Dentro del estudio Un trayecto peligroso, violaciones a derechos humanos en contra de los migrantes, el Centro de Derechos Humanos Agustín Prodh y la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola, por sus siglas en inglés), señalan que entre septiembre de 2008 y febrero de 2009 grupos criminales perpetraron 9 mil 194 secuestros de migrantes y más de la mitad de éstos ocurrieron en Veracruz y Tabasco, por lo que Veracruz se considera de alto riesgo para quienes buscan el sueño americano, ya que en la entidad convergen las tres rutas que salen de Guatemala.
En el estudio de las dos organizaciones se señala que el trayecto de la mayoría de los migrantes hacia Estados Unidos no es fácil, sobre todo para las que provienen de Centroamérica y Sudamérica y definen que el atravesar México es un “viaje horrendo y peligroso”, ya que son víctimas de abusos por parte de grupos criminales y de autoridades mexicanas.
Acusan que el gobierno mexicano no ha actuado oportunamente para proteger a esta población, por lo que ha habido un aumento de secuestros, en donde Veracruz y Tabasco resultan peligro para los migrantes, ya que las tres rutas del sur: Tenosique, Arriaga y Tapachula convergen en Veracruz.
De acuerdo con el reporte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de septiembre de 2008 a febrero de 2009, 9 mil 758 migrantes fueron víctimas de secuestro en México y más de la mitad de estos casos se registraron en los estados de Veracruz y Tabasco.
En promedio, apunta el estudio, los grupos criminales les cobran a los migrantes 2 mil 500 dólares a cambio de su liberación, ya que son aprehendidos cuando viajan en el tren o caminan sobre las vías, “en ocasiones son engañados por personas que dicen ser coyotes o que en apariencia les ofrecen ayuda humanitaria, en otros casos son llevados a la fuerza”.
En casi todos los casos los migrantes son trasladados a edificios o estructuras que llaman “casas de seguridad”, en donde son “golpeados, mal alimentados” y las mujeres son violadas sexualmente, “los secuestradores les exigen sus números telefónicos para llamarles a sus familiares y pedirles el rescate…unos logran escapar y aquellos que no tienen familiar o con qué pagar son torturados brutalmente y a veces asesinados”.
El reporte de Wola y del Centro Agustín Prodh expone el testimonio de Nancy, de 24 años de edad, de nacionalidad salvadoreña, secuestrada en Coatzacoalcos en abril 13 hasta junio 22, 2009: “yo estaba en Coatzacoalcos, Veracruz, en el refugio supuestamente de una mujer apodada La madre, que trató de pasar por una monja para que pudiéramos confiar en ella y caer en su trampa. Algunos grandes camiones llegaron hay que eran como camiones de mudanzas y agarraron a mí y a otros 83... Nos llevaron hasta Reynosa, en el estado de Tamaulipas, y en el camino pasamos por los puestos de control del Instituto Nacional de Migración y de la Policía Federal, que vio la forma en que viajaban y aún así no hicieron nada, que simplemente tomó el dinero que les fue dado como un soborno para mantener en silencio. Los secuestradores nos dijo que prestáramos atención para que pudiéramos ver que había pagado por todo. Uno de los hombres comenzó a molestar a las mujeres y abusar sexualmente de nosotros. Entonces, uno de nuestros compañeros masculinos se enojó y trató de defendernos, pero no podía, a él también lo violaron y luego lo golpearon hasta la muerte... Dos de las mujeres conmigo fueron puestas en libertad porque eran capaces de pagar el rescate por lo que se entregaron a los agentes de migración en Reynosa”.