FERNANDO INÉS CARMONA -
Orizaba, Ver.- A 105 años del asesinato de obreros en Río Blanco, hoy los sindicatos “se redujeron a simples administradores de contratos colectivos de trabajo que benefician más a los patrones que a los obreros”. Los secretarios generales, de la mayoría de los sindicatos en el país, se han enriquecido a costa de los trabajadores. Los sindicatos sólo sirven para obtener cargos políticos, aunque de obreros sólo tengan el membrete”.
De acuerdo con Jorge González Rojas, dirigente del Partido del Trabajo (PT) estatal, el acto luctuoso del 7 de enero sólo es el lucimiento de la clase política del estado, porque ellos no conocen las condiciones en las que viven los verdaderos trabajadores.
“No conocen de salarios de hambre o jornadas explotadoras con la aplicación de las outsourcing. Eso no es rendirles homenaje a los hombres y mujeres que cayeron el 7 de enero de 1907”, acusan.
“Los actuales dizque representantes de la clase trabajadora, que se han apoderado de manera legaloide de la titularidad de los contratos colectivos de trabajo de la región de Orizaba y se dicen dirigentes sindicales, ellos se han reducido a simples administradores de contratos colectivos de trabajo que benefician más a los patrones que a los trabajadores que dicen representar”.
Un ejemplo es el que se vive, paradójicamente, en los sindicatos de la zona centro del estado, “el sindicalismo en la cuna del movimiento obrero nacional se ha convertido en un mecanismo de control laboral para la explotación de la mano de obra de la clase trabajadora”.
“Los salarios miserables carentes de prestaciones son aprovechados por los dirigentes sindicales para practicar el agiotismo, situación que ha permitido a estos depredadores sociales amasar fortunas a costa de la explotación laboral en complicidad con la clase patronal”, acusa.
Como muestra de esta condición, señala, está Víctor García Trujeque, secretario general de la CTM y a la vez diputado local, quien en los últimos 20 años ha vivido del sindicalismo –en el Suterm–, y de cargos públicos, obtenidos a través de la representación sindical.
Hay otra muestra de esta forma de hacer política sindical: Algunos dirigentes sindicales como el caso del sindicato de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, en donde el comité ejecutivo revisará su contrato colectivo de trabajo sin haber emplazado a huelga, sienta un precedente negativo en la lucha de la clase trabajadora.
"Estos dirigentes sindicales desconocen las prácticas del capitalismo en la economía de libre mercado", apunta.
"¿Qué diría Lucrecia Toriz, valiente mujer que enfrentó a los rurales en 1907?, ¿y Rafael Moreno que en su lucha fue fusilado frente a sus compañeros en la entrada de la fábrica textil de Río Blanco de este preocupante y vergonzoso hecho de que un sindicato desprecia el derecho de huelga?"
El sábado próximo no hay nada que celebrar, el acto del 7 de enero se ha convertido en la pasarela de los políticos con anuncios de obras que nunca se concretan. Sirve para que los dirigentes sindicales se doblen nuevamente ante la parte patronal a fin de mantener sus privilegios sindicales, agrega.
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