatziri. Desde el asesinato de Rosario la familia dejó de acudir a Fiscalía y abandonó los rastreos en colonias peligrosas mostrando su fotografía. Sin embargo, no pierden la esperanza de encontrarlo. 

“Vivimos un martirio, es algo muy feo. Se llevan a una persona, algo de ti y te quitan las perspectivas de verla viva”, dice Raymundo, que reconoce que muchas cosas cambiaron en la familia desde aquel secuestro. 

Joanna reconoce que habla de su hermano en pasado, como si el subconsciente le advirtiera de un fatal desenlace. “Quiero ser realista, a veces pienso que no va a volver y otras me levanto con ánimo de que sí regresará”, afirma.

En su última entrevista, Rosario Zavala aseguró que no había día que no llorase la desaparición de Yatziri. “Veo su foto, lloro y pido a mi padre Dios que me lo devuelvan”.

Tres meses después de aquella conversación, dos pistoleros la mataron antes de que pudiese cumplir su sueño de encontrar a su hijo. Aquel día estaba convencida de que pronto iba a dar con su paradero. 

https://www.animalpolitico.com/2021/08/rosario-fue-asesinada-horas-despues-de-hacer-la-ultima-busqueda-de-su-hijo/?fbclid=IwAR1DbcwPGldf4-RBsPMXJ0781OfsRs0-Q58IZWBLdLY1ziau8nWOMstALnc

UN MUNDO SIN RELIGIONES, UN MEJOR LUGAR PARA LAS MUJERES


Por Víctor Salmerón. Agosto 22, 2021

UN MUNDO SIN RELIGIONES, UN MEJOR LUGAR PARA LAS MUJERES

https://www.xn--irrupcinfilosfica-mybg.com/2021/08/mundo-sin-religiones-un-mejor-lugar-para-las-mujeres.html?m=1&fbclid=IwAR3-SuZ9dMgDz3oVyZxlY0sXS37NuXlD9DSqiWBRX8Akch81ZjWS0zEvaMc

Resulta difícil definir con precisión en qué consiste la religión. Por lo que parece necesario intentar acercarse hasta su raíz. “Etimológicamente, el vocablo religión proviene del latín religĭo, religiōnis, que a su vez procede del verbo religāre. Este se forma del prefijo re, que indica repetición, y del vocablo ligare, que significa 'ligar  o amarrar'"("Significado de Religión", 2021). Por otro lado, "las religiones instituidas aparecieron por primera vez tras la revolución neolítica, que supuso el asentamiento de los grupos humanos, la división del trabajo, el desarrollo de la agricultura y, con ella, mayor tiempo de dedicación a la observación de la naturaleza"("Significado de Religión", 2021).El número de los individuos creyentes es extremadamente grande: "el cristianismo (2.100 millones),el islam (1.900 millones) y el budismo (1.600 millones)"("Significado de Religión", 2021).

¿QUÉ ES LA RELIGIÓN?

A grandes rasgos se podría definir como “el resultado del esfuerzo del ser humano por contactar con  "el más allá"(¿Qué es la religión?, 2021). La experiencia religiosa proporciona explicaciones globales e interpretaciones acerca del mundo”. Ampliando un poco más la definición se puede decir que la religión es un conjunto de creencias y costumbres fundamentadas en una determinada divinidad con la capacidad de regir la vida de las personas que la siguen y la adoran. Una religión, a través de su principal texto sagrado, establece sus principios morales y decide qué está bien, qué está mal y qué objetivos se deben perseguir en la vida.  

La función principal y real de la religión es hacer que el ser humano se acerque a dios pues según sus criterios esto le concederá una vida más plena y profunda, ya que separado de dios el hombre y la mujer no pueden, aunque así lo deseen, ser felices ni experimentar trascendencia alguna.

¿QUÉ BUSCA LA RELIGIÓN?

Busca, en efecto, que los convertidos adopten, asimilen e introduzcan como constitutivo a su subjetividad el contenido religioso conformado este en general por un conjunto de creencias, máximas morales, criterios éticos, símbolos y cultos que representan a la religión oficial a la que pertenecen. Gracias al adoctrinamiento, hacen de sus fieles mansos corderos, a saber, entes fáciles de manipular. La única forma de hallar gracia a los ojos de los líderes de una religión es, sin duda, sometiéndose enteramente a los dogmas que la religión, y de los que ellos son sus guardianes, gratuitamente defiende.

EL PROPÓSITO DE LA RELIGIÓN

La religión en sí tiene un propósito u objetivo y ese es básicamente el siguiente: intentar que sus seguidores encuentren la paz interna y externa. En todo caso, la supuesta paz que experimentan los religiosos no es más que el resultado del lavado de cerebro sistemático que sufren. La religión modifica la forma de pensar de sus fieles: los llena de un falso moralismo, optimismo y una falsa alegría.

