La economía veracruzana se estancó y va para atrás. Cada trimestre la propuesta de campaña de 2010, "Veracruz para adelante" es un contradicción.
Una deuda pública que llegaría a los 90 mil millones de pesos, nula obra pública estatal, incapacidad tecnológica para transformar sus recursos naturales, una industria sustentada en micro y pequeñas empresas poco competitivas, cuatro millones de pobres y un decrecimiento de 1.5%, colocan a la economía de Veracruz entre las cinco peores del país.
Economistas de la Universidad Veracruzana (UV) como Rafael Arias Hernández e Hilario Barcelata Chávez, apuntalan la problemática que agobia a la entidad y piden a las autoridades dejar de lado "el rollo de que todo está bien, de que vamos para adelante".
¡VAMOS PARA ATRÁS!
Rafael Arias considera que la economía estatal muestra el alcance de la mediocridad e ineptitud de políticos y de las políticas públicas impulsadas, así como posibles casos de ineficiencia y delincuencia gubernamentales.
Del indicador del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el cuarto trimestre de 2013, demuestra que "Veracruz se fue para atrás", pues actualmente, con un decrecimiento de 1.5, ocupa uno de los cinco peores lugares, sólo por abajo de Tlaxcala (-3.9), Campeche (-2.1), Zacatecas (-1.8) y San Luis Potosí (-1.6).
"Ese reporte es una muestra de que las cosas no van bien, que las políticas públicas no pueden hacerse como hasta ahora. No se puede seguir con más de lo mismo porque los resultados van a ser peores. El tipo de discurso en torno a la participación resulta frustrante, contraproducente, los resultados oficiales ahí están y han sido adversos", enfatiza Arias Hernández.
El sector secundario de la economía en Veracruz también decreció en el 2013. De acuerdo con el INEGI, en el primer trimestre del 2013 decreció 0.5, en el segundo trimestre llegó a -2.2 y cerró en el cuarto trimestre con -3.5 por ciento.
Este otro indicador evidencia que "lo que estés diciendo y haciendo sobre manufactura, sobre la industria, sobre la transformación no está funcionando", agrega el miembro del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES).
LA DEUDA, EL TEMA PENDIENTE
Para Rafael Arias resulta preocupante que no se aclare el monto real de la deuda pública a pesar de la insistencia de diversos sectores. "No sólo es una cuestión monetaria, hay una deuda social, política y jurídica de quienes, teniendo la obligación de informar del tema, no lo hacen".
El Registro de Obligaciones y Empréstitos de Entidades y Municipios proporcionado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP), ayuda a despejar algunos montos de la citada deuda. Al 31 de diciembre de 2013, el Gobierno del Estado mantenía adeudos ante tenedores bursátiles, instancias bancarias como Bajío, Multiva, Interacciones y Banobras.
Por ejemplo, la pasada administración estatal adquirió el 20 de mayo de 2009 un adeudo por más de 6 mil 293 millones de pesos, cuyo monto ahora es superior a los 7 mil 639 millones. El 15 de diciembre volvió a endeudarse con 1 mil 500 millones de pesos.
El 29 de septiembre de 2011, la administración de Duarte adquirió una nuevo adeudo por 4 mil 756 millones de pesos, así siguió durante 2011 y parte de 2012, con montos que superan los 15 mil millones de pesos.
Para acceder a dichos montos, presuntamente destinados a la inversión pública productiva, la administración pasada y la actual que encabeza Javier Duarte comprometieron participaciones federales en plazos que van desde 51 meses hasta los 360 meses (30 años).
Sin embargo, para despejar la cantidad real, Rafael Arias recomienda, primero, consignar la cifra real de la deuda bancaria y de valores, que es superior a los 41 mil millones de pesos; luego, sumar los pasivos desaparecidos que se deben institución por institución y posteriormente, agregar todos los pasivos occisos o no pagables.
En el último rubro, pidió incluir todo lo que se ha dejado de pagar en servicios básicos como el agua, situación que ha llevado al Congreso de la Unión a condonar 4 mil millones de pesos a 50 municipios veracruzanos declarados en quiebra, lo que tampoco se ha dado a conocer por las autoridades.
A esos montos, añade, habría que sumar los adeudos y atrasos en pagos del Fonden, los pasivos laborales, y un largo etcétera.
"Cuando sumen toda esa cantidad verán que andan arriba de los 90 mil millones", sentencia Arias Hernández.
EL CUBO DE CRISTAL
El 2 de mayo pasado en una entrevista con el secretario de Finanzas y Planeación (Sefiplan), Fernando Charleston Hernández, reconoció que la deuda de Veracruz asciende a 41 mil millones de pesos, pero negó que en la actual administración se haya pedido algún préstamo.
No obstante, evitó aclarar si la deuda se pagará en 30 años o más, y se limitó a mencionar que existen montos de la deuda a pagarse en plazos diferenciados ante Banobras y la banca privada, pues algunos se pagarán "en mucho menos".
También negó que se adeuden pagos por bienes y servicios a distintos proveedores.
