Por Jorge Gonzalez Rojas
Los graves problemas por los que atraviesa nuestro país, tienen que ver con el modelo económico de libre mercado.
El neoliberalismo como política de Estado, se hace acompañar de una superestructura que se encarga de imponer una cultura proclive al libre mercado a través de lo educativo, lo religioso, lo político y lo mediático, es decir, todo lo que tiene que ver con la adquisición del conocimiento, la información y la formación de conciencia.
En este sentido, el programa educativo de nuestro país tiene un alto contenido doctrinario para la economía de mercado. Los valores que infunde la educación en México son la competencia, el individualismo y el dinero. Este adoctrinamiento, mata el valor de la solidaridad y la fraternidad, de tal suerte, que no se están formando profesionistas que colaboren y contribuyan al mejoramiento de la vida y sobre todo la del ser humano, no. El adoctrinamiento neoliberal para la competencia, el individualismo y el afán del dinero hacen ver al otro, es decir, a su semejante, como su adversario o peor aún, como su enemigo. Tendencias criminales.
La proliferación de sectas religiosas con el afán del lucro, confunden a la población. La gente desesperada ante sus problemas de salud, económicos y sociales es presa fácil de lo esotérico, lo milagroso, la adivinación, el chamanismo, la brujería. Que gente sin escrúpulos promueve en amplios espacios mediáticos, con el consentimiento del gobierno, como política de Estado.
El sistema de partidos políticos en el país, ha convertido a la política en una agencia de colocaciones para el poder público. La democracia electoral se ha convertido en un mercado de candidaturas, que son vendidas al mejor postor, es decir, que solo puede llegar al gobierno quien tiene más dinero.
La privatización y las políticas públicas de los actuales gobiernos neoliberales han convertido en mercancía los más elementales derechos del ser humano. La educación, el alimento y la salud. Fundamentales para el desarrollo humano, están fuera del alcance del grueso de la población mexicana.
Recientemente el Senado de República aprobó como obligatorio el bachillerato, sin embargo esta reforma, no es acompañada del presupuesto correspondiente para el alcance de sus objetivos y meta. La gratuidad de la educación es letra muerta. Para muestra un botón. En esta Ciudad de Orizaba, proliferan escuelas privadas, que de la noche a la mañana aparecen como hongos. Sin embargo, no se ve nueva infraestructura educativa de gobierno. Tan necesaria por los bajos salarios que percibe la clase trabajadora de esta región de Orizaba que hace imposible que sus hijos accedan a la educación media y superior. Que el neoliberalismo ha convertido en mercancía.
Los miserables salarios que percibe la gran mayoría de la clase trabajadora del país, hace imposible que sus familias accedan a la alimentación lo suficientemente nutritiva, que a la vez funcione como medicina preventiva. La desnutrición es un grave problema de salud pública. El grueso de la población asalariada, sin los nutrientes suficientes, es presa fácil de enfermedades que muchas veces, es causa de muerte.
La Comisión Nacional de Salarios Mínimos, bajo el control de PRI y del PAN a través de la CTM y de la COPARMEX. Cada diciembre como regalo de Navidad a la clase trabajadora del País, restringen el salario de manera criminal, que sin necesidad de armas de alto poder matan a la gente de hambre y de enfermedades producto de la desnutrición por los miserables sueldos, que imponen a la mano de obra de país.
Esta es la peor delincuencia criminal de la que no habla el Gobierno, sino que la promueve y encubre como política de Estado, en aras de la competencia que exige el modelo económico de libre mercado, ha convertido en una tragedia la vida de los trabajadores del País.
Orizaba Ver. a 26 de septiembre de 2011
Jorge González Rojas
Partido del Trabajo
