Diego Arnoldo Castro y María del Carmen Landa, padres de víctimas de presuntos abusos policiales, protestaron frente a la Fiscalía General del Estado para exigir justicia por la muerte de sus hijos y denunciaron que la Fiscalía está encubriendo a los policías responsables. Castro, padre de Gerson Azael Castro Castellanos, señaló que su hijo, de 25 años, fue brutalmente golpeado por policías estatales en noviembre de 2020. Gerson fue encontrado aún con vida en un callejón de la colonia Tabasco, en Xalapa, pero falleció cuatro días después a consecuencia de los golpes. "Me lo golpearon los policías estatales.
Lo recogimos en la colonia Tabasco, en un callejón, todavía con vida. Ellos creyeron que lo habían matado, pero lo levantamos, no lo logró, a los cuatro días falleció", acusó. El padre de Gerson denunció que, a pesar de contar con pruebas y haber entregado audios donde su hijo relataba lo sucedido la madrugada del 11 de noviembre de 2020, la Fiscalía ha entorpecido la investigación. Han pasado casi cuatro años sin que se involucre a los policías responsables. "Nos han llevado con puras dilaciones y omisiones.
He cambiado de carpeta, demandé, pasé el caso a la fiscal de investigaciones ministeriales, Marcela (Aguilera) Landeta, y hasta hoy no han querido involucrar a los policías asesinos", reiteró.
El padre de familia también señaló que en el hospital donde fue atendido su hijo se emitió un dictamen falso que indicaba que Gerson estaba drogado y ebrio. "Es mentira. Tengo los expedientes y la hoja del neurocirujano que dice que mi hijo iba limpio de todo", aseguró. Por su parte, María del Carmen Landa, madre de Carlos Andrés Navarro Landa, otro joven que murió bajo custodia policial, se sumó a las denuncias.
Su hijo, de 33 años, fue detenido en mayo de 2020 en el fraccionamiento Jacarandas, supuestamente por alterar el orden en la vía pública. Tras ser arrestado, fue trasladado al cuartel Heriberto Jara Corona, donde murió horas después. Según un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública, la causa de la muerte fue un infarto. Sin embargo, María del Carmen desconfía de esta versión, ya que el cuerpo de su hijo presentaba numerosos golpes y hematomas. "Nos dicen que falleció de un paro cardíaco, pero al ver a mi hijo, no falleció de eso, falleció de los golpes.
Mi hijo era una persona sana, no padecía del corazón", aseguró. Ambos padres exigen justicia para sus hijos y reclaman que los policías responsables no han sido procesados. “Las autoridades estatales le quitaron la vida. El gobernador debe de cambiar la estrategia, perder a un hijo es el peor dolor y no se lo deseo a nadie", concluyó…
Fuente: Gobernantes Veracruz
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