7 de enero de 2012

QUERIDOS REYES MAGOS……


Queridos Gaspar, Melchor y Baltasar:
Aprovechando su visita a Veracruz para cumplir su hermosa labor de cada 6 de Enero en que traen alegría a los niños, quiero hacerles una petición. Como están tan ocupados todo el tiempo vigilando la conducta de los niños, seguramente desconocen cómo está mi querido estado, por lo que  trataré de ponerlos al tanto en forma breve para reforzar mi petición.
Después de padecer 6 años a Fidel Herrera Beltrán, nos fue impuesto Javier Duarte de Ochoa como gobernador, a un precio excesivamente alto, el cual aunado a la corrupción y depredación que existió durante el ejercicio del “pinche poder”, dejó a Veracruz en quiebra.
Hoy los veracruzanos debemos algo así como 70 MIL MILLONES DE PESOS. Cantidad que hasta el día de hoy no ha sido establecida oficialmente en su monto exacto y real, pero que en el presupuesto para este año de 2012 está contemplado que se dedicarán casi 4 MIL MILLONES DE PESOS para pagar los intereses por esta deuda.
Hablando de presupuesto. El año pasado el estado tuvo un presupuesto de 81 mil millones de pesos. Dinero que llegó y se gastó, pero todo el año se pasó el gobernador Duarte lloriqueando que no había dinero y con esa cantaleta no se hizo nada. No hubo obra relevante. No se pagó a proveedores y contratistas. No se repararon los daños por los últimos huracanes que azotaron al estado hace 15 meses. No creció la economía de Veracruz. Se perdieron empleos. En términos generales, Veracruz estuvo todo el año 2011 inmerso en un impass, en un marasmo que lo relegó a los últimos lugares del indicador de pobreza en el país. En el colmo del descaro, al rendir su primer informe de gobierno, Duarte,  al hecho de no hacer nada, le llamó “sentar las bases para la prosperidad”
Ya no hablemos del grave problema de inseguridad que se disparó con la llegada de Duarte al gobierno. Los asesinatos, secuestros y las extorsiones laceran a los veracruzanos. Ha sido necesaria la intervención del Ejército y la Marina para medio atenuar el problema, pero no vivimos tranquilos ni confiamos ya en nadie. La policía estatal, las intermunicipales y las municipales están penetradas hasta la médula por la delincuencia. Ah, pero en su informe, Duarte aseguró que “contamos con la mejor policía estatal del país”
El caso es que ha desaparecido las policías intermunicipales de Xalapa y Veracruz-Boca del Río, lanzando a la calle a mas de 3 mil elementos expertos en el manejo de armas, que conocen el movimiento de la ciudad y sus habitantes, a los que nadie contrata y que de alguna manera, tienen que llevar el pan a sus hogares todos los días.
Tiene al mando de la “seguridad” del estado a un badulaque que se disfraza degeneralazo con un uniforme con el que más parece mono cilindrero o monosabio de la plaza México.
Presume haber creado 50 mil nuevos empleos pero entre burócratas y policías él sólo ha dejado sin chamba a mas de 6 mil veracruzanos.
Dice que Veracruz es un estado próspero que va para Adelante, pero no se ve por ningún lado nada más que mentira y simulación. Hasta el día de hoy, Javier Duarte no ha aportado ningún beneficio tangible a Veracruz. Pequeñas obras inconclusas, publicidad costosísima para anunciar prosperidad que nadie ve ni goza, seguridad que nadie siente, nuevos empleos que ningún hogar disfruta, error tras error, bandazo tras bandazo.
Para este año, tiene asignado un presupuesto de 86 MIL MILLONES DE PESOS que seguramente se gastarán, pero al igual que el año pasado, no se reflejarán en un mejor nivel de vida para los veracruzanos.
Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar:  No quiero abusar de su magnanimidad, no quiero aburrirlos con mis quejas, no creo que necesiten más ejemplos para darse cuenta de la situación de Veracruz. Apelando a su nobleza y a su amor por Veracruz, quiero hacerles una petición que quizá les parezca increíble. Por primera vez alguien les pedirá algo inverosímil:  No les pediré que me traigan nada…… Les pediré que por favor  ¡¡¡¡¡se lleven a Javier Duarte!!!!!!   Ustedes son magos, pueden hacer felices a millones de veracruzanos. A mis 50 años, aún creo en ustedes… refrenden mi Fé.
 Antonio Williams
Coatzacoalcos, Veracruz, México, Enero 06 de 2012.
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Antonio Williams es ciudadano de Coatzacoalcos, de ocupación comerciante y no se dedica al periodismo. Los artículos que escribe son comentarios y señalamientos sobre el actuar de los gobernantes y funcionarios, con el único fin de despertar conciencia en los ciudadanos. No se persigue la firma de ningún contrato de publicidad o complicidad ni prebenda alguna.

