Por: Jorge Cruz Ibáñez
En el marco del XXVI Congreso extraordinario de la Sección 32 del SNTE El Equipo Político , grupo hegemónico de dicha sección gremial, ha realizado grandes concentraciones de trabajadores de la educación en algunas regiones del Estado de Veracruz, concentraciones a todas luces improductivas y sólo utilizadas para el oropel y la imagen, con el fin imponer al heredero del guía moral de dicha organización sindical como secretario general de la Sección 32 del SNTE, al profr. Juan Nicolás Arroyo Roldán, olvidando lo esencial que es el de armar un proyecto que beneficie a todo el gremio.
En este proceso político es menester no olvidar los atinados conceptos del Mtro. Atanasio García Durán que cuestiona y critica al grupo hegemónico que mantiene el control de nuestra agrupación sindical, veamos:
En el marco de la decadencia de un sindicalismo obsoleto, antidemocrático y subordinado a los intereses del Estado-Gobierno, representado por los herederos del “ vanguardismo “, anquilosados éstos por mucho tiempo en las estructuras de los comités ejecutivos nacional y estatal, cuya concepción sindicalista se limita a la función clientelar, es decir, a la práctica sindical por la que se otorgan los servicios a los trabajadores como favores personales y no como respuesta a sus derechos ciudadanos y laborales.
Frente a este hecho, el magisterio democrático ha venido impulsando, desde hace años, propuestas concretas como es el establecimiento del voto universal, para que en cada centro de trabajo o delegación, directamente cada trabajador ( a ) emita su voto para elegir al Comité Ejecutivo Seccional, previo conocimiento y campaña de planillas ; ante esta importante propuesta hemos encontrado el silencio, la omisión o el rechazo , actitudes que no hacen sino revelar un enorme miedo a la democracia.
Y es que el miedo a medidas de carácter democrático, como la citada, tiene su origen en razones de fondo para avanzar hacia una práctica sindical diferente y este fondo lo constituyen los intereses y privilegios que, viejos y nuevos personajes de la política sindical no quieren correr el riesgo de perder, tales como son: la permanencia por tiempo indeterminado en el Comité Ejecutivo Seccional; el manejo discrecional de préstamos, cambios, incremento de horas y asignación de plazas; el mercadeo y la manipulación que de éstos se hace, la violación permanente de escalafones y la falta de transparencia en la administración de las cuotas sindicales, entre otros; vicios todos éstos que han dado al traste con los verdaderos objetivos del ejercicio sindical y de manera determinante , han trastocado la tarea misma de la educación, al asentarse la corrupción, el nepotismo y la ineficiencia en este servicio.
Sigue diciéndonos el exdiputado García Durán, saben bien los que por naturaleza se resisten al cambio y los que navegan con banderas “ institucionales “ o de “ cambio” , pero superficiales vagas, sin referencias ni propuestas concretas, que un proceso verdaderamente democrático de elecciones, sería el primer paso para substituir el oportunismo por la responsabilidad , la mediocridad por le eficiencia , el chantaje por el derecho.
Saben bien que, si tuviéramos democracia en el SNTE , la pleitesía al cacigazgo y la “ gratitud” por los favores a la dirigencia sindical se darían absolutamente por terminados ; pues , entre otras medidas, se procedería a aplicar rigurosos concursos de oposición y exámenes para el ingreso al servicio educativo, con resultados transparentes; en lugar de las farsas montadas actualmente entre SEV-SNTE , en angustiosas esperas y humillantes colas y vueltas , sólo para recibir la respuesta : “ no pasó usted “ o “ lo sentimos no cubre el perfil” ; procedimientos éstos que ocultan la verdadera llave para obtener el empleo: la palanca, el dinero o la gracia caciquil. El derecho al trabajo eds eso, un derecho y no una concesión paternalista.
Saben bien que, si tuviéramos democracia, otra cosa sería de nuestro salario, de nuestras prestaciones, de nuestras pensiones, es decir, otra cosa sería de nuestros derechos.
Finalmente concluye el asesor académico de la Facultad de Pedagogía de la Universidad Veracruzana Atanasio García Durán: sabemos los que no tenemos miedo a la democracia, que aunque hoy somos pocos, mañana, muy pronto, el miedo será derribado; no por los privilegiados, ni por los oportunistas, ni por los mediocres, será superado por la inmensa mayoría de los trabajadores de la educación que empiezan a ver en la obsolescencia del maridaje sindicato-Estado, en la mediocridad del sindicato corporativo, las posibilidades de un sindicato de lucha, justo, democrático, un sindicato diferente.
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