En verdad, las religiones podrán teóricamente declarar, como lo hacen las principales en el mundo, que intentan objetivar los ideales morales más nobles que existen; sin embargo en la práctica son monstruos repugnantes que se alimentan del odio, la venganza, el resentimiento, la envidia, la impotencia y de cualquier otra emoción represiva. Por eso no es de extrañar que la guerra esté tan estrechamente vinculada con el fenómeno religioso.

MI EXPERIENCIA CON LA RELIGIÓN

Cuando era muy chico mi abuela me solía llevar a la iglesia para asistir a una celebración carismática en la que se suplicaba por sanación del cuerpo y del alma. En realidad me producía un terror espantoso estar en dicho ambiente; escuchar a ciertas personas gritar  desesperadamente, llorar  por sus pecados y los ajenos, hablar en lenguas o mejor dicho balbucear  sonidos extraños, precipitarse al suelo y actuar como lo hacen los que sufren crisis epilépticas, proferir  profecías que nunca se cumplieron y dando rienda suelta a toda suerte de actitudes extravagantes y ajenas al buen juicio fue algo muy difícil de asimilar a mi edad. Asistir a esos eventos religiosos a tan tierna edad fue, sin duda, una experiencia demasiada traumática para mí. Hoy día advierto que los templos religiosos son lugares perfectos para que los individuos que allí se congregan hagan el ridículo sin sentirse en absoluto ridículos.

A un gran número de personas les agrada y opta por alguna determinada creencia religiosa porque los hace sentir especiales. El terreno religioso es, por ejemplo, un terreno ideal para los inadaptados sociales. Algunos sujetos, dada su incapacidad para socializar sanamente con los demás, se les hace más fácil entablar una relación con seres invisibles y espíritus buenos que los comprenden y ayudan a sentirse súper especiales aunque los demás no los vean así. La religión es, por otro lado, el terreno ideal para los ridículos. Llorar, tirarse al suelo, gritar, emitir sonidos extraños son acciones que en un templo protestante son consideradas como normales; anormal resultaría no manifestarlas allí. La religión finalmente alimenta el ego y la vanidad humanas. Todo mundo quiere sentirse querido, valorado, admirado y protegido. Es verdad que la mayoría no se siente así, pero los religiosos al menos creen que la deidad a la que adoran los ama y los protege de todo mal. Ellos tienen un héroe a domicilio.

Las personas que iban con mi abuela a la parroquia a la que pertenecía no eran desde un punto de vista mundano tan afortunadas que se diga. La mayoría eran sujetos  con escasa o nula educación y de condición económica humilde. A una de las mujeres que asistía con ella al templo católico el marido le era infiel constantemente y tenía toda clase de vicios, otro señor que nos solía acompañar padecía de una enfermedad incurable; otra mujer no podía tener hijos y buscaba un milagro por medio de la súplica a dios. Ella hace sentir importante al que no es importante.Si todo el mundo estuviera mínimamente cubiertas sus necesidades básicas, por ejemplo, alimentación, vestimenta, alojamiento así como algunas complejas y experimentara un relativo éxito en su vida personal el fenómeno religioso disminuiría considerablemente. Por tal motivo me parece razonable afirmar que la religión es el consuelo de los débiles y los desafortunados.

KARL MARX Y LA RELIGIÓN

Karl Marx, como el hombre consciente e inteligente que fue de su tiempo, no tardó en advertir la falsedad y la pestilencia inherente a la religión, por lo que no puso ningún coto a sus opiniones respecto de aquella. Con justa razón definió a la religión en general, pero sobre todo a la protestante que era a la que su crítica se dirigía, como el opio del pueblo ya que la religión en vez de estimular el espíritu crítico adormece su razón mediante su mortal elixir dogmático. De ese modo, los ciudadanos son más fáciles de ser manipulados; una persona o colectivo manipulado no puede expresar, vivir y objetivar sus propias ideas; pues su capacidad de razonar es raquítica. Esa misma incapacidad para razonar a cerca de su situación objetiva en el mundo le impedirá ver las injusticias a las que se ven sometidos por sus verdaderos opresores. La religión no humaniza, deshumaniza.

FREUD UN ATEO

Freud, con justa razón, sostuvo que la religión se podía entender cómo una suerte de neurosis que, tomada demasiado a pecho, rosaba casi con las afiladas navajas de la locura. A su juicio, la religiosidad era un ataque sistemático a la libertad y la verdad, y además algo completamente pernicioso para la felicidad de los hombres y mujeres. En El futuro de una ilusión declaró lo siguiente: «[la religión es una] neurosis obsesiva universal de la humanidad; ésta surgió, igual que la neurosis obsesiva de los niños, del complejo de Edipo, de la relación con el padre»(Louzao, 2021).

