CLAROSCUROS
Por
José Luis Ortega Vidal
(1)
El 3 de
abril de 1968 -un día antes de ser asesinado- el doctor Martín Luther King Jr.
habló ante los trabajadores sanitarios -en huelga- de Memphis, Estados Unidos y
al hacer alusión a la parábola del buen samaritano, sostuvo:
En los
días de Jesús (Jericó) se vino a conocer como el “Sendero Sangriento.” Y sabes
que es posible que el Sacerdote y el Levita miraran al hombre en el suelo y se
preguntaron si los ladrones aún estaban por ahí. O es posible que ellos
sintieran que el hombre en el suelo estaba meramente fingiendo. Y estaba
actuando como si le hubieran robado y herido, para agarrarlos ahí, para
atraerlos ahí para un ataque fácil y rápido. Así que la primera pregunta que
hizo el Sacerdote, la primera pregunta que el Levita hizo: “Si me detengo a ayudar
e este hombre, ¿Qué me va a pasar a mí?
Pero
luego vino el buen Samaritano, y él cambió la pregunta: “Si no me detengo a
ayudar a este hombre, ¿Qué es lo que le va a pasar a él? Esa es la pregunta
enfrente de ustedes esta noche. No, si me detengo a ayudar a los trabajadores
sanitarios, ¿Qué es lo que le pasará a mi trabajo? No, si me detengo a ayudar a
los trabajadores sanitarios, ¿Qué es lo que le pasará a todas esas horas que
usualmente estoy en la oficina todos los días y todas las semanas como pastor?
La pregunta no es, si me detengo a ayudar a este hombre necesitado, ¿Qué es lo
que me va a pasar a mí? La Pregunta es, si no me detengo a ayudar a los
trabajadores sanitarios, ¿Qué es lo que les va a pasar a ellos? Esa es la
Pregunta.
(2)
El 10 de marzo del 2016, es decir, hace 4 días, la rectora de la UV -Sara
Ladrón de Guevara- encabezó una marcha histórica de la comunidad universitaria
que encabeza en Veracruz y lanzó un discurso profundo, emblemático y poético:
“Nos
deben, nos deben el derecho a soñar, nos deben la esperanza de un mejor futuro,
nos deben la confianza en las instituciones, nos deben una juventud sin miedo,
nos deben a los desaparecidos, nos deben la paz de los violentados y la de sus
familias; nos deben recursos que son obligaciones, porque no son de ellos (…)
¡fueron otorgados por el pueblo!”.
“Nos
deben los derechos de nuestros jubilados; nos deben las libertades y las
capacidades críticas generadas por el conocimiento. Nos deben mayor cobertura
en la educación superior y nos deben mayor acceso a la educación de las clases
desprotegidas, muy particularmente de nuestros grupos originarios. Nos deben el
respeto a la diversidad de etnias, de color, de género, de preferencia política
o religiosa; nos deben la seguridad del cumplimiento de nuestras metas; nos
deben la certeza de nuestros trabajos y los sueños de nuestros jóvenes”, dijo
frente al Palacio donde Javier Duarte de Ochoa encabeza el peor gobierno del
que se tenga memoria en nuestra entidad…
Sin
olvidar su vínculo con el anterior, en manos de Fidel Herrera con Duarte como
Subsecretario –primero- y luego como Secretario de Finanzas y Planeación…
Dicho de otro modo: el discurso de la rectora fue más allá de la deuda
económica del gobierno estatal con la UV, pero en el caso específico de este
tema nos recordó que los más de 2 mil millones de pesos que se reclaman
empezaron a desviarse desde “endenantes”.
(3)
Patricia
Domínguez Chenge -directora de la Facultad de Ciencias Administrativas y
Sociales- también habló ante la multitud universitaria veracruzana y afirmó:
“La
educación representa una inversión fundamental para cualquier país, porque
mejora la equidad y cierra brechas sociales, además, permite que futuras
generaciones respondan a los nuevos requerimientos generacionales y globales.
Esto no se logra basado en gastos operativos sino con resultados a largo plazo,
por lo tanto lo que se plantea genera iniquidad en la distribución de los
recursos. De ahí que la defensa no sólo debe ser por el trabajo de los
académicos, sino por la educación pública, como una opción para mejorar las
condiciones de vida (…) en este día hacemos frente a la agresión financiera de
la que han sido objeto (…) porque no hacerlo es no reconocer tantos años de su
historia”.
(4)
Estos
discursos demuestran la importancia de la palabra como eje de transformación…
El papel de la movilización como estructura de reclamo legítimo y –a largo
plazo- eficaz…
La responsabilidad de actuar por la defensa del Yo a través del poético y
obligado Nosotros…
Que el
lenguaje no es un ejercicio pasivo, sino social e históricamente activo
dirigido a la transformación de la humanidad y concretamente de la sociedad…
(5)
La
parábola del buen samaritano, en el fondo, implica su propia responsabilidad
para salir adelante.
La
enseñanza es sobre la solidaridad, sí, pero también es sobre la autoayuda.
Ante las tiranías –Veracruz fue vendido al crimen organizado de parte de
nuestra estructura de poder y esto es un acto de tiranos- queda la palabra, la
movilización, el voto o la revolución.
La UV
es apenas un ejemplo de lo mucho que pasa en una entidad llena de muertos y
desaparecidos, sumida en el desempleo y donde la libertad de expresión
constituye una amenaza cotidiana de perder la vida.
(6)
A los
más de 50 mil que marcharon por la UV se deben sumar los votos pensantes de
cara al próximo 5 de junio.
Ante la
tiranía representada por el depósito burlón de 40 millones de pesos el viernes
11 de marzo por parte de la SEFIPLAN, se necesita análisis, inteligencia
académica y más movilización, inagotable solidaridad, absoluta responsabilidad
individual y colectiva y la aceptación de que en Michoacán, Tamaulipas,
Guerrero, Morelos y Veracruz -entre otras partes de México- se vive en
condiciones de guerra con altos costos no sólo del rubro educativo sino de víctimas
mortales incontables del lado civil.
(7)
De quienes aspiran a gobernar Veracruz por dos años nadie ha pasado de la
acusación mutua.
Nadie
ha dicho -con herramientas metodológicas en la mano- cómo avanzará en la salida
de la guerra que vivimos porque resulta evidente que resulta un cáncer
imposible de curar en tan corto plazo.
Es
preciso fundamental observar, escuchar y decidir en torno a estas ofertas…por
lo pronto y actuar, seguir actuando cada cual desde su trinchera individual o
de equipo, institucional o social.
La paz
y la justicia llegarán. Eso es parte de un ciclo que a todos nos corresponde
romper.