El
cinismo del enano genocida Felipe Calderón Hinojosa se hizo presente durante su
ponencia en la Decimoctava Conferencia Anual del Banco de Desarrollo de
América Latina (CAF) en la ciudad de Washington en Estados Unidos
declarando que México es un ejemplo de inseguridad y violencia, olvidando
que en general la violencia en el país se incremento principalmente por
su guerra contra el narco que el inicio al principio de su sexenio.
5 de septiembre de 2014
MAL TIEMPO
Como en las épocas de Santa Anna, de Maximiliano, de Porfirio Díaz y deVictoriano Huerta, el país vive tiempos oscuros y, al igual que en esas épocas, la oscuridad se espesa con los aluviones de mentiras vertidos desde las cúpulas y con el ejercicio de poderes aparentemente omnímodos e imbatibles que oprimen a la sociedad”
Por Pedro Miguel | Navegaciones
Cunde el desaliento social. La oleada de propaganda del segundo
informe de Peña Nieto lo ahondará, pero también extenderá el descrédito
gubernamental y la exasperación ciudadana. No es grato experimentar el
bombardeo de una retahíla de éxitos falsos, triunfos de papel, avances de
utilería. Digan lo que digan los espots presidenciales, México es hoy más desigual, más
inseguro, más dependiente y más antidemocrático que hace 22 meses, cuando el
régimen oligárquico adulteró la voluntad popular por segunda ocasión
consecutiva para impedir un cambio de rumbo en la conducción del Estado. En realidad,
cada triunfo del régimen –desde la alineación tripartidista del Pacto por México hasta
las reformas estructurales que hizo posibles, desde la
destrucción de las autodefensas michoacanas hasta las impunidades otorgadas a
diestra y siniestra entre políticos padrotes, empresarios causantes de
desastres ecológicos– ha representado una derrota para el país, de modo que el
mensaje presidencial es un recuento de descalabros y tragedias en imagen
invertida.
La ruta de la consulta popular para
echar abajo las reformas es, por ahora, la más transitable para que la sociedad
ponga freno al saqueo y a la acelerada destrucción nacional que ha caraterizado
a este más reciente tramo del ciclo neoliberal, impuesto abiertamente en el
país en 1988 mediante otro fraude electoral. La Suprema Corte de Justicia de la
Nación tendrá que escoger entre someterse sin argumentos al poder presidencial
o acatar la demanda de millones de ciudadanos que exigen ser tomados en cuenta.
El Instituto Nacional Electoral se las va a ver negras para decirle no a la organización de
un referéndum a todas luces necesario. El régimen, en su conjunto, pasará las
de Caín para distorsionar el sufragio de los dos tercios de los votantes que se
oponen a la privatización del sector energético. Y el gabinete de Peña,
empezando por Videgaray, tendrá que sudar la gota gorda para desconocer la
voluntad de la mayoría absoluta de los mexicanos, expresada en las urnas, y
proseguir, pese a todo, la entrega de los recursos naturales del
país a un puñado de zopilotes corporativos.
Como
en las épocas de Santa Anna, de Maximiliano, de Porfirio Díaz y de Victoriano
Huerta, el país vive tiempos oscuros y, al igual que en esas épocas, la
oscuridad se espesa con los aluviones de mentiras vertidos desde las cúpulas y
con el ejercicio de poderes aparentemente omnímodos e imbatibles que oprimen a
la sociedad desde casi todos los frentes: el presidencial, el legislativo, el
judicial, el mediático, el empresarial, el delictivo y el represivo propiamente
dicho. Pero un régimen tan destructivo, depredador, violento y corrupto como el
que padece México en el presente tropieza más temprano que tarde con su propia
inviabilidad y acaba por desmoronarse. Los informes presidenciales son el canto
del cisne del ciclo neoliberal y repiten su sonsonete triunfalista y
exasperante (todos son iguales: los de Salinas, los de Zedillo, los de Fox, los
de Calderón, los de Peña) en tanto el grueso de la sociedad no cae en la cuenta
de que en buena medida la apariencia del poder se sustenta en el poder de la
apariencia: de inamovilidad, de control absoluto, de impunidad inveterada.
Una
vez que la mayoría social cobra conciencia de las dinámicas empleadas para
oprimirla, explotarla, endeudarla, desarticularla, manipularla y despreciarla,
los días del régimen están contados. Y la gestación de esta lucidez mayoritaria
no puede tomarse demasiado tiempo.
