10 de abril de 2020

ALIENACIÓN RELIGIOSA


Semana política, ideológica y cultural.


La religión es una forma de alienación porque es una invención humana que consuela al hombre de los sufrimientos en este mundo, disminuye la capacidad revolucionaria para transformar la auténtica causa del sufrimiento (que hay que situar en la explotación económica de una clase social por otra), y legitima dicha opresión.   

      Marx considera que la experiencia religiosa no es una experiencia de algo realmente existente. Su punto de vista es claramente ateo: no existe Dios ni una dimensión humana hacia lo trascendente (por ejemplo, algo así como un alma). Con la excepción de su tesis doctoral “Diferencias entre la filosofía de la naturaleza de Epicuro y la de Demócrito”, en donde expresamente se ocupa de los argumentos tradicionales para la demostración de la existencia de Dios, no encontramos en su filosofía argumentos explícitos que muestren la verdad del ateísmo frente a la verdad del creyente; para este filósofo el ateísmo es más bien un principio. Seguramente porque pensó que ya las críticas de la izquierda hegeliana, particularmente Feuerbach, habían puesto de manifiesto la inconsistencia o falsedad de las creencias religiosas, Marx apenas se molesta en refutar los argumentos para la demostración de la existencia de Dios, o en mostrar el supuesto absurdo de las creencias religiosas. Si queremos buscar en su filosofía una crítica a la religión la encontramos más bien en su idea de la religión como alienación.
      La religión tiene que ser estudiada objetivamente, esto quiere decir que, desde su punto de vista, tenemos que estudiar la religión como estudiamos cualquier otra manifestación humana, tratando de ver su relación con otras experiencias humanas y, particularmente, en relación con las condiciones económicas y sociales de la sociedad que la ha gestado. En esta línea, Marx critica la religión por considerarla  una forma de alienación. La religión es una forma de alienación en tres sentidos:
·                    por una parte porque es una experiencia de algo irreal, es una experiencia de algo que no existe. Siguiendo a Feuerbach, Marx considera que no es Dios quien crea al hombre sino el hombre a Dios. Recordemos el esquema básico de toda alienación: el sujeto realiza una actividad que le hace perder su propia identidad, su propio ser; bien por su actividad, bien por el objeto creado mediante ella, en la alienación el sujeto se anula a sí mismo. Según Marx, esto es precisamente lo que ocurre en la religión: el hombre toma lo que considera mejor de sí mismo (voluntad, inteligencia, bondad, ...) y lo proyecta fuera de sí, en el ámbito de lo infinito; a su vez, esta proyección se vive como una realidad que se enfrenta al propio sujeto que la ha creado. Si la religión supone la existencia de Dios como algo infinito, lo hace oponiendo a ella el mundo finito, incluido el hombre mismo, desvalorizando su propio ser y su propio destino, desvalorizando el mundo humano frente a la calidad absoluta de la realidad trascendente o divina, realidad, por otra parte, dice Marx, meramente inventada por el hombre;
·                    pero la religión también es alienación porque desvía al hombre del único ámbito en donde le es realmente posible la salvación y felicidad, el mundo humano, el mundo de la finitud expresado en la vida social y económica. Al consolar al hombre del sufrimiento que en este mundo le toca vivir, sugiriendo en él que en el otro mundo le corresponderá la justicia y la felicidad plena, le resta capacidad, energía y determinación para cambiar las situaciones sociales, políticas y económicas que son las realmente culpables de su sufrimiento. En este sentido Marx dice que la religión es el “opio del pueblo”, pues, en definitiva, adormece el espíritu revolucionario que de otro modo tendría el ser humano;
·                    finalmente, su crítica a la religión se extiende también al hecho de que la religión  suele tomar partido, pero no por las clases desfavorecidas sino por la clase dominante, perpetuando a ésta en el poder, legitimando el estado de cosas existente, dando incluso, en casos extremos, justificaciones teológicas al dominio de un grupo social sobre otro.   
      Por las razones citadas, Marx consideró que era necesaria la superación de la religión y que ésta pasa realmente por la superación del sistema de clases sociales: la diferencia con respecto a Feuerbach se centra precisamente en esta cuestión, pues para Feuerbach la supresión de la religión era posible con su superación intelectual, con la crítica filosófica a la religión; Marx creyó que era necesario, además y fundamentalmente, la modificación de las condiciones económicas que la han hecho posible, es decir, la desaparición del orden social creado a partir de la existencia de la propiedad privada. En la sociedad comunista no existirá la religión pues en esta sociedad no existirá la alienación, y ya se ha dicho que la religión aparece como consecuencia de la alienación.  

