Eirinet Gómez
Xalapa, Veracruz.-Víctimas de la delincuencia organizada deben perdonar a sus agresores, dijo el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, en el sermón dominical y recordó a los feligreses que los delincuentes son seres humanos que tienen de tras de sí una historia de sufrimiento y exclusión.
Dijo que en muchas ocasiones sólo se trata de jóvenes, capturados por la delincuencias organizada, obligados a delinquir para salvar su vida, la de algún familiar o sacar de problemas a su familia.
Abonó que en lugar de odio o resentimiento, lo mejor que pueden hacer es acabar con una cadena de odios y rezar y pedir a Dios que cambie sus corazones.
El pronunciamiento de Reyes Larios fue reforzado por el comunicado de la arquidiócesis de Xalapa en el se llamó a los fieles a no dejarse vencer por la apatía y el desánimo, para en lugar de eso emprender acciones que refuercen la esperanza.
El párroco José Juan Sánchez Jácome dijo que los problemas de la vida y las crisis que tienen día a día los seres humanos son prueba de que la esperanza no es un tema exclusivo de un culto religioso, sino una virtud humana difícil de cultivar y preservar.
En su reflexión, dijo que la esperanza es como un resorte que permite a las personas impulsarse hacia adelante en los momentos difíciles, ser perseverantes ante los retos y avanzar ante los obstáculos.
"La esperanza no es cosa piadosa o un asunto relacionado con el culto, sino una virtud que necesitamos todos los feligreses para huir de una vida fácil y luchar por un futuro mejor".
En el mensaje dominical reconoció que debido a la crisis económica, la mala actuación de los políticos, el combate a la delincuencia organizada y los avances científicos, que no acaban por satisfacer las demandas de los seres humanos, lo que más abunda entre la sociedad es una ola de desesperanza.
"La desesperanza se relaciona con el desencanto hacia las autoridades, que no han logrado crear mejores condiciones de vida; privilegiando los intereses de sus respectivos partidos políticos han dejado al margen las angustias y necesidades del pueblo, que cuestiona los bajos resultados en la administración pública por el aumento de la pobreza, el desempleo galopante, la corrupción, la falta de oportunidades de formación y desarrollo para los jóvenes y el crecimiento de la violencia".
La Iglesia propone un tiempo para fortalecer la virtud del perdón y la esperanza para, al momento de la llegada del Mesías, estar convencidos de que Dios lucha a nuestro lado para lograr la superación de todos los problemas.
"Para un cristiano, la esperanza más auténtica es aquella que espera contra toda esperanza, aun cuando todos los signos sean adversos e indiquen un rumbo contrario. En un mundo que se mueve entre el pesimismo, la vida fácil y la desesperación, la comunidad cristiana tiene la responsabilidad de ser testigo de una esperanza que va más allá de los cálculos humanos".
En el comunicado, la Iglesia Católica recordó que ha llegado el tiempo de Adviento, que es un periodo de preparación en el cual los feligreses limpian su alma y refrendan su fe para la llegada del Redentor.
"El Adviento no se detiene en cosas triviales, como los motivos navideños o el árbol de Navidad, sino "en los mismos fundamentos de nuestra existencia", concluyó.