Mas allá de que Pemex constituya la decimotercera empresa entre “las 15 principales de América por ingresos” (la estatal Petrobras es la sexta), destaca que sea “una de las empresas petroleras mas rentables” del mundo cuando se recurre a la medición EBITDA (por sus siglas en inglés: “Ganancias Antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización”) que ostenta “una buena estructura de costos y eficiencia operativa”.
Cuando se mide la “proporción Ventas/EBITDA”, Pemex supera a las cuatro anglosajonas (ExxonMobil/ Chevron/Shell /BP), a la noruega Statoil y a Petrobras.
La paraestal liderea (1.4), seguido por Statoil (2.5), Petrobras (4.0) ,Chevron (4.6), ExxonMobil (6.2) Shell (8.4) y BP (9.6).
Las cuatro petroleras anglosajonas de marras han sido destapadas como candidatas a llevarse las mayores reservas de México (en sus aguas profundas) y cuya gracia es contar tanto con el “apalancamiento” (“leverage”) financierista de la omnipotente banca de inversiones de Wall Street, como con una “tecnología madura” de la que por ahora carece Pemex (debido a su desmantelamiento neoliberal deliberado que busca su gradual asfixia para rematarlo), pero que se puede alquilar o aprender en dos años (no es “tecnología de punta” como la nanotecnología).
El Ebitda de Pemex es superior al Ebitda total de todas las medievales empresas privadas juntas (incluyendo Televisa) listadas en la Bolsa, las cuales, por cierto, son muy mediocres en Investigación y Desarrollo.
En la clasificación de las principales 500 empresas globales de Fortune (2013), medible por ingresos, solamente aparecen tres mexicanas: dos estatales ---Pemex y la CFE (pese a su desmantelamiento neoliberal) y la privada América Móvil, lo cual exhibe alarmantemente la mediocridad parasitaria de las medievales empresas privadas mexicanas.
Ingresos y ranking, según Fortune 2013: Pemex US$125,2000 millones (lugar 36); América Móvil US$58,900 millones (lugar 158) y CFE US$23,600 millones (lugar 491).
Pemex ingresa el doble que América Móvil, mas de 5 veces que CFE, y más que las dos últimas juntas.
El verdadero lastre de PEMEX es la Secretaría de Hacienda y su modelo neoliberal que decapita el 67.4 por ciento (la mayor de la Vía Láctea) como carga fiscal a su renta petrolera, en contraste con Venezuela (39.9 por ciento), Noruega (19 por ciento) y Colombia(11 por ciento).
Se deduce la imperativa primera solución integral perentoria: quitarle a la Secretaría de Hacienda el manejo discrecional de PEMEX un golpe de timón de implicaciones estratégicas.
De facto, la Secretaría de Hacienda, mediante los excedentes petroleros, subsidia el disfuncional modelo neoliberal de las medievales empresas privadas mexicanas, muchas de las que cuando llegan a pagar impuestos luego son indultadas por el selectivo fisco (caso del oligopolio Televisa).
La postura de la Secretaría de Hacienda es teológica: todo lo “estatal” no sirve (aunque 40 por ciento del presupuesto provenga de PEMEX), pero hay que desmantelarle para entregárserlo a las “privadas”; mientras que todo lo “neoliberal” es sublime (aunque no corresponda con los hechos: decadencia trágica del Grupo Monterrey, pese a todas las facilidades transexenales).
Si Pemex fuera menos castigada fiscalmente, como Noruega y Colombia , se tendrían grosso modo excedentes ANUALES entre US$80,000 millones y US$100,000 millones. Aún exagerando sus pasivos (fondos de pensiones del sindicato en manos del PRI y los adeudos alocados del PAN: v.gr compra del 10 por ciento de la española Repsol), Pemex tendría excedentes suficientes para cubrir la explotación en aguas profundas, mientras alquila o aprende en sólo 2 años su “tecnología madura”.
Aceptando que falte dinero, se puede usar parte de las reservas de Banxico (US166,377 millones), que superan a las de EU, y/o invertir parte de los Fondos de Pensiones (Afores) de US$120,000 millones, que por cierto, se duplicarán en 4 años a US$386,000 millones. Dinero es lo que sobra.
Consar permite el empleo de “Directores extranjeros” para manejar US$50,000 millones en un “banco custodio”e “invierte” su 11 por ciento en EU.
Sin contar la “ingeniería financiera” nacional para atraer capitales (que harían cola), pero sin perder propiedad ni control, es anómalamente aberrante que Consar no invierta US$50,000 millones de los ahorros (secuestrados malignamente por el modelo neoliberal) de los empleados(¡ojo!), en manos de 12 operadores (muchos extranjeros) para la explotación nacional de las aguas profundas, mientras se despierta de su letargo a Banobras quien no cumple con su misión primaria, como BNDES en Brasil, que realizó la mayor oferta púbica inicial (IPO, por sus siglas en inglés) para Petrobras.
El desprecio neoliberal por la tecnología mexicana es demencial, como demostró el Dr. Jaime Aboites en un reciente seminario del Centro de Ciencias de la Transición/Centro de Estudios Geoestratégicos de la UAM-X: a partir del TLCAN se beneficiaron en forma exponencial las transnacionales extranjeras, mientras las entidades nacionales permanecieron estancadas. El TLCAN anestesió la creatividad mexicana.
Aboites demostró que las estatales vilipendiadas por la propaganda negra del totalitarismo neoliberal multimediático, arrasaron en 1980-2011 con las patentes otorgadas a universidades e Instituciones de I&D.
Ranking en orden descendente: IMP (sigue erguido a pesar de su desmantelamiento deliberado), la UNAM, la UAM, CINVESTAV e IIE. No aparece el ITAM, a quien le han procurado el lastimoso papel de Caballo de Troya para entregar Pemex a las transnacionales del binomio anglosajón de petroleras/bancos de inversión.
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