5 de enero de 2012

Líderes sindicales sólo buscan cargos públicos; olvidan a trabajadores: PT


FERNANDO INÉS CARMONA -
Orizaba, Ver.- A 105 años del asesinato de obreros en Río Blanco, hoy los sindicatos “se redujeron a simples administradores de contratos colectivos de trabajo que benefician más a los patrones que a los obreros”. Los secretarios generales, de la mayoría de los sindicatos en el país, se han enriquecido a costa de los trabajadores. Los sindicatos sólo sirven para obtener cargos políticos, aunque de obreros sólo tengan el membrete”.
De acuerdo con Jorge González Rojas, dirigente del Partido del Trabajo (PT) estatal, el acto luctuoso del 7 de enero sólo es el lucimiento de la clase política del estado, porque ellos no conocen las condiciones en las que viven los verdaderos trabajadores.
“No conocen de salarios de hambre o jornadas explotadoras con la aplicación de las outsourcing. Eso no es rendirles homenaje a los hombres y mujeres que cayeron el 7 de enero de 1907”, acusan.
“Los actuales dizque representantes de la clase trabajadora, que se han apoderado de manera legaloide de la titularidad de los contratos colectivos de trabajo de la región de Orizaba y se dicen dirigentes sindicales, ellos se han reducido a simples administradores de contratos colectivos de trabajo que benefician más a los patrones que a los trabajadores que dicen representar”.
Un ejemplo es el que se vive, paradójicamente, en los sindicatos de la zona centro del estado, “el sindicalismo en la cuna del movimiento obrero nacional se ha convertido en un mecanismo de control laboral para la explotación de la mano de obra de la clase trabajadora”.
“Los salarios miserables carentes de prestaciones son aprovechados por los dirigentes sindicales para practicar el agiotismo, situación que ha permitido a estos depredadores sociales amasar fortunas a costa de la explotación laboral en complicidad con la clase patronal”, acusa.
Como muestra de esta condición, señala, está Víctor García Trujeque, secretario general de la CTM y a la vez diputado local, quien en los últimos 20 años ha vivido del sindicalismo –en el Suterm–, y de cargos públicos, obtenidos a través de la representación sindical.
Hay otra muestra de esta forma de hacer política sindical: Algunos dirigentes sindicales como el caso del sindicato de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, en donde el comité ejecutivo revisará su contrato colectivo de trabajo sin haber emplazado a huelga, sienta un precedente negativo en la lucha de la clase trabajadora.
"Estos dirigentes sindicales desconocen las prácticas del capitalismo en la economía de libre mercado", apunta.
"¿Qué diría Lucrecia Toriz, valiente mujer que enfrentó a los rurales en 1907?, ¿y Rafael Moreno que en su lucha fue fusilado frente a sus compañeros en la entrada de la fábrica textil de Río Blanco de este preocupante y vergonzoso hecho de que un sindicato desprecia el derecho de huelga?"
El sábado próximo no hay nada que celebrar, el acto del 7 de enero se ha convertido en la pasarela de los políticos con anuncios de obras que nunca se concretan. Sirve para que los dirigentes sindicales se doblen nuevamente ante la parte patronal a fin de mantener sus privilegios sindicales, agrega.

