A REGINA… LE FUE PEOR..
Día 48:
Ayer me comentaron los abogados que han continuado las manifestaciones y marchas en apoyo por parte de la sociedad civil y de amigos y compañeros, muchas gracias. El compromiso y la gratitud que siento por cada uno de los que han participado es infinito, su apoyo y solidaridad son el soporte que me han sostenido durante tantos días…
Muchas, muchas gracias amigas, amigos compañeros por su confianza y respaldo, estaré siempre en deuda con ustedes.
He aprendido muchas cosas desde algunas tan prácticas y sencillas como meter un bote con agua en un calcetín para mantenerla fría y acabar con un hormiguero con un poco de cloro, hasta otras bastante más difícil de asimilar, como las posibilidades infinitas que surgen de la fe en Dios y la sobrevivencia en el límite de tus fuerzas. También aprendí el valor de los buenos amigos y la bendición que significa tener una familia con la cual contar y un hogar al cual volver… Si la mitad de las internas tuvieran eso seguramente éste seria un lugar menos difícil, menos duro, menos cruel.
Por supuesto que también he conocido la amargura de las decepciones, gente que tal vez pensé o creí más solidaria y he descubierto que no es así y aunque no garde ningún rencor, el aprendizaje como parte de cualquier proceso de crecimiento duele y mucho.
Recuerdo una vez que el maestro Luis Velázquez me enseñó que lo único que no se le puede pedir a otro ser humano es lealtad, ya que esto es algo que se da de manera voluntaria y generosa o no se da… Tiene razón y lamento mucho no haber podido ganarme eso que no se pide, de gente a la que admiro y respeto como el. Le comento esto porque vuelvo a leer después de la visita de mis abogados, mi NOTIVER. No sabe cuanto añoro leerlo diario, por eso lo leo y lo vuelvo a leer.
En esta relectura me encuentro con la columna del Maestro, es por lo menos la tercera o cuarta vez que veo comentarios respecto a mi caso, que no tienen mucho que ver con la realidad, por eso me atrevo a comentarlo por esta vía, porque creo no merecer que se malinforme a quien nos hace favor de leernos.
Primero y con mucho respeto quiero decir a mi Maestro, que me hubiera gustado que pidiera el expediente a mis abogados antes de juzgarlos, ellos han hecho un extraordinario trabajo, profesional e impecable, pero con la desventaja de enfrentar un proceso que no es legal.
Y cualquiera que revise los recursos a los que han recurrido podrá constatarlo. No es justo de veras que se les critique a la ligera, sobre todo gente que jamás hubiera tenido el valor y el coraje de enfrentarse a un sistema corrupto por defenderme, como el Licenciado Vaca. Simplemente no se vale.
Todos han recibido un sinfín de amenazas y todos han permanecido al pie del cañón, haciendo lo que deben y luchando por mi libertad, por ende lo menos que puedo hacer es defender su trabajo con la misma firmeza y cariño que ellos me han defendido cada minuto.
También veo que escribe el Maestro sobre un juego político entre grupos antagonistas, no es verdad Maestro. Estoy en esta situación por una absurda venganza.
Lamento y me duele mucho que el Maestro juzgue sin conocer los detalles legales de fondo y a las personas que han tenido la generosidad de traerme agua, comida, libros, medicinas y su compañía a los dos penales en los que he estado.
Incluso menciona en esta columna a mi hija, no sabe Maestro cuanto me dolió leerlo. Por ella he llorado cada noche de encierro, por ella he sobrevivido a las circunstancias que no imagino, por ella sigo en pie cada día y por ella demostrare mi inocencia y saldré de aquí.
Desde aquí todo se ve y se siente muy distinto pero también desde aquí se aprende a agradecer de rodillas cada muestra de cariño y solidaridad y a soltar los comentarios que pueden hacer daño, los de mi maestro se que no son con esa intención y por eso lo comento, al resto de las y los compañeros, solo me queda darles las gracias por milésima vez.
Hay días como hoy, en los que el solo compromiso que siento con ustedes me obliga a escribir.
Entre la presión arterial y el calor infernal provocaron que me desmayara ayer y me golpeara muy duro al caer, agravando mi terrible dolor en las cervicales, pero así no me voy a rendir, voy a salir de esta… mañana será otro día y encontraré la fuerza necesaria para seguir de pie desde donde este.