En un mundo menos religioso me atrevo a decir que aumentaría el conocimiento y el amor por la ciencia. La religión y la ciencia no son compatibles, son enemigas; el idealismo es incompatible con lo real. Hay que ser honrados intelectualmente: el conocimiento real sólo puede obtenerse por medios puramente empíricos mediante el recto uso de los métodos más comunes de la ciencia.

LA RELIGIÓN COMO FENÓMENO PERJUDICIAL PARA LA ESPECIE HUMANA

Que la religión sea enemiga declarada del pensamiento crítico,  destructora por excelencia del mundo del arte,  un obstáculo serio para la libertad de las personas,  una fuerza represiva causante de indecible miseria e infelicidad en la vida de numerosos individuos, y fuente de ilimitada violencia no es algo que resulte para nada novedoso hoy día.

1. La religión, dado que sus fundamentos no se basan en la razón sino más bien en el dogma, se presenta como un obstáculo verdaderamente pernicioso para que los sujetos se involucren en el pensamiento crítico y científico. Ya sea de manera inconsciente o intencional lo cierto es que la religión evita que sus seguidores adopten un criterio verdaderamente científico que les permita ver de manera racional los hechos y distinguir qué es verdad y qué es superstición.

2. Durante muchas épocas las religiones se han prestado, todavía lo hacen, a la censura de libros y de múltiples actividades artísticas. Por tanto, no debería resultar extraño que la religión haya hecho méritos suficientes para convertirse en una peligrosa enemiga de las artes. Bertrand Russell en una conferencia pronunciada en la Escuela Rand de Ciencias Sociales, de Nueva York, bajo los auspicios de la Young People ́s Socialist League, el 28 de mayo de 1924 aseguraba que el “puritanismo, donde quiera que haya existido, se ha revelado tan destructor del arte, porque el arte, al fin y al cabo, es la búsqueda de cierta clase, probablemente la mas suprema y perfecta, de placer. Y si uno cree que el placer es malo, el arte es malo. Ésa es una de las cosas que debemos al puritanismo”(Russell, 1924).

3. La religión hace esclavos a las personas de las ideas. Por eso es que el idealismo resulta altamente compatible con el mundo religioso. Un enfermo de Hispanoamérica en vez de agradecer al doctor por curar o hacer menos espantosa su enfermedad le agradece a Dios. Es común en Centroamérica decir “primero dios y después los doctores”. La religión hace que el ser humano desprecie sus propios méritos, ya que sólo dios, o la idea de él, es excelente. Sabemos que la religión, la cristiana por ejemplo, motiva a sus fieles a depositar toda su confianza en un ser invisible, confiar en sus propias fuerzas y capacidades resultaría un acto de inagotable soberbia. Haciendo que sus seguidores pongan toda su confianza en una idea, dios, y no en sus propias capacidades y habilidades humanas es una forma de esclavizar al ser humano, una forma de deshumanización.

4. Aunque no es la mayoría, existe un cierto número de personas que no disfruta de las relaciones sexuales antes del matrimonio, el alcohol, el cigarrillo, las fiestas juveniles y otras cosas que hacen un poco más deleitable la existencia. El temor a ofender a su Dios hace de su vida algo miserable. Temen perder la gracia y con ello la salvación de sus almas, concepto que jamás ha podio ser demostrado de manera positiva. No hay duda que la creencia en la otra vida, en el mundo suprasensible, imposibilita a muchos individuos gozar de manera más plena su estadía como naturaleza compleja en el mundo y, por lo mismo, a experimentar una verdadera satisfacción con su propia persona. Llevar una vida más abierta y liberal, sin pensar que alguna divinidad los castigará si cometen algún acto impuro es algo imposible para un cristiano fundamentalista, sólo creen en la ley de Dios y no la de la naturaleza.

5. La religión fomenta la violencia, las guerras y los conflictos entre personas.En Irlanda del Norte, por ejemplo, un conflicto de 30 años parecía dividir a la sociedad en bandos religiosos: los unionistas protestantes contra los nacionalistas católicos. Como obviar la Guerra Santa Musulmana, la Reconquista en España o las Cruzadas. ¿Qué me dicen de los talibanes en nuestros días? Sin duda un mundo sin religión sería un mejor lugar para todos.

LAS RELIGIONES PRINCIPALES SON MISÓGINAS


Son cinco las religiones más grandes en el mundo, me refiero por supuesto al Judaísmo, Cristianismo, Islam, Budismo e Hinduismo. Aunque muchos tienen un juicio bastante misericordioso para con estas religiones, lo cierto es que en realidad han causado más mal que bien al ser humano en la historia. En muchas ocasiones intentando hacer un gran bien un colectivo o individuo termina por causar un gran mal. ¿Se debería acaso agradecer al pueblo judío por ser el responsable en gran parte, gracias a los discursos religiosos y políticos incendiarios de sus profetas mayores, del nacionalismo religioso? Al cristianismo ¿se le debe agradecer por toda la intolerancia, la superstición y la persecución feroz de mujeres acusadas de brujería?

