Por José Miguel Cobián
Llevo muchos años tratando de analizar y entender al animal político. Me he convertido en un etólogo de la política y hasta la fecha me considero un párvulo al respecto. Salvo honrosas excepciones, el resto de los integrantes del rebaño actúan al revés de cómo se puede esperar que actúen en determinada circunstancia.
Pondré algunos ejemplos, y para no dañar a nadie, si se trata de decir lo bueno, diré los nombres, pero si se trata de decir lo malo, por única vez me ahorraré esa tinta, y dejaré al lector la divertida posibilidad de identificar al funcionario mencionado.
Comenzando por lo bueno, me llama la atención la actitud del alcalde de Córdoba, quien aún bajo la más fuerte presión no deja de ser un caballero, de actuar con amabilidad, de olvidarse de las formas y de integrarse con sus gobernados, en actitudes que la gente de pueblo llama simpáticas, divertidas y de empatía, mientras que sus críticos lo señalan como ridículo, pues les duele su cercanía con ciertos sectores de la población.
Si pensamos en gobierno del estado, hay que considerar en primer lugar al joven gobernador Javier Duarte, quien desde el primer momento en que asumió el poder, tiene una agenda saturada de actividades durante el día, consciente de que la mejor forma de gobernar es estar cercano a la gente. Se le había acusado de tecnócrata, de falta de tacto político, y algunas otras lindezas, sin embargo, desde el primer día ha demostrado que las críticas se las lleva el viento, mientras los resultados están a la vista. Con un conocimiento profundo de las finanzas del estado, seguramente va a incrementar los ingresos propios, con el fin de que no vuelva a pasar lo que pasó con el tío Fide, y la urgencia de recursos que tuvo el estado en sus últimos meses de gobierno.
En el caso de las secretarías de gobierno del estado, tuve la oportunidad de tratar a Erick Lagos, subsecretario de gobierno, quien no se ha mareado por estar en su puesto, tiene una actitud amigable, sencilla, amable y no duda en llamar a un ciudadano por teléfono él mismo para resolver algún asunto. Se percibe en él a un joven político que sabe ser humilde a pesar de todos los conocimientos del sistema y de la forma de ser del animal político que él posee por su experiencia de los 22 años a la fecha, en las altas esferas del poder. A Erick lo acusan de ser peligroso, mañoso, y mil adjetivos más que sus detractores utilizan para manchar su imagen, y sin embargo, sus amigos hablan de detalles que pocas personas tendrían con sus allegados, lo que habla de su lealtad y firmeza de carácter, quizá por ello, con esa juventud está dónde está y hace lo que hace.
Hay funcionarios que están felices con su cargo, y están sufriendo humillaciones constantes. Algún secretario de estado es absolutamente ninguneado tanto por sus propios pares, como por los ciudadanos. Llega a algún evento en el cual es invitado de honor, y al entrar al salón de eventos, quien está en uso de la palabra lo ignora y sigue con su discurso, como si hubiera entrado un ¨x¨. Hay un secretario de estado que le ha hablado a particulares a quienes no ha tratado, pero ha recibido la recomendación de tal persona para que sea director de un área específica. Invita al ciudadano, le asegura que ya tiene su puesto asegurado, y se compromete a darle posesión al día siguiente, para luego recibir la orden de que asigne ese cargo a otra persona, con lo cual resulta ninguneado el secretario de estado, pero eso no es lo más grave, a aquélla persona a la que invitó y que ahora ya no podrá asumir el cargo, ni siquiera le hace una llamada telefónica para darle las gracias y avisarle que el viento sopló en otra dirección. Simplemente se decide a ignorarlo ante la vergüenza de decirle que mintió y no era cierta su propuesta.
Hay algún otro funcionario por ahí, que ha decidido rodearse de jovencitos guapetones, sin mucha experiencia en política ni en gobierno, pero quizá muy dispuestos a ser amables y cariñosos con su jefe. Y no es que se discrimine en esta columna a miembros del tercer sexo, simplemente llama la atención que para avanzar en política, algunos avances por su ¨puritito¨ esfuerzo y otros por su ¨culitito¨ esfuerzo, ya no sólo damas de buen ver, sino también caballeros de buen ver.
Amable lector, ya tienes algunos acertijos para resolver en los próximos días. Seguro te divertirás y conocerás más detalles oscuros de aquello que se supone que es público, nuestra administración pública y los personajes que ocupan lugares en ella.