Karl Marx,  la crítica a la religión por ser expresión de la alienación humana y la defensa del hombre ante toda forma de divinidad.

    "El fundamento de la crítica irreligiosa es: el hombre hace la religión; la religión no hace al hombre... La miseria religiosa es, de una parte, la expresión de la miseria real, y, de otra parte, la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura agobiada, el estado de ánimo de un mundo sin corazón, porque es el espíritu de los estados de cosas carentes de espíritu. La religión es el opio del pueblo."

Karl Marx, Crítica de la filosofía del derecho de Hegel


    
"La filosofía no lo oculta. Hace suya la profesión de fe de Prometeo: "¡En una palabra, odio a todos los dioses!". Y opone esta divisa a todos los dioses del cielo y de la tierra que no reconozcan como suprema divinidad a la autoconciencia humana. Esta no tolera rival".

Karl Marx, Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y de Epicuro, Prefacio

ENLACE:

9 de abril de 2020

“NOS CERRARON SIN PREVIO AVISO”: LOCATARIOS DEL MERCADO DE SONORA


Las personas necesitan ingresos...
POR: Matías Villalba / 6 abril, 2020

Continúan las concentraciones en calles capitalinas, en esta ocasión los locatarios del Mercado de Sonora.
Se hallan bloqueando las avenidas de Fray Servando y Circunvalación, debido a que, de acuerdo a sus declaraciones “sin previo aviso” les cerraron el mercado, por lo que no pueden trabajar.
Son cerca de 150 comerciantes del popular mercado, ubicado sobre avenida Circunvalación, los que aseguran que les cerraron el mercado y nadie les aviso.
De acuerdo a un comunicado entregado el pasado 3 de abril a todos los mercados populares de la Ciudad de México, indica: “dada la declaratoria de emergencia sanitaria por el Covid-19, únicamente podrán permanecer ejerciendo el comercio al interior de los mercados públicos los giros autorizados, tales como carne, pollo, pescado, vísceras, cremería, salchichería, frutas, verduras , legumbres, abarrotes, artículos de limpieza, artículos de higiene personal y aquellos que sean análogos a los mencionados”.


LA RIDÍCULA Y TRÁGICA RESPUESTA DE CONAGUA ANTE COVID-19


Por Pedro Moctezuma Barragán y Elena Burns

"La crisis vino a reforzar el mandato del 4º Artículo Constitucional de contar ya con una Ley General de Aguas que garantice cumplir con los derechos humanos y de los pueblos al agua, la salud y un medio ambiente sano".

El lunes 6 de abril la directora general de la Conagua anunció su Plan de Emergencia frente a la contingencia sanitaria: 104 pipas prestadas por la CMIC, 402 cisternas donadas por Rotoplas, 8450 latas de agua potable donadas por Heineken, junto con el compromiso de que, ahora sí, se hará todo lo posible para que los hospitales y clínicas del país reciban agua, siempre a cambio de un pago.
¿Cómo llegamos a esta ridículamente trágica respuesta frente al tamaño de lo que enfrentamos? ¿Qué podemos hacer?

No hay agua para la vida porque, bajo las leyes neoliberales establecidas en 1992, la razón de ser de las “autoridades del agua” ha sido otro: garantizar agua y obras hidráulicas para los “intereses” a través de sus aliados políticos federales, estatales y municipales.
La Conagua ha derrochado $75 mil millones en las obras hidráulicas requeridas para construir un aeropuerto en un lago, asegurando a la vez que Grupo Carso pueda lucrar con las aguas residuales de la Ciudad de México.