La pobreza en Veracruz


El pasado mes de diciembre, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, publicó datos que demuestran que la población que vive en pobreza en México se incrementó en 3.2 millones de personas entre 2008 y 2010.
El reporte muestra que mientras que en 2008 había 48.8 millones de mexicanos en situación de pobreza, en 2010 la cifra aumentó a 52 millones, lo que implica que cerca de la mitad de la población, que se calcula anda en 112 millones, vive en situación de pobreza.
El estudio engloba aquellos habitantes en pobreza moderada y en pobreza extrema. El primer índice, cuenta aquellos que ganan menos de 2 mil 114 pesos al mes –unos 181 dólares– en zonas urbanas y mil 329 pesos al mes –113 dólares– en zonas rurales. La pobreza extrema se refiere a los que ganan menos de 978 pesos al mes –84 dólares, en zonas urbanas– y 684 pesos al mes –58 dólares– en zonas rurales.
Una de las conclusiones del informe, señala que sólo uno de cada cinco mexicanos tiene ingresos suficientes para cubrir todas sus necesidades (alimentación, vivienda, salud) ya que sólo 19.3 por ciento de la población (21.8 millones) no son pobres ni tienen carencias de ningún tipo.
Pese al ascenso de la pobreza moderada, la población en situación de pobreza extrema en el total del país se mantuvo en 11.7 millones de personas, lo que representa 10.4 por ciento de la población.
Estas cifras demuestran la enorme deuda social que el gobierno tiene con millones de mexicanos a los que no ha podido ayudar a superar su estado de emergencia y agrega algo que a los veracruzanos debe inquietarnos: según el Coneval, las entidades donde más aumentó la pobreza fueron Veracruz, Guanajuato, Chihuahua, Oaxaca y Baja California. En cambio, en Michoacán, Morelos, Coahuila y Puebla, las estadísticas indican que la pobreza descendió.
En Veracruz, el estudio señala que pasaron de 1.2 millones a 1.4 millones de habitantes en condición de pobreza.
A pesar que las instancias gubernamentales federales sostienen que entre 2008 y 2010, la cobertura en los servicios de salud, educación y servicios básicos de vivienda aumentó en casi todas las entidades federativas, esto no fue suficiente para que más personas dejaran de ser pobres.
Se ubica en nuestra entidad federativa, el municipio de Mixtla de Altamirano, calificado como uno de los cuatro municipios más pobres del país. Enclavado en la sierra de Zongolica, esta población con unos 10 mil habitantes y se señala que 98 por ciento de ellos carece de seguridad médica; 53 por ciento presenta rezago educativo; 99 por ciento de las viviendas carece de luz, piso de cemento y agua potable; 97 por ciento de su población vive con menos de 40 pesos diarios; por citar algunos indicadores entristecedores.
Existen otros 34 municipios de Veracruz considerados dentro del informe de “Medición de pobreza municipal”, cuya población sumada asciende a 19.8 por ciento de la población total del estado, esto significa cerca del millón 400 mil veracruzanos pobres.
La mayoría de ellos están enclavados en zonas serranas habitadas por población indígena. Entre ellos, se mencionan a Aquila, Astacinga; Atlahuilco, Benito Juárez, Cacahualco, Filomeno Mata, Ilamatlán, Mecatlán, Mecayapan, La Perla, Los Reyes, Soledad Atzompa, Soteapan, Tatahuicapan de Juárez, Tehuipango de Hidalgo, Xoxocotla, Zozocolco, entre otros.
Las preguntas que surgen son: ¿Cómo planea el actual gobierno enfrentar a esta terrible circunstancia que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo y que es fuente de violencia e inseguridad? ¿Está el combate a la pobreza dentro de sus prioridades? ¿Cómo se piensa apoyar a esas comunidades? ¿El presupuesto que se ejercerá en este año ya contiene recursos para lograrlo?
La desigualdad social en México –y en especial en nuestra entidad– representa una triste realidad nacional y no puede seguir siendo tolerada. El desarrollo económico del estado de Veracruz no puede despegar mientras no se resuelva esta deuda con la población más pobre de nuestro bello, pero inequitativo territorio.
Deseo un año nuevo lleno de realizaciones positivas a los lectores de La Jornada Veracruz.
Raúl Contreras Bustamante
Notario

