Orizaba, Ver.- La indiferencia oficial con la que son tratados los indígenas de las serranías del estado, los obliga a que ellos mismos asuman mecanismos de autodefensa. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos es un organismo que lejos de atender las demandas de los mismos campesinos, “los agrede y los margina”.
Para Jairo Guarneros Sosa, luchador social en la zona centro del estado, la violación a los derechos humanos de los habitantes de la sierra es una constante: “se continúa con la presencia de grupos que violentan las garantías individuales y nadie dice nada”, refiere.
La violación a los derechos fundamentales, “es evidente, es una práctica diaria que se da en las zonas serranas del estado, cuando se busca el apoyo de instituciones como la Comisión de los Derechos Humanos, solo se encuentran las puertas cerradas, ahí tenemos la forma en la que se manejó el caso de Ernestina Asencio.
Incluso, escenarios como éste han obligado a que los mismos indígenas de la sierra, en este caso de Zongolica, formen organizaciones propias y defensoras de los derechos humanos: “el único objetivo que tenemos es trabajar dentro del marco constitucional, de respeto a los derechos humanos, armonizar y coordinar los esfuerzos de los distintos actores que buscan promoción y defensa de derechos en la región”.
Esta organización se conforma principalmente por indígenas nahuas que habitan en la sierra de Zongolica: “nos hemos conformado –dice un documento que leyó a los medios de comunicación– como organización debido a la continua presencia de violaciones a las garantías individuales en la región indígena, situación que se remonta a los tiempos de la invasión europea, cuando fuimos objeto de la más grande vejación”.
“Hoy a más de cinco siglos de sometimiento a la miseria e innumerables vejaciones hemos decidido impulsar este trabajo, para comenzar a saldar esa deuda histórica que tenemos con nuestros pueblos”.
El trabajo trazado, se informa en el comunicado, se divide en dos vertientes: Derechos de los Pueblos Indígenas y Derechos de la Mujer. Este proyecto de sociedad es incluyente y busca la participación de todos los miembros de la comunidad indígenas, incluso a profesionistas que existen en nuestra zona, así como a las mujeres, jóvenes, hombres de todas las edades, “aunque la organización es independiente de cualquier partido político o institución de gobierno o de intereses ajenos a las comunidades indígenas”.