En la segunda mitad del siglo XX, fuerzas armadas de diversas naciones
de América Latina impusieron sus gobiernos con cruentas repercusiones
Jorge Rafael Videla (Foto:
Getty Images/Archivo)
En
Argentina, las fuerzas armadas realizaron un golpe de estado en marzo de 1976
en contra de la presidenta Isabel Martínez de Perón. Una junta militar
autoproclamó el Proceso de Reorganización Nacional y colocó en el poder a Jorge
Rafael Videla, quien falleció este 17 de mayo.
El grupo
militar, integrado por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea, proclamó una
lucha en contra los opositores del régimen político de derecha en Argentina,
una operación a la que se sumaron gobiernos de Sudamérica a través del
llamado Plan Cóndor.
La
estrategia de la década de 1970 produjo una persecución transfronteriza de
disidentes en la que unas 50,000 personas fueron asesinadas, 30,000
desaparecieron y posiblemente fueron ejecutadas y 400,000 fueron encarceladas,
según el Centro de Justicia y Responsabilidad.
Por su
responsabilidad al encabezar el gobierno de facto argentino, junto a los ya
fallecidos Emilio Eduardo Massera y Orlando Ramón Agosti, Videla fue sometido a
diversos juicios con cargos que incluían crímenes contra la humanidad, por la
que se le impuso una cadena perpetua; así como
haber permitido el robo de bebés de opositores, castigado con 50 años de prisión.
"Videla será
recordado como el hombre que encabezó la dictadura más cruel de la historia de
América", indicó la organización Human Right Watch tras la noticia de su
muerte. Otras víctimas y exiliados políticos se han sumado al repudio hacia el
exgeneral argentino.
Luego de
ser juzgado, el exdictador reconoció que en el régimen que encabezó fueron
asesinadas entre 7,000 y 8,000 personas, una cifra muy inferior a las
calculadas por organizaciones sociales como las Abuelas de la Plaza de Mayo y
organismos internacionales.
A unos días de que se le iniciara
el último proceso en su contra, Videla, de 87 años, "terminó su vida
preso, juzgado por una Justicia de la democracia y condenado por
genocidio", dijo el vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, citó la
agencia EFE.
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Augusto Pinochet Augusto Pinochet (Foto:
Getty Images/Archivo)
Señalado
por la muerte y desaparición de cientos de chilenos, Augusto Pinochet llegó al
final de su vida sin haber respondido por los crímenes que se le atribuían
durante los 17 años en que gobernó Chile.
El 12 de
diciembre de 2006, en las calles de Santiago miles de personas se reunieron
para rendir honores al exmilitar fallecido a los 91 años en instalaciones
militares, y por otro lado una multitud celebraba el hecho y lo repudiaban
frente al palacio presidencial de La Moneda.
Con el
golpe de Estado militar de 1973, Pinochet derrocó al presidente Salvador
Allende, quien lo había nombrado jefe de las Fuerzas Armadas casi dos semanas
antes. Desde entonces y hasta 1990 se mantuvo en el poder en el que
presuntamente persiguió a disidentes y grupos de izquierda.
Aunque se
abrieron juicios en su contra desde 2000, con cargos de haber encubierto
asesinatos y violaciones a los derechos humanos, haber participad en el Plan
Cóndor sudamericano, e incluso evasión fiscal, Pinochet nunca fue
condenado y solo estuvo en detención domiciliaria en 2001 de acuerdo con la
agencia EFE.
Grupos de
víctimas contabilizan unas 1,200 desapariciones de hombres, mujeres y menores,
además de que otros cientos de chilenos huyeron del país, muchos de ellos a
México donde había una política de asilo político. Una comisión oficial certificó 9,800 torturas.
"Primero se escondió en la
supuesta inmunidad parlamentaria y después ha preferido pasar por un demente
senil", dijo Isabel Allende, hija del expresidente, luego de la muerte de
Pinochet a los 91 años.