Las comisiones estatales, por su parte, se han dedicado a costosas obras hidráulicas inoperantes (Túnel Canal General), ilegalmente impuestas (Acueducto Independencia, trasvase Milpillas), privatizantes (desaladora Rosarito) o plagadas con dinámicas de corrupción (Zapotillo). Los organismos municipales en ausencia de controles ciudadanos, sirven como la caja chica para las futuras campañas políticas de los presidentes municipales.
Mientras tanto, 36 millones de mexicanas y mexicanos no tienen agua en sus casas excepto ocasionalmente, y solo 14% de las clínicas en zonas indígenas cuentan con agua, luz y drenaje.

Esto tendrá que cambiar pronto: la crisis de COVID 19 vino a reforzar el mandato del 4º Artículo Constitucional de contar ya con una Ley General de Aguas que garantice cumplir con los derechos humanos y de los pueblos al agua, la salud y un medio ambiente sano a través de la participación.

Afortunadamente se está generando entre ambas cámaras legislativas y desde la ciudadanía y los pueblos así como entre sectores importantes del Ejecutivo, la voluntad política suficiente para superar los bloqueos de los que buscan conservar el control autoritario y privatizante del vital líquido.

Mientras logremos la nueva Ley, hay mucho que podremos hacer frente a COVID 19: Los $10 mil millones aprobados en el presupuesto 2020 para fracking podrían ser transferidos a la Secretaría de Bienestar para obras comunitarias de agua y saneamiento. La Conagua podría reducir, extinguir o revocar las megaconcesiones a particulares que están dejando a las comunidades aledañas sin agua, y podría poner fin a sus prácticas, ampliamente documentadas, de discriminación en contra de comunidades indígenas. La CFE podría suspender el cobro de luz para sistemas comunitarios en zonas marginadas. Las Comisiones de Derechos Humanos podrían abrir mapas interactivos en internet para reportar la falta de acceso al agua, y se podría exigir que los municipios visibilicen los volúmenes de agua entregados para usos no esenciales.

Todo esto nos abriría camino para la nueva institucionalidad que vendrá con la aprobación de la Ley General de Aguas, bajo la cual el agua será gobernada con base en planes ampliamente consensuados para el acceso equitativo y sustentable, con contraloría ciudadana y social.

El agua no es una cuestión de limosnas, sino de derechos.

*Pedro Moctezuma Barragán y Elena Burns son integrantes de la Coordinadora Nacional Agua para Todxs, Agua para la Vida.


PANDEMIA: 16 MILLONES DE INDÍGENAS EN VULNERABILIDAD ABSOLUTA

Abril 7, 2020
Zosimo Camacho. Revista Contralínea

Hambre, desnutrición crónica y precaria infraestructura médica, la constante en las geografías de los pueblos originarios. No cuentan siquiera con información clara de la llegada de la enfermedad Covid-19. En el horizonte indígena podrían ocurrir los mayores estragos de la pandemia y la crisis económica.

La Montaña de Guerrero es la región más depauperada del país y del Continente. Es netamente indígena, mayoritariamente monolingüe. A 550 mil na’saavi, me’phaa y nahuas de 19 municipios se les viene la pandemia encima. En toda la región hay sólo un hospital de segundo nivel con 30 camas –ya saturadas por mujeres en labores de parto y por pacientes con enfermedades crónico-degenerativas– y tres respiradores mecánicos, de los cuales sólo uno funciona.

Es la artillería hospitalaria con la que la Montaña espera el paso de la pandemia de Covid-19, causada por el virus SARS-CoV-2, la mayor emergencia sanitaria mundial en más de 100 años.

“Viene una ola gigante y nuestro sistema de salud está desmantelado, obsoleto, sin personal médico suficiente”, advierte el antropólogo Abel Barrera Hernández desde Tlapa de Comonfort, el corazón de la Montaña, la única ciudad de la región que cuenta con 70 mil habitantes.

