Por Jorge Cruz Ibañez
Dos casos muy lamentables sucedieron en nuestra región en escuelas públicas , y que llenaron las primeras planas de nuestro Diario El Mundo de Orizaba; uno el de amarrar a un alumno de educación básica a su banca para evitar que diera rienda suelta a su inquietud, y luego pretender privarlo de un derecho constitucional inalienable, el de negarle el acceso a la escuela, afortunadamente la intervención del supervisor escolar de esta zona evitó un daño más atroz.
Otro el de una alumna de educación secundaria que fue agredida físicamente por una maestra al cortarle su trenza para evitar llevar adornos en la cabeza lo cual “ transgredía “ el reglamento interno escolar.
Casos como éstos, no hacen más que confirmar la preocupación que siempre externó el Dr. Pablo Latapí Sarre durante más de treinta años de una vida fructífera dedicada al análisis, investigación y a la asesoría educativa de titulares de la Secretaría de Educación Pública.
En su libro póstumo Finale Prestissimo. Pensamientos, vivencias y testimonios Pablo Latapí hace un intento de hacer una apretada síntesis de toda su basta obra para reunir y ceder a las nuevas generaciones de investigadores y especialistas en educación un legado que él mismo duda en haber creado.
Ante este gran reto y esfuerzo en torno a una serie de conceptos educativos , quiero tratar de presentarles , aprovechando también la proximidad de una fecha importante : el 15 de Mayo , Día del Maestro, algunas ideas y reflexiones en torno al importante papel que realiza el magisterio.
Dice Pablo Latapí que nuestros maestros trabajan en circunstancias muy desfavorables para la calidad de su docencia. La jornada escolar es de sólo cuatro horas y media; muchos tienen doble plaza; no disponen de tiempo pagado para corregir tareas ni preparar las clases y mucho menos para conversar con sus alumnos o sus padres.
A lo anterior se suma que el tiempo dedicado efectivamente a la enseñanza-aprendizaje se reduce mucho, pues durante la clase se pasa lista, se dan avisos, se resuelven cuestionarios, etc.
En mi percepción, señala Latapí Sarre, pocos maestros son conscientes de lo que implica “ aprender a aprender” y de la transición al estadio de metacognición en los alumnos, generalmente entre los diez y los once años. El objetivo de la primaria debiera ser aprender a leer comprendiendo lo que se lee, y las evaluaciones muestran que este objetivo no se está alcanzando. Éste sería un punto decisivo para transformar la docencia en nuestro sistema educativo.
El maestro es el principal factor de la calidad de la educación. La calidad empieza en “ lo micro”, en la relación pedagógica maestro-alumno. Las características decisivas de un buen maestro son: el sentido de su vocación; el amor a sus alumnos, que lo lleve a comprometerse con su superación; su responsabilidad, su preparación profesional y el cumplimiento de sus obligaciones.
El magisterio de la educación básica y media del país es muy heterogéneo y lo conocemos mal. En él hay estratos por edad, género, tipo de formación que recibieron, experiencia, tradiciones regionales en el país, etc. Las políticas nacionales resultan con frecuencia inadecuadas, tienen que ser moduladas por las autoridades de cada estado para adaptarse a la realidad.
Las múltiples reformas curriculares emprendidas desde la SEP han tenido escasa repercusión en la práctica porque no parten de la problemática real de la docencia. Los maestros suelen verlas como episodios que “ pasan” mientras ellos “ permanecen”; el magisterio es una profesión esencialmente conservadora; su forma mental se inclina a cumplir instrucciones; en eso encuentra su seguridad. Creen más en el consejo de sus colegas sobre lo que conviene aceptar de una reforma, que en las lejanas autoridades.
Es imposible acercarnos a los maestros, subraya Pablo Latapí, sin tomar en cuenta su dependencia y subordinación a un sindicato que se ha extralimitado en sus atribuciones. Es una “ profesión despojada”, sin iniciativas profesionales propias, sin espacios autónomos para actualizarse y sin posibilidad de interactuar fructuosamente con las autoridades; el SNTE se ha convertido en “ interlocutor único” con éstas, a costa de la profesión magisterial.
Finalmente hacemos votos para que este día 15 de Mayo mis compañeros maestros reflexionen sobre el importante papel que realizan en la formación de generaciones críticas conscientes de su entorno social para que lo transformen basadas en los valores universales .