Las historias de impunidad en México son muchas y por lo regular tienen los reflectores por algunos meses y luego quedan en el olvido, una de ellas ocurrió en octubre de 2001. Digna Ochoa y Plácido, defensora de los Derechos Humanos, es encontrada muerta en su oficina ubicada en la Colonia Roma, en la Ciudad de México, y a 18 años de distancia no hay nada en claro sobre las circunstancias de su muerte. Aquí te contamos la historia.
Digna Ochoa, víctima de persecución
Originaria de Veracruz, Digna Ochoa estudió Derecho y a finales de los ochenta se involucró en la defensa de opositores al gobierno federal, fue víctima de un secuestro y ataque sexual y se convirtió en integrante del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
Ante los actos de hostigamiento en su contra por su labor, Digna Ochoa se refugió en Estados Unidos, regresó a México para defender a los campesinos ecologistas de Guerrero y a los hermanos Cerezo Contreras, señalados como terroristas.
El 19 de octubre de 2001, el cuerpo de Digna Ochoa es encontrado sin vida y las primeras señales de la escena del crimen hablan de un asesinato. El entonces procurador capitalino, Bernardo Bátiz, afirmó que el ataque tuvo motivos políticos.
La ONU se sumó a la condena por lo ocurrido y la autoridad capitalina pidió no adelantar conclusiones y propuso designar a un fiscal especial para el caso.
Digna Ochoa, el presunto suicidio
Las averiguaciones de la procuraduría van perfilando la posibilidad de un suicidio y se fueron descartando informes sobre las amenazas que había recibido la abogada.
Para octubre de 2002, ya habían desfilado dos fiscales especiales y la tercer fiscal, Margarita Guerra afirmó que el caso sería cerrado cuando existieran pruebas irrefutables.
En esos mismo días, el diario La Jornada publicó un reportaje en donde se reveló que Digna Ochoa pudo haber sido víctima de un grupo de asesinos profesionales que la estuvieron siguiendo por varios meses.
Y a casi dos años de la muerte de la abogada, la Procuraduría de la Ciudad de México dejó en claro que el caso estaba cerrado y que Digna Ochoa se había suicidado con dos disparos.
A principios de 2004, el director de cine, Felipe Cazals dio a conocer una película dedicada a Digna Ochoa que fue personificada por Vanessa Bauche, y en las varias entrevistas que ofreció el cineasta dijo que la versión oficial del suicidio faltaba a la verdad.
https://www.dememoria.mx/politica/digna-ochoa/
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