Por Armando Ortiz
La
salida de Alberto Silva Ramos de la dirigencia del PRI estatal es sólo parte de
la capitulación que en los últimos días acordaron los grupos que dejan el poder
con los grupos que buscan abordar el barco del poder. Hasta la última semana,
no, hasta un día antes del registro de Héctor Yunes Landa como precandidato del
PRI a la gubernatura del estado, hubo presión y jaloneos por tratar de vender
cara la derrota. No sólo sorprendió la osadía, sino que causó gracia e
indignación el atrevimiento de publicar una encuesta manoseada en la que
Alberto Silva aparecía con una ventaja de hasta un 10% sobre Héctor Yunes. Lo
que habrá costado la publicación de esa encuesta en un medio de tanto alcance,
todo para qué, para nada; bueno sí, para abonar a la incertidumbre y para
fortalecer su negociación.
Pero el grupo de Yunes Landa no cedió del todo. Érick Lagos
presionaba para ser el coordinador de campaña de Héctor Yunes, Jorge Carvallo
también quiso arrebatar algo en el recuento de los daños y por eso se alió a
los dirigentes del Partido Verde para presionar. Carvallo, quien se había
mantenido calladito en los meses anteriores, hasta un día antes amagaba con
inscribirse a la contienda con la excusa de que tenía el apoyo del Partido
Verde. Ahora Héctor Yunes sabe que no se puede confiar en los dirigentes de un
partido parásito.
Al final Carvallo cedió. Sólo los actores principales saben en
qué términos el grupo de Duarte firmó su derrota, pero una cosa queda claro, no
los quieren ver cerca, porque Héctor está consciente de que cuando dice voy a
barrer la casa, los ciudadanos entendemos que se refiere a ellos, los
corruptos, los saqueadores, los que compraron su impunidad en la forma de
fuero.
¿Finalmente Javier Duarte entendería que perdió la batalla?
Días difíciles vienen para este gobierno, días en los que muchas
cosas se tendrán que ajustar; días en los que muchos de sus funcionarios, si
son inteligentes, buscarán no dejar huella de sus tropelías. Para ello cuentan
con la complicidad de la Contraloría y del Órgano de Fiscalización Superior
(Orfis).
Pero eso días ya empezaron, sobre todo en el ramo de la
seguridad, Lo que está sucediendo en Veracruz, los muertos arrojados a la
carretera, encontrados en páramos; los secuestros y la ola de robos que se está
desatando en todo el estado es el mensaje de un remitente oscuro e ignoto hacia
un destinatario claro y definido, el propio gobierno.
La misma desaparición de los 5 jóvenes de Tierra Blanca por
elementos de Seguridad Pública, el montaje realizado sobre la captura de
Francisco Navarrete Serna, al que denominaron jefe de plaza del Cartel Jalisco
Nueva Generación, y la tozudez de un Arturo Bermúdez Zurita por no dar la cara
tienen a este gobierno en total descrédito. Nunca como ahora el gobernador
Duarte está a punto de tragarse sus palabras, esas que pronunció a favor de su
secretario de Seguridad Pública, “primero me voy yo” antes que renunciar a su
súper policía.
La sociedad civil exige un cambio de mando en la seguridad del
estado, donde ha quedado más que claro la colusión que existe entre los
elementos del de Seguridad con el crimen organizado. Pero Duarte tiene el
bocado en la boca y no se quiere tragar sus palabras; ¿será posible que aguante
300 días más? Tal vez el sí, pero los veracruzanos ya no aguantamos el clima horror
y violencia que se vive en Veracruz.
Postdata 1: ¿Absolutamente nada que investigar? No sea cómplice
maestra Xóchitl Osorio
Con mucho ahínco la maestra Xóchitl Adela Osorio defendió al
Oficial Mayor de la Secretaría de Educación. La secretaria de la SEV dijo que
no había absolutamente nada que investigar; que no nos andemos creyendo todo lo
que se diga en las redes sociales. Se equivoca la maestra. Sí hay que
investigar, y mucho. La periodista Claudia Guerrero ha documentado muy bien el
uso indiscriminado de recursos de la SEV para la promoción de Vicente Benítez
quien busca ser diputado en el Congreso local y con ello obtener fuero. Ahora
bien, el tema de las fiestas con jóvenes desnuditas, eso también se debe
investigar pues está señalándose a un funcionario importante, Vicente Benítez y
en las fotos aparece otro funcionario de la SEV, Valentín Arrieta. Habría que
recordarle a la maestra que SEV es acrónimo de Secretaría de Educación de
Veracruz y que lo que deberían hacer sus funcionarios es prestigiar a esta
institución, no desprestigiarla de esa manera.
¿Absolutamente nada que investigar? No sea cómplice maestra.