Iglesia Católica pide el cese de violencia en Veracruz para este 2012


La Arquidiócesis de Xalapa, a través de su comunicado dominical, deseó que esté año 2012 sea de paz para las familias veracruzanas, “que cese la violencia, el derramamiento de sangre inocente y las amenazas a nuestras familias”
Lunes, 02 de Enero de 2012
Por: Agencias
La Arquidiócesis de Xalapa, a través de su comunicado dominical, deseó que esté año 2012 sea de paz para las familias veracruzanas, "que cese la violencia, el derramamiento de sangre inocente y las amenazas a nuestras familias", pero además que haya paz interior y exterior, fraternidad, armonía consigo mismo y con la naturaleza.
"Particularmente deseamos la paz a todas las familias y a nuestro querido estado de Veracruz. Atendiendo al genuino significado que la palabra Shalom tiene en la Biblia, no sólo deseamos que cese la violencia, el derramamiento de sangre inocente y las amenazas a nuestras familias.
Shalom no es sólo la ausencia de guerra; Shalom es una especie de resumen de todos los bienes salvíficos".
Desear Shalom, cita, es desearle a uno la paz interior y exterior, la acogida, la fraternidad, el estar a favor del bien del otro, la armonía consigo mismo y con la naturaleza, la sintonía profunda con la vida y con el cosmos, la inefable paz con Dios.
Agrega que la paz debe significar superación de la violencia y al mismo tiempo la armonía interior. "Si acogemos esta paz que viene como bendición de Dios entonces también llegarán el amor, la prosperidad, la salud y muchas otras cosas que anhelamos al inicio del año".
La iglesia sostiene que en estos días resurgen los mejores deseos y el corazón se llena de ilusiones y esperanzas.
"El nuevo año nos saca por un momento de nuestros desánimos y frustraciones y nos impulsa a ver con optimismo el futuro inmediato".
El nuevo año, esencialmente arropado por el espíritu de la Navidad, nos convierte en hombres de buena voluntad -según la expresión de los ángeles en el portal de Belén- que también anhelan encontrarse con la luz que le dé un sentido definitivo a la existencia, especialmente en momentos de pruebas e incertidumbre, dice.
Sin embargo, sostiene que desear lo mejor este año no es echar las cosas a la suerte sino insistir en la buena voluntad que hay que mantener para revisarse profundamente, para corregir a tiempo y para cambiar las actitudes, a fin de que sucedan las cosas y se alcancen las metas que tanto se desean.
"En estos días tenemos el deseo de llegar a ser mejores personas y de reparar el daño que hemos provocado a los demás, a la naturaleza y a nosotros mismos.
Cuánta falta nos hace, a lo largo del año, esta disposición, este propósito de cambio, esta luz que penetra en la conciencia para mantenernos en este espíritu de renovación interior."