Twitter: @Navegaciones
4 de septiembre de 2014
VERACRUZ, UNA CARPA VIOLENTA
Si Veracruz fuera un circo, sería una carpa violenta. Aquí se ha
escapado el león, el tigre, y hasta las pulgas saltarinas hacen lo que quieren,
mientras el domador continúa sonriendo nerviosamente, y simula que su látigo
empuñado tiene todo controlado.
Aquí,
hay hallazgos de fosas clandestinas, con restos humanos en descomposición, un
día sí y el otro también. Aquí, se encuentran rostros juveniles en campos de
entrenamiento para la delincuencia, y dos personas al día sufren un
secuestro.
Bajo
esta carpa, médicos, abogados, empresarios, abarroteros, académicos,
periodistas –porque la violencia nos ha tocado a todos- pierden la vida cuando
se resisten a un asalto, un secuestro, un solo pensamiento.
La
capital del estado, sede de los tres poderes de gobierno, de las delegaciones
federales, con una base militar en las afueras, una academia de policía a la
mano, tuvo este martes una jornada violenta.
No
eran ni las 12:00 del día y ya se reportaba baleada la casa del periodista
Ignacio Domínguez, en la colonia Cuauhtémoc; un asalto en la calle 20 de
noviembre, cerca de la Quinta de las Rosas; y una persecución policiaca en
Lázaro Cárdenas. El saldo del día: dos muertos.
Si
hacemos memoria, recordaremos que días atrás, el trabajador de una empresa de
gas murió a manos de asaltantes, y cómo, un abarrotero persiguió a los ladrones
de su tienda, hasta que su vehículo se impactó contra el de ellos, y pudo rescatar
la ganancia de sus ventas.
Traeremos
al presente, a los vecinos que viven a unas cuadras del Congreso de Veracruz y
cerca del C4, que cansados de la ineficacia de las autoridades han decidido
organizar guardias vecinales para frenar los robos en sus domicilios.
En
esta ciudad, como en el resto del territorio veracruzano, sobran ejemplos que
nos dicen que el león, el tigre, y las pulgas saltarinas hacen lo que quieren
con la seguridad, la vida cotidiana de los habitantes, mientras los que
debieran gobernar, se desviven en frivolidades.
Mientras
el ciudadano se deshace adivinando ¿Es mejor comprar un perro, una alarma, una
videocámara, no salir de casa? Al gabinete de la entidad se le va la vida
buscando selfies con funcionarios federales, entonando discursos triunfalistas
que lo niegan todo, distorsionan, desinforman.
Sí,
si Veracruz fuera un circo, sería una carpa violenta, insegura, porque si esto
pasa en Xalapa, donde se concentra la fuerza del estado, ¿Qué se puede esperar
para los habitantes del resto de la entidad? En el norte, por ejemplo, que
colinda con Tamaulipas; en el sur, donde se forma la franja más estrecha entre
el Golfo de México y el Pacífico.
A
cuidarnos nosotros, me dijo Guillermo Rodríguez Curiel, integrante de La Vida,
en una conversación feisbukera, parece que tiene razón, a cuidarnos entre
nosotros.
La grilla: El secretario de
Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita dijo que ya no dará más declaraciones
a la prensa. ¿Que bueno? cierto es que no queremos más declaraciones del estilo
¿Tienen miedo? Cómprense un perro, pero dar la cara por la falta de resultados
en su área de trabajo, es lo menos a lo que está obligado.PODRIDA LA JUSTICIA EN VERACRUZ
El periodista y funcionario de la Comisión Estatal para la Protección de Periodistas (CEAPP) Jorge Morales Velázquez, consideró muy grave la situación actual para el ejercicio periodístico en Veracruz.
La advertencia
La madrugada del pasado
dos de septiembre del año en curso, fue baleada la residencia del
periodista Ignacio Domínguez, a las puertas de su domicilio le dejaron la
cabeza de un cerdo con un mensaje intimidatorio.
El ex reportero del
Diario de Xalapa y director del periódico agrario Tinta Verde narró que al filo
de las cuatro de la madrugada escuchó disparos pero no pensó que esas ráfagas
fueran hacia su domicilio.
Fue hasta la mañana
siguiente cuando uno de sus hijos se percató de la cabeza del animal con un
mensaje, y balazos en la puerta de su casa.
Llamo a las autoridades
y realizaron sus pesquisas en la escena del atentado; hasta el momento el
periodista no tiene idea de quien pudo realizar el funesto acto.
