Por Armando Ortiz
21 diciembre, 2023
Los que conocen la carrera política de Anilú Íngram
saben que la señora nunca ha podido andar por los lodazales de la política sin
un mentor. Tan apegada ha sido a sus mentores que, de hecho, ella sigue los
pasos del último de sus mentores, Miguel Ángel Osorio Chong, quien se ha salido
del PRI para ponerse a las órdenes de Morena. Anilú Íngram no ha servido a
Veracruz, ella se ha servido de la regla de igualdad de género para escalar a
cargos públicos y de elección popular; se ha valido de su condición de mujer
para figurar. Por ello, no puede presumir que su patrimonio político lo funden
las virtudes. Valiéndose su condición de mujer ha dejado al margen de los
cargos públicos a valiosas mujeres que tuvieron y tienen la preparación y la
disciplina política de la que ella siempre ha carecido. Hoy Anilú anuncia que
se va del PRI. Durante este anuncio, a un lado de ella está el traidor de
Alejandro Murat, peón de López Obrador. Anilú, que siempre cae en blandito, ha
de pensar que es mejor Alejandro Murat como mentor, que el “Manos traviesas”
Huerta, quien ya por ahí le guiñó el ojo y le enseñó las uñas. ¿Qué se pierde
con la salida de la señora? ¿Quién la seguirá en su derrotero? Sólo rufianes
como ella; ahí en la foto aparecen dos o tres. Anilú no deja obras, proyectos
logrados o leyes que beneficien a los veracruzanos. Después de su salida sólo
deja en el ambiente político el hedor de sus ambiciones.
Armando Ortiz
Twitter: @aortiz52
@lbajopalabra
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