Pobres entre los pobres, el panorama es similar en la mayoría de las geografías indígenas del país, que según estimaciones del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) suman 16 millones de personas. En localidades remotas no hay siquiera conciencia de lo que les llegará en las próximas semanas y meses. Y es que para ellos no hay ni mensajes informativos en su lengua.

“En este abismo de la desigualdad de nuestro país, estamos en el sótano de la miseria”, señala Barrera Hernández, director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan. La pandemia viene a complicar “un laberinto donde de por sí parece que no hay salida, no hay forma de solucionar el problema del hambre”.

Carlos González, concejal nahua del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) e integrante de la Comisión de Coordinación del Congreso Nacional Indígena (CNI), coincide: “Los pueblos indígenas son los más vulnerables en cuanto a infraestructura clínica hospitalaria y en cuanto a la atención médica en general. Hay mucha desnutrición y muchos rezagos”.

La respuesta indígena organizada

Abogado especialista en derecho agrario, González señala que la amenaza de la enfermedad Covid-19 ha activado las alertas entre los pueblos indígenas del CNI, toda vez que golpea con más severidad a los viejos.

“En la sociedad [mexicana], pero marcadamente en los pueblos indígenas, los ancianos y las ancianas juegan un rol fundamental, vital, para la pervivencia de las comunidades y su reproducción. Es una preocupación muy seria”, explica.

Por ello, por ejemplo, el pueblo wirrárika (o huichol) de San Andrés Cohamiata, Tatei Kie, decidió suspender el ritual de Semana Santa, es decir, las celebraciones más importantes del ciclo anual de la comunidad.

La tribu yaqui, por su parte, considera no cancelar el ritual –también fundamental para su cultura– pero sí cerrar su territorio y no permitir el ingreso de los yoris (mestizos) a sus comunidades. Misma medida se está aplicando ya en algunas otras geografías indígenas como las del Istmo y los Valles Centrales de Oaxaca, y en algunas comunidades mayas de Yucatán.

Otro caso que se destaca es el de las comunidades guerrerenses del Concejo Indígena y Popular de Guerrero-Emiliano Zapata (Cipog-EZ), del Frente Nacional de Liberación del Pueblo (FNLP) y de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), que de manera conjunta han ordenado un repliegue externo y un despliegue interno para enfrentar la pandemia y tomar el control del territorio.

Se trata de cientos de comunidades na’saavi (o mixtecas), me’phaa (o tlapanecas), ñamnkue (o amuzgas), nahuas, afromexicanas y mestizas que se declaran alertas y anuncian que no darán tregua a los oportunistas que quieran sacar ventaja de la emergencia.

En un documento emitido de manera conjunta, las tres organizaciones se reivindican integrantes del CNI y del CIG y denuncian “la falta de presupuesto de salud” en las regiones de Montaña, Costa Chica, Costa Grande y Tierra Caliente.

Para Carlos González, con todo y la pobreza y el despojo, las comunidades indígenas organizadas y en rebeldía podrán generar algún tipo de defensa en sus geografías, gracias a su propia vida comunitaria.

La capacidad de respuesta será distinta conforme el grado de organización, la orografía y el contexto social de la región donde se encuentran las comunidades. No será lo mismo, por ejemplo, en la Sierra Tarahumara que las Cañadas tsotsiles zapatistas.

Algunas comunidades podrán organizarse para que el contagio sea lento y podrán incluso hacer frente a la crisis económica con sus propios medios y recursos.

“Hay comunidades que resisten en condiciones muy difíciles, muy precarias, en sus regiones porque han sido desplazadas por el desarrollo urbano, industrial, la contaminación. Y hay otras comunidades, regiones, donde todavía hay buena cantidad de medios y hay una armonía con la Madre Tierra mucho mayor”, explica Carlos González.

El CNI prevé, por ello, que la peor situación para los indígenas se presentará, paradójicamente, en las ciudades, donde se encuentran los migrantes en trabajos precarios y sin ningún tipo de apoyo. Lejos de su comunidad, los indígenas son más vulnerables.
Es el caso de la comunidad ñäñho (u otomí) originaria de Santiago Mexquititlán, Querétaro, que se encuentra en la Ciudad de México. Ya le han prohibido vender en las calles y no tiene acceso a alimentos, agua ni un lugar donde pernoctar. El propio CNI está realizando una colecta para apoyar a estas familias.

