Una mafia opera una red que se queda con casas y residencias en los estados de México, Ciudad de México, Hidalgo y demás. Funcionarios estarían apoyando a este cartel.
Por Ricardo Ravelo –
27 Jun 24 en Opinión
Una presunta
organización delictiva dedicada al fraude inmobiliario opera abiertamente y con
absoluta impunidad en la ciudad de México y el estado de Hidalgo. De acuerdo
con las denuncias interpuestas por los afectados, la cabeza principal del grupo
responde al nombre de Raúl Alfonso Kotario Vega Hirata, quien ha amasado una
fortuna mediante el fraude con casas que supuestamente ponen en remate los
bancos cuando los clientes no pueden pagar las hipotecas. El grupo ha
defraudado a más de 300 personas con sumas que rebasan los 350 mil pesos por el
apartado de una propiedad que nunca les entregan, pues las oficinas donde
operan desaparecen después de “enganchar” a cierto número de clientes. El jefe
de la banda ha diversificado sus actividades utilizando a familiares como
testaferros y, al más puro estilo mafioso, utiliza diez celulares en sus
actividades diarias. Sobre sus operaciones ilegales hay reportes de
inteligencia, pues las autoridades ya le siguen los pasos tanto a él como a su
banda luego de que los afectados denunciaron los atracos.
Un nuevo grupo dedicado al fraude inmobiliario, con amplias complicidades políticas, ha surgido en México y opera en completa impunidad.
Su modus operandis consiste en “enganchar” clientes a los que les ofrecen casas, residencias o mansiones que los bancos pusieron a remate debido a que sus clientes no pudieron pagar las hipotecas. Dichas propiedades se ofertan en el mercado inmobiliario a costos menores y en este negocio están vinculados tanto operadores, corredores de bienes raíces y hasta banqueros. Todos, por su puesto, operan con apoyos de fiscales y jueces.
La red es amplia y, de acuerdo con los denunciantes defraudados, está encabezada por un personaje conocido en ese mundo mafioso como Raúl Alfonso Kotaro Hirata.
El grupo de presuntos defraudadores dispone de decenas de oficinas que rentan por lapsos cortos; sus miembros simulan ser grandes empresarios del ramo inmobiliario que ofertan casas “de remate” a muy bajos costos que son justificados mostrando a sus clientes evidencias de juicios por cobranzas no pagadas; además, les dicen a sus posibles clientes que ellos forman parte de diversas instituciones bancarias y que están abocados al cobro de las hipotecas de las personas morosas.
En esta red, por ejemplo, está la empresa Promotora Tarimbaro S.A. de C.V. , que hasta el mes de marzo de este año tenía sus oficinas en la avenida Cuauhtémoc número 2, primer piso, en la colonia Santa Cruz Atoyac de la alcaldía Benito Juárez, en la ciudad de México.
En este sitio, según los denunciantes consultados, fueron defraudadas trescientas personas, a quienes les pidieron 300 mil pesos como adelanto para apartar una casa. La empresa de buenas a primeras desapareció. En la dirección donde habitualmente operaba ahora fue abierto otro negocio.
El principal beneficiario de este negocio fraudulento ligado al ramo inmobiliario es Raúl Alfonso Kotaro Vega Hirata – presunto jefe de la banda –; según su ficha, nació el 7 de septiembre de 1977. Está acusado de enriquecimiento ilícito y, con base en datos consultados, cuenta con diversas propiedades, las cuales adquirió mediante la maquinación de fraudes a cientos de personas, según las denuncias.
Con base en un informe de inteligencia en poder de este reportero, Vega Hirata tiene al menos siete propiedades de alta plusvalía y las direcciones donde están ubicadas son las siguientes:
–Avenida San Cayetano, manzana 5, LT 25 interior 165, fraccionamiento Hacienda Las Misiones , Estado de México, código postal 54680
–Interlomas número 15, en Huixquilucan de Gollado, Estado de México, C.P. 52680
–Jorge Jiménez Cantú SNMEX, Huehuetoca, Estado de México, C.P. 54680.
–Polongación Paloma número 7, Cuautitlán, Izcalli, Estado de México, C.P. 54760
–Bosques de Bolognia 641 EM, Cuautitlán, Izcalli, Estado de México, C.P. 54766
–Bosques de Bolognia 6, Cuautitlán, Izcalli, Estado de México, C.P. 54766
No es todo: con base en los reportes citados y con base en las denuncias de los afectados, el segundo al mando de la presunta organización criminal responde al nombre de Alfredo Fernández Trujillo.
