88% de los asesinatos de informadores en México permanece en la
impunidad y sólo en 8% se ha logrado esclarecer los crímenes y procesar a los
responsables, según el Comité para la Protección de Periodistas.
Según el Comité para la Protección de Periodistas, de 2010 a la fecha en México han sido asesinados 31 periodistas y trabajadores de medios de comunicación, mayoritariamente en ataques perpetrados por el crimen organizado. Las víctimas de este ambiente de violencia contra la prensa son lo mismo reporteros que fotógrafos, editores, técnicos, administrativos e, incluso, parejas sentimentales e hijos de quienes, desde distintos espacios informativos, venían desarrollando su actividad profesional, que en prácticamente todos los casos estaba centrada en la documentación de casos de corrupción y delincuencia.
Una tercera parte de estos asesinatos fueron perpetrados en Veracruz, ola de violencia que ha caracterizado los tres años que lleva Javier Duarte como gobernador el estado, y que pone a esta entidad como la más peligrosa del país para desarrollar labores periodísticas.
El reporte del Comité para la Protección de Periodistas, organización de corte internacional que presentó su más reciente actualización en diciembre pasado, señala que, desde 1992, en México han sido asesinados 73 reporteros, fotógrafos y trabajadores de medios. De esos casos, 88% permanece en la impunidad y sólo en 8% se ha logrado esclarecer los crímenes y procesar a los responsables.
Cabe recordar que, por este ambiente de violencia en contra de los periodistas, en Veracruz y todo México, el próximo domingo se realizará una concentración pacífica en el Ángel de la Independencia, a las 12:00 horas, convocada por trabajadores de medios y por agrupaciones defensoras de la libertad de expresión, denominada “Prensa, no disparen”.
Por ello, a manera de homenaje, y también como denuncia, Animal Político presenta la relación de los periodistas que han perdido la vida en México, dividida en dos entregas, la primera de las cuales corresponde a las víctimas acumuladas en los últimos dos años: 2012 y 2013.
Gregorio Jiménez, Veracruz
Luego de publicar distintos trabajos sobre la actividad delictiva en Coatzacoalcos, Veracruz, especialmente sobre el tráfico y secuestro de migrantes, lo mismo en el periódico Notisur que en el diario Liberal del Sur, Gregorio fue raptado por un grupo criminal, cuando se dirigía a su domicilio. Seis días después, el 11 de febrero de 2014, su cuerpo fue encontrado en una fosa clandestina. Las personas detenidas por esta ejecución reconocieron haber recibido 20 mil pesos como pago, por parte de la dueña de un bar usado como casa de seguridad por traficantes de migrantes, caso del cual Gregorio había dado cuenta en sus notas informativas. A pesar de eso, las autoridades de Veracruz aseguraron que este homicidio tuvo su origen en un pleito vecinal.
Alberto López Bello, Oaxaca
El 17 de julio de 2013, Alberto fue atacado en Oaxaca, cuando se encontraba con un informante de la policía, quien también falleció en la agresión. Durante seis años, Alberto había trabajado como reportero de la fuente policiaca para el diario El Imparcial y para la cadena Radiorama, y antes de ser asesinado publicó distintas notas sobre la venta de droga en la capital del estado. Un mes después, la Procuraduría de Oaxaca negó que este asesinato fuese producto de la labor periodística de Alberto, y aseguró que se relacionó con un pleito de cantina, por el cual ya habían sido procesados penalmente cuatro sicarios que reconocieron haber participado en ataques contra dos bares, perpetrados el mismo mes en que ejecutaron a López Bello.
Daniel Alejandro Martínez Balzaldúa, Coahuila
El 24 de abril de 2013, el cuerpo mutilado de Daniel Alejandro, fotorreportero del diario Vanguardia, fue encontrado en una calle de Saltillo, Coahuila. Un día antes se había perdido la pista de él, luego de que partió a cubrir un acto público, al que nunca llegó. Este joven de 22 años tenía sólo un mes como fotorreportero y estaba asignado a la sección de sociales. Según el Comité para la Protección de Periodistas, otros reporteros de sociales han sido blanco de amenazas, por captar imágenes de capos y personajes públicos, durante actos sociales. El asesinato de Daniel Alejandro fue reivindicado por un grupo criminal, mediante un mensaje dejado junto a su cuerpo.