El activista y asesor de la comunidad, Diego García, señala que son 130 familias otomíes las que se encuentran en precariedad en la capital de República. Esta situación se agudizó luego del terremoto de 2017, cuando tuvieron que desalojar los edificios que ocupaban. Durante más de 18 meses, estas familias pernoctaron a las afueras dichos inmuebles, sin las condiciones mínimas de habitabilidad, salud, seguridad, trabajo y alimentación. El Programa de Reconstrucción de la Ciudad de México no las contempló.

Peor aún, a los inmuebles les salieron “dueños” y el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo ordenó desalojar a las familias otomíes, hecho que se consumó violentamente el año pasado con más de 200 elementos del “desaparecido” cuerpo de granaderos.

Hoy en las calles, y a través de Diego García, adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, las familias señalan que no tienen manera de protegerse de la pandemia. “Para evitar el contagio, la OMS [Organización Mundial de la Salud] y los gobiernos recomiendan lavarse las manos, y nosotros no tenemos agua potable para el consumo; sana distancia, y nosotros vivimos hacinados y en campamentos; resguardarse en casa, y nosotros no tenemos casa: vivimos en la calle, fuimos desalojados; hacer cuarentena, y somos desempleados, trabajamos en la calle y vivimos al día”.

El CNI tomó en serio la amenaza de la pandemia semanas antes de que el gobierno federal pusiera en marcha la Jornada Nacional de Sana Distancia. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) cerró en Chiapas sus Juntas de Buen Gobierno y sus Caracoles. Llamó a sus filas y bases de apoyo a prepararse para la pandemia con medias aplicadas internamente.
A nivel nacional, el CNI canceló las asambleas que estaban ya programadas en 10 sedes de todo el país para impulsar la defensa de territorios ante los megaproyectos. Dos de esas asambleas canceladas serían de carácter nacional e internacional. Las anfitrionas serían comunidades indígenas de Campeche.
El descobijo gubernamental

Al final, los casos anteriores son de pueblos, tribus y naciones indígenas organizadas en lucha por sus derechos. Articularán una respuesta. Caso distinto es la de las comunidades en precariedad absoluta, como las de la Montaña alta de Guerrero, las rarámuris de la Sierra Tarahumara, las chichimeca jonaz de Guanajuato y San Luis Potosí o las ñäñho del semidesierto queretano.

La estrategia gubernamental en la región de la Montaña de Guerrero es dar instrucciones que son casi imposibles de cumplir: lavarse constantemente las manos, donde apenas hay agua para beber, y usar gel antibacterial, donde ni siquiera se vende.

Pero no hay alguna acción gubernamental para que, ante la emergencia, se garantice el acceso de las comunidades al agua. Persiste la desigualdad económica, que se traduce en desigualdad de acceso a los servicios y desigualdad informativa, explica Abel Barrera.
Sin política comunicativa gubernamental efectiva para los pueblos indígenas, son las propias organizaciones las que tratan de prevenir la pandemia. El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan ha realizado mensajes auditivos en las lenguas maternas de la región: nahua, t’un saavi y me’phaa.

En la zona, los gobiernos federal y estatal han difundido mensajes escritos que, aunque estén redactados en lenguas indígenas, la mayoría no sabe leer, además de que son sociedades de tradición oral. También hay difusión de mensajes a través de una radiodifusora pero resultan muy técnicos para la población y no generan conciencia alguna sobre lo que está por venir.
“No vemos acciones orientadas a establecer una comunicación acorde con la idiosincrasia de los pueblos, sus idiomas, su cultura; que mínimamente se garantice una información accesible, no tan técnica”, explica Abel Barrera, defensor de derechos humanos.

Contralínea solicitó entrevista con el director del INPI, Adelfo Regino Montes. El funcionario, máxima autoridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para la atención a los pueblos originarios, declinó hablar con este medio de comunicación.