Las víctimas, actores de cambio


A cinco años de la guerra contra el narco. 9 de enero de 2011. Una víctima y su familiar en Acapulco. Foto: AP
A cinco años de la guerra contra el narco. 9 de enero de 2011. Una víctima y su familiar en Acapulco. 
Foto: AP
MÉXICO, D.F. (apro).- Hasta el año pasado, luego de diversas manifestaciones, protestas y denuncias, las víctimas de la narcoviolencia y de la guerra contra el crimen organizado que impulsó el gobierno calderonista no sólo se hicieron visibles, sino que han comenzado a emerger como defensores de derechos humanos y actores del cambio.
Por varios años, las víctimas de esta espiral de violencia incontrolable y absurda fueron ignoradas y hasta vilipendiadas por las autoridades e incluso por algunos sectores de la sociedad, que las culpaban de haber estado involucradas en actos ilegales y, por lo mismo, merecedoras de la muerte o la desaparición.
Sin embargo, el aumento en el número de muertos y desaparecidos –60 mil según algunas publicaciones–, la confirmación de que muchos de ellos eran inocentes y las movilizaciones a nivel nacional que realizaron los familiares de estas víctimas, a través de sus propias organizaciones y del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, comenzaron a cambiar esa situación.
Las víctimas se hicieron visibles y sus familiares comenzaron a fungir como defensores de otros casos. Se convirtieron en actores sociales que buscan impulsar un cambio en la estrategia militar y policiaca de combate al crimen organizado.
El nuevo papel de miles de hombres y mujeres afectados será importante en las próximas elecciones, sobre todo porque no se ve que la situación vaya a mejorar, dado que las últimas cifras no oficiales señalan que crecerá en miles el número de afectados.
Según el diario Milenio, el año pasado murieron 12 mil 284 personas –398 menos que el año pasado, de acuerdo con sus cifras–, pero el periódico Reforma indica que fueron asesinadas 12 mil 359, 6.3% más que en 2010.
A pesar de sus mínimas diferencias, en su conteo las dos publicaciones muestran que no se ha reducido el número de pérdidas humanas y que el gobierno de Felipe Calderón será el que cierre con el mayor número de muertes violentas desde la guerra cristera, con Plutarco Elías Calles a la cabeza.
Durante estos últimos cinco años se hizo costumbre ver que diariamente morían violentamente decenas de personas en todo el país. Las primeras masacres nos causaron terror, pero al final se hicieron habituales. El imperio de la impunidad transformó el horror en vida cotidiana.
No obstante, esa terrible cotidianidad fue rota este año por cientos de familiares de los fallecidos, que en todo el país salieron a las calles, caminaron por las carreteras y llenaron plazas, para hacer visibles a las víctimas de la guerra.
La mayoría de estas familias rompieron el silencio impuesto por el miedo a denunciar públicamente sus tragedias. Miedo a ser asesinados o desaparecidos por los grupos criminales o por autoridades corrompidas que forman parte de estas bandas o que prestan sus servicios por grandes cantidades de dinero.
Gracias a su valentía se pudieron conocer las historias de muchos inocentes asesinados, que las autoridades y la mayoría de los medios tomaban sólo como números y estadísticas, e incluso algunos gobernantes, como el propio Felipe Calderón, tildaban de maleantes y pandilleros.
La visibilización de las víctimas en una situación de conflicto como la que vivimos es fundamental, porque se trata de dimensionar los daños provocados a la sociedad por la violencia del crimen organizado y por la declaración de guerra que hizo Calderón al narcotráfico.
Además, es esencial porque forma parte del proceso histórico de construir el memorial de las víctimas, que ayuda a una sociedad a no olvidar las tragedias producto de errores y evitarlos en el futuro.
Igualmente será importante porque, en el momento en que llegue el ajuste de cuentas, cuando se deslinden responsabilidades ante tribunales nacionales o internacionales, deberá saberse quiénes fueron las víctimas, hecho primordial en los procesos de justicia y perdón.
Pero aún más significativo será que las víctimas y sus familiares se conviertan en un factor de peso durante el proceso electoral, ya que por sí mismas o por las acciones que realicen de manera organizada, tendrán que ser consideradas por todos los candidatos en sus campañas y en sus propuestas de gobierno.
Ninguno de quienes aspiran a la presidencia puede evitar enfrentar esta realidad, esta tragedia nacional de las víctimas de la guerra contra el narcotráfico, que nunca más serán invisibles, pues por miles se encuentran por todo el país esperando justicia y paz.

Jaque Mate- EL DR. MARIO VELEZ MARTINEZ LO DESAPARECEN EN XALAPA, VERACRUZ


Por Sergio Sarmiento
“La incertidumbre es la única certeza que hay, y aprender a vivir con la inseguridad es la única seguridad.” John Allen Paulos

Una mujer a quien conozco desde hace décadas me pide ayuda angustiada. Su sobrino está desaparecido desde el pasado 29 de diciembre. No, no se trata de un criminal. Es un médico anestesiólogo de 55 años de edad llamado Mario Vélez Martínez quien entraba a la ciudad de Xalapa proveniente del puerto de Veracruz en una camioneta Lobo de doble cabina color negro con placas XU 65855. 

El vehículo fue detenido por un retén de soldados (o de personas vestidas como soldados) a eso de las 7 de la tarde. Los familiares señalan que 14 personas fueron retenidas en el operativo. Todas ellas conducían vehículos o eran pasajeros. No ha habido ninguna información sobre lo ocurrido con ellas. 

La familia del médico no sabe con quién acudir. Se presentó una denuncia en Xalapa, pero las autoridades dicen no saber qué sucedió y los medios ni siquiera han informado sobre el caso. 