Jaime Guadalupe González Domínguez, Chihuahua
El 3 de marzo de 2013, Jaime Guadalupe fue asesinado por un desconocido, mientras comía en un puesto ambulante en la ciudad fronteriza de Ojinaga, Chihuahua. Jaime era editor del portal informativo OjinagaNoticias, al que había migrado luego de recibir amenazas por su trabajo reporteril en el semanario Contacto local. El portal OjinagaNoticias fue cerrado luego del asesinato, “no queremos problemas, realmente siento mucho miedo por lo que pasó”, señaló en su mensaje final un colaborador del sitio web, quien se mantuvo en el anonimato.
Adrián Silva Moreno, Puebla
Reportero freelance para la radio local, especialista en la fuente policiaca. Adrián fue asesinado el 14 de noviembre de 2012, en Tehuacán, mientras investigaba una red dedicada al robo de gasolina a gran escala. Al realizar esta investigación periodística, presenció un enfrentamiento entre militares un un grupo delictivo, del cual salió ileso, aunque momentos después fue ejecutado, junto con su acompañante, Misray López González.
Víctor Manuel Báez Chino, Veracruz
Víctor Manuel era editor de la información poiciaca, en el portal informativo de Milenio-Veracruz, y editaba también el portal Reporteros Policiacos. El 13 de junio de 2012, tres hombres armados secuestraron a Víctor Manuel, cuyo cadáver fue encontrado al día siguiente, cerca de la plaza principal de Xalapa. Junto a su cuerpo, fue hallado un letraro que atribuía la muerte al grupo Los Zetas.
Regina Martínez Pérez, Veracruz
Corresponsal de la revista Proceso en Xalapa, donde publicó reportajes sobre crimen organizado, así como corrupción política y policiaca. Regina fue asesinada el 28 de abril de 2012 y, siete meses después, las autoridades de Veracruz presentaron a un homicida confeso, quien luego denunció haber sido torturado para afirmar que el móvil de la muerte fue el robo; este acusado, recuperó la libertad, tras obtener un amparo de la justicia federal, mientras que las autoridades de Veracruz esgrimieron una nueva hipótesis oficial: que a Regina le quitaron la vida por cuestiones pasionales. Ninguna prueba de eso, sin embargo, fue presentada por el gobierno de Javier Duarte.
Marco Antonio Ávila García, Sonora
Marco Antonio escribía sobre información de seguridad pública para los periódicos El Regional y El Diario de Sonora. Fue secuestrado en Ciudad Obregón, el 17 de mayo de 2012, y encontrado muerto al día siguiente, en una carretera de terracería cercana a Guaymas, distante a 65 kilómetros del punto donde fue raptado. Su cuerpo presentaba huellas de tortura y a su lado se encontró un mensaje del crimen organizado.
Irasema Becerra, Guillermo Luna Varela, Gabriel Huge Córdova y Esteban Rodríguez, Veracruz
El 2 de mayo de 2012, Irasema, empleada administrativa del diario veracruzano El Dictamen, así como los fotorreporteros freelance Guillermo, Gabriel y Esteban, fueron secuestrados por un grupo armado en Boca del Río, Veracruz. Sus cuerpos fueron encontrados al día siguiente, desmembrados y con signos de tortura, en el interior de un canal de aguas residuales. Los tres fotorreporteros habían cubierto información policiaca para los diarios VeracruzNews, Notiver y AZ, sin embargo, habían abandonado la actividad, tras el asesinato de otros tres reporteros ocurrido un año antes. Guillermo y Gabriel habían salido temporalmente del estado y Esteban había encontrado trabajo como soldador. Las autoridades presentaron a varias personas, presuntamente integrantes de una célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación, como responsables de estos y otros asesinatos.
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