En su página de internet, el INPI sólo tiene como acciones contra el coronavirus en los pueblos indígenas la traducción a 10 idiomas (de las 68 que se hablan en el país) de carteles informativos para prevenir el contagio. Según se observa en la página, no habría alguna otra política para los pueblos originarios ante la pandemia.

La enfermedad no podía llegar en peor momento a la Montaña de Guerrero. Paupérrimas y con desnutrición crónica, las familias indígenas padecen un recrudecimiento de su situación económica. Las tres fuentes de dinero se colapsaron en el último año, meses y semanas: la siembra ilegal de amapola, las remesas y la asistencia gubernamental.

La primera de ellas, la venta de goma de opio que se obtiene del cultivo de la amapola. Los precios cayeron en el mercado negro internacional porque los consumidores estadunidenses de droga prefieren ahora el fentanilo. Han cambiado este estupefaciente por la heroína.
“Lamentablemente la venta de este producto ilícito pasó a ser parte de la economía precaria de los pueblos indígenas. Y se desfondó. Lo que costaba el kilo de goma en el mercado negro aquí en la región, pasó de 25 mil a 5 mil pesos. Eso vino a dar al traste con lo poquito que a veces lograban cosechar algunas personas que se atrevían a sembrar en las barrancas de la Montaña”, explica Abel Barrera.

Una segunda fuente de ingresos son las remesas. Y por la llegada de la pandemia a Estados Unidos, gran parte de los trabajadores migrantes en ese país han perdido sus empleos. Muchos se encuentran sin trabajo alguno y por ello han dejado de enviar dinero a sus familias. Incluso hay reportes del regreso de cientos que llegan a sus comunidades sin que sean objeto de revisión médica alguna.

La tercera fuente de ingresos son los programas de asistencia gubernamental. Con la llegada del nuevo gobierno se redujeron los apoyos. Antes las familias recibían recursos por número de hijos. Ahora es la misma cantidad para cada familia, independientemente de los integrantes.

Abel Barrera explica que la reconfiguración de los programas sociales llevados a cabo por el gobierno federal desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador no benefició a las familias montañeras. Por el contrario, devino en un recorte de recursos para los indígenas de la región.

Y es que programas como Jóvenes Construyendo el Futuro o de Apoyo a las Personas Discapacitadas, que podrían ser exitosos en otros lugares, no tienen aplicación alguna en las comunidades de la Montaña donde no hay trabajo remunerado. Otros que sí podrían tener aplicación práctica, como el de fertilizantes, sólo llegaron a las cabeceras municipales y a algunas comunidades, de acuerdo con datos de Tlachinollan.

Además, recuerda Barrera Hernández, acaba de pasar un año de catástrofes naturales –granizadas, deslaves, vientos– que acabaron con las cosechas de quienes sí pudieron sembrar.

El panorama es de emergencia. La pandemia viene a agudizar estas condiciones. Lo que podría ocurrir es “un caos, una situación crítica de malestar, de protesta… que no se pueda controlar; eso es lo que nos preocupa en un horizonte no muy lejano, como de 2 o 3 meses. Si ya es grave la situación, será peor. Puede haber un contexto de mayor polarización y violencia”.

Y es que desde las esferas gubernamentales no se prevé ninguna política que mitigue los estragos causados específicamente en las regiones más empobrecidas. Abel Barrera señala que no bastarán fórmulas generales. Deben diseñarse políticas dirigidas especialmente a determinadas regiones.

No bajarán la guardia

El CNI, por su parte, descarta suspender las luchas que libra. Que se suspendan reuniones masivas no significa que se abandonen las demandas. “Seguiremos en las luchas estratégicas que estamos llevando”, señala Carlos González.

Se refiere a la organización en defensa de la tierra y el territorio; el apoyo a la lucha de las mujeres, y a la de los trabajadores. Las actividades continuarán, pero con acciones locales y regionales cuando sean necesarias; se seguirán impulsando los procesos de lucha legal donde es posible.