Un mundo sin religiones, un mejor lugar para las mujeres


El fanatismo islámico en la actualidad representa en verdad un peligro sobre todo para las mujeres y un retroceso en materia de derechos humanos. Si bien el budismo y el hinduismo no son tan violentas como el cristianismo y el islam comparten con aquellas en todo caso el lado misógino. Las mujeres en casi todas las religiones siempre son discriminadas y vistas como de segunda categoría.

LA RELIGIÓN UN ATAQUE DESCARADO AL SECTOR FEMENINO

Confucio aseguraba mientras vivía que «la mujer es lo más corrupto y lo más corruptible que hay en el mundo». Para Siddhartha Gautama conocido posteriormente como Buda, el más grande sabio de la antigua India declaró: «la mujer es mala». Todos sabemos que un buen judío ortodoxo comienza el día con la siguiente oración: «Bendito seas Dios, Rey del Universo, porque Tú no me has hecho mujer». En una parte del libro del Corán en el que se refiere a la mujer se dice que «los hombres son superiores a las mujeres [...]. Las mujeres virtuosas son obedientes y sumisas». Es evidente que el machismo y la misoginia son notas constitutivas en las principales religiones del mundo contemporáneo como el antiguo ya que sus fundadores o sus continuadores eran unos machistas empedernidos.

MUJERES Y RELIGIÓN


Resulta paradójico ciertamente, pero las mujeres son más religiosas que los hombres. Según un estudio, que se basa en censos y sondeos de 192 países y territorios recopilados en el año 2010, publicado el 24 de marzo de 2016 por el centro de estudios Pew, con sede en Washington se llegó a la conclusión de que el 83,4 % de las mujeres de todo el mundo se identifica con una fe; en lo que respecta a los hombres sólo 79,9 % se declara como creyente(América, noticias and HURACANES ATLÁNTICO Henri, 2021).

En la Iglesia Católica esto es evidente: en una celebración eucarística hay muchos más mujeres que hombres. Lo mismo se puede decir de las Iglesias protestantes. No hay duda que el terreno religioso, dada su naturaleza dogmática, es en definitiva fuente de incalculable intolerancia y hostilidad; es uno de los sectores que más abiertamente humilla, desprecia, ataca, ofende y, en perores escenarios como en caso de los fanáticos musulmanes, mata a la mujer. Resulta chocante, pero en general son las mismas víctimas las que avalan y justifican su opresión suscribiendo con los dogmas que las mismas religiones inventan.

A juicio de Luis Arroyo, con lo que suscribo totalmente, “la religión es, como muchas otras supercherías, una fuente extraordinaria de estupidez”(Arroyo, 2021). Además, por definición, toda religión “humilla a las mujeres”; pero la situación en el Medio Oriente es mucho más crítica pues allí la religión musulmana más fanática  “impone sus creencias y sus normas, y ejecuta a los infieles y los rebeldes”. Y las mujeres en esos territorios, sino se les pone coto a esos fanáticos, les espera un futuro muy tétrico y, definitivamente, sombrío. En ese sentido en Europa y America la situación es mucho más favorable, pero ello no quita el hecho de que existen numerosos cristianos fundamentalistas que desprecian cordialmente al sector femenino.

REFERENCIAS

América, E., noticias, M., & HURACANES ATLÁNTICO Henri, e. (2021). Las mujeres son más religiosas que los hombres en el mundo, según un estudio. Retrieved 22 August 2021, from https://www.efe.com/efe/america/sociedad/las-mujeres-son-mas-religiosas-que-los-hombres-en-el-mundo-segun-un-estudio/20000013-2877688 Arroyo, L. and artículos, O., 2021.   

Arroyo, L., & artículos, O. (2021). Religión y estupidez. Retrieved 22 August 2021, fromhttps:// www.infolibre.es/noticias/opinion/columnas/2021/08/20/religion_estupidez_123714_1023.html  

 Bertrand Russell: cómo se libre y feliz. Retrieved 22 August 2021, from https://www.filosofos.net/russell/otros_esc/otros_feliz.htm  

Significado de Religión. (2021). Retrieved 22 August 2021, from https://www.significados.com/religion /  

¿Qué es la religión?. (2021). Retrieved 22 August 2021, from https://www.nationalgeographic.es/historia/que-es-la-religion

Louzao, J. (2021). Freud y la religión - Frontera Digital. Frontera Digital. Retrieved 22 August 2021, from https://www.fronterad.com/freud-y-la-religion/