Hasta mañana…
Ayer me comentaron los abogados que han continuado las manifestaciones y marchas en apoyo por parte de la sociedad civil y de amigos y compañeros, muchas gracias. El compromiso y la gratitud que siento por cada uno de los que han participado es infinito, su apoyo y solidaridad son el soporte que me han sostenido durante tantos días…
Muchas, muchas gracias amigas, amigos compañeros por su confianza y respaldo, estaré siempre en deuda con ustedes.
He aprendido muchas cosas desde algunas tan prácticas y sencillas como meter un bote con agua en un calcetín para mantenerla fría y acabar con un hormiguero con un poco de cloro, hasta otras bastante más difícil de asimilar, como las posibilidades infinitas que surgen de la fe en Dios y la sobrevivencia en el límite de tus fuerzas. También aprendí el valor de los buenos amigos y la bendición que significa tener una familia con la cual contar y un hogar al cual volver… Si la mitad de las internas tuvieran eso seguramente éste seria un lugar menos difícil, menos duro, menos cruel.
Por supuesto que también he conocido la amargura de las decepciones, gente que tal vez pensé o creí más solidaria y he descubierto que no es así y aunque no garde ningún rencor, el aprendizaje como parte de cualquier proceso de crecimiento duele y mucho.
Recuerdo una vez que el maestro Luis Velázquez me enseñó que lo único que no se le puede pedir a otro ser humano es lealtad, ya que esto es algo que se da de manera voluntaria y generosa o no se da… Tiene razón y lamento mucho no haber podido ganarme eso que no se pide, de gente a la que admiro y respeto como el. Le comento esto porque vuelvo a leer después de la visita de mis abogados, mi NOTIVER. No sabe cuanto añoro leerlo diario, por eso lo leo y lo vuelvo a leer.
En esta relectura me encuentro con la columna del Maestro, es por lo menos la tercera o cuarta vez que veo comentarios respecto a mi caso, que no tienen mucho que ver con la realidad, por eso me atrevo a comentarlo por esta vía, porque creo no merecer que se malinforme a quien nos hace favor de leernos.
Primero y con mucho respeto quiero decir a mi Maestro, que me hubiera gustado que pidiera el expediente a mis abogados antes de juzgarlos, ellos han hecho un extraordinario trabajo, profesional e impecable, pero con la desventaja de enfrentar un proceso que no es legal.
Y cualquiera que revise los recursos a los que han recurrido podrá constatarlo. No es justo de veras que se les critique a la ligera, sobre todo gente que jamás hubiera tenido el valor y el coraje de enfrentarse a un sistema corrupto por defenderme, como el Licenciado Vaca. Simplemente no se vale.
Todos han recibido un sinfín de amenazas y todos han permanecido al pie del cañón, haciendo lo que deben y luchando por mi libertad, por ende lo menos que puedo hacer es defender su trabajo con la misma firmeza y cariño que ellos me han defendido cada minuto.
También veo que escribe el Maestro sobre un juego político entre grupos antagonistas, no es verdad Maestro. Estoy en esta situación por una absurda venganza.
Lamento y me duele mucho que el Maestro juzgue sin conocer los detalles legales de fondo y a las personas que han tenido la generosidad de traerme agua, comida, libros, medicinas y su compañía a los dos penales en los que he estado.
Incluso menciona en esta columna a mi hija, no sabe Maestro cuanto me dolió leerlo. Por ella he llorado cada noche de encierro, por ella he sobrevivido a las circunstancias que no imagino, por ella sigo en pie cada día y por ella demostrare mi inocencia y saldré de aquí.
Desde aquí todo se ve y se siente muy distinto pero también desde aquí se aprende a agradecer de rodillas cada muestra de cariño y solidaridad y a soltar los comentarios que pueden hacer daño, los de mi maestro se que no son con esa intención y por eso lo comento, al resto de las y los compañeros, solo me queda darles las gracias por milésima vez.
Hay días como hoy, en los que el solo compromiso que siento con ustedes me obliga a escribir.
Entre la presión arterial y el calor infernal provocaron que me desmayara ayer y me golpeara muy duro al caer, agravando mi terrible dolor en las cervicales, pero así no me voy a rendir, voy a salir de esta… mañana será otro día y encontraré la fuerza necesaria para seguir de pie desde donde este.
Hasta mañana…
FUENTE: NOTIVER
Maryjose
Gamboa