RÍOS
MONTT Y LA IMPOSICIÓN DEL TERROR EN GUATEMALA
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Efraín Ríos Montt Efraín Ríos Montt (Foto:
Reuters/Archivo)
Acusado
de genocida y responsable de crímenes de lesa humanidad, el general retirado
Efraín Ríos Montt fue condenado este
mes a 80 años de prisión en Guatemala por un tribunal que lo
encontró responsable de la muerte de más de 1,700 indígenas en la década de
1980.
Llegó al
poder luego de un golpe de Estado en el que se declaró presidente de una junta
militar en 1982. Durante 16 meses que duró su mandato, Ríos Montt autorizó
operaciones extrajudiciales en la operación denominada “Tierra calcinada” en
contra de los indígenas mayas de la etnia ixil, según determinó la corte.
Según la
fiscalía, las acciones militares en contra de los ixiles también incluyeron violaciones sexuales, torturas, destrucción y robo de
viviendas y animales, los cuales son considerados en la
legislación guatemalteca como delitos contra la humanidad. También había
persecuciones a grupos de izquierda.
"El
Ejército mató a indígenas en una tasa ocho veces mayor a los no indígenas. El
Ejército de Guatemala cometió genocidio en el área ixil", los crímenes
"fueron cometidos en agravio del grupo ixil", cuyos integrantes
"fueron considerados enemigos internos", argumentó la fiscalía, de
acuerdo con la agencia EFE.
Hasta la
condena de Ríos Montt, quien aún tiene posibilidad de apelar su sentencia,
ningún militar había sido enjuiciado por los crímenes de la dictadura, en un
periodo de casi tres décadas de guerras internas en Guatemala que concluyó con
un plan de paz en 1996.
Su exjefe de Inteligencia, José
Rodríguez, fue juzgado a la par de Ríos Montt, sin embargo la corte determinó
que no tuvo responsabilidades sobre las violaciones a los derechos humanos.
LA
OSCURIDAD DE PARAGUAY BAJO ALFREDO STROESSNER
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Alfredo Stroessner Alfredo Stroessner (Foto:
Getty Images/Archivo)
Uno de
los periodos más largos de dictadura en América Latina fue el que vivió
Paraguay bajo el poder de Alfredo Stroessner, señalado por su presunta
responsabilidad en numerosos casos de asesinatos, torturas, detenciones
ilegales, exilio forzado y violaciones a los derechos humanos en 35 años de
mandato.
Sin
embargo, hasta su muerte ocurrida en 2006, el general paraguayo no fue
enjuiciado por los 20,090 casos de violaciones a los derechos humanos que pudo
registrar la Comisión de Verdad y Justicia (CVJ) de Paraguay, un organismo
oficial encargado de investigar los abusos del stronismo.
Según el
informe final de la CVJ, de esos casos 59 personas fueron asesinadas
extrajudicialmente, 336 quedaron desaparecidos, 3,470 fueron exiliados y 18,772
fueron torturados. Casi el total de las víctimas fueron detenidas “de forma
arbitraria o ilegal”. Además, casi 100,000 paraguayos fueron víctimas
indirectas de la dictadura, según el informe.
“A diferencia de otras dictaduras
militares latinoamericanas, el régimen de Stroessner constituyó un sistema
político tendiente a permanecer indefinidamente en el tiempo y no un régimen
transitorio de excepción”, atribuye la CVJ, donde la coerción militar
acompañada de la cooptación del Partido Colorado y otros políticos lo mantuvo en
el poder.
JUAN
VELASCO Y LA DICTADURA DE IZQUIERDA EN PERÚ
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Juan Velasco Alvarado Juan Velasco Alvarado (Foto:
Getty Images/Archivo)
Juan
Velasco Alvarado accedió al poder de Perú en 1968 en otro episodio de golpe de
Estado de las fuerzas armadas en contra de un presidente, con la diferencia de
que las políticas que implementó eran vistas como nacionalistas y de izquierda,
lo que derivó en una sublevación.
Luego de
una carrera militar de casi 40 años, Velasco encabezó la Junta Militar que
depuso al presidente Fernando Beláunde Terry e impuso al autoproclamado
Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas en el país sudamericano.
