Orizaba, Ver.- La Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (Croisz) se suma a la caravana por la paz en el país, y exigió poner fin a la estrategia de guerra y cambiar el enfoque militarista en el que ha sumido a la nación el gobierno de la República.
Además, reclama combatir la raíz económica y las ganancias del crimen organizado y acabar con la impunidad en la que transitan funcionarios de todos los niveles, especialmente aquellos que se relacionan con la seguridad pública.
Mediante un documento, del cual La Jornada Veracruz tiene una copia digital, la Croisz propone seis exigencias fundamentales a la sociedad civil para acordar y firmar el 10 de junio en Ciudad Juárez.
“Proponemos a la sociedad y planteamos la exigencia y mandato a las autoridades acciones a corto y mediano plazos que inicien un nuevo camino de paz con justicia y dignidad. Exigimos poner fin a la estrategia de guerra y asumir un enfoque de seguridad ciudadana”, señala el documento.
También muestra su rechazo a la política militar que aplica el gobierno federal, con el uso del Ejército, la Marina Armada de México y la Policía Federal en el combate a la delincuencia organizada: “se debe cambiar el enfoque militarista y la estrategia de guerra de la seguridad pública y asumir una nueva estrategia de seguridad ciudadana con enfoque en los derechos humanos”.
En el punto tres de este documento de adhesión al movimiento que encabeza el poeta Javier Sicilia, se señala: “se requiere una amplia reforma en la procuración y administración de justicia que dote de verdadera autonomía al Ministerio Público y al Poder Judicial que establezca el control ciudadano sobre las policías y los cuerpos de seguridad avance en la reforma de los juicios orales y establezca sistemas más efectivos de control judicial que reduzcan la discrecionalidad en los procedimientos y resoluciones de fondo.
”La justicia no puede seguir al servicio de intereses y cálculos políticos; también se requiere legislar para generar la capacidad y atribuciones de investigación y consignación de funcionarios públicos de los tres órdenes de gobierno en casos de corrupción.
”Exigimos la atención de emergencia a la juventud y acciones efectivas de recuperación del tejido social. La seguridad ciudadana no se resolverá con armas y violencia. Exigimos una política económica y social que genere oportunidades reales de educación, salud, cultura y empleo para jóvenes porque son las y los principales víctimas de esta estrategia. Exigimos la recuperación del carácter público de la educación y romper el control corporativo que ejerce la cúpula del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sobre la política educativa, así como el incremento inmediato en los recursos destinados a las acciones sociales de seguridad ciudadana, al menos en la misma proporción de los destinados a las fuerzas armadas y de seguridad pública”.
“Mejor democracia representativa y democratización en los medios de comunicación. La seguridad requiere democracia y nuevos medios de participación ciudadana. Exigimos que se amplíen los medios e instrumentos de participación ciudadana en los asuntos públicos mediante el reconocimiento institucional de la consulta popular las candidaturas independientes la revocación de mandato, la contraloría social y las acciones colectivas.
”Reivindicamos la refundación del Estado mexicano en un Estado plurinacional democrático, porque en éste se gobernará de acuerdo con la voluntad de la mayoría preservando los derechos de la minoría. Los que hoy son mayoría mañana puede ser minoría, porque el pensamiento y los intereses siempre están en movimiento y cambian. La cultura política tanto de derechas como las actuales que se dicen de izquierda rigen su práctica política enfundados en que las clases sociales luchan para excluirse y de ser posible destruirse. Ésa ha sido la historia de la humanidad hasta ahora, porque unos y otros han hecho del poder y la riqueza la razón de su existencia.
”México también ha llegado al límite de su existencia como Estado-Nación al haber permitido el secuestro de su Estado social de derecho por una mafia institucional y el crimen organizado. El pueblo mexicano y los pueblos indígenas, como parte de éste, están llamados a abrir nuevas brechas para abolir la corrupción, la impunidad y los intereses ilegítimos en nuevos modelos de coexistencia regidos por lo público y lo comunitario, en un nuevo Estado democrático plurinacional que garantizará una total apertura a la participación corresponsable de la sociedad civil organizada en asuntos legislativos, de impartición de justicia y de gobierno”.