Ixhuatlancillo, Ver.- El Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) en el estado detectó un presunto fraude que alcanzaría el millón de pesos en el ejercicio fiscal de 2009 en el ayuntamiento de este municipio, además de una posible serie de irregularidades administrativas solapadas por el presidente municipal Leonardo Cruz Flores.
De acuerdo con observaciones emitidas por el Orfis y registradas bajo el número 084/2009/008 AP, se notifica de un presumible déficit que lesiona la hacienda municipal, “al haber extraído ilícitamente mediante un sobreejercicio no presupuestal por 898 mil 888 pesos con 67 centavos además del Programa de Bursatilización, 17 mil 984 pesos con 37 centavos, mismos que hacen un monto superior a los 916 mil 872 pesos”.
Entre los responsables, se presume estarían involucrados la síndico Karla Solís Zepeda, como representante legal del ayuntamiento y de la comisión de Hacienda Municipal; Leonardo Cruz Flores, presidente municipal; María Araceli Moreno Muñoz, tesorera municipal; Ramiro Alfaro Cantoral, contador de la Tesorería, entre otros funcionarios municipales.
En las observaciones que hace el Orfis tan sólo en el ejercicio 2009 al ayuntamiento de Ixhuatlancillo, se encuentran los siguientes conceptos: la entrega retardada de los estados financieros mensuales de la administración municipal; la tesorera incumplió con la obligación de informar al Congreso del Estado, dentro de los tres primeros meses de cada año, “los padrones de todos los ingresos sujetos a pagos programados”.
La administración municipal habría incurrido en la omisión de incumplir en la obligación de elaborar el programa anual de adquisiciones, arrendamientos y servicios; “no hay inventario municipal y en consecuencia no hay documento que avale la propiedad de todos y cada uno de los activos fijos, muebles e inmuebles, equipamiento e infraestructura municipal que se han adquirido con recursos del ayuntamiento”.
También se detectaron malos manejos en los egresos de la tesorería municipal: “Los ediles y el secretario no autorizaron las órdenes de pago, además que la Tesorería municipal no realizó correctamente las operaciones financieras del ayuntamiento; tampoco acreditó su obligación de cumplir con los requisitos del gasto público conforme a la normatividad y al mismo tiempo que no se registró en contabilidad, los ingresos y egresos en la tesorería.
No obstante, el Orfis otorgó un tiempo perentorio a la autoridad municipal para que se solventen las observaciones detectadas e informadas al cabildo. En caso de no hacerse en el tiempo especificado, “el caso se turnará al área jurídica y se proceda conforme a derecho”.