* Este reportaje es seguimiento al trabajo periodístico que provocó las amenazas y agresiones contra los periodistas Norma Madero Jiménez y Agustín Ambriz, presidenta y directora y director editorial de la revista Luces del Siglo de Cancún el pasado 2 de octubre. Se autoriza su reproducción.
México, D. F., a 14 de noviembre de 2011
Hay un faltante de más de 100 millones de pesos para obras etiquetadas, cuya investigación fue parada porque se acerca al ex gobernador Félix González Canto.
Por Enrique Huerta
Hasta el 13 de abril de 2010, el Ayuntamiento de Benito Juárez disponía de un saldo superior a los 238 millones de pesos en su cuenta número 0185-86162-5 de Banorte, como parte de un crédito autorizado de una partida federal, etiquetado para obras de pavimentación en Cancún, pero parte de esos recursos hoy están desaparecidos, según ha informado el propio presidente municipal, Julián Ricalde Magaña.
Inclusive, de acuerdo a una copia del estado de cuenta bancaria de aquella fecha, el crédito ya había generado pagos de capital y de intereses por la cantidad de 2 millones 541 mil 654 pesos para sumar un adeudo total por la cantidad de 238 millones 626 mil 209 pesos.
Lo que pasó con los recursos después de esa fecha es ahora un gran misterio, pues tanto Ricalde Magaña como su antecesor, Jaime Hernández Zaragoza, reconocieron un faltante de 100 millones de pesos y se han deslindado de la desaparición.
En tanto, Latifa Muza, quien asumió el cargo como interina y gobernaba el municipio cuando el dinero todavía estaba en la cuenta bancaria, ha inferido que el ex gobernador, Félix González Canto, metió las manos en las arcas municipales a través de sus primos Jaime Zetina González, en la tesorería municipal, y Óscar Conde Canto, en la dirección de Egresos.
La semana pasada, al ser cuestionada por la prensa local sobre el faltante, Latifa Muza se deslindó públicamente y dijo estar dispuesta a declarar y aportar las pruebas pertinentes en caso de ser llamada a cuentas por la autoridad municipal. “Estoy libre de cualquier culpa”, dijo.
En breve charla con Luces del Siglo, la ex regidora perredista dice: “¿Cómo va a desaparecer el dinero? El dinero debe estar por ahí, que lo busquen bien”, y admite que aun cuando con la reestructuración de la deuda se elude el historial financiero y se empieza de cero, eso no borra los rastros de hacia dónde se fue el dinero.
“Es muy sencillo, si quieren saber dónde está el dinero, pues que el presidente municipal pida un informe financiero. Así salimos de dudas y de deudas. Por mi parte, yo estoy limpia y puedo probarlo. Cuando me fui, el dinero ahí estaba”, dice Latifa quien se justifica de no adelantar información por tenerla reservada en caso de ser requerida. “En su momento presentaré mis pruebas”, señala.
Papa caliente
Este asunto lo soltó Gregorio Sánchez Martínez a los pocos días de haber recobrado su libertad y declarar a este semanario que habían desaparecido buena parte de los recursos destinados por un fondo federal para obras públicas en Cancún. Los recursos son parte del crédito financiero que en septiembre de 2009 le fue autorizado por el Congreso del estado, por la cantidad de 229 millones 656 mil 192. 28 pesos.
De acuerdo al decreto 166 del 17 de septiembre de ese año, el empréstito se garantizó con los ingresos que le corresponden derivados de participaciones federales del Ramo 28 y se acordó que el mismo se destinaría en exclusiva, a inversión pública productiva consistente en pavimentación, reencarpetamiento, bacheo de calles y avenidas; infraestructura básica para las regiones de Cancún.
Al asumir el mandato como presidente municipal suplente de Benito Juárez, Jaime Hernández Zaragoza fue informado por su gente cercana de un faltante de los recursos de dicha partida, por lo que encaró a su antecesora, la interina Latifa Muza, quien desde entonces señaló que el manejo del dinero había quedado a merced del entonces gobernador Félix González Canto, por lo que Hernández Zaragoza ya no siguió indagando.
Conforme fueron pasando los días, comenzaron a correr suspicacias en el sentido de que el dinero había desaparecido y ello provocó que los diputados locales solicitaran la comparecencia de Jaime para que aclarara el destino de los recursos. En una primera comparecencia, Hernández Zaragoza se contradijo y sembró más dudas que aclaraciones.
El 13 de octubre de 2010, de nueva cuenta acudió al Congreso, dado que previamente había solicitado autorización para el refinanciamiento de la deuda pública de Benito Juárez por mil 400 millones de pesos. Ese día, Jaime declaró a los medios que se habían ejecutado 40 millones de pesos en diversas obras y que los 189 millones restantes estaban en las arcas municipales y quedarán a disposición, subrayó, del Ayuntamiento, ahora encabezado por Julián Ricalde.
