Por Andrés Timoteo
HASTA EN WIKIPEDIA
Nadie puede cuestionar que no tenga razón el gobernante en turno, Javier Duarte de Ochoa, al presumir que “Veracruz es noticia para México y el mundo”. Vaya, ni cómo contradecirlo pues en los 23 meses que lleva al frente de la administración estatal, la entidad se ha posicionado mediáticamente en todo el orbe. Basta anotar el nombre de Veracruz en cualquier buscador mundial del internet para comprobarlo.
Veracruz, el lugar más peligroso para ejercer el periodismo, Veracruz muertes y cadáveres regados, Veracruz deuda, Veracruz tuiteros encarcelados y así un largo etcétera. Y no es presunción pues solo basta un pequeño ensayo que cualquier lector puede hacer desde su computadora personal para corroborar el dato. En una sola página que es visitada por millones de personas diariamente en todo el mundo lo pueden hacer.
En la dirección de Wikipedia, la enciclopedia libre, se puede teclear el nombre del cordobés Javier Duarte de Ochoa y helo ahí: se despliega la biografía personal del ocupante de palacio de gobierno – que no suman más de cinco párrafos-, los datos de su inicio de administración y enseguida un apartado subtitulado “Errores, críticas y malos manejos” que incluye los escándalos durante la elección, con las grabaciones telefónicas filtradas a la prensa donde su antecesor, el innombrable, disponía del erario público para financiar su proselitismo.
También destaca el apartado: “El abandono de 25 cuerpos en Boca del Río” en plena cumbre de procuradores de Justicia que se realizaba en esa ciudad y la criminalización de las víctimas hecha por Duarte de Ochoa y su fiscal de ese entonces, Reynaldo Escobar Pérez. El otro subtitulo que se resalta en la página es “PGR decomisa 25 millones de pesos a Gobierno del Estado”, y trata de las dos maletas de dinero que fueron incautadas en el aeropuerto de Toluca.
El escándalo obligó a la renuncia del tesorero estatal, Vicente Benítez González pero al final, el dinero se regresó a la entidad cuyos funcionarios argumentaba que no iba destinado ni a la campaña de Enrique Peña Nieto ni a otros destinos más oscuros sino eran para comprarle adornos a la Virgen de la Candelaria, los trajes de los reyes del Carnaval y las sonajas para los Voladores de Papantla.
Y el tercer gran apartado de Wikipedia dice: “Veracruz, el estado más peligroso para el periodismo” y enumera los crímenes contra comunicadores y los atentados contra medios informativos que se han perpetrado en los últimos dos años. “Dado el alto número de asesinatos que se han reportado durante el mandato de Javier Duarte como gobernador, y la situación de precaria seguridad que hay para los periodistas, la asociación internacional Reporteros Sin Fronteras calificó a Veracruz como uno de los estados más peligrosos para ejercer el periodismo, al lado de lugares como Egipto, Libia o Costa de Marfil”, menciona textualmente.
Ante el desastre promocional de Veracruz poco se puede hacer en la aldea. Solo tomarse un buen medicamento para la indigestión estomacal y una vez con la calma intestinal recuperada el gobernante estatal debe poner a trabajar a sus empleados de la Coordinación de Comunicación Social para que por lo menos corrijan los datos ortográficamente erróneos de esa página que tiene 400 millones de usuarios en todo el mundo.
Por ello, en lugar de dedicar el tiempo a espiar a los reporteros y funcionarios y a andar escudriñando las redes sociales para lanzar la andanada contra los que escriben cosas que no le agradan, la desocupada vocera estatal debería de registrarse como usuaria de Wikipedia y corregir – los usuarios pueden hacerlo en casos de errores sin modificar el contenido- el gentilicio erróneo que le ponen a su jefe en dicho portal para atenuar un poco la sorna mundial. ¿No creen?.
HASTA EN WIKIPEDIA
Nadie puede cuestionar que no tenga razón el gobernante en turno, Javier Duarte de Ochoa, al presumir que “Veracruz es noticia para México y el mundo”. Vaya, ni cómo contradecirlo pues en los 23 meses que lleva al frente de la administración estatal, la entidad se ha posicionado mediáticamente en todo el orbe. Basta anotar el nombre de Veracruz en cualquier buscador mundial del internet para comprobarlo.
Veracruz, el lugar más peligroso para ejercer el periodismo, Veracruz muertes y cadáveres regados, Veracruz deuda, Veracruz tuiteros encarcelados y así un largo etcétera. Y no es presunción pues solo basta un pequeño ensayo que cualquier lector puede hacer desde su computadora personal para corroborar el dato. En una sola página que es visitada por millones de personas diariamente en todo el mundo lo pueden hacer.
