La Arquidiócesis de Xalapa, a través de su comunicado dominical, deseó que esté año 2012 sea de paz para las familias veracruzanas, “que cese la violencia, el derramamiento de sangre inocente y las amenazas a nuestras familias”
Lunes, 02 de Enero de 2012
Por: Agencias
La Arquidiócesis de Xalapa, a través de su comunicado dominical, deseó que esté año 2012 sea de paz para las familias veracruzanas, "que cese la violencia, el derramamiento de sangre inocente y las amenazas a nuestras familias", pero además que haya paz interior y exterior, fraternidad, armonía consigo mismo y con la naturaleza.
"Particularmente deseamos la paz a todas las familias y a nuestro querido estado de Veracruz. Atendiendo al genuino significado que la palabra Shalom tiene en la Biblia, no sólo deseamos que cese la violencia, el derramamiento de sangre inocente y las amenazas a nuestras familias.
Shalom no es sólo la ausencia de guerra; Shalom es una especie de resumen de todos los bienes salvíficos".
Desear Shalom, cita, es desearle a uno la paz interior y exterior, la acogida, la fraternidad, el estar a favor del bien del otro, la armonía consigo mismo y con la naturaleza, la sintonía profunda con la vida y con el cosmos, la inefable paz con Dios.
Agrega que la paz debe significar superación de la violencia y al mismo tiempo la armonía interior. "Si acogemos esta paz que viene como bendición de Dios entonces también llegarán el amor, la prosperidad, la salud y muchas otras cosas que anhelamos al inicio del año".
La iglesia sostiene que en estos días resurgen los mejores deseos y el corazón se llena de ilusiones y esperanzas.
"El nuevo año nos saca por un momento de nuestros desánimos y frustraciones y nos impulsa a ver con optimismo el futuro inmediato".
El nuevo año, esencialmente arropado por el espíritu de la Navidad, nos convierte en hombres de buena voluntad -según la expresión de los ángeles en el portal de Belén- que también anhelan encontrarse con la luz que le dé un sentido definitivo a la existencia, especialmente en momentos de pruebas e incertidumbre, dice.
Sin embargo, sostiene que desear lo mejor este año no es echar las cosas a la suerte sino insistir en la buena voluntad que hay que mantener para revisarse profundamente, para corregir a tiempo y para cambiar las actitudes, a fin de que sucedan las cosas y se alcancen las metas que tanto se desean.
"En estos días tenemos el deseo de llegar a ser mejores personas y de reparar el daño que hemos provocado a los demás, a la naturaleza y a nosotros mismos.
Cuánta falta nos hace, a lo largo del año, esta disposición, este propósito de cambio, esta luz que penetra en la conciencia para mantenernos en este espíritu de renovación interior."
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