Zenyazen Escobar García, actual diputado federal por el distrito 16 con cabecera en Córdoba, continúa utilizando su influencia para mantener el control sobre el Instituto Veracruzano del Deporte (IVD).
A través de sus sobrinas, Teresa Taheliz Carreón García en el departamento de Cultura Física y Ysa María Carreón García como jefa de Recursos Humanos, Escobar ha asegurado el manejo de recursos y decisiones clave dentro del organismo, que está bajo la jurisdicción de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).
A pesar de la presencia de un administrador en las instalaciones de Leyes de Reforma, Ysa María Carreón gestiona los ingresos de esta área por órdenes directas de su tío, lo que ha generado múltiples señalamientos de corrupción.
La impunidad dentro del instituto ha llegado al punto en que las sobrinas del legislador aseguran que seguirán en sus puestos por otros seis años, apoyadas por la supuesta cercanía de Zenyazen con la gobernadora electa, Norma Rocío Nahle García.
La prepotencia con la que las sobrinas de Escobar operan en esta dependencia es evidente. Se les acusa de utilizar recursos del instituto para abrir un gimnasio en la zona de Costa Verde, además de desviar apoyos destinados a deportistas.
Recientemente, se comprometieron a brindar alimentos a un grupo de atletas que viajaron a un evento nacional, pero el apoyo nunca llegó, lo que ha levantado sospechas sobre el uso indebido de los fondos.
El deterioro de las instalaciones deportivas y administrativas refleja la grave situación de corrupción y negligencia que ha prevalecido bajo la influencia de Zenyazen Escobar.
La gobernadora electa deberá
tomar medidas frente a esta red de intereses que sigue controlando al deporte
estatal, antes de que el daño se agrave aún más.
Fuente: Plumas Libres
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