En ese sentido el
periodista del Heraldo y comisionado en la CEAPP Jorge Morales opinó:
“Me parece uno de los
casos más llamativos y preocupantes, en este caso se trata de un periodista que
no cubre información sobre la delincuencia organizada, sobre todo temas
agropecuarios y a veces políticos, el hecho de que se haya presentado
esta situación estamos ya viendo una vertiente inédita”.
Aunque reconoció que no
es la primera vez que periodistas no ligados en fuentes policíacas, eran
hostigados e incluso “levantados”, lo que traza un panorama desolador ya que se
está generalizando las agresiones hacia periodistas por la nula capacidad de
castigo para los culpables.
“Ya se están abriendo
otras líneas donde probablemente haya quienes, en este contexto de impunidad,
de inseguridad y total indefensión de la actividad periodista, ante falta de
condiciones de seguridad tanto para el periodista como para el ciudadano común,
entonces se están aprovechando y están tratando de realizar estas acciones con
una finalidad”.
El periodista considera
que todo esto es reflejo de la descomposición de la seguridad en la entidad y
de la debilidad de las instituciones encargadas de procurar justicia.
“Es evidente que el
mensaje que le emitieron a Ignacio tiene un sentido de inhibir su trabajo, que
la amenaza va por la información que él publica en su semanario, y si no era
así, esto sirvió para que el manifestara que ya va a evitar publicar cierto
tipo de cosas, entonces finalmente esas personas consiguen su objetivo que es
la censura e infundir el miedo”.
Los amparos
En febrero del 2014
cuando Veracruz se volvía a colocar en los reflectores mundiales, por el deceso
del décimo periodista asesinado en los primeros tres años del gobierno de
Javier Duarte, Gregorio Jiménez reportero policíaco de Notisur, la Procuraduría
General de Justicia del Estado a cargo en ese entonces por Amadeo Flores,
realizó una razia policíaca en toda la zona de las Choapas para hallar a los
culpables.
De esta redada se logró
capturar a seis supuestos integrantes de una banda de secuestradores que fueron
“contratados” por Teresa de Jesús Hernández Cruz, dueña del bar El Mamey quien
por 20 mil pesos, mandó a secuestrar al reportero por publicar que en ese
antro servía de casa de seguridad de migrantes secuestrados.
Meses después los
imputados promovieron un amparo en el que su defensa argumentó que las
confesiones fueron hechas bajo tortura, por lo que dichas declaraciones eran
consideradas invalidas, por lo que se teme podría repetirse la historia de José
Antonio Hernández Silva, presunto asesino de Regina Martínez, corresponsal de
Proceso en Veracruz.
Jorge Morales se acercó
al actual Procurador General de Justicia de Veracruz Luis Ángel Bravo Contreras
y del acercamiento le comentó a este reportero lo siguiente:
“Estas personas
con el amparo promovieron que no se les puede dar validez a sus
declaraciones porque fueron hechas bajo tortura, entonces yo diría lo
siguiente: aunque el procurador asegura que va a combatir este amparo, porque
dicen tener pruebas para evitar que los imputados salgan libres, pero pone en
tela de juicio, de duda y credibilidad la justicia en Veracruz”.
Morales Velázquez
considera incorrecta la actuación de las autoridades “porque estamos hablando
de que estas personas fueron torturadas, sabiendo las autoridades que cualquier
declaración obtenida bajo tortura puede ser desechada por un juez, lo llevaron
a cabo, no solo están violando la ley, están violando los derechos de otras
personas”.
Al comisionado del CEAPP
le parece que se comprometió una importante investigación que solo despierta
sospechas en el actuar de los funcionarios:
“Si estas personas que
tienen un caudal de otros hechos delictivos cometidos anteriormente, salen
libres, ya no pensemos en el peligro que representa para un periodistas sino
para toda la sociedad, entonces lo que se pone aquí en evidencia es la
incapacidad palmaria de la justicia veracruzana, para poder procesar cualquier
investigación, de un periodista o de un ciudadano; y abre las puertas a pesar
de asegurar lo contrario, para que estas personas salgan en libertad”.
LÍDER DE CANACO DE VERFOLLOW SE NEGÓ A PAGAR CUOTA A LOS ZETAS, POR ESO LO MATARON, NARRA SU VERDUGO
VIOLENCIA Y VIOLENCIA EN VERACRUZ....