Pero, al asumir la presidencia municipal, Julián no encontró en las arcas los 189 millones que su antecesor prometió dejar. Por ello, una de las primeras acciones del munícipe fue denunciar un faltante de 100 millones del crédito de más de 229 millones de pesos. Julián argumentó que dicho faltante se produjo debido a que los diputados de la XII Legislatura no le pusieron “seguros” para ejercer los recursos.
Tal situación —agregó— impactó en la proyección de obra pública realizada durante la administración pasada y es necesario proyectarla nuevamente. "Hubo una falla en la cuestión de la proyección de obras públicas de la gente que estaba en esos momentos y se está haciendo el rediseño de los lugares donde se aplicará el decreto de los 229 millones de pesos. Se va a cambiar y se le va a pedir autorización a la legislatura porque los paquetes venían etiquetados. Vamos a decir: ‘ya no va en este lugar pero va a ir en otro", observó.
Cumplía 60 días en el poder y los reporteros de la fuente aprovecharon la ocasión para preguntarle a Julián Ricalde por el destino de los recursos faltantes.
— Los 100 millones de pesos, ¿dónde quedaron?—, se le preguntó a Julián, quien no fue claro en sus respuestas ni directo contra los responsables del presunto desfalco.
— Es una pregunta que me hicieron sobre un faltante y la respuesta es la misma, se está haciendo la auditoría, se observó en los 60 días, se está buscando, rastreando. No puedo emitir juicios de valor en tanto no tengamos información diferente—, respondió.
— ¿No se ejercieron? —, se le insistió.
— No se han ejercido. Qué bueno que lo preguntas, yo salgo de secretario de Obras y Servicios Públicos en septiembre del 2009, en abril del 2010 se entregó el dinero del préstamo, es materialmente imposible que yo haya podido ejercer esto. Hay gente que dolosamente y por falta de imaginación, y cerebro en algunos casos, sigue en ese sentido, pero no hay manera de que yo estando un año antes, conozca el destino de esos recursos.
— De los 229 millones de pesos que autorizó el Congreso, ¿sí se ejercieron esos 100 millones que andan desaparecidos?
—Yo no ando cazando brujas, se los dije, pero si hay cosas en defensa de la ciudadanía, las vamos a hacer.
— ¿Pero desaparecieron los 100 más los 200?
— No.
— ¿Cómo está? Ya me perdí.
— Son 229 millones de pesos de un préstamo, de ese mismo préstamo, estamos buscando cuánto se ejerció en obra y cuánto no, de lo que no, ¿dónde está?
Entonces Julián se comprometió a que se iniciarían las investigaciones para esclarecer el destino que se dio a los recursos, ahora en calidad de desaparecidos.
Así es esto de los abarrotes
La semana pasada, tras la revelaciones de Latifa Muza, Ricalde volvió a ser abordado por los medios respecto al seguimiento de los hechos y declaró que el ex tesorero Jaime Zetina González ya había sido llamado a comparecer por la auditoría municipal y que próximamente podrían ser llamado otros ex funcionarios, incluido Óscar Conde.
— En su oportunidad, como ya lo hizo con el ex tesorero, Jaime Zetina, supongo que irá llamando para que dé su versión de los hechos. El informe que tengo del Tesorero es que ese dinero nunca lo recibimos, si no existió para efectos; ya será la Tesorería quien deslinde responsabilidades ahí.
Sin embargo, la información manejada ahora por Julián no sólo contradice lo que había dicho anteriormente: que el dinero estaba por ahí, que sólo era buscarlo. Pero a 180 días de mandato, el munícipe asegura ahora que el dinero desapareció, situación que provocó contradicciones con las cifras manejadas por otros miembros de su gabinete.
— ¿No recibiste ningún centavo?, porque la Síndico ayer declaró que tenían 150 millones de pesos disponibles, de tal manera que estaban haciendo obras en este momento.
— Me llamó la atención esa declaración, yo no la voy a contradecir, pero la información que tengo de parte del tesorero y la contralora es que el dinero que teníamos, según se desprende por las cuentas en que estaba, es dinero del predial que se tenía ahí, no dinero del decreto; hay una cuenta allá en el último agosto, en donde quedaron en ceros. Y eso es impráctico, qué hubiera sido si el decreto no se pudo haber quedado en ceros.
— ¿Cuenta de qué bancos?
— Fue un préstamo de Banorte que se transfirió a la Tesorería; no te podría decir a qué cuentas de la Tesorería finalmente ingresaron, pero ese fue el origen del recurso.