En la guerra que el gobierno ha emprendido contra el narco es cada vez más común escuchar historias similares. El presidente Felipe Calderón y muchos de sus funcionarios se han cansado de repetir que la mayoría de las víctimas son delincuentes. La organización Human Rights Watch ha señalado que no hay forma de saberlo, porque en la mayoría de los casos ni siquiera se hace una investigación para determinar quiénes son las víctimas. Cuando se investiga alguna situación un poco más a fondo, con frecuencia se encuentra que las víctimas no tienen de delincuentes más que los funcionarios que con sus acusaciones los descalifican. 

No conozco al doctor Vélez Martínez, pero sí a algunos miembros de su familia. No hay ninguna indicación de que este hombre haya podido tener actividades siquiera remotamente cuestionables. Sus únicos pecados parecen ser haber entrado a Xalapa en una camioneta y haberse detenido en un retén militar. 

En su mensaje de año nuevo del 2 de enero el presidente Calderón ofreció una visión optimista de la lucha contra el crimen organizado: “Hemos actuado con la firme decisión de ponerle un alto a quienes lastiman a mexicanas y mexicanos honrados y trabajadores, como sé que lo son tú y tu familia; y por eso, en primer lugar, hemos combatido con toda determinación a los criminales, e incluso ya hemos capturado a la mayoría de los más peligrosos.” 

Yo no sé si el gobierno ha capturado a la mayoría de los criminales más peligrosos; pero la inseguridad, en lugar de disminuir, aumenta. El periódico Reforma reporta en su Ejecutómetro que 2011 fue el peor año en ejecuciones en nuestro país: 12 mil 359 contra 11 mil 583 en 2010. En 2006, el último año del gobierno de Vicente Fox, se registraron apenas 2 mil 119 ejecuciones. 
Hay muchos casos en los que la información tarda mucho en fluir. Las denuncias por secuestros en autobuses que atravesaban Tamaulipas no fueron objeto de atención hasta que los cadáveres empezaron a aparecer. 
¿Qué ha pasado con los desaparecidos de Xalapa? ¿Han sido detenidos? ¿Bajo qué cargos? ¿Por qué no han sido presentados ante una autoridad judicial? Si los efectivos del retén no eran realmente soldados, ¿por qué se les permitió bloquear una calle y llevarse a 14 personas? ¿Por qué ninguna autoridad dice nada? ¿Cuántos casos como éste hay en nuestro país? 

No dudo que el gobierno actúe de buena fe, pero el secuestro de los 14 de Xalapa y el silencio que ha rodeado hasta ahora el caso siembran la desconfianza. ¿Dónde está Mario Vélez Martínez? Ésa es una pregunta que las autoridades municipales, estatales, federales y militares tienen obligación de responder. 

TAMBIÉN SOLDADOS

No solo los civiles están siendo levantados. Un informe del Ejército a Transparencia fechado el 14 de diciembre, pero con información hasta el 7 de diciembre, señala que 120 soldados han desaparecido en lo que va del actual gobierno. La mayoría fueron secuestrados en sus días francos y cuando estaban desarmados. 

*El autor es periodista y analista político/comentarista de televisión.
Twitter: @sergiosarmient4

Fecha de Publicación: 04/01/2012

Peña y la cabrona realidad


Ha visto cómo la organización, el equipo operativo, la estrategia de medios y el mensaje están muy lejos de sus verdaderas exigencias