La Procuraduría General de Justicia del
(PGJE)
detuvo a Ezequiel Montejo Martínez, de 25 años de edad, a quien se señala como
uno de los participantes en el secuestro y crimen del empresario minatitleco,
Jesús Humberto Arriaga Hernández.
Los
del Mando
Único Policial y de la Policía Estatal lo detuvieron cuando conducía un
automóvil con
de robo,
motivo por el cual fue puesto a disposición de las autoridades ministeriales en
Minatitlán.
En su declaración,
el taxista Ezequiel Mora, confesó haber participado en el secuestro, tortura y
muerte del empresario Humberto Arriaga Hernández, a quien se llevaron el pasado
mes de junio, del
de su
denominado
"Dorsia", ubicado en la calle Justo Sierra de Minatitlán y cuyo
cuerpo fue encontrado a principios del pasado mes de agosto en Cosoleacaque.
Al detenido se le
instruye la Causa Penal 307/2014, como presunto responsable del delito de
secuestro agravado, según determinó el Juez Primero de Primera Instancia del
Distrito Judicial de Coatzacoalcos.
La Procuraduría de
Justicia informó que el acusado, Ezequiel Montejo Martínez, aceptó haber
participado en este hecho delictivo y aportó datos que conducen a explicar el
crimen, por el hecho concreto de que se negó a pagar “la cuota” mensual por la
de su
.
El detenido, junto
con los demás
de prueba,
quedaron a disposición del Juez Primero de Primera Instancia, internado en el
CERESO regional Duport Ostión de Coatzacoalcos.
DOCUMENTA AMNISTÍA TORTURA DE MARINOS EN VERACRUZ
Los casos de una mujer y un empresario aparecen en su informe: Fuera de Control, Tortura y Otros Malos tratos en México
El 7 de agosto de 2012 efectivos de la Marina llegaron a la casa de Claudia Medina, le ataron las manos y le vendaron los ojos antes de llevarla en una camioneta a la base naval local, donde le aplicaron descargas eléctricas, la agredieron sexualmente, le propinaron golpes y la dejaron atada a una silla bajo el calor abrasador del mediodía.
Como este caso, la organización Amnistía Internacional documentó detenciones arbitrarias y ejecutadas por elementos castrenses en el estado de Veracruz, según lo revela en su último informe “Fuera de Control, Tortura y Otros Malos tratos en México “, centrada en las agresiones en el momento de las detenciones.
Tiempo más tarde, Claudia fue puesta en libertad bajo fianza y denunció los malos tratos a un juez federal que solicitó una investigación. Sin embargo, a día de hoy, no se ha producido ninguna. A pesar de existir pruebas, como dos exámenes médicos independientes, uno de ellos a cargo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que confirman sus denuncias de torturas.
Dos de cada tres mexicanos tiene miedo de ser torturado
Una encuesta de la institución revela que el 64% de los mexicanos tienen miedo de sufrir tortura en caso de ser detenidos. Además, en el estudio se afirma que este tipo de prácticas están generalizadas y son habituales en los procedimientos de las fuerzas de seguridad.
Tan sólo el año pasado, se registraron mil 505 denuncias de torturas, seis veces más que hace diez años a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que sólo emitió 13 recomendaciones. De hecho, de las 7 mil 164 quejas que recibió la organización entre 2010 y 2013, ninguna dio como resultado una condena.
Marinos se llevan a farmaceútico
Un caso similar es el de Óscar Augusto Valle Sánchez, farmacéutico procedente de Coatepec (estado de Veracruz). Diez hombres armados vestidos con uniformes de marinos aparecieron en su casa y lo empujaron al suelo a punta de pistola. Además, llegaron a saquear su casa robando objetos personales y dinero en efectivo.
Después, fue llevado a una base naval cerca de Xalapa. Según su relato, miembros de la marina usaron bolsas de plástico para provocarle la semi-asfixia, le aplicaron descargas eléctricas en los testículos y le amenazaron. También, lo obligaron a firmar documentos con los ojos vendados.
Posteriormente fue absuelto de los cargos falsos de los que se le acusaba, sin embargo, pese a las denuncias presentadas contra su detención ilegítima y la tortura, no se han producido avances en el caso.
MENSAJE AL PUEBLO DE MÉXICO - DESOBEDIENCIA Y ORGANIZACIÓN
HACEMOS UN LLAMADO A TODOS, NO ESPEREMOS A QUE ALGUIEN PINTE LA LÍNEA DE
LUCHA. COMIENZA DONDE VIVES, SE CREATIVO Y EMPRENDE CAMBIOS!!!
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