— Entonces, lo que el Tesorero dice es que no encuentran ni un peso de los 229 millones.
— El tesorero, la Contraloría y la Auditoría que se hizo; es la información que tenemos.
— Sin embargo, no ha faltado aquí ─ para evitar esta información o contradicciones en las declaraciones ─, que se diera un informe respecto a esto, de cómo se recibieron las finanzas, porque también creo que no ha habido autoridad.
— Sí. En todo momento les comenté que observamos ese tema, ese dato, y no quise subirlo a un escenario que no sea estrictamente el de la Contraloría y por eso a lo mejor no hay una claridad respecto a todo, pero asumo eso, que lo tendremos que hacer en los próximos días para que no quede duda, o al menos se presente la posición del Ayuntamiento al respecto de ese tema y no dejarlo a que se especule. Precisamente le pregunté a la Contralora y al Tesorero y esa es la información oficial; el préstamo ya no lo había y pues vamos a seguir con la indagatoria, pero sí, efectivamente voy a hacer que el Tesorero haga una precisión al respecto, porque no podemos estar con declaraciones encontradas.
— ¿A qué atribuyen estas declaraciones que han dado los perredistas?, en este caso, la señora Latifa que el día de ayer dijo que se dejó ese dinero y hablan que incluso es parte de un golpeteo político.
— No, es mucho dinero como para golpetear políticamente. Primero, que ha habido responsabilidad por parte nuestra pero tampoco nosotros vamos a encubrir a nadie, porque al final de cuentas voy a tener que dar cuentas y esclarecer dónde quedó ese dinero y no voy a traspasar esa parte así como se ha venido traspasando en todo caso.
“Ellos también argumentan, por lo que leo, que se le pregunte a Jaime. Se le va a preguntar a todo mundo, se va a hacer la indagatoria para que todo mundo participe; eso está en curso y es muy pronto, pero yo no voy a acusar a nadie hasta en tanto no se tenga bien a bien en la indagatoria quién puede ser un presunto responsable”.
— Greg afirmó que él no recibió ese dinero, que el cheque incluso llegó después de que él estaba en prisión ¿Cuándo se recibe el dinero realmente?, Latifa dice que sí lo recibió, pero ¿cuándo se tiene el dinero en el banco?, ¿cuándo es que se tiene la información que ya no aparece?
— El 16 de abril es la fecha del traspaso en una sola exhibición de Banorte a la Tesorería, sin que haya mediado un fideicomiso, sin que haya habido una reglamentación en su explicación y, lamentablemente se usó como si fuera tienda de abarrotes.
— ¿Pero siendo tú administración ya, ese 16 de abril?
— No, del año anterior, del 2010.
— Si el depósito se hace el 16 de abril del 2010, ¿cuándo se empieza a utilizar ese dinero y cuándo ven ustedes que ése dinero desaparece?
— En agosto ya no había un peso; obviamente no es congruente con que haya habido obra, ¿qué se pagó? No hicimos ningún tipo de comentario al respecto, hasta en tanto no avanzáramos, escudriñáramos bien en las cuentas, origen de ingresos y de egresos. Si el dinero, en todo caso, sirvió para otra cosa, de todos modos se llama desvió de recursos porque era un dinero etiquetado y constituye un delito. Lo cierto es que al día de hoy no hay dinero ni hay obra. Es decir, hay una parte de obra mucho menor a la que se planeó, pero el tema lo tiene que ir aclarando, culminado la investigación. Eso le he pedido a la Contraloría, ya van casi siete meses y ya están próximas a citar a algunas comparecencias a algunos funcionarios.
— ¿El grueso del dinero que se gastó, cuánto es?, porque Latifa duró la mitad del gobierno de Zaragoza.
— No tengo ese dato, ese dato lo debe tener la Tesorería, no lo registro.
— ¿Para cuándo se tendría un resultado?, porque se está llevando un poco de tiempo.
— Yo urgí hace 15 días a la contralora a que fuéramos teniendo más celeridad en el tema; sobre todo para efectos de la claridad, porque si se queda ahí se empantana, empieza el sospechosismo y no quiero ser partícipe de eso, quiero que se aclare; tampoco quiero acusar vanamente hasta que no haya, por parte de la Contraloría, una investigación acabada, y en ese sentido se presentarán las denuncias.
Mientras el gobierno municipal encuentra a los culpables del presunto desfalco, el Cabildo de Benito Juárez se apresuró a aprobar los nuevos valores de las tablas catastrales, como una medida con la cual se pretenden obtener alrededor de 300 millones de pesos vía el impuesto predial, de los cuales unos 18 millones —según se ha anunciado— se destinarían paradójica y precisamente para la pavimentación de las deterioradas calles de Cancún.
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