Martes 18 de septiembre de 2018
Ciudad de México | Desinformémonos.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) aseguró que
el responsable de la ejecución extrajudicial de Carlos Humberto Mendoza de Los
Santos fue el ejército mexicano, pues documentó que militares al mando del
comandante Armando García Triana dispararon “arbitrariamente en contra del
civil desarmado” el 16 de mayo de 2018.
El
Frayba manifestó su preocupación ante la falta de avances en las
investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) que permitan
identificar y sancionar a los responsables, por lo que le exigió que garantice
una debida diligencia en la investigación “con acciones suficientes y
necesarias para evitar que esta ejecución extrajudicial cuya responsabilidad es
del Ejército mexicano, no quede en la impunidad”.
A
continuación el comunicado completo:
Integrantes
del Ejército mexicano ejecutaron extrajudicialmente al Sr. Carlos Humberto
Mendoza de Los Santos, (en adelante Carlos Humberto), el 16 de mayo de 2018,
entre las 21:00 horas y las 22:00 horas aproximadamente, en un puesto de
control militar provisional, a la salida de la Ranchería Celia Gonzales de
Rovirosa, en Macuspana, Tabasco.
Carlos
Humberto, originario de Palenque, Chiapas, de oficio carpintero, tenía 32 años
y era padre de dos niñas de 11 y 4 años de edad. Él y su familia pertenecen a
la organización Pueblos Autónomos en Defensa de los Usos y Costumbres (PADUC),
conformada por comunidades ch’oles, tseltales y mestizas que se dedican a la
defensa de su territorio.
El
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas A.C (Frayba), documentó
que militares al mando del Comandante Armando García Triana, dispararon
arbitrariamente en contra del civil desarmado Carlos Humberto, a quien
posteriormente criminalizaron y estigmatizaron. Son responsables directos de la
ejecución extrajudicial, 22 integrantes del 18 Regimiento de Caballería motorizada,
perteneciente al destacamento del Ejército mexicano ubicado en el ejido
Medellín, municipio de Catazajá, Chiapas, de la 38 Zona Militar,1 con sede en
Tenosique Tabasco.
La
tarde del 16 de mayo, Carlos Humberto salió de su domicilio en la colonia Pakal-Ná,
Palenque, para dirigirse por asuntos de trabajo a Villahermosa, Tabasco. En el
trayecto viajó a la Ranchería Celia Gonzales de Rovirosa y de regreso, como a 4
kilómetros de ese lugar, había un puesto de control militar sin señalamientos.
Medios
locales difundieron que: “Un enfrentamiento entre miembros del Ejército y
presuntos sicarios, en un puesto de control militar, arrojó el saldo de un
muerto, mientras que varios más emprendieron la huida, a bordo del vehículo del
delincuente abatido fue localizada un arma de fuego, utilizada para agredir a
los soldados2.” Según la versión militar, Carlos Humberto no obedeció la orden
de alto y por eso dispararon, sin embargo la autopsia reveló que el civil murió
de un disparo frontal a corta distancia que lo mató al instante. Testimonios,
indican que sólo se escucharon disparos de un lado y que en ningún momento hubo
un enfrentamiento. Además el dictamen químico, comprobó que Carlos Humberto no
disparó ningún arma.
La
Fiscalía del Estado de Tabasco llegó aproximadamente dos horas después al lugar
de los hechos. Tiempo durante el cual los integrantes del Ejército mexicano
alteraron la escena e intimidaron a los testigos presenciales.
Lidia
Jiménez Antonio, esposa de Carlos Humberto, llegó al lugar donde le avisaron
conocidos que se encontraba el vehículo balaceado de su esposo, ahí le dijeron
que él estaba muerto y se trasladó al Servicio Médico Forense de Macuspana,
Tabasco. A las 3:00 horas del día siguiente, el cuerpo seguía custodiado por
militares. Según su testimonio: “estaba en posición como si fuera manejando,
estaba muy frío y rígido.”
El
pasado 30 de julio, 16 militares, en dos vehículos de la Secretaria de la
Defensa Nacional (SEDENA) notificaron, en su domicilio, a la Sra. Lidia que
tiene diez días para entregar pruebas a la jusrisdicción castrense para que los
militares sean sancionados administrativamente. Lo anterior forma parte de
actos de hostigamiento, intimidación y vigilancia en contra de la familia de
Carlos Humberto, quienes temen por su vida, integridad y seguridad personal.
El
Frayba manifiesta preocupación porque a 4 meses de la ejecución extrajudicial
de Carlos Humberto, la Procuraduría General de la República (PGR) no tiene
avances sustantivos para señalar y sancionar a los responsables, por lo cual:
Exhortamos
a la PGR a que garantice una debida diligencia en la investigación con acciones
suficientes y necesarias para evitar que esta ejecución extrajudicial cuya
responsabilidad es del Ejército mexicano, no quede en la impunidad.
Solicitamos
a las autoridades del Estado mexicano, otorgarle un esquema integral de
protección a la Sra. Lidia Jiménez Antonio y a su familia para evitar acciones
que pongan en riesgo su vida, seguridad e integridad personal.
Pedimos
que cesen las acciones públicas de estigmatización y criminalización hacia
Carlos Humberto y su familia.
La
ejecución extrajudicial de Carlos Humberto ejemplifica la vulnerabilidad de la
población ante la permanencia del Ejército en las calles, con el pretexto de
cumplir tareas de “seguridad”. Señalamos que el Estado mexicano ha sido
sentenciado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por violaciones a
derechos humanos cometidas por militares. Además diversos mecanismos de la
Naciones Unidas han manifestado su preocupación por la actuación del Ejército,
la protección con la que cuentan y la impunidad con la que actúan.
Villahermosa,
Tabasco, México
17 de septiembre de 2018
Boletín No. 20
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