Por: José Miguel Cobián
Dentro del submundo del crimen y medios policiales, existen maneras de enterarse de lo que verdaderamente sucede, aunque pocas veces se puede probar, pues la información viene de gente confiable, pero no se presentan pruebas. Hace algunos años, había un revista que no me perdía para nada, se llamaba Fantomas ¨La amenaza elegante¨, y cuando este sofisticado ladrón parisino quería enterarse de algo, enviaba a sus asistentes a los barrios bajos para accesar a lo que allí se llamaba ¨El correo del Hampa¨. Así podía conocer lo que verdaderamente sucedía en Paris, sin ningún tipo de censura, interés o modificación de la información.
En la provincia mexicana, existen muchos rumores al respecto de la actividad criminal, rumores que difícilmente se pueden confirmar, porque padecemos de la ausencia del ¨Correo del Hampa¨ o cuando menos de los contactos para enterarnos fehacientemente de lo que realmente sucede.
Los rumores más comunes son los siguientes: 1. Ahora están realizando secuestros de bajo impacto, con campesinos y con personas de clase media. Los rescates son por cantidades inferiores a trescientos mil pesos, y ya muchas familias se han ido de la ciudad. 2.- Como ahora hay muchos jóvenes involucrados en labores de seguridad, las jovencitas corren mucho peligro y se han presentado raptos y violaciones para luego dejarlas en libertad una o dos semanas después del plagio. 3.- En lugar de conservar un bajo perfil, ahora se pavonean por las calles, y si tienes un accidente automovilístico con ellos, te van a cobrar a precio de oro sus daños, independientemente de quien tenga la culpa. 4.- Los agentes de tránsito y policías, ya sean municipales, de la AVI, de la PFP, y hasta los de SSP están a sus órdenes, así que ni esperes ningún apoyo de la autoridad en caso de un problema, pues en lugar de ayudarte, van a estar a favor del crimen. 5.- Las propias autoridades actúan como su primera línea en caso de investigar a visitantes de otros estados, e incluso cuando así lo determinan los ponen en sus manos, ya sea para interrogarlos o para iniciar un secuestro, etc., la ola de comentarios al respecto de la actitud de autoridades y crimen organizado es muy similar en toda la república. Cuánto de esto es realidad, es lo que debería de importarnos a los ciudadanos. Ya hemos padecido los efectos de rumores que al final se demostró no son ciertos, en varias ciudades de Veracruz.
En caso de no poder corroborar nada, y seguir escuchando lo mismo. El sentido común es el que debe imperar. Imagine usted que tiene un negocio que le deja ganancias sustanciales. Si por alguna razón baja el índice de ganancias, tiene usted dos opciones, ampliar sus operaciones o aguantar a la espera de tiempos mejores. En el caso de los negocios criminales, ampliar operaciones implica la posibilidad de llamar la atención, generar una situación insostenible de molestia y rechazo de la ciudadanía, y la posibilidad de que exista una exigencia generalizada a las autoridades a tal grado que sea imposible para ellas mantenerse al margen o hacerse las disimuladas. Esto automáticamente perjudicaría el ¨negocio criminal¨, porque ante un rechazo social, entraría automáticamente el ejército o la marina a la plaza que los propios criminales ¨calienten¨, (así se dice cuando se genera inquietud en la sociedad al grado de llamar la atención). Existen también dos posibilidades adicionales. Una es que algunos grupos de raterillos traten de aprovechar la presencia de grupos fuertes del crimen y se asuman su personalidad sin pertenecer al grupo, y con ello obtengan ganancias, hasta ser descubiertos y asesinados cruelmente por suplantar al grupo en el control de la zona. La otra opción es que tengan dentro de sus grupos de seguridad a personas sin criterio a quienes no puedan controlar y sean éstas quienes cometan los errores que a la larga pueden ocasionar graves problemas a su propia organización criminal, al generar un movimiento social y protesta ciudadana en su contra que haga muy difícil su actividad en la zona en la que se cometan esos errores.
En algunas ciudades de México los enemigos de la confederación han generado las condiciones para que el ejército o la marina los debilite, debido al reclamo de su presencia por parte de la sociedad. Lo mejor para cualquier grupo criminal es generar el menor ¨ruido¨ posible con su presencia. Si hacen lo contrario, a la corta o a la larga pagan las consecuencias con rechazo y reclamo social. Algo que históricamente han cuidado, pues es sabido que en el norte de México, hasta ayudan a comunidades completas, pues una base social les brinda protección y el rechazo genera exactamente lo contrario.
Lo bueno es que esto todavía no pasa en las ciudades de Veracruz…