Este sujeto es el apoderado legal de la empresa Promotora Tarimbaro S.A. de C.V., y también se encarga de realizar los contratos con los clientes que han decidido adquirir un inmueble, objeto del fraude; a Fernández Trujillo los quejosos le atribuyen ser propietario de cinco empresas más que –sostienen –son utilizadas para los mismos fines. De las cinco compañías utilizadas como instrumento, dos están en la ciudad de México y tres en Pachuca, Hidalgo.
Dichas empresas son las siguientes:
–Inmobiliaria Diamond Jardines, S.A de C.V.
–Credite-k Consultores Hipotecarios S.A de C.V.
–Zinergia Especialistas en Inversiones Inmobiliarias y Crediticias S.A. de C.V.
–Consultores Patrimoniales Especializados en Inversiones Hipotecarias S.A. de C.V.
–Ren On Live S.A de C.V.
ASÍ OPERA FRAUDE
INMOBILIARIO
De acuerdo con las denuncias presentadas por los afectados, otros de los socios del grupo de presuntos defraudadores son Mirna Noguez Alonso y Ángel Osvaldo Luna Montaño, quienes tienen su zona de operación en la ciudad de Pachuca, Hidalgo. En esa entidad también han cometido fraudes con clientes, según las denuncias presentadas, y para ello utilizan otra pieza clave que responde al nombre de Diana Aquino Rodríguez, quien funge como apoderada legal de algunas de las compañías citadas para que se firmen los contratos objeto de los presuntos fraudes.
El jefe del clan –Raúl Alfonso Kotario Vega Hirata –ha sabido diversificar las funciones de su negocio implicando en diversas actividades a familiares suyos. Por ejemplo, la administradora financiera o contadora de la presunta organización delictiva es su mamá, María Lucila Hirata Palazuelo. De ella, los quejosos afirman:
“Ella almacena una considerable suma de dinero en sus cuentas bancarias , producto de los presuntos fraudes”.
De la misma forma, Vega Hitara tiene como presunto testaferro a su padre, Miguel Ángel Vega Colín y a dos de sus hermanos, Miguel Ángel Vega Hirata y Sebastián Yoshirato Damián Vega Hirata. El grupo, de acuerdo con las denuncias e informes de inteligencia presuntamente también operan el blanqueo de dinero. Al respecto, las autoridades ya están trabajando en una amplia investigación.
La cadena familiar enganchada en el presunto fraude inmobiliario no termina ahí. Los informes detallan: “De lo anterior resulta importante mencionar que otro de los beneficiarios a futuro es el hijo de Raúl Alfonso Kotario Vega Hirata de nombre Maximiliano Vega Narváez, ya que a su corta edad y sin tener conocimiento de lo que sucede a su alrededor ya es propietario de diversos inmuebles que su padre puso a su nombre; la madre del menor –Erika Adriana Narváez Sánchez –tiene conocimiento de los negocios ilícitos realizados por su esposo y padre de su hijo; actualmente la pareja está separada y enfrentan un pleito ya que la señora demandó al esposo por pensión alimenticia. También le cobra extrajudicialmente cuantiosas sumas de dinero por ese concepto”.
En el organigrama también funge Oswaldo Gutiérrez Téllez. Es licenciado en derecho y, según los denunciantes, es el responsable de recibir a los clientes “para engancharlos” en el negocio de las casas en remate para posteriormente “defraudarlos”. Por tal función, “este personaje cobra una comisión de cien mil pesos por cada cliente que cae en la red”.
Los mismos reportes de inteligencia establecen que Raúl Alfonso Kotaro Vega Hirata utiliza diez números celulares para sus comunicaciones. El rastreo mencionado se hizo entre el 19 de julio de 2023 y el 12 de enero de 2024 . Sus diez números más frecuentes, según el informe citado, son los siguientes:
Los informes incluyen los siguientes números que habitualmente utiliza Vega Hirata: 5512550002, 5575421113, 5564138972, 5544975299, 5517519708, 5518292752, 3332427655, 5541422069 y 35322753285. Este uso de tantos teléfonos sólo se ha visto entre personajes ligados al crimen organizado, como Osiel Cárdenas, exjefe del cártel del Golfo, quien de acuerdo con la extinta Procuraduría General de la República utilizaba 31 celulares, uno por día, a fin de no ser rastreado por los organismos de inteligencia.
Estos datos forman parte de un reporte de inteligencia en poder de este reportero, lo que indica que las autoridades le siguen los pasos al presunto defraudador y al resto del grupo implicado en lo que los quejosos llaman “el fraude inmobiliario”.
El grupo de
presuntos defraudadores sigue operando en diversos puntos de la ciudad de
México, Hidalgo y otros estados; sin embargo, las 300 personas defraudadas
hasta ahora ya interpusieron denuncias que, según afirman, esperen que
prosperen para que el presunto grupo criminal sea llevado al patíbulo de la
justicia.