"Nunca hemos ocultado los montos de la cuenta pública y obviamente de la deuda pública del estado, lo hemos mencionado en diferentes foros; me tocó comparecer en diciembre y el tema siempre es transparentar el tema de las finanzas, la Secretaría de Finanzas debe de ser un cubo de cristal: que la gente sepa cuánto ingresa y en qué se gasta", dijo el funcionario estatal.
SON RUMORES
El 8 de mayo, el gobernador Javier Duarte de Ochoa, doctor en Economía por la Universidad Complutense de Madrid, calificó como "rumores" las versiones emitidas sobre la situación financiera por la que atraviesa el Gobierno del Estado.
Durante la firma de un convenio entre el Gobierno del Estado y el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (BANSEFI), Duarte aseguró que Veracruz "no está en quiebra, ni existe la posibilidad de ella", y menos aún que atraviese por una crisis.
VERACRUZ, REZAGADO
Sin embargo, la realidad contrasta con las declaraciones oficiales. El doctor en Finanzas Públicas y académico de la facultad de Economía de la UV, Hilario Barcelata Chávez, compartió un análisis muy distinto de la situación económica de Veracruz.
Durante la Feria Internacional del Libro (FILU) 2014, en la presentación del libro Historia Económica de Veracruz. Miradas múltiples, Hilario Barcelata refirió que en los años 70 y 80, en la entidad se vivió un crecimiento acelerado, pero a partir de la primera década de este siglo comenzó a desacelerarse y a participar cada vez menos en la generación de riqueza a nivel nacional.
"En algún momento nuestro estado había sido la quinta economía nacional con una participación de más del cinco por ciento del Producto Interno Bruto (PIB); hacia el 2003-2004 perdió esa presencia y pasó a ser el sexto. En la actualidad no participa ni con el cuatro por ciento del PIB. Veracruz se está rezagando mientras que otros estados avanzan".
La industria actual está conformada en su mayoría por micro o pequeñas empresas incapaces de competir por su falta de tecnología y de organización, que aunada a los bajos salarios que ofrecen, impacta en el empobrecimiento de la población.
La pobreza –abundó-, es consecuencia de las precarias condiciones en que se ha realizado la producción tanto en el campo como en la ciudad. "No por nada hoy Veracruz es de los estados que más pobres tiene, más de cuatro millones de personas, alrededor del 60 por ciento de su población".
ECONOMÍA PRECARIA
Barcelata Chávez estimó que en los últimos 40 años, el estado ha vivido inmerso en un proceso de pérdida de presencia nacional en casi todas las actividades económicas en el país y el rezago agropecuario es el de mayor impacto.
"Esto ha derivado en la terciarización de la economía; una preeminencia de los servicios y comercio, que lejos de evidenciar desarrollo, obedece a la expulsión del campesinado que no encuentra formas adecuadas de sobrevivencia", explica.
Dicha precarización de la economía se hizo notoria luego de la apertura comercial del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), cuando se abandonó el modelo de exportaciones que le iba bien al estado, rico en recursos naturales y que hasta entonces no había tenido problemas para comercializar y colocar sus productos agropecuarios en el mercado nacional.
INCAPACIDAD PARA SALIR ADELANTE
El economista explicó que cuando se da la apertura comercial y cuando empieza este proceso de expansión comercial con el exterior, Veracruz comienza a mostrar esa incapacidad para salir adelante, porque no se da un proceso de transformación productiva. "No se da un quiebre estructural que impulse de manera importante a la industria y que también vuelva competitivas las actividades agropecuarias para pasar a procesos agroindustriales".
A diferencia de otros estados como Puebla, San Luis Potosí, Querétaro, y sobre todo los del norte del país que se han industrializado de forma intensa, Veracruz sigue con su estructura productiva tradicional, basada en los cultivos de maíz, frijol, café, caña de azúcar.
"Somos ricos en recursos naturales pero no en instrumentos tecnológicos que nos permitan transformar esos recursos naturales en bienes que podamos colocar en mercados nacionales e internacionales".
RESPONSABILIDADES
Por separado, Rafael Arias e Hilario Barcelata se pronunciaron por la urgencia de reconocer el problema económico que se tiene y de inmediato actuar, atenderlo y buscar resolverlo, pues a la actual administración estatal "ya no le queda mucho tiempo".
El primero de ellos sugiere voltear a ver a otros estados donde se vive una situación similar como Tabasco y Aguascalientes, donde ya se comenzaron a deslindar responsabilidades aplicando la ley.
"No es lo mismo avance que retroceso, ni prosperidad que pérdida. Sólo esperamos conocer las cifras del primer trimestre de este año para confirmar el estancamiento en que estamos", advierte.
Barcelata concluye: "La situación del estado de Veracruz es grave en términos económicos y en términos sociales. Sólo a través de una mirada hacia atrás es cómo vamos a poder comprender qué fue lo que pasó y qué tenemos que hacer para cambiar nuestra realidad".
*Williams Cortez es periodista por la UAM Xochimilco.
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