Ernesto Villanueva, Ernesto Villanueva, fundador del Centro de Investigaciones Jurídicas de la UDLAP; Armando Prida Huerta, presidente de la Fundalex y Fernando Checa Montúfar, director general del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina.
México, D. F., a 12 de mayo de 2011
Los observatorios de medios no tienen el propósito de limitar o restringir la libertad de expresión, sino al contrario fortalecerla, porque se privilegia el derecho de recibir información, destacaron los participantes en el Encuentro Internacional de Observatorios de Medios y Defensores de las Audiencias en América Latina, quienes destacaron que su institucionalización en vez de restringirla, amplifica las voces.
Celebrado en el campus Puebla de la Universidad de las Américas, este encuentro internacional congregó entre otros a Fernando Checa, director del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal), quien destacó que la promoción de observatorios o veedurías, como acciones ciudadanas son sustanciales en la medida que tienden a construir ciudadanía.
En su caso, expresó, el Ciespal construye un proyecto de Ciudadanía Comunicativa cuya esencia permite ver, oír y leer voces e imágenes múltiples, diversas y plurales en los medios pero, sobre todo, la posibilidad de ser oído, visto y leído tan amplia y masivamente como sea posible. “No se trata de dar voz al que supuestamente no la tiene, porque todos tenemos voz, sino de amplificarla, de masificarla”, expresó.
Armando Prida Huerta, presidente de la Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex), destacó que debe buscarse un equilibrio entre el interés empresarial y la responsabilidad social, sin embargo, “hoy en México ha ganado el interés económico, a través del interés político, en detrimento de la responsabilidad social de los medios con la ciudadanía”.
Por este motivo, expresó, es urgente una amplia red de observatorios de medios y defensores de las audiencias con el fin de que la información que se transmite y se consume sea más democrática y permita a los ciudadanos tener una visión más amplia de lo que ocurre en el país.
Ernesto Villanueva explicó que en América Latina, a diferencia de Europa no existe censura previa, por tanto “tenemos una doble responsabilidad para quienes ejercen de manera esporádica la libertad de expresión”, por lo cual subrayó la importancia de los observatorios de medios, los cuales, dijo, “no tienen una gran visibilidad mediática porque en los medios de comunicación no hay una comprensión y una tolerancia del papel que deben tener los observatorios de medios”.
Un observatorio de medios, agregó, lo que busca es ejercer la libertad de expresión crítica con el propósito de mejorar un derecho vinculado a la libertad de expresión, que es el derecho a la información y que ésta esté debidamente sustentada.
“Los observatorios lo que buscan es, a través del ejercicio de la libertad de expresión, optimizar el derecho a la información veraz de la sociedad; no tienen el propósito de limitar o restringir la libertad de expresión, sino al contrario fortalecerla”, explicó.
“Se privilegia el derecho de recibir información y ese derecho es un ingrediente básico para la toma de decisiones en la vida diaria, de ahí el gran papel de los observatorios de medios y sobre todo en países como México donde no tenemos una cultura mediática”.
Checa destacó también que “ejercer la crítica a los medios es un verdadero homenaje a la libertad de expresión, dado que ésta debe ser considerada en su doble dimensión: como derecho de todos (no sólo de los medios privados) y como obligación de dar una información de calidad y ética: plural, equilibrada, verificada, contextualizada, sin censura previa, pero con responsabilidad ulterior.
Es derecho del ciudadano, dijo, verificar que se esté dando información de éstas características y, caso contrario, exigirla sustentadamente.
El Defensor de las audiencias
El mediador en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER), Felipe López Veneroni, fue enfático al explicar que en México está en formación que se entienda a la política como un terreno público, contrario a como se le ve ahora, como un terreno exclusivo de los políticos.
Por esto mismo, destacó que las defensorías de la audiencia, del lector y los observatorios de medios, tienen una doble tarea: “ser receptores de quejas y cuestionamientos legítimamente fundados, pero, sobre todo, una tarea didáctica y educativa donde se debata de ética, responsabilidad social y libertad de expresión”.
Lo importante para comenzar a cambiar a esta sociedad, expresó, es que “la gente sea partícipe de los medios que consume”. Contrario a ello, hoy “a la audiencia no le interesa ni quiere que la defiendan porque no conoce a qué tiene derecho”.
Tal es el reto, expresó, por lo que en el IMER ya existe la propuesta de crear un espacio donde a la gente se le explique cómo se realizan las producciones y a partir de allí comience a realmente interesarse por los programas que les son presentados, los analice y exija mejores medios.
En este contexto, López Veneroni destacó el proyecto de Educación por la experiencia que promueve Armando Prida Huerta, el cual será iniciado en agosto próximo en el estado de Puebla y en 2012 en todo el país; proyecto que busca recuperar los principios y valores perdidos por la sociedad mexicana a partir de las políticas públicas de los gobiernos pasados que desaparecieron el civismo de los libros de texto.
El Encuentro Internacional de Observatorios de Medios y Defensores de las Audiencias de América Latina continuará mañana en el campus Puebla de la Universidad de las Américas.
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