La conformación del Frente Amplio Democrático (FAD) empieza de
mala manera y lo que mal empieza, acaba mal. A falta de ideologías; derecha,
izquierda o centro, se han unido para hacerle el favor al debilitado y
vilipendiado, Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los diluidos Partido de la
Revolución Democrática (PRD), Partido Acción Nacional (PAN) y Movimiento
Ciudadano (MC) y su casi nula ideología (ya no sabemos cuál de ellos es
izquierda, derecha o centro) decidieron hacer un licuado tóxico.
El resultado de esta unión
donde ya no importan los colores, ni los proyectos electorales; es un
esperpento; un adefesio grotesco, cuyo objetivo principal es crear un bloque
que favorezca al PRI en las elecciones del 2018 donde el descontento social
seguramente terminará por pasarle factura.
El problema es que este Frente
Ciudadano por México está conformado por tres partidos cuestionados por la
corrupción, la malversación de recursos públicos, el enriquecimiento ilícito o
el tráfico de influencias.
PAN, PRD y MC pretenden
mantener su estatus a través de esta unión para perpetuar sus privilegios. Los
tres partidos tienen políticos que son flamantes exponentes de la
descomposición del sistema político mexicano.
Ricardo Anaya, Alejandra
Barrales y Dante Delgado, los tres dirigentes de estos partidos son claros
ejemplos de políticos deshonestos. Los tres están cuestionados por
enriquecimiento inexplicable. Los tres han hecho ostentación de sus riquezas
sin importar nada. Seguramente porque se saben impunes. En México, ser político
es sinónimo de impunidad.
Barrales con su lujoso depa en
Miami, Anaya con su alto nivel de vida en Estados Unidos donde radica su esposa
y sus hijos; y Dante anquilosado antidemocráticamente en un partido que parece
ser de su propiedad y de donde ha sacado jugosos beneficios económicos.
Si estos tres personajes
marcados por la sombra de la corrupción, fueron la cara del registro del este
frente-esperpento, ante el Instituto Nacional Electoral (INE), ¿qué podrían
esperar los electores de semejante propuesta electoral?.
La deshonestidad de estos tres
políticos fue evidente, porque ninguno dijo la verdad sobre la esencia de su
unión. En realidad el frente recién conformado lo que anuncia es un frente
contra Andrés Manuel López Obrador a quien las últimas encuestas le favorecen
en la carrera presidencial del próximo año.
La desesperación del PRD por
ejemplo, le lleva a pretender alianzas con el PRI, el Partido Verde Ecologista
de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (Panal).
Aquí todos son satélites del
mismo gallo. En este mapa de partidos sin ideologías ni propuestas diferentes,
todos están postrados al poder omnímodo del PRI.
El FAD está pensado para
funcionar hasta el 31 de diciembre del año 2024. Su objetivo es administrar la
crisis de credibilidad de los tres partidos y el rechazo social que han sufrido
por sus escándalos de corrupción.
En su carta de principios dicen
que les une el propósito de construir un “nuevo régimen” y la creación de
“comisiones de la verdad” para documentar los casos de corrupción y la reforma
a la Fiscalía General de la República.
El mensaje anterior resulta una
mentira, porque tanto el PRD como el PAN y el MC nos han dejado claro que son
capaces de pactar con el PRI y sus aliados en cualquier momento. No hay que
olvidar que gracias al PAN, Felipe Calderón y su grupo, pactó con Enrique Peña
Nieto, garantizar su impunidad con un fiscal a modo.
Dicen los señores frentistas,
que su alianza surge de tres premisas básicas: que la corrupción no es
“cultural”, que la desigualdad igualmente no es “natural” y que la violencia
tampoco es “inevitable”.
Lamentablemente, el
comportamiento de algunos políticos de los tres partidos nos han demostrado lo
contrario. El germen de la corrupción floreció culturalmente en las filas del
PAN, PRD y MC. La desigualdad de su tren de vida nos ha demostrado que vivimos
en un país donde los políticos son ricos y los ciudadanos pobres. Finalmente,
ninguna de estas fuerzas políticas han garantizado seguridad a los ciudadanos.
Las alianzas públicas y
privadas del PRI y el PAN, del PRD y el PRI, de MC y el PRI nos han dejado un
país en ruinas. Las administraciones han sido desastrosas como en el caso de
Oaxaca o ahora el Estado de México. La unión anti natura de la izquierda y la
derecha hubiera sido esperpentica hace años, ahora son prácticamente lo mismo y
ambos tienen un gran parecido al PRI.
Todo hace pensar que este
Frente es mucho ruido y pocas nueces, es decir, mucho gas y poco contenido.
Frente, PRI y sus aliados, son prácticamente lo mismo. En el espectro político
casi todos se parecen. Por eso, cada uno de nosotros tendrá que meditar muy
bien su voto. Buscar a quien realmente ofrezca una propuesta diferente a las
otras.
Faltan 10 meses para las
elecciones. Las listas de candidatos traerán algunas sorpresas, pero al final,
todos buscaran sostener sus privilegios. Necesitamos que llegue al poder
alguien que finalmente este dispuesto a terminar con el mal endémico de la
impunidad.
El candidato que proponga el
fin del derecho a robar de los políticos, el fin del desfalco a la nación, el
fin de la venta de los recursos, el fin del sistema de explotación a los
trabajadores, el fin de los mini salarios, el fin del despilfarro, el fin de la
alta burocracia con sueldos exorbitantes, el fin de las pensiones para ex
presidentes, el fin de la injusticia social…. el fin de este México enfermo,
ese candidato seguramente ganará, a pesar de los frentes, los bloques o las
alianzas de la podrida partidocracia.
Twitter: @SanjuanaMtz
Facebook: Sanjuana Martinez