Jorge Fernández Menéndez
"Los Príncipes, dice Maquiavelo, deben huir  De los aduladores como de la peste; para defenderse de ellos, deben eligir hombres sabios: no deberán más que concederles libre albedrío y decirles la verdad". El consejo es fantástico, lástima que buena parte de nuestros políticos prefieren otra cosa: la cercanía sólo de los suyos, pensando que la realidad se adaptará a ese entorno que en última instancia es un cerco y un círculo cerrado.
Los últimos días de 2011 lo demostraron con claridad en todos los partidos, pero en pocos se puso de manifiesto en forma tan evidente como en el equipo, en el entorno, de Enrique Peña Nieto. El precandidato priista fue expuesto como nunca antes, ha comenzado a sentir lo duro de la campaña y ha visto cómo la organización, el equipo operativo, la estrategia de medios y el mensaje están muy lejos de sus verdaderas exigencias. El tema va más allá del affaire de los libros en Guadalajara, aunque allí se manifieste. Hay problemas de fondo: la precampaña en su etapa más formal comenzó en los últimos días de diciembre en Huejutla, Hidalgo, uno de los municipios más pobres del país, donde en enero de 94 comenzó también su campaña Luis Donaldo Colosio. Admiré y creo haber tenido un amistad real conColosio, pero hoy, 18 años después, como ya lo escribió Antonio Navalón en estos días, repetir el peregrinaje de Colosio le dice poco a la ciudadanía. Pero repetir los errores de su campaña puede ser costoso. Cuando Colosio comenzó la campaña en Huejutla, decidió llegar por carretera, no en helicóptero. La camioneta en la que viajaba se perdió durante cuatro largas horas en los intrincados caminos de la Huasteca hidalguense. Fue como una señal. El acto pasó sin pena ni gloria pero fue el inicio de un periodo muy penoso: la de las dos candidaturas, la del "no se hagan bolas", la que puso de manifiesto que el equipo y la estrategia del candidato no estaban funcionando. La historia está contada al detalle, por ejemplo, en el libro Domiro, que escribimos junto con Joaquín López- Dóriga, con base en el relato de quien fue el responsable de la seguridad de Luis Donaldo, el generalDomiro García Reyes.
Esta vez, 18 años después, Peña Nieto no llegó a Huejutla en camioneta sino en helicóptero, pero los problemas que se perciben en su entorno son similares a los que sufrió Colosio. En su entorno pueden negar la existencia de un equipo totalmente mexiquense (con alguna excepción), pero no terminan de informar quién se encarga de qué: la consecuencia es que parece que nadie es responsable de nada,pero todos meten mano. En el área de medios siguen creyendo que los acuerdos con algunas empresas alcanzan para construir una imagen y  comunicar una estrategia de campaña, sin comprender que ese cobijo es a todas luces insuficiente. Si hace 18 años, en el entorno de Colosio se quejaban de que la prensa trataba mal al candidato y privilegiaba a Camacho, ahora dicen que el problema es que hay una campaña en los medios, y sobre todo en la redes sociales, sin comprender que desde ese equipo deberían neutralizarla haciendo política.
Colosio cometió el error, del que estaba saliendo a partir de aquel discurso del 6 de marzo en el Monumento a la Revolución, de refugiarse en lo que creía que era fuerte para sobrellevar el momento: en su equipo cercano y en la estructura el PRI. Peña Nieto está haciendo lo mismo: se ha rodeado de los suyos y no le ha terminado de tender la mano a sectores de dentro y de fuera del PRI que podrían acompañarlo, y se vuelve a recurrir, en las formas y en el fondo, a un lenguaje y a una práctica política que no son acordes con la época, con el momento ni con la circunstancia del candidato y su partido. Se lo hizo primero con soberbia, ahora con un tono de urgencia. Y eso lleva a la tentación de no cumplir acuerdos. Mejor dicho: las circunstancias, la correlación interna de fuerza, el temor ante golpes que no esperaba lo llevaron en muchos casos, a él o a su gente, a ponerlos en peligro, lo que, además, parece confirmar que el candidato sí puede ser sujeto a presiones por sus aliados internos y externos. Todo en un contexto donde, obviamente, sus adversarios, de cualquier color, quieren bajarle puntos a quien está de puntero.
No es un problema menor: hace 18 años, el 28 de noviembre del 93,Colosio fue destapado y contaba con una ventaja fenomenal. Un mes después, en Huejutla, su campaña comenzó a mostrar sus insuficiencias y chocó con la realidad. Dos meses después fue asesinado. Hace 12 años, Francisco Labastida tenía 20 puntos de ventaja en diciembre sobre Vicente Fox, los perdió, junto con la elección, en un semestre. Hace seis años, López Obrador ya había comenzado la cadena de errores (que ahora está tratando de enmendar) que lo llevaron a perder la elección presidencial cuando aparentemente no tenía ningún adversario fuerte a la vista. Si Peña y su equipo no lo comprenden y no rectifican, podrán recorrer el mismo camino.

Marino Navegante