En la dirección de Wikipedia, la enciclopedia libre, se puede teclear el nombre del cordobés Javier Duarte de Ochoa y helo ahí: se despliega la biografía personal del ocupante de palacio de gobierno – que no suman más de cinco párrafos-, los datos de su inicio de administración y enseguida un apartado subtitulado “Errores, críticas y malos manejos” que incluye los escándalos durante la elección, con las grabaciones telefónicas filtradas a la prensa donde su antecesor, el innombrable, disponía del erario público para financiar su proselitismo.
También destaca el apartado: “El abandono de 25 cuerpos en Boca del Río” en plena cumbre de procuradores de Justicia que se realizaba en esa ciudad y la criminalización de las víctimas hecha por Duarte de Ochoa y su fiscal de ese entonces, Reynaldo Escobar Pérez. El otro subtitulo que se resalta en la página es “PGR decomisa 25 millones de pesos a Gobierno del Estado”, y trata de las dos maletas de dinero que fueron incautadas en el aeropuerto de Toluca.
El escándalo obligó a la renuncia del tesorero estatal, Vicente Benítez González pero al final, el dinero se regresó a la entidad cuyos funcionarios argumentaba que no iba destinado ni a la campaña de Enrique Peña Nieto ni a otros destinos más oscuros sino eran para comprarle adornos a la Virgen de la Candelaria, los trajes de los reyes del Carnaval y las sonajas para los Voladores de Papantla.
Y el tercer gran apartado de Wikipedia dice: “Veracruz, el estado más peligroso para el periodismo” y enumera los crímenes contra comunicadores y los atentados contra medios informativos que se han perpetrado en los últimos dos años. “Dado el alto número de asesinatos que se han reportado durante el mandato de Javier Duarte como gobernador, y la situación de precaria seguridad que hay para los periodistas, la asociación internacional Reporteros Sin Fronteras calificó a Veracruz como uno de los estados más peligrosos para ejercer el periodismo, al lado de lugares como Egipto, Libia o Costa de Marfil”, menciona textualmente.
Ante el desastre promocional de Veracruz poco se puede hacer en la aldea. Solo tomarse un buen medicamento para la indigestión estomacal y una vez con la calma intestinal recuperada el gobernante estatal debe poner a trabajar a sus empleados de la Coordinación de Comunicación Social para que por lo menos corrijan los datos ortográficamente erróneos de esa página que tiene 400 millones de usuarios en todo el mundo.
Por ello, en lugar de dedicar el tiempo a espiar a los reporteros y funcionarios y a andar escudriñando las redes sociales para lanzar la andanada contra los que escriben cosas que no le agradan, la desocupada vocera estatal debería de registrarse como usuaria de Wikipedia y corregir – los usuarios pueden hacerlo en casos de errores sin modificar el contenido- el gentilicio erróneo que le ponen a su jefe en dicho portal para atenuar un poco la sorna mundial. ¿No creen?.
BORRACHAZO
La crónica narra que la comilona fue para unos mil trabajadores del ayuntamiento cordobés festejados por el Día del Empleado Municipal y el inefable Sierra no dejó en paz las copas ni las botellas. A las 5.30 de la tarde, relata el texto del rotativo “el regidor ya daba pasos en falso, confundiéndose con cualquier movimiento improvisado de baile”.
“De pronto llegaron las cervezas importadas. Entre amigos y un danzar de mesas, llegó un momento de quietud. Sierra se olvidó de los mil trabajadores, dejó de escuchar la música y cerró los ojos, permaneció unos momentos sentado hasta que se despertó de un sobresalto. Abruptamente se encogió y vomitó”, dice la nota. Los afectados fueron los que estaban a su lado porque el señor hizo un cochinero a su alrededor.
La crónica concluye citando que el regidor fue cargando por los policías municipales – vaya, en lugar de que los señores estén cuidando a la ciudadanía que ya no ve la suya con la inseguridad desatada en Córdoba, ponen a los agentes policiacos a sacar borrachos- y lo llevaron a una clínica de la Cruz Roja donde “le suministraron glucosa por la vena para que se recuperara de su día inolvidable”.
Lo que no cuenta la nota periodística es que en su borrachera, el regidor abrió la boca de más – antes de vomitar, claro- y presumió frente a los que quisieron oírlo de sus influencias y el poder que su jefe y amigo, Tress Jiménez, adquirió con apoyo del exgobernante estatal, el innombrable, verdadero dueño del nuevo partido AVE, los dineros que reciben por hacer el trabajo sucio y los planes electorales para hacer la comparsa del PRI en los comicios del 2013. Nada que no se supiera con anticipación pero ahora ya fue corroborado por uno de sus protagonistas. Y bien dicen que los niños y los borrachos dicen la verdad.