El impacto de la crisis económica es más directo en los niños, más hogares mexicanos reportaron que niños se iban a dormir sin comer, se incrementó el porcentaje de menores que padecieron hambre, infantes que comieron menos de lo que deberían; aumentó el porcentaje de los que dejaron de asistir a la escuela y de tener asistencia médica porque a sus padres ya no les alcanza el dinero, así como se les dejó de comprar ropa y calzado, señaló el coordinador general del Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle (Matraca), Arturo Narváez, con base en el estudio denominado La niñez y la adolescencia en el contexto de la crisis global, el caso México, realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de desarrollo social (Coneval) y la Unicef-México.
El sociólogo indicó que en el estudio se hacen comparaciones entre los resultados de 2008 y los realizados en 2009, en los que es muy claro que la crisis estuvo en alimentación, en salud y en lo que tiene que ver con las necesidades básicas de los niños, recreación y vestido. En el aumento de los índices, dijo que en el rubro de inseguridad alimentaria, la crisis económica impactó en el acceso a las familias para satisfactores como alimentación y educación.
De 2008 a 2009 por el alza de precios, el porcentaje de hogares que experimentaron inseguridad alimentaria severa pasó de ocho a 17, en 2009 se duplicó el número de familias que están en inseguridad alimentaria severa, “en este indicador, el cambio más dramático se observó en el porcentaje que declaró que algún niño había comido menos que lo que debería, éste pasó de 14 a 26, asimismo, en siete por ciento de los hogares se reportó que en 2008 un niño y un adolescente habían padecido hambre, en 2009 este porcentaje fue próximo a 18”.
También, el porcentaje de hogares donde disminuyó la cantidad de comida para los menores pasó de 16 (en 2008) a 24 en 2009, y en donde un menor se acostó con hambre pasó de siete por ciento a 15 por ciento, al igual el indicador en el que un menor comió una sola vez o dejó de comer todo un día aumentó de cinco por ciento a 14 por ciento en 2009.
En un año, el impacto de la crisis es el doble en el tema de inseguridad alimentaria, 54 por ciento de la población declaró en 2009 que se encontraba en una situación peor que en 2008; en hogares con población de cero a 17 años de edad, se reportó haber tenido dificultad para mandar a los niños a la escuela, esta cifra pasó de 20 por ciento en 2008 a 27 por ciento en 2009.
Para comprar ropa o calzado para los menores, el porcentaje pasó de 20 a 29 y en este último año, entre enero a junio de 2009, 19 por ciento de los hogares declaró que dejó de llevar al doctor a los niños o dejó de comprar medicinas para ellos.
Esto tiene un impacto directo para que existan más niños en las calles, sobre todo al reducirse el acceso a la educación, porque los padres no pueden mandarlos, entonces los menores se ven obligados a buscar esos espacios para ganarse la vida en el comercio informal y trabajar en las calles.
La cifras de los menores en la entidad son las mismas, ya que 56.8 por ciento de veracruzanos viven en pobreza multidimensional y hablan de que tres de cada 10 veracruzanos son menores de 18 años, por lo que “es un tema pendiente, el impacto de la crisis es más directo en los niños porque los papás dejan de acceder a los bienes y satisfactores de la infancia y como ellos no tienen forma de sostenerse son los más perjudicados”.
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