“Ante la caída estrepitosa de las economías de los países ricos y de los pobres, es necesario insistir en que la vía de solución perdurable y de largo plazo es destruir al capitalismo. Es finamente éste el que nos está llevando a estas crisis. El deterioro de la Tierra y de la naturaleza van a seguir creciendo si como humanidad no ponemos un alto a este sistema”, considera el concejal nahua.

DANTE DELGADO, DIRIGENTE NACIONAL DE MOVIMIENTO CIUDADANO NO APOYA AL PUEBLO DE MEXICO.


Nota enviada por usuario:
Su partido no donó el 50 % de su prerrogativa para la lucha contra el coronavirus. Está a favor del rescate a las empresas.

votó en contra de apoyo a adultos mayores, a discapacitados y becas a estudiantes. Dice que AMLO necesita ser presidente porque no lo es.

Nosotros le decimos:

que deje de ser un sucio y puerco político, el pueblo no lo eligió, que deje de decir babosadas, su obligación es estar en favor del pueblo.

El dirigente de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, afirmó en su cuenta de Twitter que sería más eficiente se redujera el gasto de la publicidad oficial o se cancelaran proyectos como la refinería de Dos Bocas, pues la iniciativa de disminuir el presupuesto era más un lucro político. Aunque no demostró sus señalamientos.

8 de abril de 2020

¿QUE QUIERE DANTE DELGADO?


Articulo de un usuario.
Leí su carta Dante, dos veces, y no pude encontrar lo que usted quiere que haga el presidente, digo, además de "reflexionar" y "cambiar de actitud".
En síntesis y a priori, lo único que veo es una diatriba más, sumada al coro de la feroz, insaciable, cínica y perversa campaña (GOLPISTA) de la denostación y los insultos en contra del presidentes de la República...
¿por qué, en lugar de reiterar que el Presidente se equivoca, que plagió una frase y que lleva al pais al abismo, no puntualizó usted su propuesta de las acciones concretas que debe asumir el gobierno?... esta usted a tiempo, haga sus propuestas concretas, diga exactamente lo que quiere que el gobierno haga.
Nos conocemos Dante y sabe que le tengo afecto y respeto. Y tengo motivos suficientes para ello, fui alcalde opositor (PMS) en su periodo de gobernador, y de entrada (lo hemos platicado mas de una vez) usted rechazó la intentona de fraude, fraguada en aquel momento para impedir mi llegada a la presidencia municipal; después, en funciones, siempre tuve su atención institucional e incluso hasta puedo presumir de trato excelente por las obras realizadas en mi municipio en aquel periodo... su salida del PRI y su posterior encarcelamiento, acrecentó ante mi su imagen de hombre de bien, cabal, digno, honorable y patriota; por ello celebré y me sumé gustoso a aquellas dos campañas, donde en alianza con el PRD (donde yo militaba entonces) fue usted nuestro candidato a Gobernador...
Pero en el proceso electoral 2018, usted dio un bandazo y decidió abandonar la izquierda para sumarse a un proyecto de derecha y, si tal decision fue acertada o no, si se equivocó o no, si cometió un error o no, es algo que, en lo personal NO LE VOY a reprochar por elemental respeto a su derecho soberano de decidir su rumbo y/o destino político... en el mismo tenor, estimado Dante, no creo, sinceramente, que no le asiste usted el derecho de juicio "sumario" para determinar lo que es correcto, bueno o malo, acierto o error, en las decisiones políticas de los demás, incluyendo al actual Presidente de la República... en todo caso, nuestro derecho, inmenso y soberano, se reduce a plantear nuestros consensos o disensos, pero los juicios morales hacia los demás, no nos enaltecen, porque lo que realmente ocurre es que simplemente afloran nuestras emociones, filias y fobias, apenas contenidas..
En consecuencia le reitero mi respetuosa petición: DIGA QUE QUIERE que haga el gobierno, y ya, sobre el análisis de su propuesta, veamos cuánto consenso o disenso hay con respecto a lo que propone el gobierno, para que a partir de un análisis objetivo convocar asumir posiciones ciudadanas que empujen en el sentido correcto, o de mayor identidad... ahórrese pues, sus juicios de "valor", ya que de eso se encargará la historia, NO LOS OPOSITORES.