Hijos de dos de los presuntos sicarios, presentaron una denuncia contra policías estatales ante la Procuraduría General de Justicia de Veracruz
Verónica Danell
VERACRUZ, Ver, 27 de junio.- Joaquín Figueroa es uno de los once muertos que el gobernador Javier Duarte dijo eran todos delincuentes y fueron abatidos luego de una persecución ocurrida el pasado lunes 17 de junio sobre la carretera Veracruz-Xalapa a la altura de la sede del 63. No hubo balacera, fue un operativo precisó Duarte de Ochoa.
Tal operativo lo realizó la Secretaría de Seguridad Pública y recibió el apoyo de las fuerzas militares cuyos integrantes instalaron un retén sobre la carretera Veracruz-Xalapa.
Ahora, tanto Janet como Julio César, hijos de dos de los presuntos sicarios, presentaron una denuncia contra policías estatales ante la Procuraduría General de Justicia de Veracruz por el homicidio de sus padres, Joaquín Figueroa Vázquez y Tito Landa Arguelles cuyos cadáveres presentaban moretones en ojos, golpes en nariz y boca, raspaduras y dos tiros en la cabeza cada uno.
De acuerdo a su abogado, Fidel Ordoñez, el caso registra tales inconsistencias que recurrirán a la Comisión Nacional de Derechos Humanos pues ambas personas se trasladaban de Chichicaxtle a Xalapa procedentes de la empresa para la cual trabajaban en un vehículo color blanco.
En el trayecto, los cuatro ocupantes murieron al enfrentarse con la policía y según un boletín turnado a la prensa por la Procuraduría estatal todos dieron positivo en la prueba de radizonato, es decir, dispararon las armas que, afirmaron, portaban.
El abogado Ordoñez precisó que solicitarán a la CNDH intervenga con sus peritos forenses en la exhumación de los cuerpos para determinar si dispararon en vida o dispararon ya muertos porque presumen que les sembraron las armas e incluso colocaron los cuerpos en un vehículo diferente al que tripulaban.
El documento de defunción contiene como hora de la muerte de Tito Landa las 17:30 horas, pero no se corresponde con la versión oficial ya que la balacera, supuestamente, fue a las 19:00 horas , dijo.
Además, dijo el abogado, la camioneta blanca en que viajaban los presumibles sicarios fue asegurada por las fuerzas del orden y no presenta disparos. También puso en duda la portación de armas porque la SSP no mostró el armamento asegurado durante el operativo
Para Janet y Julio César, sus respectivos padres, uno mecánico diesel que reparaba las maquinaría y otro laboratista que certificaba la calidad de los materiales de construcción, eran personas decentes, honestas, trabajadoras y modestas.
Si dicen que era sicario, que lo prueben, retó Janet a las autoridades.
Por su parte la PGJ dio a conocer que las pruebas de radizonato dieron positivo en las 11 personas abatidas lo que confirma que Joaquín Figueroa y Tito Landa participaron en el enfrentamiento y se les ha querido presentar como supuestas víctimas inocentes .
También informó que ya se investiga a la empresa Santa Clara pues se presumen vínculos con la delincuencia organizada y operaciones de lavado de dinero.