Su
política se centró en la recuperación de las actividades mineras y energéticas
para el Estado, al igual que promulgo reformas agrarias y de educación. Incluso
se sospechaba que tenía influencias comunistas, algo que consideraba como “una
brutalidad” de acusación en su contra.
A la par
de su espíritu reformista, en su mandato también se limitó la libertad de
prensa a través de la estatización de periódicos y estaciones de radio y
televisión. Conformó el Sistema Nacional
de Apoyo a la Movilización Social, señalado como un medio represivo
contra la población.
En 1973,
Velasco Alvarado sufrió la amputación de una pierna, lo que aunado a una mala
situación económica del país fue la justificación que usó el general Francisco
Morales Bermúdez para encabezar una sublevación de las fuerzas armadas y
derrocarlo en 1975.
Se mantuvo en el poder hasta
1980, luego de que dos años antes perdió un plebiscito en el que los peruanos
rechazaron que fuera presidente democráticamente, por lo que convocó a la
elección de una Asamblea Constitutiva.
LUIS
GARCÍA MEZA, EL 'NARCODICTADOR' DE BOLIVIA
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Luis García Meza Tejeda Luis García Meza
Tejeda (Foto: EFE/Archivo)
Luis
García Meza Tejada, conocido como el narcodictador de Bolivia
por sus vínculos con el tráfico de drogas, ha sido otro de dictador militar que
fue juzgado y sentenciado por los crímenes cometidos durante el golpe de Estado
de 1980 y su corto mandato de casi un año.
A 18 días
de que los bolivianos eligieron a Hernán Siles Zuazo como presidente en 1980,
García Meza determinó dar un golpe de Estado contra la entonces presidenta
interina Lidia Gueiler Tejada, quien además era su prima, y hacerse con el
poder en un cruento periodo de represión.
Mientras
que bajo su mando se incrementó la privatización de la explotación de recursos
naturales, la corrupción y el tráfico de cocaína, también hubo persecución
política como parte del Plan Cóndor sudamericano en contra de
opositores a las dictaduras militares.
Además de
los delitos de sublevarse, usar el poder contra la Constitución boliviana,
reprimir a la prensa, García Meza fue encontrado
culpable —sin estar presente en el juicio— del asesinato de
tres personas y un caso de genocidio por lo que fue condenado a 30 años de
prisión en 1993.
Fue
capturado en 1995 en la capital de Brasil, desde donde fue extraditado a una
prisión de Bolivia donde ha cumplido su condena que no tiene derecho a indulto.
Tiene 83 años.
García Meza fue parte de un
periodo de dictaduras militares en Bolivia que inició en 1964 y que terminó la
llegada constitucional de Siles Zuazo.
EL
AUTOGOLPE DE ESTADO DE BORDABERRY EN URUGUAY
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Juan María Bordaberry (Foto:
AFP/Archivo)
La
dictadura que se vivió en Uruguay tuvo periodos de inestabilidad política,
incluso entre los propios militares y políticos que eliminaron el Parlamento
del país en 1973, un intento por implantar un sistema de gobierno de Consejo de
Estado donde la población carecía de derechos.
Fue el
propio presidente Juan María Bordaberry, que había sido electo
democráticamente, quien ordenó la disolución del Parlamento y la transformación
de su gobierno al Consejo de Estado —integrado por políticos y militares— el 27
de junio de 1973.
El
decreto vino acompañado con restricciones para la prensa que tuviera la
intención de afirmar que su decisión tenía “propósitos dictatoriales”, según
decía el propio decreto, y ampliaba los poderes de la Fuerzas Armadas y la
policía para cumplir las órdenes del nuevo
En 2006,
la justicia uruguaya comenzó un proceso contra Bordaberry por atentado a la
Constitución, nueve crímenes de desaparición forzada y seis asesinatos de
opositores, por lo que fue condenado a 30 años de prisión. Murió en julio
de 2011 bajo arresto domiciliario.
https://expansion.mx/mundo/2013/05/18/pinochet-el-chileno-impune-enterrado-con-honores#article-7